voy a comentarles lo que me ha estado sucediendo desde que mi curiosidad empezó a despertar al sexo, y el desenlace de todo ello. Primero déjenme platicarles como soy. Soy delgada, bonita, bajita, morena clara, cabello largo rizado y negro, pecho proporcionado, todavía desarrollándose, acinturada, y de culo respingadito. Bueno, eso es lo que ve la gente, lo que yo veo cuando me encuentro a solas en mi cuarto, es que ese pechito tiene pezones rosaditos, que últimamente se ponen duros con cualquier corriente de aire, vello púbico oscuro, ralito, cortito, rizadito, que no tapa por completo mis labios vaginales, que últimamente se han puesto mas carnositos. Y lo que llama mas la atención de mi, o al menos esos dicen todos, es mi sonrisa.
Me gustan mucho los chicos, o al menos andar de calentorra, y he tenido muchos novios, pero la verdad es que no permito que me hagan nada mas allá de algún besito; aunque he de reconocer que siento mucha curiosidad por el sexo, sobre todo a ultimas fechas, en que mi entrepierna me ha jugado algunas sorpresitas, sobre todo en la noche, en las cuales despierto con mi chochito todo mojado, después de haber tenido algún sueño particularmente excitante. Sin embargo, siempre despierto antes de consumar el acto. Supongo que se debe a que todavía soy virgen. O era, puesto que lo que voy a narrarles es el proceso por el cual me convertí en mujer.
Mi curiosidad natural por aprender algo mas del sexo que lo que se ve en la escuela, o lo que platican las amigas, se vio aumentada a raíz de la visita inesperada de un amigo de la familia. Un día mi padre llego con el, anunciando que habiéndoselo encontrado lo había invitado a comer. A mi madre no la hizo muy feliz (en ese momento), sin embargo, se dio maña para preparar en un momento un festín con lo que pudo hallar en la despensa. El amigo de mi padre se dio cuenta del apuro en que había puesto al ama de casa, por lo que se deshizo en elogios primero para la comida, luego para el ama de casa hasta que logro ponerla toda colorada y finalmente y como dándose cuenta de mi presencia, en la “niñita de la casa”.
Para cuando termino la comida y el invitado se hubo retirado, mi madre había cambiado su opinión acerca de el, de “gorrón inesperado” a “adorable invitado”, tanto que mi papa empezó a hacerle burla, hasta que ella dejo el tema de lado. Horas después, recibimos una llamada de el diciendo que había olvidado un sobre con documentos en la casa, y que si podría pasar en la semana por ellos. Unos días después, al llegar a la casa, lo encontré platicando con mi mama, muy joviales, y mi madre hasta roja por las risas, que se oían hasta el otro lado de la puerta. Por supuesto lo invito a comer. Despidiéndose poco tiempo después habiendo recibido una calurosa invitación a “pasarse por ahí siempre que pudiera”.
Pasaron algunas semanas, durante las cuales vimos con cierta frecuencia al amigo de mi papá, y yo notaba que si el se encontraba, la plática giraba en torno al trabajo y a las responsabilidades familiares, mientras que si no se encontraba el, menudeaban los halagos y comentarios mas bien picantes hacia mi madre.
Finalmente, un día regrese temprano a casa, puesto que no tuve las ultimas 2 horas de clase, hice tiempo en el parque que esta cerca de mi casa con un muchacho que quería algo mas que unos besos, bueno, literalmente tenía mas manos de las normales, deje que me acariciara un poco el culo, que repegara su paquete contra mi cuerpo, y fiel a mi costumbre, le di un cortón dejándolo como un cerillo. Aunque he de reconocer que también a mi me había afectado el jugueteo, tanto que iba pensando llegar a darme un baño con agua fría o un toqueteo con dedos calientes.
Al llegar a la casa, empece a oír unos gemidos que salían del cuarto de mis padres, jadeos, susurros que pedían “mas, dame mas” aumentando en intensidad hasta convertirse en gritos de placer, y “así te gusta, verdad?, que te partan en dos, puta”. Ya en otras ocasiones en el silencio de la noche había oído que mis padres tenían sexo, aunque solían ser mas discretos, por lo que pensé que aprovechando que yo estaba en la escuela mi papá se había descolgado para tener un momento de pasión desenfrenada con mi madre. Yo nunca los había visto hacerlo, pero notando que la puerta estaba entreabierta e impulsada por el calentón que todavía tenia, me fui acercando a la puerta para tratar de ver algo, encontrando un punto en el que alcanzaba a ver un espejo de tocador, lo suficientemente grande para alcanzar a ver prácticamente toda la escena.
Veía a mi madre despatarrada en la cama, con 2 dedos de una mano adentro de su vagina, con mi padre dándome la espalda, sentado a horcajadas encima de ella, con las rodillas a los lados de sus axilas, y metiendo su miembro en la boca de ella, mientras ella lo tomaba con la otra mano de las nalgas, para aumentar la fuerza de sus embestidas, tras unos minutos de ese mete saca, el fue cambiando de posición, primero a poner su verga en medio de los pechos de ella, y retrocediendo, ir rozando todo su abdomen, su coño, y sin detenerse hasta poner la cara en medio de sus piernas, donde se detuvo y empezó a hacerle el sexo oral, hundía su cara en el sexo de mi madre con desesperación, su propio cuerpo me impedía ver como lo hacia, pero las piernas de mi madre que se estiraban y encogían a los lados de su cuerpo, y a veces se cerraban en torno a su cuello casi ahogándolo, y sus gemidos que a ratos se convertían en gritos de “sigue, no pares, no pareeees”, decían mucho del placer que estaba recibiendo, mientras, con una de sus manos empujaba la cabeza de mi padre contra su sexo, y con la otra se pellizcaba, ya uno, ya el otro de sus grandes y oscuros pezones hasta dejárselos rojos, hasta que en un momento dado, todo su cuerpo se contrajo durante algunos largos segundos mientras gritaba de placer, para finalmente quedar desmadejada mientras con susurros decía “por favor, ya no puedo, déjame descansar”, a lo que el simplemente respondió incorporándose, y acercando su cadera a la de ella la montó bruscamente, a lo que ella no puso ningún reparo, solamente seguía pidiendo que la dejaran descansar. El empezó a bombear dentro del cuerpo de mi madre sin ninguna respuesta de parte de ella, durante algunos minutos, hasta que finalmente se salió de ella, y cambiando de posición dio la cara al espejo, viendo por primera vez 2 cosas, su falo que estaba rojo, la cabeza brillante parada, apuntando directamente al frente, goteando un liquido brillante y ¡Su cara, que no era la de mi padre, sino la de nuestro invitado! Mi madre estaba cogiendo como loca con alguien que no era su marido!
Si de por si yo ya me encontraba excitada, al grado de que casi sin darme cuenta me había metido una mano bajo el corpiño y estaba acariciando mis pequeños pezones como viera a mi mama que lo hacia, la otra bajo mi falda primero y después haciéndola a un lado, bajo la tanga, acariciándome los labios y el clítoris, y empezando a escurrir mis flujos por en medio de mis piernas, al ver eso, el morbo fue tal que empece a correrme, apenas logrando apagar un grito de placer. Mientras tanto, el tipo se ocupaba en hacer que mi mamá se incorporara y se pusiera a gatas, con las manos en la orilla de la cama dando también la cara al espejo, seguramente para poder verse a ellos mismos como se follaban, mientras el mismo se ponía a sus espaldas, y tocaba con una mano las nalgas de mi madre, recorriéndolas hasta meterla por en medio de sus piernas, para acariciarle su coño, y con la otra se tocaba su verga, moviendo su mano de adelante hacia atrás. Después de unos momentos, se soltó el miembro, y con esa mano libre sumió la cabeza de mi madre hasta tocar el colchón, quedando su culo apuntando aun mas arriba, cosa que aprovecho el para ensartarla con fuerza por atrás, haciendo que mi madre soltara un grito de sorpresa y dolor, que se convirtió en unos instantes en gemidos de excitación, mientras el empezaba a bombear en su coño, a ratos dándole sonoras nalgadas, a ratos agachándose y masajeando sus tetas, acariciando, mas bien pellizcando sin miramientos sus pezones, y metiendo una mano por en medio de sus piernas, llenándosela de sus jugos, y luego, jalando del cabello a mi madre, haciéndola levantar la cabeza para llevar su mano húmeda y chorreante a su boca para que lamiera la mezcla de jugos que salían de su vagina, que ella lamia con desesperación, chupando, mamando sus dedos mientras que una verga seguía penetrándola por detrás haciéndola gozar hasta lo indecible, lo cual se dejaba ver por la cara de lujuria que tenia.
Mientras tanto, yo estaba a punto de alcanzar el segundo orgasmo de mi vida, mientras veía follar a mi madre con un amigo de mi padre, tocaba mi coño casi con desesperación, sentía mis líquidos impregnar la parte interna de mis muslos e inundaba mi nariz un olor desconocido. Tras unos momentos una explosión de placer me hizo soltar un gemido que no pude reprimir, y que coincidió con otro orgasmo de mi madre, que al igual que el anterior, la hizo quedar completamente exhausta, y gemir mas fuerte aun que yo, lo que impidió que notara mi presencia, no así el, que volteando al espejo, me vio observándolos, con una mano en medio de mis piernas, las bragas a media rodilla, y la otra mano acariciando mis pechos. La sorpresa y la vergüenza me dejaron paralizada, pero el, haciéndose cargo de la situación, solo sonrió y se llevó un dedo a los labios para silenciarme, y con una sonrisa y una lentitud perversa, fue sacando su miembro de las entrañas de mi madre. Al sacarlo por completo, me lo mostró con un descaro que me excitó mas aun, si se podía, balanceo su pene mientras lo frotaba contra la espalda de mi madre dejando chorros de flujos en la misma, jalando la piel que lo cubría hasta dejar expuesto todo el glande brilloso e hinchado y permitiéndome que lo viera a mis anchas mientras mi madre recuperaba la respiración.
Con parsimonia se quitó de atrás de ella, se bajó de la cama y girándola de manera que no pudiera ver mi imagen reflejada en el espejo,pero que yo pudiera ver lo que hacia, la tomo de los cabellos y levantó su cara, ella todavía en cuatro patas; puso su verga cerca de su cara rozándola, acariciando con su glande su barbilla, rozando sus ojos entrecerrados, mientras ella preguntaba : ¿quieres que te la chupe papacito? ¿Quieres follarme la boca y darme tu lechita?, con una voz de puta que de no haberla estado viendo, nunca hubiera reconocido como la de mi madre. Con una de sus manos, tomo la verga de su amante, y procedió a masturbarla durante unos minutos, parando cada tanto para acercarla a su boca, primero sacando la lengua solamente para acariciar suavemente el ojete de su glande, para pasarla alrededor del mismo y retirar la lengua rápidamente como si se espantara de su atrevimiento. Finalmente recorrió con la misma todo el largo de aquel miembro, primero por arriba, luego por abajo hasta llegar a los huevos, a los que dedico una lamida mas prolongada. Regresando mientras frotaba su mejilla con el mismo, lo acerco a sus labios, que tomaron el lugar de la lengua, besando apenas primero esa cabeza brillante, separándola a momentos dejando ver una hebra de líquidos que salían de su hoyuelo y que corrían del mismo a los labios de la adúltera, hasta que poco a poco entreabrió los mismos, para, muy suavemente, rodear esa cabeza con los mismos y mientras lo besaba, hacía succión como lo mostraban sus mejillas que se sumían con ritmo coincidente con los gemidos de su pareja. Poco a poco y aumentando el ritmo de sus mamadas fue metiéndose cada vez mas la verga en la boca, hasta tenerla toda adentro, sacándola toda y volviéndosela a tragar casi con un ritmo cada vez mas rápido, hasta que el tipo empezó a convulsionar su cuerpo, a tensarse y a tomar de la nuca a mi madre para impedir que se alejara, provocando que ella casi se ahogara, pues empezó a eyacular, pudiendo ver momentos después como salían chorros de semen por los labios de mi madre, aun pegada de su verga. Momentos después, la sacó de su boca, dejando ver un glande lleno de una mezcla de su semen y saliva de mi madre que iban formando una hebra que caía hasta la sabana, mientras ella volvía a sostener ese miembro con su mano, al tiempo que de su boca salía todo el semen que no había tragado. En ese momento el le dijo Trágatelo, no lo escupas, como las otras veces ¡Así que no era la primera vez que follaban!, a lo que ella consintió con no poco esfuerzo, pues al parecer no era muy de su agrado, no así el limpiar la polla de su amante, lo cual hizo con gran esmero, usando su lengua hasta dejarla completamente limpia. Mientras, el volteaba constantemente para asegurarse que yo estaba viendo, mientras que buscaba la mejor posición para que yo no me perdiera nada del espectáculo.
Al terminar mi madre le dijo, es mejor que nos vistamos, mi hija no tarda en llegar….el consintió, volteando al espejo y cerrándome un ojo. Al momento, le dijo, esta bien, me adelanto al baño a lavarme un poco , te espero… sin darme tiempo a nada, y como si tal cosa, se dirigió a la puerta, alcanzando apenas a moverme un poco para que no me viera ella, pero sin dejar de verlo a el, que se acerco a mi completamente desnudo, su verga aun parada, y al pasar junto a mi me susurro, es mejor que te vayas y regreses mas tarde, a lo que asentí muerta de miedo y vergüenza. Mientras me apuraba en subir mis bragas para irme, solo alcance a sentir su mano que me rozaba el pecho, y la otra que me tomaba de la cintura para acercarme a su cuerpo, a su miembro que alcance a sentir en medio de mis nalgas por un momento antes de que me soltara y me susurrara en el oído: ésto es lo que vuelve loca a tu madre…..
Lo que no sabía es que después me volvería loca a mi.
Síguenos en nuestra 👉 RED SOCIAL para mas contenido original
Me gustan mucho los chicos, o al menos andar de calentorra, y he tenido muchos novios, pero la verdad es que no permito que me hagan nada mas allá de algún besito; aunque he de reconocer que siento mucha curiosidad por el sexo, sobre todo a ultimas fechas, en que mi entrepierna me ha jugado algunas sorpresitas, sobre todo en la noche, en las cuales despierto con mi chochito todo mojado, después de haber tenido algún sueño particularmente excitante. Sin embargo, siempre despierto antes de consumar el acto. Supongo que se debe a que todavía soy virgen. O era, puesto que lo que voy a narrarles es el proceso por el cual me convertí en mujer.
Mi curiosidad natural por aprender algo mas del sexo que lo que se ve en la escuela, o lo que platican las amigas, se vio aumentada a raíz de la visita inesperada de un amigo de la familia. Un día mi padre llego con el, anunciando que habiéndoselo encontrado lo había invitado a comer. A mi madre no la hizo muy feliz (en ese momento), sin embargo, se dio maña para preparar en un momento un festín con lo que pudo hallar en la despensa. El amigo de mi padre se dio cuenta del apuro en que había puesto al ama de casa, por lo que se deshizo en elogios primero para la comida, luego para el ama de casa hasta que logro ponerla toda colorada y finalmente y como dándose cuenta de mi presencia, en la “niñita de la casa”.
Para cuando termino la comida y el invitado se hubo retirado, mi madre había cambiado su opinión acerca de el, de “gorrón inesperado” a “adorable invitado”, tanto que mi papa empezó a hacerle burla, hasta que ella dejo el tema de lado. Horas después, recibimos una llamada de el diciendo que había olvidado un sobre con documentos en la casa, y que si podría pasar en la semana por ellos. Unos días después, al llegar a la casa, lo encontré platicando con mi mama, muy joviales, y mi madre hasta roja por las risas, que se oían hasta el otro lado de la puerta. Por supuesto lo invito a comer. Despidiéndose poco tiempo después habiendo recibido una calurosa invitación a “pasarse por ahí siempre que pudiera”.
Pasaron algunas semanas, durante las cuales vimos con cierta frecuencia al amigo de mi papá, y yo notaba que si el se encontraba, la plática giraba en torno al trabajo y a las responsabilidades familiares, mientras que si no se encontraba el, menudeaban los halagos y comentarios mas bien picantes hacia mi madre.
Finalmente, un día regrese temprano a casa, puesto que no tuve las ultimas 2 horas de clase, hice tiempo en el parque que esta cerca de mi casa con un muchacho que quería algo mas que unos besos, bueno, literalmente tenía mas manos de las normales, deje que me acariciara un poco el culo, que repegara su paquete contra mi cuerpo, y fiel a mi costumbre, le di un cortón dejándolo como un cerillo. Aunque he de reconocer que también a mi me había afectado el jugueteo, tanto que iba pensando llegar a darme un baño con agua fría o un toqueteo con dedos calientes.
Al llegar a la casa, empece a oír unos gemidos que salían del cuarto de mis padres, jadeos, susurros que pedían “mas, dame mas” aumentando en intensidad hasta convertirse en gritos de placer, y “así te gusta, verdad?, que te partan en dos, puta”. Ya en otras ocasiones en el silencio de la noche había oído que mis padres tenían sexo, aunque solían ser mas discretos, por lo que pensé que aprovechando que yo estaba en la escuela mi papá se había descolgado para tener un momento de pasión desenfrenada con mi madre. Yo nunca los había visto hacerlo, pero notando que la puerta estaba entreabierta e impulsada por el calentón que todavía tenia, me fui acercando a la puerta para tratar de ver algo, encontrando un punto en el que alcanzaba a ver un espejo de tocador, lo suficientemente grande para alcanzar a ver prácticamente toda la escena.
Veía a mi madre despatarrada en la cama, con 2 dedos de una mano adentro de su vagina, con mi padre dándome la espalda, sentado a horcajadas encima de ella, con las rodillas a los lados de sus axilas, y metiendo su miembro en la boca de ella, mientras ella lo tomaba con la otra mano de las nalgas, para aumentar la fuerza de sus embestidas, tras unos minutos de ese mete saca, el fue cambiando de posición, primero a poner su verga en medio de los pechos de ella, y retrocediendo, ir rozando todo su abdomen, su coño, y sin detenerse hasta poner la cara en medio de sus piernas, donde se detuvo y empezó a hacerle el sexo oral, hundía su cara en el sexo de mi madre con desesperación, su propio cuerpo me impedía ver como lo hacia, pero las piernas de mi madre que se estiraban y encogían a los lados de su cuerpo, y a veces se cerraban en torno a su cuello casi ahogándolo, y sus gemidos que a ratos se convertían en gritos de “sigue, no pares, no pareeees”, decían mucho del placer que estaba recibiendo, mientras, con una de sus manos empujaba la cabeza de mi padre contra su sexo, y con la otra se pellizcaba, ya uno, ya el otro de sus grandes y oscuros pezones hasta dejárselos rojos, hasta que en un momento dado, todo su cuerpo se contrajo durante algunos largos segundos mientras gritaba de placer, para finalmente quedar desmadejada mientras con susurros decía “por favor, ya no puedo, déjame descansar”, a lo que el simplemente respondió incorporándose, y acercando su cadera a la de ella la montó bruscamente, a lo que ella no puso ningún reparo, solamente seguía pidiendo que la dejaran descansar. El empezó a bombear dentro del cuerpo de mi madre sin ninguna respuesta de parte de ella, durante algunos minutos, hasta que finalmente se salió de ella, y cambiando de posición dio la cara al espejo, viendo por primera vez 2 cosas, su falo que estaba rojo, la cabeza brillante parada, apuntando directamente al frente, goteando un liquido brillante y ¡Su cara, que no era la de mi padre, sino la de nuestro invitado! Mi madre estaba cogiendo como loca con alguien que no era su marido!
Si de por si yo ya me encontraba excitada, al grado de que casi sin darme cuenta me había metido una mano bajo el corpiño y estaba acariciando mis pequeños pezones como viera a mi mama que lo hacia, la otra bajo mi falda primero y después haciéndola a un lado, bajo la tanga, acariciándome los labios y el clítoris, y empezando a escurrir mis flujos por en medio de mis piernas, al ver eso, el morbo fue tal que empece a correrme, apenas logrando apagar un grito de placer. Mientras tanto, el tipo se ocupaba en hacer que mi mamá se incorporara y se pusiera a gatas, con las manos en la orilla de la cama dando también la cara al espejo, seguramente para poder verse a ellos mismos como se follaban, mientras el mismo se ponía a sus espaldas, y tocaba con una mano las nalgas de mi madre, recorriéndolas hasta meterla por en medio de sus piernas, para acariciarle su coño, y con la otra se tocaba su verga, moviendo su mano de adelante hacia atrás. Después de unos momentos, se soltó el miembro, y con esa mano libre sumió la cabeza de mi madre hasta tocar el colchón, quedando su culo apuntando aun mas arriba, cosa que aprovecho el para ensartarla con fuerza por atrás, haciendo que mi madre soltara un grito de sorpresa y dolor, que se convirtió en unos instantes en gemidos de excitación, mientras el empezaba a bombear en su coño, a ratos dándole sonoras nalgadas, a ratos agachándose y masajeando sus tetas, acariciando, mas bien pellizcando sin miramientos sus pezones, y metiendo una mano por en medio de sus piernas, llenándosela de sus jugos, y luego, jalando del cabello a mi madre, haciéndola levantar la cabeza para llevar su mano húmeda y chorreante a su boca para que lamiera la mezcla de jugos que salían de su vagina, que ella lamia con desesperación, chupando, mamando sus dedos mientras que una verga seguía penetrándola por detrás haciéndola gozar hasta lo indecible, lo cual se dejaba ver por la cara de lujuria que tenia.
Mientras tanto, yo estaba a punto de alcanzar el segundo orgasmo de mi vida, mientras veía follar a mi madre con un amigo de mi padre, tocaba mi coño casi con desesperación, sentía mis líquidos impregnar la parte interna de mis muslos e inundaba mi nariz un olor desconocido. Tras unos momentos una explosión de placer me hizo soltar un gemido que no pude reprimir, y que coincidió con otro orgasmo de mi madre, que al igual que el anterior, la hizo quedar completamente exhausta, y gemir mas fuerte aun que yo, lo que impidió que notara mi presencia, no así el, que volteando al espejo, me vio observándolos, con una mano en medio de mis piernas, las bragas a media rodilla, y la otra mano acariciando mis pechos. La sorpresa y la vergüenza me dejaron paralizada, pero el, haciéndose cargo de la situación, solo sonrió y se llevó un dedo a los labios para silenciarme, y con una sonrisa y una lentitud perversa, fue sacando su miembro de las entrañas de mi madre. Al sacarlo por completo, me lo mostró con un descaro que me excitó mas aun, si se podía, balanceo su pene mientras lo frotaba contra la espalda de mi madre dejando chorros de flujos en la misma, jalando la piel que lo cubría hasta dejar expuesto todo el glande brilloso e hinchado y permitiéndome que lo viera a mis anchas mientras mi madre recuperaba la respiración.
Con parsimonia se quitó de atrás de ella, se bajó de la cama y girándola de manera que no pudiera ver mi imagen reflejada en el espejo,pero que yo pudiera ver lo que hacia, la tomo de los cabellos y levantó su cara, ella todavía en cuatro patas; puso su verga cerca de su cara rozándola, acariciando con su glande su barbilla, rozando sus ojos entrecerrados, mientras ella preguntaba : ¿quieres que te la chupe papacito? ¿Quieres follarme la boca y darme tu lechita?, con una voz de puta que de no haberla estado viendo, nunca hubiera reconocido como la de mi madre. Con una de sus manos, tomo la verga de su amante, y procedió a masturbarla durante unos minutos, parando cada tanto para acercarla a su boca, primero sacando la lengua solamente para acariciar suavemente el ojete de su glande, para pasarla alrededor del mismo y retirar la lengua rápidamente como si se espantara de su atrevimiento. Finalmente recorrió con la misma todo el largo de aquel miembro, primero por arriba, luego por abajo hasta llegar a los huevos, a los que dedico una lamida mas prolongada. Regresando mientras frotaba su mejilla con el mismo, lo acerco a sus labios, que tomaron el lugar de la lengua, besando apenas primero esa cabeza brillante, separándola a momentos dejando ver una hebra de líquidos que salían de su hoyuelo y que corrían del mismo a los labios de la adúltera, hasta que poco a poco entreabrió los mismos, para, muy suavemente, rodear esa cabeza con los mismos y mientras lo besaba, hacía succión como lo mostraban sus mejillas que se sumían con ritmo coincidente con los gemidos de su pareja. Poco a poco y aumentando el ritmo de sus mamadas fue metiéndose cada vez mas la verga en la boca, hasta tenerla toda adentro, sacándola toda y volviéndosela a tragar casi con un ritmo cada vez mas rápido, hasta que el tipo empezó a convulsionar su cuerpo, a tensarse y a tomar de la nuca a mi madre para impedir que se alejara, provocando que ella casi se ahogara, pues empezó a eyacular, pudiendo ver momentos después como salían chorros de semen por los labios de mi madre, aun pegada de su verga. Momentos después, la sacó de su boca, dejando ver un glande lleno de una mezcla de su semen y saliva de mi madre que iban formando una hebra que caía hasta la sabana, mientras ella volvía a sostener ese miembro con su mano, al tiempo que de su boca salía todo el semen que no había tragado. En ese momento el le dijo Trágatelo, no lo escupas, como las otras veces ¡Así que no era la primera vez que follaban!, a lo que ella consintió con no poco esfuerzo, pues al parecer no era muy de su agrado, no así el limpiar la polla de su amante, lo cual hizo con gran esmero, usando su lengua hasta dejarla completamente limpia. Mientras, el volteaba constantemente para asegurarse que yo estaba viendo, mientras que buscaba la mejor posición para que yo no me perdiera nada del espectáculo.
Al terminar mi madre le dijo, es mejor que nos vistamos, mi hija no tarda en llegar….el consintió, volteando al espejo y cerrándome un ojo. Al momento, le dijo, esta bien, me adelanto al baño a lavarme un poco , te espero… sin darme tiempo a nada, y como si tal cosa, se dirigió a la puerta, alcanzando apenas a moverme un poco para que no me viera ella, pero sin dejar de verlo a el, que se acerco a mi completamente desnudo, su verga aun parada, y al pasar junto a mi me susurro, es mejor que te vayas y regreses mas tarde, a lo que asentí muerta de miedo y vergüenza. Mientras me apuraba en subir mis bragas para irme, solo alcance a sentir su mano que me rozaba el pecho, y la otra que me tomaba de la cintura para acercarme a su cuerpo, a su miembro que alcance a sentir en medio de mis nalgas por un momento antes de que me soltara y me susurrara en el oído: ésto es lo que vuelve loca a tu madre…..
Lo que no sabía es que después me volvería loca a mi.
Síguenos en nuestra 👉 RED SOCIAL para mas contenido original
0 comentarios - encontré a mi madre siendo cogida por su amante