Entramos al cuarto y cierro la puerta, él estaba empecinado a besarme y lo deje mientras me abrazaba los dos parados. Bajo su mano y comenzó a acariciarme como si fuera una noviecita, como que se había olvidado que recién me chupo el culo como un animal.
Toque su pija sobre el pantalón y ya se sentía dura, y grande, empecé a desvestirlo, le saque su remera y sus zapatillas y medias, baje su pantalón junto con su boxer, quería ver esa pija. Y fue una grata sorpresa,
Se veía larga y depilada, muy depilada. Me dio ternura, me senté en el borde de la cama, y empecé a pasarle la lengua desde los huevos, mientras lo miraba él parado, me parecía muy lindo el pendejo con esa carita y sus ojos entreabiertos metí su cabeza en mi boca y suspiro, con un uff. Se la chupaba suave. Me tire hacia atrás y le dije vení, te quiero sentir, se me abalanzó y empezó a besarme mientra buscaba torpemente entrar sin usar las manos, en la posición clásica, muy clásica, lo abrace con mis piernas y acomode su pija en la entrada de mi concha que ya estaba relajadisima.
Empezó un movimiento lento pero profundo, no dejaba de besarme, hace mucho no me besaban tanto. Lo abrace con mis piernas y le decía al oído, dale pendejo cogeme fuerte. Sin duda lo motivó mucho y aceleró su movimiento, hasta que me lleno la concha de leche, ya estaba haciendo cualquiera, pero algo por dentro me podía. Se vistió y me quedé en la cama satisfecha pensando que me estaba pasando.
Pase al baño y me di una ducha. Me puse mi bata y salí con ganas de que ya se vayan.
Ellos trabajaban terminando el aire, y faltaba revisar uno más. Le pedí que se vayan porque me tenía que ir. Juntaron sus cosas y los acompañé a la puerta. El chico me dejó su número en un papelito, me hizo acordar a cuando era más chica y no había tantos celulares.
El señor me cobró el arreglo de los dos aires, atrevido pensé que sería gratis después de mi servicio. Según él me hizo precio.
Seguí mi día con normalidad pensando en lo que pasó. Agende al pendejo como W.Leo una nunca sabe cuando puede ser necesario.Por la tarde casi de noche llegó el mensaje de Alejandro, muy concreto, “El sábado te voy a buscar mas menos a las 10, venite arreglada que me tenes que acompañar a una cena con amigos. Inventate algo porque no vas a volver temprano” que desubicado pensé, pero me tenía acorralada, si le decía que no podía ser peor, el sabia donde vivía y no quería que mi esposo se entere de todo esto.
“Ok” conteste. Pensando que inventar para salir con este señor.
Toque su pija sobre el pantalón y ya se sentía dura, y grande, empecé a desvestirlo, le saque su remera y sus zapatillas y medias, baje su pantalón junto con su boxer, quería ver esa pija. Y fue una grata sorpresa,
Se veía larga y depilada, muy depilada. Me dio ternura, me senté en el borde de la cama, y empecé a pasarle la lengua desde los huevos, mientras lo miraba él parado, me parecía muy lindo el pendejo con esa carita y sus ojos entreabiertos metí su cabeza en mi boca y suspiro, con un uff. Se la chupaba suave. Me tire hacia atrás y le dije vení, te quiero sentir, se me abalanzó y empezó a besarme mientra buscaba torpemente entrar sin usar las manos, en la posición clásica, muy clásica, lo abrace con mis piernas y acomode su pija en la entrada de mi concha que ya estaba relajadisima.
Empezó un movimiento lento pero profundo, no dejaba de besarme, hace mucho no me besaban tanto. Lo abrace con mis piernas y le decía al oído, dale pendejo cogeme fuerte. Sin duda lo motivó mucho y aceleró su movimiento, hasta que me lleno la concha de leche, ya estaba haciendo cualquiera, pero algo por dentro me podía. Se vistió y me quedé en la cama satisfecha pensando que me estaba pasando.
Pase al baño y me di una ducha. Me puse mi bata y salí con ganas de que ya se vayan.
Ellos trabajaban terminando el aire, y faltaba revisar uno más. Le pedí que se vayan porque me tenía que ir. Juntaron sus cosas y los acompañé a la puerta. El chico me dejó su número en un papelito, me hizo acordar a cuando era más chica y no había tantos celulares.
El señor me cobró el arreglo de los dos aires, atrevido pensé que sería gratis después de mi servicio. Según él me hizo precio.
Seguí mi día con normalidad pensando en lo que pasó. Agende al pendejo como W.Leo una nunca sabe cuando puede ser necesario.Por la tarde casi de noche llegó el mensaje de Alejandro, muy concreto, “El sábado te voy a buscar mas menos a las 10, venite arreglada que me tenes que acompañar a una cena con amigos. Inventate algo porque no vas a volver temprano” que desubicado pensé, pero me tenía acorralada, si le decía que no podía ser peor, el sabia donde vivía y no quería que mi esposo se entere de todo esto.
“Ok” conteste. Pensando que inventar para salir con este señor.
0 comentarios - El chico tambien queria W.Leo