Mariela logró su objetivo: me trago toda la verga

Durante años trabajé en una radio, allí como operador técnico, tenia relación varias compañeras durante mi turno. Pero, con una en particular: Mariela; habíamos creado una conexión que lentamente a lo largo delas horas compartidas fue creciendo. Ambos nos deseábamos.
 
Ella era un hermosa morocha de pelo corto, bajita, de caderas prominentes, pechos pequeños, rellenita, voz hermosa y siempre bien maquillada ,especialmente sus labios que eran carnosos y se encargaba de resaltarlos más con labiales rojo intenso.




La primera vez que cogimos fue en el turno noche cuando ya no quedaba nadie, solo ponía música y ella vino a acompañarme para “tomar unos mates”. Recuero que la invite al estudio, use una excusa para ir al lugar insonorizado y besarla. Mariela respondió con pasión, sentí sus labios carnosos, le bese el cuello, le toqué las tetas, la apoyé contra la mesa del estudio la hice dar vuelta, recorrí su espalda y termine en sus muslos, le baje la bombacha, le saque una de las botamangas del pantalón, puso su pierna sobre la mesa y me sumergí en su concha que era un charco. Allí parados, ella tirada sobre la mesa apoyando sus tetas y reflejados en el vidrio, me pidió que la coja.
 
Su culo aguantaba las embestidas y ella gritaba como loca, levanto su remera apoyando sus tetas contra el lienzo de la mesa y con una mano se tocaba el clítoris y acariciaba mi verga. Sentí sus contracciones y como apretaba mi pija, el cambio de temperatura de su vagina, me baño con un orgasmo, haciendo que yo inmediatamente comenzara a sentir la punción de acabar, saque mi pija y le tire toda la leche sobre sus nalgas, para luego refregar la cabeza de mi pene por los labios de su vagina notoriamente hinchada.   Acabamos rápido, pero de manera abundante, teníamos temor que el guardia que estaba enla planta baja nos descubriera
 



Esa fue la primera de varias veces. En el mismo lugar y e nel turno noche. El guardia de seguridad con el tiempo fue un cómplice que entendía la situación y ni aparecía por el estudio.
 
En otra oportunidad me hizo disfrutar de sus labios carnosos, con un sexo oral maravilloso. Recuerdo que nos encerramos en estudio -nuestro nido de amor- me senté en la silla y le dije “quiero me hagas acabar con la boca”, ella de pie me miró y contestó: “que pervertido que sos...”, dijo mientras tomaba de su cartera lápiz labial, se pintaba los labios de un rojo furioso y me miraba la entrepierna. Al ver su intensión le contesté “me encanta que seas así de puta. Vení que te voy a coger la boca”, eso sin dudas la encendió.
 
Sin dudarlo se arrodillo y comenzó a pasar sus manos sobre mi miembro duro, aun con el pantalón puesto. Luego lentamente, soltó el cinto, bajo la cremallera y me bajo el pantalón hasta los tobillos para luego pasar la lengua por mi pija dura por arriba del mi calzoncillo, que ya tenía rastros de líquido preseminal. Dejó las marcas de sus labios en mi prenda, luego me la bajó y comenzó a pasarme la lengua con delicadeza, y a darle besitos en la boquita, mientras me miraba a lo ojos. De pronto se detuvo, como si recordara algo, yo creí que alguien nos había descubierto, pero no. Me dijo: “voy a hacer algo que siempre quise hacer” volvió a pintarse los labios y continuó diciendo “voy a ver hasta donde me la puedo meter”. Allí entendí con sus labios iría dejando marcas sobre mi miembro para ver sus logros. Yo, me acomodé en la silla, abrí las piernas y le ofrecí mi verga dura.



 
Abrió su boca y lentamente su fue metiendo mi pija, sentí como llegaba profundo, tosió, cerro los labios y dejo la marca. Había pasado la mitad. No me miraba estaba concentrada en mi verga y eso a mi me calentaba mucho más. El resto de mi cuerpo no existía para ella, solo mi pija dura. La veíaabsorta en su labor y en conseguir su meta.



 
En el segundo intento llegó hasta el mismo lugar, pero esta vez además de la tos, los ojos comenzaron a ponérseles brillosos. Mariela, me miró y dijo “en la concha no se siente tan grande, no puedo abrir tanto la boca”. Evidentemente se había puesto como objetivo tragársela toda. Tomó aire y volvió a la faena, al verla yo que llegaba hasta el mismo punto la ayude moviendo la cadera hacia adelante sin aviso haciendo que casi la tragara toda, pero ella reaccionó y automáticamente salió. Tosió, babeo y el rímel se empezaba a correr de sus ojos lagrimosos. Me miro con cara de desafío, abrió grande la boca, acomodo el cuello y avanzó hacia la punta de mi brillante pija. Cuando pasó la mitad la tomé de la nuca y la empuje hacia mí, sentí como avanzaba mí miembro, la rugosidad de su paladar y la suavidad su garganta. Ella quiso salir, pero no la dejé, comencé leves movimientos cogiéndole la boca. Miré y sus labios habían llegado hasta el final, ella los cerró de jola marca y la liberé.
 




Semi ahogada, con los ojos llorosos, el rímel corrido, la pintura de labios en la comisura, baba cayéndole de la boca y manchándole la pera y las tetas, pero con cara de feliz. Se alejó tomó mi pija y miró la marca, había llegado hasta el final, se lo había tragado todo. Entre jadeos dijo: “viste me trague toda tu pija, ahora te voy a hacer acabar”. Comenzó una lenta paja sobre mi verga lubricada por su saliva. Así un rato hasta que recuperó aire y comenzó a chuparme con locura. Me paso lo labios carnosos por la punta, la legua de abajo hacia arriba, con su boca recorrió de costado mi falo, le dio besitos y mordisquitos; como si estuviera adorando un Dios. Por supuesto no dure mucho, cuando estaba por acabar solo le dije “a ver tu carita”, la tome del pelo y le acabe con un sonido gutural, un poco en la boca y un poco en lacara.
 
“Desde que la vi me la quería tragar toda, pero no sabia si podía” me dijo con cara y voz de locutora puta, entre jadeos. Se limpio la boca con las manos y luego se las seco por mi pantalón y siguió: “sos un hijo deputa casi me ahogas, jajajaja…pero me la trague toda”. Yo trataba de recuperarme, me miré la pija un poco flácida y recién noté la marca allí en el tronco, sus labiales rojo intenso habían quedado como muestras de su logro.

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