Explorando el Resort
Carolina comienza a relajarse y a acostumbrarse a la situación. Al ver a su hijo desnudo, nota que su pene es grande, y esta imagen se le queda grabada en la mente. Salen de la habitación totalmente desnudos, y para Carolina es una sensación extraña ver a tantas personas sin ropa. La impresionante vista de su hijo y su miembro le resulta difícil de olvidar.
A medida que avanzan por el resort, Carolina observa a las parejas disfrutando de la desnudez y las actividades eróticas. Llegan a la piscina, donde se están llevando a cabo varios concursos muy eróticos. Uno en particular llama la atención de Carolina: el concurso de garganta profunda, donde el premio es un anillo de diamantes. Las reglas son claras: la mujer debe tragarse completamente el pene del hombre, y el ganador será la pareja con el pene más grande.
Carolina, sorprendida y curiosa, observa el concurso. Mateo, con una sonrisa pícara, le dice en tono de broma:
—Te gusta el anillo, ¿verdad? Seguro que lo ganaríamos, jaja.
Carolina lo mira seriamente, pero hace un gesto de risa pícara.
—¿Qué hablas? Estás loco. Sigamos mirando a ver cómo termina.
Se sientan en unas sillas, y Mateo no puede evitar admirar el cuerpo de su madre. Sus senos firmes y su vagina, perfectamente arreglada, lo dejan sin aliento. Nota que el clítoris de su madre se asoma ligeramente, de un tono rosado, y parece estar excitada.
El concurso continúa, y la pareja que lidera tiene un pene de 20 centímetros. Carolina, en tono burlón, pregunta a su hijo:
—Y a ti, ¿cuánto te mide?
Mateo sonríe, sabiendo que su plan está funcionando y que su madre está cada vez más involucrada en el ambiente erótico del resort.
Carolina comienza a relajarse y a acostumbrarse a la situación. Al ver a su hijo desnudo, nota que su pene es grande, y esta imagen se le queda grabada en la mente. Salen de la habitación totalmente desnudos, y para Carolina es una sensación extraña ver a tantas personas sin ropa. La impresionante vista de su hijo y su miembro le resulta difícil de olvidar.
A medida que avanzan por el resort, Carolina observa a las parejas disfrutando de la desnudez y las actividades eróticas. Llegan a la piscina, donde se están llevando a cabo varios concursos muy eróticos. Uno en particular llama la atención de Carolina: el concurso de garganta profunda, donde el premio es un anillo de diamantes. Las reglas son claras: la mujer debe tragarse completamente el pene del hombre, y el ganador será la pareja con el pene más grande.
Carolina, sorprendida y curiosa, observa el concurso. Mateo, con una sonrisa pícara, le dice en tono de broma:
—Te gusta el anillo, ¿verdad? Seguro que lo ganaríamos, jaja.
Carolina lo mira seriamente, pero hace un gesto de risa pícara.
—¿Qué hablas? Estás loco. Sigamos mirando a ver cómo termina.
Se sientan en unas sillas, y Mateo no puede evitar admirar el cuerpo de su madre. Sus senos firmes y su vagina, perfectamente arreglada, lo dejan sin aliento. Nota que el clítoris de su madre se asoma ligeramente, de un tono rosado, y parece estar excitada.
El concurso continúa, y la pareja que lidera tiene un pene de 20 centímetros. Carolina, en tono burlón, pregunta a su hijo:
—Y a ti, ¿cuánto te mide?
Mateo sonríe, sabiendo que su plan está funcionando y que su madre está cada vez más involucrada en el ambiente erótico del resort.
1 comentarios - Madre e hijo lo prohibido capitulo 5