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Me pagaron una deuda, con una mujer 9: Nuevo Juguete

En la habitación del hotel, las dos chicas se abalanzaron contra mí, estaban excitadas, contentas y un poco borrachas. Mientras que Maite me sacaba la ropa, Ana me besaba y acariciaba el pecho, yo tome directamente una de sus nalgas.

Ana: Cariño te puedo pedir un favor.- me dijo con vos melosa, mientras me lamia la oreja.- deja que seamos nosotras que te demos placer.

Yo solo asentí, no sabia que tenían planeado, pero que algo habían conversado estaba seguro. Ana empezó a besarme mientras que Maite comenzó a lamerme el pene, no era una mamada, eran caricias con su lengua, en ningún momento se metió el pene a la boca, no se si le pasa a todos pero ese tipo de caricias son muy gratas, pero me cuesta mucho acabar así, si no hay una mamada con un mete saca. Me dirigieron a la cama, como me habían pedido me dejaría hacer. Ana me acostó y me dio muchos besos cortos, mientras su prima se había sacado la ropa. Maite se dirigió a mi y se subió arriba mío, tomo mi pene y lo restregó en su vulva para acto seguido dejarse caer, tenia un poco de lubricación pero no era suficiente y causo un poco de dolor en ambos. 

Esteban: Despacio.

Ella sonrió y empezó a mover sus caderas, mientras sus grandes tetas blancas se movían de un lado para el otro, las sujete y apreté sus pezones. Ana se nos unió y empezó a besarme, chuparme los pezones, acariciarme, la verdad que las dos se estaban esforzando en darme mucho placer. Maite solamente se restregaba sobre mí con mi pene adentro, moviendo sus caderas, en pocos minutos más esta acabo y su lugar lo ocupo Ana, que hizo exactamente lo mismo, era una placentera tortura, no acabaría así. Maite se inclino sobre mí, con dudas, pero yo la atraje y le di un buen beso, lleve mi mano a su vulva y estaba empapada de su orgasmo reciente, ella se separo un poco y puso sus pechos en mi boca, Ana también acabo, y yo seguía duro igual.

Ana: Cariño ven aquí.- me dijo reponiéndose.

Me hizo sentarme en un sillón alto que había de un cuerpo, ni bien me senté Maite se sentó sobre mi, dándome la espalda y se clavo me miembro, yo pensé por fin voy a acabar, yo tome sus tetas y empecé a besar su cuello y espalda, Ana se arrodillo y pasaba su lengua desde mis huevos terminando en la vagina de su prima. Maite no duro nada y acabo en poco tiempo, y Ana la sustituyo sobre mí. En un momento dado estaba por acabar y las chicas lo notaron, Ana tomo mis testículos y le dio un apretón, me dolió, no tanto como para hacerme daño pero si como para cortar mi eyaculación. Ana si pudo acabar y se tiro para atrás para apoyarse en mi.

Ana: Tranquilo amor, ya te va a tocar.

Ya llevábamos casi una hora con estos jueguitos y yo tenia las bolas llenas, literalmente. Maite se agacho y puso mi pene entre sus tetas y empezó a moverlas muy lentas y con dándome mucho placer. Mientras Ana me besaba el cuello y hablaba al oído.

Ana: los tres quedamos muy caliente desde lo de la tienda.- lleve mi mano a su vagina y estaba chorreando.- esa gordita debe estar masturbándose pensando en nosotros.- lleve mi pie hasta la vulva de Maite y esta respondió restregándose contra el, sin dejar mi pene.- yo vi su mirada mientras miraba los monitores y se imaginaba lo que pasaba en los vestidores, vi como se restregaba las piernas, a esa le picaba el chocho.- yo sentía que estaba a punto de explotar como un volcán.- te gustaría amor que esa puta estuviera aquí para romperle el culo.

Yo asentí y me deje ir, sentí como el semen abandonaba mis bolas y subía por mi pene, el primer lechazo impacto en la mejilla de Maite, Ana tomo mi pene y empezó a masturbarlo, mientras que su prima lo metió en su boca, no sin antes recibir otra descarga en su nariz, ya dentro de su boca empezó a jugar con su lengua mientras seguía escupiendo semen. Ellas volvieron a acabar, Maite frotándose en mi pie y Ana por la mano de su prima que me reemplazo. Las muy putas me habían llevado a un orgasmo devastador, tarde veinte minutos en recuperarme, mientras ellas no habían parado de acariciarme o besarme. Nunca nadie me había dado tanto cariño como ellas, y no es normal que un hombre reciba cariño así por parte de una mujer. Una vez recuperado no me quedo otra que castigarlas rompiéndoles el culo, ahí descubrí que ha Maite le encantaba que se lo hiciera violento por detrás. 

Esteban: Vamos a tener que comparar un arnés para hacer una doble penetración.- le dije a Ana cuando Maite estaba en el baño, una sonrisa diabólica se apodero de su rostro, hasta miedo me dio. 

Todavía lo hicimos otra vez más antes de dormirnos. A la mañana contrario a todo lo previsto, nos despertamos tarde, nos preparamos y comimos un rico desayuno en el hotel, la idea era irnos temprano, pero dado lo bien que la estábamos pasando decidí tomarlo con calma.

 Ya a media mañana partimos, y al medio día estábamos en la casa. Almorzamos con la misma temática de complicidad y buena onda que teníamos, a Maite se la veía más suelta, incluso pego un gran salto cuando le di una nalgada en la cocina, ella me miro con una sonrisa y ruborizándose, era la primera que le daba, siempre lo hacia con Ana cada vez que pasaba cerca de ella, era algo cariñoso entre nosotros.
Ana pidió hablar conmigo antes de irme a la empresa, quería en que sea figurar a la tarde. Lo que quería pedirme era simple, ella quería volver a trabajar a la empresa, y que le buscara un trabajo a Maite en la misma. Conversamos un momento y no vi nada que impidiera a ella volver al trabajo, quedo en hacerlo al día siguiente, en cuanto a su prima tenia que buscarle un puesto o un lugar, ya que no tenía la misma capacitación que ella. Así que  hablamos de prepararla en casa para que pudiera desarrollar alguna labor. Ya vería yo donde la metería, con eso en mente volví a trabajar. 

Ya en el trabajo empecé a ver un par de tareas y hablando con mi secretaria y después con los chicos del deposito me di cuenta en el acto cual era el trabajo que podía realizar Maite, era sencillo y no requería mucha capacitación, eran en el deposito asegurar y verificar la mercadería que estuviera lista para el despacho, simple y con un lector laser podía leer los códigos de barra y verificar el destino de cada mercadería. Y yo me sacaba un problema de encima, y ella ayudaba en la empresa. Según Ana su prima le había preguntado si ella también podía trabajar, ya que su marido solamente la tenía para lavar los platos y tener sexo cada tanto. 

Esa noche las chicas me estaban esperando con una rica cena, yo me demore un poco por que fui al gimnasio que lo tenia bastante abandonado en los últimos meses. La cena fue bastante relajada, las chicas hablaban mucho entre ellas y conmigo. Se notaba que se llevaban muy bien, era como si fueran hermanas, tenían una química única entre ellas, y como no querían que yo me quedara afuera me hacían participe de todas sus conversaciones. Ya a última hora nos fuimos a acostar, me sorprendió que Maite se viniera con nosotros, nos acostamos los tres en la misma cama. No íbamos a hacer nada supuestamente estábamos cansados de la noche anterior y el viaje, pero caricia va,  beso viene terminamos teniendo sexo oral entre los tres, teniendo un lindo orgasmo cada uno, yo me dormí con una bella mujer a cada lado mío, seguro iba a tener que mandar a hacer una cama más grande. 

Al otro día nos despertamos con fuerzas renovadas, la verdad acostarnos temprano y un sexo light es reparador. Las chicas estaban conversando bastante de lo que iban a hacer se las veía entusiasmadas aunque Maite tenia estaba un poco triste lo que la íbamos a dejar sola todo el día, pero ella decía que haría todas las tareas de la casa y cuando se aburriera iba a ver alguna serie en la tele, era increíble como había cambiado mi vida antes desayunaba solo y en silencio ahora tenia a estas dos loros parloteando a mi alrededor permanente, aunque no paraban las muestras de cariño, Ana pasaba a mi lado y me daba un beso o una caricia, y Maite me servía todo y procuraba que no me faltara nada, cuando nos íbamos me acerque a ella que estaba levantando la mesa y le di una nalgada cuando se dio vuelta le di un beso hasta dejarla sin aire. 

Maite: Que tenga un buen día Amo.- dijo con una sonrisa sincera.

Ya en la camioneta Ana saco la música, se notaba nerviosa algo quería decirme.


Ana: Cariño, quiero decirle a las chicas que somos pareja, no te preocupes, le diré la verdad, pero adaptada, algo así como apto para todo público.- dijo con una sonrisa tímida.

Ella me explico y yo no vi ningún impedimento para seguir ocultando esto, por lo menos a un grupo cerrado, no quería que se expandiera la noticia y llegara a oídos de Juan Carlos. La verdad me sorprendía cada vez más Ana, no se comportaba en si como una sumisa, ya se comportaba como mi mujer, que me pedía permiso para todo y en algunas ocasiones se ponía en el rol de sumisa era verdad pero cuando se la dejaba libre actuaba más como mi mujer. Ojo me encantaba esto, no quería un robot o una muñeca inflable. Ya vería como resultaba todo en la empresa, creía que todo iba a estar bien. 

Ya en la empresa nos dirigimos cada uno a nuestras funciones, yo mire que hacia Ana, y ella saludo a todas y les dijo que hablaban en el descanso, algo aprendió de la vez que metió la pata, y se dedico de lleno a su trabajo, la vi concentrada y bastante eficiente, viendo los datos cargados en mi monitor. Ya en el descanso de media mañana y cuando el ritmo había bajado si, parecían loros parlanchines, incluso quedaron en ir al centro comercial al día siguiente que era sábado. Ana dijo que llevaría a Maite, y le hablo de la situación especial de su prima y su separación, también le dijo que estaba viviendo con ella, y que pronto empezaría a trabajar en la empresa, las chicas se quedaron sorprendidas con todo lo que había sufrido, y alguna le tiro que si su marido la aceptaba, y ella les respondió que hablarían mejor el sábado, dejar con la duda a una mujer es terrible y estas no son la excepción. 

Ana: Bueno chicas como adelanto les digo que no estoy más con mi marido.

Ellas se sorprendieron incluso empezaron a idear hombres para presentarles, que si un amigo, un cuñado, o alguno de los operarios, y otra tiro el jefe esta soltero. Ana rio y dijo que les contaría todo el sábado. 

Yo en la tarde organice para ir a ver a mi amigo Raúl, quería saber como iba todo con Juan Carlos y la banda de ampones, como siempre elegimos el café habitual, mi amigo como dije era de Inteligencia, por lo tanto no parecía policía, ni nada, es más era un rockero de los noventa, estaba más un poco más gordo que yo con barba, el pelo rapado a los costados y un poco más largo arriba, él parecía de una pandilla de motociclistas que trabajaba en oficina, vestía casi siempre de jeans y un saco con parches en los codos y camisa informal. En realidad pasaba desapercibido, y era alguien medianamente importante dentro de inteligencia, pero justamente ahí radicaba su peligrosidad que no podía ser identificado como policía. Con su familia era un pan de Dios, todo lo contrario a lo que uno pensaría.

Hablamos de la investigación, algo con lo que me había relajado por el momento, un gran error de mi parte, es que la buena vida provoca eso justamente. Ahí Raúl me comento todos los pormenores de la investigación, día que pasaba y más pruebas había contra la banda del Gordo Tony, contra Juan Carlos y ahora también la gente de la política y la policía que lo protege. Hablamos de lo que venia en estos días en la investigación, y cuando podía terminar o los desenlaces que podían suceder. Ya más relajado hablamos sobre mi vida y las chicas, este me dijo que no se metería en la relación pero si era evidente el cambio positivo que había tenido en mí.

Raúl: Bueno sacando el hecho que son más jóvenes que tu, y te pueden matar en la cama, ha y que un grupo criminal quiere matarte, todo es muy normal.- Dijo irónicamente.

Esa noche volví a casa tranquilo, siempre me hacia bien hablar con mi amigo, antes pase por el gimnasio, no quería engordar, ahora tenia que hacerme cargo de dos mujeres. Ya en la cena le conté a las chicas mi día, cosa que prestaron bastante atención, después fuimos a ver una película al living, las chicas me llevaron un trago suave de frutos tropicales con un chorrito de vodka, y Maite me hizo un masaje en los pies, después nos sentamos los tres a ver un rato la película, a la noche en la cama volvimos a tener sexo light aunque este vez si hubo penetración, un orgasmo para cada uno y a dormir, las chicas usaron mi pecho como almohada. La sensación que tenia era de sentirme querido, y que ellas constantemente hacían cosas para que yo lo notara. 

El sábado trabajamos medio día en la empresa así que nos preparamos para irnos a trabajar con Ana, Maite nos despidió con un beso en la boca a cada uno y al partir yo le di su nalgada del día. Los sábados son días movidos para nosotros, así que estuvimos entretenidos en la mañana. Al salir fuimos a casa con Ana y Maite estaba un poco nerviosa por la salida de la tarde, así que no paraba de hablar con Ana, si bien me dieron bolilla, no la habitual, aunque podía entenderlas, era algo que Ana hacia para desconectarse con todo y para su prima era todo nuevo, a parte conocía poco de la ciudad, aunque ese centro comercial lo conocía bien, más que nada los vestidores de cierta tienda. Yo aprovecharía para ir al polígono de tiro, y de paso me juntaría con algunos amigos.

 Ya en el centro comercial se juntaron Las Brujas de la Oficina, estaban todas. Ellas aprovecharon para recorrer y ver vidrieras, alguna se compro algo, mientras las otras le daban su opinión. Después fueron a tomar un café, y siguieron de compras. Al terminar todo cerca de las siete se cruzaron al bar que hay frente al centro comercial y pidieron cervezas, querían que Ana contara todo, Sofía y Carla eran las más ansiosas. 

Ana: Bueno chicas, ya sabrán por que esta mi prima aquí, ella sufría mucho en nuestro pueblo, un mal hombre estaba a su lado y sufrió tormentos y humillaciones que no se lo desea ni a mi enemiga.- ella tomaba de la mano de su prima, trago saliva y continuo.- bueno la verdad es que ella y yo somos iguales, yo viví la misma situación. Mi marido era un golpeador, drogadicto, adicto al juego, me trato peor que a un perro y me tenia completamente sometida, tanto física como económicamente, el incluso dilapido la plata de un seguro que cobre por la muerte de mi familia, y también el dinero del campo. Todo esto lo viví por años, hasta que un buen hombre me saco de todo esto, si bien tengo que superar todavía muchos traumas por lo menos estoy en un ambiente más sano. 


Luna: Que duro que es todo esto amiga.- dijo apoyando su mano en su hombro.

Carla: pero quien es ese hombre, es el mismo del que te has enamorado?


Sonia: Es que parece que algunas son ciegas.- dijo como si la respuesta fuera obvia.

Sofía: No me jodas que es el jefe.- las chicas se quedaron mirándola fija a Ana, esperando su respuesta.

Ana: Si, Esteban es mi salvador, mi príncipe azul. Yo me fui enamorando de a poco de él, hasta que salí, o el me saco de ese mundo.- una mentirita piadosa de cómo la logre sacar.- iba a terminar mal, ya que mi ex por deudas de juego se ha metido con gente muy peligrosa. Por eso es importante que lo que hablamos hoy quede entre nosotras, nadie se puede enterar de donde estoy, esto es serio incluso la policía a intervenido, por eso no se los he podido decir antes. 

Clara: Entonces tu Maite también vives con nuestro jefe.

Maite: Si, ni bien mi marido trajo a su amante a mi casa y me hecho, Esteban y Ana me han recibido y ayudado en todo, son grandes seres humanos.

Las chicas siguieron conversando sobre el tema y investigando sobre la vida de las primas, aunque ellas sabían que decir y que no. No es que quisiéramos esconder que éramos un trió. Más bien no queríamos contarlo, ya más adelante si veíamos la necesidad lo diríamos. Las chicas volvieron a casa contentas cenamos algo rápido y fuimos a ver tele al living, aunque no hicimos mucho ya que Ana se me subió a caballito y no me quedo otra que tener sexo con las dos. Fue bastante bueno, me sacaron dos descargas de semen, mientras que ellas tuvieron tres orgasmos Maite y cuatro Ana, y nos fuimos a dormir.

El domingo fue tranquilo, nos levantamos tarde, almorzamos y  cuando anochecía salimos a pasear por la ciudad, terminamos en una heladería compartiendo un rico helado. Caminamos por un parque, escuchamos a los músicos callejeros, cenamos algo rápido por ahí y volvimos a casa, no hubo sexo por que las chicas estaban cansadas. Y yo estaba más que satisfecho así que descanse bien. 

El lunes amanecí descansado, las chicas igual estaban nerviosas querían prepararse para el trabajo. Ana apoyaba en todo a Maite, estaba re nerviosa nunca antes había trabajado fuera de la casa. La deje que en la empresa se adaptara ella sola, con los mismos compañeros la apoyaron. Se desenvolvía bien, se la veía un poco nerviosa pero estaba bien. No me quise entrometerme pensé que sin me presencia no sentiría tanta presión. 

El día martes era feriado dominical, por el patrono de la ciudad, los negocios y centro comerciales estarían abiertos, mientras que el los trabajos gubernamentales y las empresas permanecerían cerrados. Yo aproveche para hacer trabajos en la empresa las chicas se iban a quedar en casa, la verdad estos feriados me molestaban. Estaba cansado y ya eran las tres de la tarde, cuando me llego un video de mi esclava, el video era grabado por Maite, y se veía nuestra habitación,  en nuestra cama había una mujer atada, tenía una especie de correas qué acaban sus muñecas a sus tobillos, estaba completamente desnuda, le tenían boca arriba, con sus piernas separas mientras que Ana estaba rasurando su pubis, también estaba desnuda. Ni bien terminó la dio vuelta e hizo lo mismo con su ano.

Ana: a nuestro Amo le gustan las putas, bien limpias.- y mirando a la cámara. -mira cariño lo que te estoy preparando para tu regreso
La cara se me hacía familiar, hasta que la enfocaron bien,  era la chica de la tienda,  Rosa. Ana le hizo una seña a Maite y esta se subió arriba de la cama y se sentó en la cara de Rosa. La cámara se le fue un poco pero siguió apuntando a la vagina de esta, mientras Ana le insertaba algo en ella, para luego darle una lamida a lo largo de su vulva, se escucho un gemido ahogado,  Maite la estaba pasando muy bien con la comida que le estaban haciendo, entonces tomo una de las enormes tetas y la apretó, un chorro de leche salió despedido a presión, era una mamá lactante. Ana le pidió a su prima que le abriera bien las piernas, esta tiro de las sogas unidas a sus tobillos y Rosa dejo toda su vulva bien abierta para Ana, esta le lamia la zona mientras metía y sacaba algo de dentro de la vagina, Ana tomó su celular y aumento algo que tuvo efecto inmediato, Rosa no pudo mucho más y acabo con gemidos ahogados.

El video terminaba ahí, solo 4 minutos. Lo primero que pensé es que mi novia y esclava habían secuestrado a Rosa, no me pregunten porque pensé así,  por lo tanto le mande un audio a Ana para que me explique,  mientras subía a mi camioneta para volver cuanto antes a casa.

Resulta ser que Ana y Maite fueron a cambiar unas prendas de ropa a la tienda el sábado,  y estaba Rosa, y empezaron un coqueteo entre ellas recordando el sexo qué tuvimos en los vestidores. Aunque no creo que el encuentro haya sido tan casual conociendo a mis chicas. La cosa es que las chicas le pidieron el número y  siguió todo por WhatsApp, le calentaron tanto la oreja que le ofrecieron una experiencia como esclava. No podía creer lo que me decía Ana y para remataron me dijo con total desparpajo.

Ana: Cariño y como a ti te gustaba para usarla un rato tus esclavas te cumplimos los deseos.- dijo esto haciéndome mención a lo dicho mientras acababa en hotel. No si no tenía cara. Yo entre casi de una a mi casa, hasta las llaves puestas dejé en la camioneta, que aparque en la calle.

2 comentarios - Me pagaron una deuda, con una mujer 9: Nuevo Juguete

soy_caliente +1
Si tu s post algunos no aparecen al buscador y en mirar post.. Imposible ingresar... Pero ojo solo x el celular en el pc se puede
Cervero2012
@soy_caliente si, solo por celular. Pero viene andando mal hace dos o tres semanas
Marc7663713 +2
Excelentísimo relato como siempre, y si siguen con fallas los administradores
Cervero2012
Gracias por leerla, un abrazo grande hermano