Mis raros gustos.
Primera parte.
(Salvo el mío, todos los nombres del post están cambiados para proteger sus identidades)
Siempre tuve gustos muy raros, o al menos eso siempre me dicen mis amigas.
Mi nombre es Ludmila, tengo 20 años, soy lo que llaman una “rocha”, una turrita, la típica piba que te encontras en medio de la villa. Pero yo nunca fui como las otras. Siempre fui la rarita del grupo de amigos, era calladita, miedosa y me costaba mucho agarrar confianza. Todo lo contrario a mis amigas, que agarraban confianza al toque como cualquier otra rocha.
La cosa se ponía todavía más rara si hablamos de gustos, a ellas les encantaban los turros, morochos, villeros, algunos de los pibes mas feos que vi en toda mi vida. Pero yo era diferente, siempre me gustaron los raritos.
Cuando iba a clases me acuerdo que me volvía loca por un pibe, aunque nunca se lo dije. Era un morocho de pelo largo y una sonrisa preciosa. El era todo lo contrario a mi grupo de amigos, era otaku, le encantaba el anime y todas esas cosas, hablaba súper clarito y con palabras raras aveces en japonés creo.
Nunca llegué a entender por qué me encantaba tanto. A veces llegaba de la escuela y me pajeaba, me metía los dedos hasta la garganta imaginando que me atragantaba con su pija. Aunque en el salón creo que hablamos unas 2 o 3 veces en toda la secundaria.
La última vez que lo vi fue en la fiesta de egresados, ahí me acuerdo que bailamos el y yo un ratito, pero nada serio, todos estaban bailando con todos.
Toda la vida me voy a arrepentir de no haberle confesado lo que sentía, capaz si lo hubiera hecho ahora estaría metiéndome su pija todos los días hasta rellenarme la concha de leche.
Pasaron ya 2 años desde eso y la verdad es que yo cambie bastante, así que creo que es buen momento para describirme.
Soy morocha, pelo negro con flequillo, en general me veo como la típica turra.
Tengo lindo cuerpo, no muy delgada pero tampoco gorda, en general tengo buena forma, lindas curvas jajaja. Mi culo es bastante grande, tanto que mis amigas siempre me lo nalguean a modo de broma, mis tetas también son grandes aunque las disimulo bastante usando ropa grande (excepto cuando salgo a bailar). Soy alta, mido 1,66 y aparte casi siempre estoy usando zapatillas con plataforma, así que termino midiendo 1,70 o más.
A diferencia de antes ahora agarre más confianza, soy más extrovertida, y no tan miedosa, por lo que ya no soy la rarita del grupo (aunque en realidad si lo soy, por algo estoy escribiendo este post en esta página jajajja).
Vivo con mi familia, mi mamá maría y mis tres hermanos menores, juan, Gabriel y Angel. Aparte tengo un gatito precioso que se llama buba.
…
Hace poco menos de 2 años, ni bien termine la escuela mi familia y yo nos mudamos a un barrio mucho mejor, aunque no era la gran cosa, era mucho mejor que donde vivíamos antes, al menos acá las calles están asfaltadas, y las casas tienen rejas en lugar de alambres.
Acá todo me empezó a ir bastante bien, conseguí trabajo en un kiosko que esta en la esquina enfrente de mi casa, no pagan mucho pero estoy tranquila la mayor parte del tiempo. Aunque hay un viejo que siempre se para en esa esquina y permanece todo el día ahí mirando lo que pasa en el barrio, es bastante incomodo porque a veces siento que me mira demasiado y más cuando entra a comprar algo. Pero quitando eso el trabajo es bastante aburrido, me la paso viendo tiktok o instagram.
Pero todo cambió hace unos meses. Durante la mañana un chico entró a comprar y la verdad es que me fleche al instante, me encantó. Blanquito, flaquito, de pelo negro y desordenado, se notaba que no lo cortaba hace meses. Parecía un poco más chico que yo, era bastante bajito, pero tenía una carita hermosa con pecas en toda la cara.
Y entonces me dijo ¿te quedó pan?
Me puse un poco nerviosa, Pero logre contestarle asintiendo con la cabeza. Ahí me di cuenta de que no quería que me pasara lo mismo que antes, perder al chico que me gustaba por no actuar, así que decidí que este bombón iba a ser para mi, solo mío, iba a hacer que se volviera loco por mi.
Aproveche que la bolsa de pan estaba atrás de mi y me incline para agarrarlo dejándole ver un primer plano de mi culo, llevaba un Jean bien pegadito que yo sabía que me quedaba hermoso, y funciono, cuando me gire devuelta el aparto la mirada, como tratando de disimular que no me estaba mirando el orto, aunque era bastante obvio, se puso rojo como un tomate cuando entendió que yo ya me había dado cuenta y entonces le sonreí, lo quede mirando a los ojos y le pregunte ¿algo más?
No, no nada más. Me contestó
Saco la billetera muy nervioso, ni siquiera conto bien la plata, me pago apurado y se empezó a ir, ahí le dije “nos, vemos volvé cuando quieras”, me sonrió súper nervioso y se fue rápido. Me quedé mirando a la puerta unos segundos, pensando con una sonrisa antes de ponerme a contar el fajo de billetes que me dio, eran todos billetes chicos, 100, 200 pesos pero entre esos encontré uno de 10mil, estaba tan nervioso que me dio el fajo sin ni siquiera verlo. Me reí bastante, ya tenía una excusa para hablar cuando volviera a verlo…
Gracias por leer, este es mi primer post. Les agradecería que me sigan. Besos😚
Primera parte.
(Salvo el mío, todos los nombres del post están cambiados para proteger sus identidades)
Siempre tuve gustos muy raros, o al menos eso siempre me dicen mis amigas.
Mi nombre es Ludmila, tengo 20 años, soy lo que llaman una “rocha”, una turrita, la típica piba que te encontras en medio de la villa. Pero yo nunca fui como las otras. Siempre fui la rarita del grupo de amigos, era calladita, miedosa y me costaba mucho agarrar confianza. Todo lo contrario a mis amigas, que agarraban confianza al toque como cualquier otra rocha.
La cosa se ponía todavía más rara si hablamos de gustos, a ellas les encantaban los turros, morochos, villeros, algunos de los pibes mas feos que vi en toda mi vida. Pero yo era diferente, siempre me gustaron los raritos.
Cuando iba a clases me acuerdo que me volvía loca por un pibe, aunque nunca se lo dije. Era un morocho de pelo largo y una sonrisa preciosa. El era todo lo contrario a mi grupo de amigos, era otaku, le encantaba el anime y todas esas cosas, hablaba súper clarito y con palabras raras aveces en japonés creo.
Nunca llegué a entender por qué me encantaba tanto. A veces llegaba de la escuela y me pajeaba, me metía los dedos hasta la garganta imaginando que me atragantaba con su pija. Aunque en el salón creo que hablamos unas 2 o 3 veces en toda la secundaria.
La última vez que lo vi fue en la fiesta de egresados, ahí me acuerdo que bailamos el y yo un ratito, pero nada serio, todos estaban bailando con todos.
Toda la vida me voy a arrepentir de no haberle confesado lo que sentía, capaz si lo hubiera hecho ahora estaría metiéndome su pija todos los días hasta rellenarme la concha de leche.
Pasaron ya 2 años desde eso y la verdad es que yo cambie bastante, así que creo que es buen momento para describirme.
Soy morocha, pelo negro con flequillo, en general me veo como la típica turra.
Tengo lindo cuerpo, no muy delgada pero tampoco gorda, en general tengo buena forma, lindas curvas jajaja. Mi culo es bastante grande, tanto que mis amigas siempre me lo nalguean a modo de broma, mis tetas también son grandes aunque las disimulo bastante usando ropa grande (excepto cuando salgo a bailar). Soy alta, mido 1,66 y aparte casi siempre estoy usando zapatillas con plataforma, así que termino midiendo 1,70 o más.
A diferencia de antes ahora agarre más confianza, soy más extrovertida, y no tan miedosa, por lo que ya no soy la rarita del grupo (aunque en realidad si lo soy, por algo estoy escribiendo este post en esta página jajajja).
Vivo con mi familia, mi mamá maría y mis tres hermanos menores, juan, Gabriel y Angel. Aparte tengo un gatito precioso que se llama buba.
…
Hace poco menos de 2 años, ni bien termine la escuela mi familia y yo nos mudamos a un barrio mucho mejor, aunque no era la gran cosa, era mucho mejor que donde vivíamos antes, al menos acá las calles están asfaltadas, y las casas tienen rejas en lugar de alambres.
Acá todo me empezó a ir bastante bien, conseguí trabajo en un kiosko que esta en la esquina enfrente de mi casa, no pagan mucho pero estoy tranquila la mayor parte del tiempo. Aunque hay un viejo que siempre se para en esa esquina y permanece todo el día ahí mirando lo que pasa en el barrio, es bastante incomodo porque a veces siento que me mira demasiado y más cuando entra a comprar algo. Pero quitando eso el trabajo es bastante aburrido, me la paso viendo tiktok o instagram.
Pero todo cambió hace unos meses. Durante la mañana un chico entró a comprar y la verdad es que me fleche al instante, me encantó. Blanquito, flaquito, de pelo negro y desordenado, se notaba que no lo cortaba hace meses. Parecía un poco más chico que yo, era bastante bajito, pero tenía una carita hermosa con pecas en toda la cara.
Y entonces me dijo ¿te quedó pan?
Me puse un poco nerviosa, Pero logre contestarle asintiendo con la cabeza. Ahí me di cuenta de que no quería que me pasara lo mismo que antes, perder al chico que me gustaba por no actuar, así que decidí que este bombón iba a ser para mi, solo mío, iba a hacer que se volviera loco por mi.
Aproveche que la bolsa de pan estaba atrás de mi y me incline para agarrarlo dejándole ver un primer plano de mi culo, llevaba un Jean bien pegadito que yo sabía que me quedaba hermoso, y funciono, cuando me gire devuelta el aparto la mirada, como tratando de disimular que no me estaba mirando el orto, aunque era bastante obvio, se puso rojo como un tomate cuando entendió que yo ya me había dado cuenta y entonces le sonreí, lo quede mirando a los ojos y le pregunte ¿algo más?
No, no nada más. Me contestó
Saco la billetera muy nervioso, ni siquiera conto bien la plata, me pago apurado y se empezó a ir, ahí le dije “nos, vemos volvé cuando quieras”, me sonrió súper nervioso y se fue rápido. Me quedé mirando a la puerta unos segundos, pensando con una sonrisa antes de ponerme a contar el fajo de billetes que me dio, eran todos billetes chicos, 100, 200 pesos pero entre esos encontré uno de 10mil, estaba tan nervioso que me dio el fajo sin ni siquiera verlo. Me reí bastante, ya tenía una excusa para hablar cuando volviera a verlo…
Gracias por leer, este es mi primer post. Les agradecería que me sigan. Besos😚
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