Oshiri, o Shiri para su familia, es... una chica algo rara. Perezosa, despistada, siempre con la mente en las nubes. No es mala muchcacha, para nada. Todo lo contrario. Es una excelente estudiante, terminó el bachillerato como la segunda mejor de su clase...
Y ahora es una universitaria puntual y aplicada, con excelentes calificaciones.
Es muy difícil encontrar motivos para disgustarse con ella. No bebe, no fuma, no sale de noche, es excelente hija, convive con su familia...
Es muy servicial, también, y no tiene problemas en ayudar a limpiar la casa, o con las compras cuando sus papás no pueden...
Pero no hace mucho más que eso. Es lo que frustra a su mamá. No tiene amigos, no tiene novio ni expresa planes de casarse o formar una familia. Se la pasa en casa, estudiando cuando debe estudiar, viendo televisión o leyendo cuando no tiene responsabilidades... y bueno... no tiene sentido de moda, no se arregla ni se maquilla como las otras chicas. Y bueno...
No sólo es que no le importe vestirse bien; es que apenas le importa vestirse.
Shiri no tiene ni un centavo de pudor. Cuando está en el mercado o en la escuela se cubre bien, claro, igual cuando hay visitas, pero cuando está sola con sus papás en casa, no tarda más de veinte segundos en lanzar sus pantalones al cesto de ropa sucia y ponerse un top ligero. Normalmente se queda en short, pero a veces...
Cuando su mamá la cuestiona, sólo se encoge de hombros. Dice que así está cómoda y genuinamente no entiende el drama. "Ya es suficientemente malo que andes en pantaletas, pero ahora encima usas tangas?" le dice su mamá, ahora que pidió unas por internet.
"Son cómodas...", le contesta ella siempre. "La ropa interior normal me aprieta mucho, se estira, se hace fea. Con esto me siento más... libre".
Tiene sentido. Oshiri siempre fue una chica muy delgada, con pechos pequeñitos, casi planos, que no se desarrollaron en su pubertad y no parece que vayan a hacerlo nunca. Pero para su edad y cuerpo tiene unas nalgotas, grandes y redondas, firmes, bien formadas, que sus tangas no hacen más que enfatizar.
Y nadie está más consciente de eso que sus papás. Su mamá por vista. Su papá... por tacto.
Porque a la chica le encanta estar con su papá, en especial en sus piernas. Nada sexual de parte de ella, ninguna intención de seducir; simplemente siempre fue apegada a él desde niña, y nunca dejó de pensar que las piernas de papá eran el mejor asiento.
Cuando era niña era algo tierno, adorable. Ahora que es una adulta, y una adulta así de culona... es preocupante.
Oshiri sólo dice que le gusta estar con él, y es honesta. Es su papá, lo ama, y su actitud con él es más como la de un perrito afectuoso. Pero a su mamá le preocupa... es su hija, confía en su esposo, pero a veces.. ver a una muchachita tan nalgona en tanga en las piernas de él, pues...
No, no, claro que no. Sólo le gustaría que la chica se preocupara más por su aspecto físico, y que fuera más recatada.
Pero su papá se mantiene misteriosamente silencioso y permisivo. No le pide a Shiri que se vista mejor, no la anima a hacer amigos o conseguir novio...
Será que Oshiri es muy despistada, su mamá muy voluble... y su papá un poquito curioso?
Y ahora es una universitaria puntual y aplicada, con excelentes calificaciones.
Es muy difícil encontrar motivos para disgustarse con ella. No bebe, no fuma, no sale de noche, es excelente hija, convive con su familia...
Es muy servicial, también, y no tiene problemas en ayudar a limpiar la casa, o con las compras cuando sus papás no pueden...
Pero no hace mucho más que eso. Es lo que frustra a su mamá. No tiene amigos, no tiene novio ni expresa planes de casarse o formar una familia. Se la pasa en casa, estudiando cuando debe estudiar, viendo televisión o leyendo cuando no tiene responsabilidades... y bueno... no tiene sentido de moda, no se arregla ni se maquilla como las otras chicas. Y bueno...
No sólo es que no le importe vestirse bien; es que apenas le importa vestirse.
Shiri no tiene ni un centavo de pudor. Cuando está en el mercado o en la escuela se cubre bien, claro, igual cuando hay visitas, pero cuando está sola con sus papás en casa, no tarda más de veinte segundos en lanzar sus pantalones al cesto de ropa sucia y ponerse un top ligero. Normalmente se queda en short, pero a veces...
Cuando su mamá la cuestiona, sólo se encoge de hombros. Dice que así está cómoda y genuinamente no entiende el drama. "Ya es suficientemente malo que andes en pantaletas, pero ahora encima usas tangas?" le dice su mamá, ahora que pidió unas por internet.
"Son cómodas...", le contesta ella siempre. "La ropa interior normal me aprieta mucho, se estira, se hace fea. Con esto me siento más... libre".
Tiene sentido. Oshiri siempre fue una chica muy delgada, con pechos pequeñitos, casi planos, que no se desarrollaron en su pubertad y no parece que vayan a hacerlo nunca. Pero para su edad y cuerpo tiene unas nalgotas, grandes y redondas, firmes, bien formadas, que sus tangas no hacen más que enfatizar.
Y nadie está más consciente de eso que sus papás. Su mamá por vista. Su papá... por tacto.
Porque a la chica le encanta estar con su papá, en especial en sus piernas. Nada sexual de parte de ella, ninguna intención de seducir; simplemente siempre fue apegada a él desde niña, y nunca dejó de pensar que las piernas de papá eran el mejor asiento.
Cuando era niña era algo tierno, adorable. Ahora que es una adulta, y una adulta así de culona... es preocupante.
Oshiri sólo dice que le gusta estar con él, y es honesta. Es su papá, lo ama, y su actitud con él es más como la de un perrito afectuoso. Pero a su mamá le preocupa... es su hija, confía en su esposo, pero a veces.. ver a una muchachita tan nalgona en tanga en las piernas de él, pues...
No, no, claro que no. Sólo le gustaría que la chica se preocupara más por su aspecto físico, y que fuera más recatada.
Pero su papá se mantiene misteriosamente silencioso y permisivo. No le pide a Shiri que se vista mejor, no la anima a hacer amigos o conseguir novio...
Será que Oshiri es muy despistada, su mamá muy voluble... y su papá un poquito curioso?
11 comentarios - Oshiri. La hija ideal... sólo para papá.
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