Hola a todos, no sé si me van a juzgar o no, pero está es mí historia y quería compartirla con ustedes. Me llamo Ludmila ahora tengo 17 años pero está revolución en mí empezó hace 4 años masomenos, a los 13, tenía una confusión en mí, me gustaban las chicas y los chicos pero era reservada, tampoco tenía un gran cuerpo, era flaca y no tenía culo ni tetas prácticamente en ese momento, asique no era el objetivo principal de los chicos, y menos de los que gustaba esa suerte no estaba a mí favor. Pero mí deseo sexual iba en aumento y no podía frenarlo, estaba mucho tiempo sola en casa asique cerca de los 15 había juntado algo de plata y por una aplicación compré un consolador, y así fue como tuve mí primer experiencia sexual, sola conmigo misma. No me desagrado, pero no fue como lo esperaba tampoco, sin embargo no me rehuse y seguí probando hasta que le encontré el gusto, era bastante pajera y ya era costumbre llegar al mediodía del colegio, comer algo en inmediatamente ir a mí pieza a jugar conmigo misma y tomar una siesta.
La cosa fue escalando hasta que compre otro juguete, de esos que tienen una sopapa que podes dejarlo en cualquier lado, a veces me ayudaba viendo algunos videos para que la imaginación vuele un poco más, y hasta fantaseaba con algún compañero, profesor, vecinos y hasta algún amigo de mí papá. Me lleva mí nuevo “amigo” a la ducha lo pegaba a la pared en imaginaba que algún chico entraba y me cogía, sin avisarme ni pedir permiso, solo usaba mí cuerpo y me dejaba sucia en la ducha. Otras veces lo ponía en alguna silla y me sentaba al revés, como si alguien estaría sentado y me subiera a su verga para mirarlo cara a cara, algún maduro amigo de mí papá, con manos fuertes y verga grande, que me saque la calentura de perra que tenía en mí interior, para después volver a ser la chica linda con cara de buena.
Un día en el colegio, estábamos hablando con varios compañeros y compañeras de temas sexuales, claro que yo no era la atracción principal, pero aún así estaba teniendo cada vez más miradas, tengo una cara preciosa, aunque los pechos me habían crecido eran muy pequeños y mí cola no era fea pero tampoco era algo digno de admirar, ya que mí contextura en si era de la típica delgada. La conversación subía cada vez más de tono, habían empezado un juego que era puro toqueteo entre un hombre y una mujer en el último banco del salón, pero mientras estábamos en clase. Mis compañeras medio burlándose, me dijeron que no podía calentar a nadie con mí cuerpo y que no serviría para ese juego, la verdad después de tanto jugar con mis “juguetitos” aunque me encantara, yo quería tocar y sentir carne, era lo que me faltaba. Así que las rete que al otro entre todos los que estábamos en la ronda, elijan a 1, al que sea y que estaba segura que podría calentarlo más que ellas.
L: Mañana cuando llegue, me voy a sentar al banco del fondo. Elijan al que ustedes quieran y vemos si tienen razón o no.
Al otro día antes de ir, me pegue una ducha y saque del cajón de ropa interior una linda tanga roja, no tenía intención de mostrarla pero por las dudas pensé que sería mejor estar preparada, aparte me encantaba como me quedaba y creía que era de las pocas cosas que me hacían ver sexy asique aunque no se viera, yo iba a saber y sentir que bajo mí ropa, estaba preparada para ser una perra.
Para mí sorpresa fue uno de los chicos que me gustaba el que se sentó al lado mío, eso me ponía nerviosa pero no quería que lo notara, ni él ni nadie.
Charlamos de lo más normal, hasta que en la tercera hora la clase empezó a ponerse aburrida y Marcos se recostó sobre el respaldo de su silla y pasó una mano sobre el respaldo de la mía. Es una señal pensé, es momento de actuar, acerque un poco más mí silla a el, y puse mí mano derecha sobre su jeans, lo miraba de reojo mientras movía mí mano suavemente, estaba un poco sorprendido no pensó que iba a animarme y hasta yo tampoco, pero ya estaba ahí.
Sentí que su verga crecía, la verdad que me costó encontrarla al principio no era un chico con una verga descomunal y por tanta pornografía que veía, tenía en mí mente de que apenas apoye mí mano iba a sentir un terrible vergon, pero no fue asi y tampoco me molestó, el punto era sentir carne y no perder la apuesta con mis compañeras. Empecé a recorrer todo el tronco y su cabeza, con delicadeza, hasta que le abrí la bragueta y el botón, metí mí mano fría desde su vientre bajo, pase por su pelvis y sentí una parte bastante peluda, eso me excito me hacía acordar no se porque al amigo de mí papá con el que fantaseaba, agarre su pene y despacio empecé a tocarlo. Cuando mí mano fría agarró su miembro se retorció un poco pero unos segundos después se relajo, empecé a pajearlo lento y por mí poca experiencia torpemente, mis demás compañeras ya no eran vírgenes y tenían más práctica que yo, al igual que mis compañeros, pero yo tenía algo que ellas no, se llama actitud y un cerebro morboso.
Cuando logré que se ponga dura, era complicado pajearlo de esa forma así que se sentó un poquito más, ayudándome con las dos manos corrí sus prendas y saque su verga, el no me ayudaba en nada pero eso me excitaba tremendamente, pensaba que yo era una pendeja trolita y tenía que satisfacer al macho que tenía al lado, bueno “macho”. Con mí mano izquierda agarre la base de su verga tirando la piel hacia abajo y descubriendo toda la cabeza, el color era una mezcla de morena o bordo, ya que el chico era morocho, el contraste con mis blancas manos me gustó, aunque no era una linda verga, mis dedos de la mano derecha fueron a mí boca para mojarlos con saliva y jugar con su cabeza, solo con la yema de los dedos y cuando se secaba, repetía el proceso.
Al pibe se le daban vuelta los ojos, pero se hacía el duro, típico de un hombre que no quiere dar el brazo a torcer, me gustaba el desafío, pero no sabía cómo hacía para aguantar a soltar la leche, yo buscaba eso, nunca lo vi en primera persona. Empecé a hablarle
L: Que pasa ?
M: Nada por ?
L: Te noto nervioso, nunca te tocaron así ?
M: La verdad que no, lo haces muy bien…
L :Disfruta entonces
Empecé a pajearlo más fuerte, como con bronca, que pasa que este hijo de puta no acaba ? Quería ver saltar leche en primera persona.
L: No vas a acabar ?
M: Tengo ganas, pero ayúdame un poco más
¿Qué más quería ese hijo de puta ? Ya era momento y estaba alargando la agonía de los dos.
L: Mira esto
Saque el hilo del costado de mí tanga, por sobre mí joggins.
L: Te gusta ?
M: Si
L: Que pasa, no podes hablar ?
M: No
Con más ganas lo masturbe, me escupí los dedos y lo miraba fijo, ya no nos importaba las personas alrededor. Aunque nadie podía ver para el pupitre del fondo, esa era una regla estricta que todos cumpliamos
L: Puedo ser muy puta si me lo propongo. Le dije mirando a la profe.
No respondía, asi que me tiré para atrás como apoyándome en su pecho y le hablaba de cerca.
L: Nadie te toco así no ?
M: ….
L: Que esperas para darme leche ?
M: …
L: Si es rica me la tomo toda
Nunca había probado un gota de semen, pero no lo quería hacer notar. Seguí con lo mio, enfocada en su verga.
L: Porque no me sacas la tanga, y me coges duro ? No te da no ?
M: me encantaría
L: Porque no me la corres ? Así me siento en tu verga
M: Lo voy a hacer en algún momento
L: La tanga que tengo, es un hilito bien metido en el fondo de la cola
M: No sabía que eras tan puta, ay ay viene la leche
Se aferró a su asiento y al mío, poniéndose tenso y de repente empezó a saltar leche por doquier, ensucio su ropa, algo de la mía y el pupitre, la verga le latía fuerte y a su vez gemía un poco. Cuando termino le dije..
L: Yo era la lenta, pero no serviste ni para sacarme la tanga.
A partir de ese momento se corrió la bola, que era la mejor masturbando, así que varios querían jugar conmigo como Marcos, y aunque me hacía la difícil después aflojaba, prácticamente casi todas las pijas del curso pasaron por mis manos, y en casi todas las partes del colegio, yo habia pajeado a alguien. Dentro de poco si me animo, se las contaré, obvio que si leo varios comentarios animandome.Pero por lo pronto sepan, que las gotas que me quedaron en las manos las probé, y ahora me volví la mejor masturbadora de todo el curso.
Sin contar que nos estábamos por ir a Bariloche de viaje de egresados, pero bueno, eso es otra historia.
La cosa fue escalando hasta que compre otro juguete, de esos que tienen una sopapa que podes dejarlo en cualquier lado, a veces me ayudaba viendo algunos videos para que la imaginación vuele un poco más, y hasta fantaseaba con algún compañero, profesor, vecinos y hasta algún amigo de mí papá. Me lleva mí nuevo “amigo” a la ducha lo pegaba a la pared en imaginaba que algún chico entraba y me cogía, sin avisarme ni pedir permiso, solo usaba mí cuerpo y me dejaba sucia en la ducha. Otras veces lo ponía en alguna silla y me sentaba al revés, como si alguien estaría sentado y me subiera a su verga para mirarlo cara a cara, algún maduro amigo de mí papá, con manos fuertes y verga grande, que me saque la calentura de perra que tenía en mí interior, para después volver a ser la chica linda con cara de buena.
Un día en el colegio, estábamos hablando con varios compañeros y compañeras de temas sexuales, claro que yo no era la atracción principal, pero aún así estaba teniendo cada vez más miradas, tengo una cara preciosa, aunque los pechos me habían crecido eran muy pequeños y mí cola no era fea pero tampoco era algo digno de admirar, ya que mí contextura en si era de la típica delgada. La conversación subía cada vez más de tono, habían empezado un juego que era puro toqueteo entre un hombre y una mujer en el último banco del salón, pero mientras estábamos en clase. Mis compañeras medio burlándose, me dijeron que no podía calentar a nadie con mí cuerpo y que no serviría para ese juego, la verdad después de tanto jugar con mis “juguetitos” aunque me encantara, yo quería tocar y sentir carne, era lo que me faltaba. Así que las rete que al otro entre todos los que estábamos en la ronda, elijan a 1, al que sea y que estaba segura que podría calentarlo más que ellas.
L: Mañana cuando llegue, me voy a sentar al banco del fondo. Elijan al que ustedes quieran y vemos si tienen razón o no.
Al otro día antes de ir, me pegue una ducha y saque del cajón de ropa interior una linda tanga roja, no tenía intención de mostrarla pero por las dudas pensé que sería mejor estar preparada, aparte me encantaba como me quedaba y creía que era de las pocas cosas que me hacían ver sexy asique aunque no se viera, yo iba a saber y sentir que bajo mí ropa, estaba preparada para ser una perra.
Para mí sorpresa fue uno de los chicos que me gustaba el que se sentó al lado mío, eso me ponía nerviosa pero no quería que lo notara, ni él ni nadie.
Charlamos de lo más normal, hasta que en la tercera hora la clase empezó a ponerse aburrida y Marcos se recostó sobre el respaldo de su silla y pasó una mano sobre el respaldo de la mía. Es una señal pensé, es momento de actuar, acerque un poco más mí silla a el, y puse mí mano derecha sobre su jeans, lo miraba de reojo mientras movía mí mano suavemente, estaba un poco sorprendido no pensó que iba a animarme y hasta yo tampoco, pero ya estaba ahí.
Sentí que su verga crecía, la verdad que me costó encontrarla al principio no era un chico con una verga descomunal y por tanta pornografía que veía, tenía en mí mente de que apenas apoye mí mano iba a sentir un terrible vergon, pero no fue asi y tampoco me molestó, el punto era sentir carne y no perder la apuesta con mis compañeras. Empecé a recorrer todo el tronco y su cabeza, con delicadeza, hasta que le abrí la bragueta y el botón, metí mí mano fría desde su vientre bajo, pase por su pelvis y sentí una parte bastante peluda, eso me excito me hacía acordar no se porque al amigo de mí papá con el que fantaseaba, agarre su pene y despacio empecé a tocarlo. Cuando mí mano fría agarró su miembro se retorció un poco pero unos segundos después se relajo, empecé a pajearlo lento y por mí poca experiencia torpemente, mis demás compañeras ya no eran vírgenes y tenían más práctica que yo, al igual que mis compañeros, pero yo tenía algo que ellas no, se llama actitud y un cerebro morboso.
Cuando logré que se ponga dura, era complicado pajearlo de esa forma así que se sentó un poquito más, ayudándome con las dos manos corrí sus prendas y saque su verga, el no me ayudaba en nada pero eso me excitaba tremendamente, pensaba que yo era una pendeja trolita y tenía que satisfacer al macho que tenía al lado, bueno “macho”. Con mí mano izquierda agarre la base de su verga tirando la piel hacia abajo y descubriendo toda la cabeza, el color era una mezcla de morena o bordo, ya que el chico era morocho, el contraste con mis blancas manos me gustó, aunque no era una linda verga, mis dedos de la mano derecha fueron a mí boca para mojarlos con saliva y jugar con su cabeza, solo con la yema de los dedos y cuando se secaba, repetía el proceso.
Al pibe se le daban vuelta los ojos, pero se hacía el duro, típico de un hombre que no quiere dar el brazo a torcer, me gustaba el desafío, pero no sabía cómo hacía para aguantar a soltar la leche, yo buscaba eso, nunca lo vi en primera persona. Empecé a hablarle
L: Que pasa ?
M: Nada por ?
L: Te noto nervioso, nunca te tocaron así ?
M: La verdad que no, lo haces muy bien…
L :Disfruta entonces
Empecé a pajearlo más fuerte, como con bronca, que pasa que este hijo de puta no acaba ? Quería ver saltar leche en primera persona.
L: No vas a acabar ?
M: Tengo ganas, pero ayúdame un poco más
¿Qué más quería ese hijo de puta ? Ya era momento y estaba alargando la agonía de los dos.
L: Mira esto
Saque el hilo del costado de mí tanga, por sobre mí joggins.
L: Te gusta ?
M: Si
L: Que pasa, no podes hablar ?
M: No
Con más ganas lo masturbe, me escupí los dedos y lo miraba fijo, ya no nos importaba las personas alrededor. Aunque nadie podía ver para el pupitre del fondo, esa era una regla estricta que todos cumpliamos
L: Puedo ser muy puta si me lo propongo. Le dije mirando a la profe.
No respondía, asi que me tiré para atrás como apoyándome en su pecho y le hablaba de cerca.
L: Nadie te toco así no ?
M: ….
L: Que esperas para darme leche ?
M: …
L: Si es rica me la tomo toda
Nunca había probado un gota de semen, pero no lo quería hacer notar. Seguí con lo mio, enfocada en su verga.
L: Porque no me sacas la tanga, y me coges duro ? No te da no ?
M: me encantaría
L: Porque no me la corres ? Así me siento en tu verga
M: Lo voy a hacer en algún momento
L: La tanga que tengo, es un hilito bien metido en el fondo de la cola
M: No sabía que eras tan puta, ay ay viene la leche
Se aferró a su asiento y al mío, poniéndose tenso y de repente empezó a saltar leche por doquier, ensucio su ropa, algo de la mía y el pupitre, la verga le latía fuerte y a su vez gemía un poco. Cuando termino le dije..
L: Yo era la lenta, pero no serviste ni para sacarme la tanga.
A partir de ese momento se corrió la bola, que era la mejor masturbando, así que varios querían jugar conmigo como Marcos, y aunque me hacía la difícil después aflojaba, prácticamente casi todas las pijas del curso pasaron por mis manos, y en casi todas las partes del colegio, yo habia pajeado a alguien. Dentro de poco si me animo, se las contaré, obvio que si leo varios comentarios animandome.Pero por lo pronto sepan, que las gotas que me quedaron en las manos las probé, y ahora me volví la mejor masturbadora de todo el curso.
Sin contar que nos estábamos por ir a Bariloche de viaje de egresados, pero bueno, eso es otra historia.
2 comentarios - Historias de secundaria, La masturbadora