Era una tarde calurosa de verano, el sol brillaba intensamente y el aire estaba cargado de una tensión palpable. Mi madre, una mujer de 40 años con curvas generosas es ina belleza madura, estaba en la cocina preparando la cena.

Yo, su hijo de 20 años, estaba en el salón intentando concentrarme en un libro, pero no podía evitar escuchar los sonidos que venían de la cocina.
De repente, llamaron a la puerta.
Era Jason, nuestro vecino, un hombre negro de 1.90 metros de altura, musculoso y con una sonrisa que derretía hasta el corazón más frío. Mi madre lo invitó a pasar y le ofreció un refresco.

Mi madre
Jason, qué gusto verte. ¿Cómo estás?
Jason
Estoy bien, gracias. Y tú, ¿cómo estás hoy?
Mi madre
Un poco cansada, pero bien. ¿Quieres algo de comer? Tengo unos sándwiches recién hechos.
Jason
Sí, gracias. Me encantaría probar uno.
Mientras mi madre se inclinaba para servirle el sándwich, Jason no podía evitar mirar sus curvas. Yo, desde el salón, podía ver cómo sus ojos se posaban en el escote de mi madre.
En la mente de mi madre: Dios mío, este hombre es tan atractivo. No puedo evitar sentirme excitada con su presencia.
La tensión en la cocina era palpable mientras mi madre servía el sándwich a Jason. Sus manos temblaban ligeramente, y podía ver cómo su pecho subía y bajaba con una respiración cada vez más acelerada.
Jason
Gracias, esto se ve delicioso. ¿Estás segura de que no necesitas ayuda con algo?
Mi madre
Oh, no te preocupes, Jason. Pero si insistes... podrías ayudarme a alcanzar ese frasco en el estante de arriba.
Jason se acercó a mi madre, sus cuerpos casi se rozaban. Él era alto y fuerte, y su presencia imponente hacía que mi madre se sintiera pequeña y frágil a su lado. Al estirarse para alcanzar el frasco, su camisa se levantó ligeramente, revelando un abdomen musculoso y sudoroso.
En la mente de mi madre: Dios mío, su cuerpo es increíble. Quiero sentir sus manos sobre mí.
Mientras Jason le entregaba el frasco, sus dedos se rozaron brevemente, enviando una descarga eléctrica a través del cuerpo de mi madre. Sus miradas se encontraron, y por un momento, el tiempo parecía detenerse.
Jason
¿Estás bien? Pareces un poco sonrojada.
Mi madre
Sí, estoy bien. Solo un poco caliente con este clima.
Jason sonrió, sabiendo exactamente lo que estaba pasando. Se acercó un poco más, su aliento caliente rozaba el cuello de mi madre.
Jason
Tal vez deberías quitarte esa blusa. Parece que te está dando mucha calor.
Mi madre miró a Jason con una mezcla de nerviosismo y excitación. Sabía que debería decir que no, pero algo en su interior la impulsaba a seguir adelante.
Mi madre, con un temblor en las manos, asintió lentamente. Sus ojos brillaban con una mezcla de nerviosismo y deseo mientras Jason se acercaba aún más. Podía sentir el calor de su cuerpo y el aroma de su sudor, una mezcla embriagadora que la hacía sentirse mareada.
Jason
Confía en mí, no te haré daño.
Con manos firmes pero gentiles, Jason comenzó a desabrochar la blusa de mi madre. Deshacía el nudo que tenía, relevando un poco más de su piel suave y sedosa. Mi madre cerró los ojos, sintiendo cómo la tela se deslizaba sobre sus hombros y caía al suelo.
En la mente de mi madre: Dios mío, esto es tan excitante. No puedo creer que esté haciendo esto.
Quedó frente a Jason solo con su sostén de encaje blanco, sus pechos generosos casi desbordándose del delicado tejido. Jason no pudo evitar mirar sus ojos, oscureciéndose con deseo.

Jason
Eres aún más hermosa de lo que imaginaba.
Sin perder tiempo, Jason deslizó sus manos sobre los hombros de mi madre, bajando lentamente las copas del sostén. Sus pechos quedaron al descubierto, firmes y redondos, con pezones marrones que se endurecían bajo la mirada hambrienta de Jason.
Jason
Quitaba su sostén, se lo restregaba por sus huevos y por su polla negra por dentro de su boxer
+Para que tu sostén huela a macho negro y se lo guardaba-
Mi Madre
Ehh eres un negro muy travieso

La respiración de mi madre se volvió más pesada mientras Jason inclinaba la cabeza y capturaba uno de sus pezones entre sus labios. La sensación era eléctrica, enviando ondas de placer a través de su cuerpo. Sus manos se enredaron en el cabello rizado de Jason mientras él exploraba sus curvas con una mezcla de ternura y urgencia.
La cocina se había convertido en un remolino de pasión y deseo. Jason, con sus manos grandes y fuertes, exploraba cada centímetro del cuerpo de mi madre, haciendo que ella se estremeciera con cada toque. Sus labios no se separaban de los pezones de mi madre, alternando entre lamer, succionar y mordisquear suavemente.
Mi madre
Jason... esto es... mmm... tan bueno…
Sus manos se movían sobre el torso musculoso de Jason, sintiendo la fuerza bajo su piel. Jason, con sus dedos desabrochaba los pantalones de mi madre. Con un movimiento rápido, los pantalones cayeron al suelo, dejando a mi madre solo con unas bragas de encaje.

Jason
Quiero probarte toda.
Sin más preámbulos, Jason se arrodilló frente a mi madre, sus manos se deslizaban por sus muslos suaves. Con un movimiento rápido, arrancó las bragas de mi madre, dejando su vagina húmeda y lista para disfrutar

Jason inclinó la cabeza y pasó su lengua lentamente sobre los labios de mi madre, saboreando su excitación. Ella gimió fuerte, sus manos agarraban el cabello de Jason mientras él profundizaba su lengua dentro de ella. Cada lamida era una tortura deliciosa, llevando a mi madre al borde del éxtasis.
Mi madre
¡Jason, por favor! No puedo más...
Jason sonrió maliciosamente antes de levantarse y desabrochar su propio pantalón. Su miembro, grande y duro, saltó libre, listo para llenar a mi madre.
La cocina se llenó de risas y jadeos mientras Jason y mi madre disfrutaban de su encuentro apasionado. De repente, mi madre se detuvo, sus ojos abriéndose de par en par con una mezcla de pánico y excitación.
Mi madre
Jason, espera... mi hijo podría venir en cualquier momento. No podemos seguir aquí.
Jason, aunque claramente disfrutando del momento, asintió con comprensión. Con un último beso apasionado, se separó de mi madre y la ayudó a bajar de la encimera.
Jason
Tienes razón, no queremos que nos interrumpan. ¿Tienes algún lugar más privado en mente?
Mi madre, todavía temblorosa por la excitación, asintió y tomó la mano de Jason, guiándolo hacia las escaleras.
Mi madre
Sígueme, tengo una idea.
Subieron las escaleras rápidamente, sus cuerpos aún ardientes de deseo. Mi madre abrió la puerta de su habitación, un lugar íntimo y acogedor, perfecto para continuar lo que habían comenzado en la cocina.
En la mente de mi madre: Dios mío, esto es tan emocionante. No puedo creer que esté haciendo esto, pero no puedo resistirme a Jason.
La habitación de mi madre era un remanso de paz, con cortinas suaves que filtran la luz del atardecer y una cama grande y acogedora. Cerró la puerta detrás de ellos, asegurándose de que estuvieran a salvo de interrupciones. Jason, con una sonrisa pícara, la atrajo hacia sí, sus cuerpos chocaban con urgencia.
Jason
Aquí nadie nos interrumpirá.
Sus labios se encontraron en un beso profundo y apasionado, sus lenguas bailaban juntas mientras sus manos exploraban con avidez.
Jason desabrochó el resto de la ropa de mi madre, dejando que cayera al suelo en un montón desordenado. Ella, a su vez, le quitó la camisa a Jason, revelando su torso musculoso y sudoroso.
Jason la levantó en sus brazos como si no pesara nada y la depositó suavemente sobre la cama. Sus cuerpos se entrelazaron, piel contra piel, mientras Jason se colocaba entre las piernas de mi madre. Su miembro, aún duro y palpitante, rozó su entrada una vez más, haciendo que ella gimiera de anticipación.
Mi madre
Jason, por favor... no me hagas esperar más.
Con un gruñido de aprobación, Jason empujó dentro de mi madre una vez más, llenándola completamente.
La cama crujía bajo ellos mientras comenzaban a moverse al unísono, cada embestida más profunda y apasionada que la anterior.
La habitación estaba llena de una mezcla de sudor y deseo mientras Jason y mi madre exploraban sus cuerpos con avidez. Jason, con una sonrisa traviesa, se separó de mi madre y la giró suavemente, colocándola en posición de cuatro patas sobre la cama.
Jason
Quiero probar algo, algo que nos lleve al límite
Mi madre, excitada y dispuesta, asintió y se colocó en la posición sugerida. Jason se colocó detrás de ella, sus manos grandes agarraban sus caderas con firmeza. Con un movimiento rápido y seguro, Jason entró en mi madre desde atrás, haciendo que ella gritara de placer.
Cada embestida era más profunda y poderosa que la anterior, haciendo que la cama crujiera bajo ellos. Mi madre se aferraba a las sábanas, sus gemidos llenando la habitación mientras Jason la tomaba con una mezcla de ternura y fuerza bruta.
Mi madre
¡Jason, sí! ¡Justo ahí!
Jason no se detuvo, sus caderas moviéndose con un ritmo constante y poderoso. Podía sentir cómo mi madre se apretaba alrededor de él, llevándolo al borde del éxtasis
Jason
Eres tan apretada, tan perfecta.
La habitación estaba cargada de una tensión casi insoportable mientras Jason y mi madre se movían al unísono, sus cuerpos sudorosos y entrelazados en un baile de pasión. Jason, con una determinación feroz, aumentó el ritmo de sus embestidas, cada una más profunda y poderosa que la anterior.
Jason
Quiero sentirte con todo mi cuerpo.
Mi madre, con los ojos cerrados y la respiración entrecortada, asintió. Sus manos se aferraban a las sábanas mientras Jason la tomaba con una mezcla de ternura y fuerza bruta. Podía sentir cómo el placer se acumulaba dentro de ella, listo para explotar en cualquier momento.
Jason inclinó su cuerpo sobre el de mi madre, sus labios encontrando su cuello mientras sus caderas continuaban moviéndose con un ritmo implacable.
Cada embestida enviaba ondas de placer a través del cuerpo de mi madre, haciendo que sus gemidos se volvieran más altos y desesperados.
Con una mirada de pura lujuria, me arrodillé frente a él, sintiendo cómo su excitación palpitaba entre mis manos. Con movimientos lentos y deliberados, envolví su pollon con mis labios, saboreando cada centímetro mientras mi lengua jugaba con la punta. Mis dedos se deslizaron hacia sus huevos, acariciándolos con la presión perfecta, creando una sinfonía de placer que lo hizo gemir de deseo
Me incliné hacia adelante, sintiendo el calor de su piel contra mis labios mientras besaba suavemente sus huevos, saboreando cada centímetro de su masculina esencia. Con un movimiento audaz, envolví su gruesa polla con mis labios, sintiendo cómo llenaba mi boca hasta el límite. Mi saliva se mezclaba con su pene creando una sensación húmeda y deliciosa que lo hacía gemir de placer.
Mi madre
¡Jason, no puedo más! ¡Voy a correrme!
Con un último empujón poderoso, Jason llevó a mi madre al clímax. Ella gritó su nombre, su cuerpo temblando mientras las olas de placer la recorrieron. Jason no se detuvo, continuando sus embestidas hasta que también alcanzó su propio clímax, llenando a mi madre de semen caliente.
Mi hijo
Mamá, ¿estás bien? Creo que escuché un grito.
Mi madre, todavía jadeante y con el cuerpo tembloroso, miró a Jason con ojos desorbitados. Rápidamente, se levantó de la cama y comenzó a buscar su bata, que estaba tirada en el suelo.
Mi madre
¡Sí, cariño! Estoy bien, solo... solo tropecé con algo. ¡Dame un segundo!
Mientras hablaba, mi madre ayudaba a Jason a vestirse rápidamente, sus manos temblorosas pero eficientes. Jason, con una sonrisa cómplice, se abrochaba los pantalones y se colocaba la camisa.
Jason
Tranquila, todo está bajo control.
Mi madre abrió la puerta de la habitación y asomó la cabeza, asegurándose de que su hijo no pudiera ver más allá del pasillo.
Mi madre
Cariño, ¿puedes ir a la cocina y traerme un vaso de agua? Estoy un poco mareada.
Mi hijo
Claro, mamá. Ahora mismo te lo llevo.
Mientras mi hijo se alejaba por el pasillo, yo podía respirar aliviada y guió a Jason hacia la ventana de la habitación. Con cuidado, abrió la ventana y ayudó a Jason a salir al jardín trasero.
Mi madre
Espera aquí un momento. Te abriré la puerta trasera cuando esté segura de que mi hijo no está mirando.
Jason asintió y saltó suavemente al jardín, escondiéndose entre los arbustos. Mi madre cerró la ventana y se apresuró a vestirse rápidamente antes de salir de la habitación para distraerme.
Mi madre salió de la habitación con una sonrisa tranquilizadora, asegurándose de que su bata estuviera bien cerrada. Su hijo estaba en la cocina, llenando un vaso de agua.
Mi hijo
Aquí tienes, mamá. ¿Seguro que estás bien?
Mi madre
Sí, cariño, solo fue un pequeño mareo. Gracias por el agua.
Mientras mi hijo le entregaba el vaso, mi madre bebió un sorbo, tratando de calmar su respiración acelerada. Podía sentir el corazón latiendo fuerte en su pecho, recordando el encuentro apasionado que acababa de tener con Jason.
En la mente de mi madre: Dios mío, eso fue tan intenso. Espero que Jason esté bien afuera.
Con una sonrisa tranquila, mi madre guió a su hijo de vuelta al salón, asegurándose de que estuviera cómodo y distraído con la televisión.
Una vez que estuvo segura de que su hijo no estaba mirando, se dirigió sigilosamente a la puerta trasera.
Mi madre
Jason, ¿estás ahí?
Jason apareció de entre los arbustos, su figura imponente y su sonrisa cálida. Mi madre abrió la puerta trasera y lo dejó entrar rápidamente.
Jason
Gracias por esto. Fue... increíble
Mi madre
Sí, lo fue. Pero tenemos que ser más cuidadosos la próxima vez.
Jason asintió y se acercó para darle un beso rápido pero apasionado, Sus manos se enlazaban alrededor de su cuello, atrayéndole más cerca mientras respondía al beso con la misma intensidad- antes de salir por la puerta trasera y desaparecer en la noche.

Yo, su hijo de 20 años, estaba en el salón intentando concentrarme en un libro, pero no podía evitar escuchar los sonidos que venían de la cocina.
De repente, llamaron a la puerta.
Era Jason, nuestro vecino, un hombre negro de 1.90 metros de altura, musculoso y con una sonrisa que derretía hasta el corazón más frío. Mi madre lo invitó a pasar y le ofreció un refresco.

Mi madre
Jason, qué gusto verte. ¿Cómo estás?
Jason
Estoy bien, gracias. Y tú, ¿cómo estás hoy?
Mi madre
Un poco cansada, pero bien. ¿Quieres algo de comer? Tengo unos sándwiches recién hechos.
Jason
Sí, gracias. Me encantaría probar uno.
Mientras mi madre se inclinaba para servirle el sándwich, Jason no podía evitar mirar sus curvas. Yo, desde el salón, podía ver cómo sus ojos se posaban en el escote de mi madre.
En la mente de mi madre: Dios mío, este hombre es tan atractivo. No puedo evitar sentirme excitada con su presencia.
La tensión en la cocina era palpable mientras mi madre servía el sándwich a Jason. Sus manos temblaban ligeramente, y podía ver cómo su pecho subía y bajaba con una respiración cada vez más acelerada.
Jason
Gracias, esto se ve delicioso. ¿Estás segura de que no necesitas ayuda con algo?
Mi madre
Oh, no te preocupes, Jason. Pero si insistes... podrías ayudarme a alcanzar ese frasco en el estante de arriba.
Jason se acercó a mi madre, sus cuerpos casi se rozaban. Él era alto y fuerte, y su presencia imponente hacía que mi madre se sintiera pequeña y frágil a su lado. Al estirarse para alcanzar el frasco, su camisa se levantó ligeramente, revelando un abdomen musculoso y sudoroso.
En la mente de mi madre: Dios mío, su cuerpo es increíble. Quiero sentir sus manos sobre mí.
Mientras Jason le entregaba el frasco, sus dedos se rozaron brevemente, enviando una descarga eléctrica a través del cuerpo de mi madre. Sus miradas se encontraron, y por un momento, el tiempo parecía detenerse.
Jason
¿Estás bien? Pareces un poco sonrojada.
Mi madre
Sí, estoy bien. Solo un poco caliente con este clima.
Jason sonrió, sabiendo exactamente lo que estaba pasando. Se acercó un poco más, su aliento caliente rozaba el cuello de mi madre.
Jason
Tal vez deberías quitarte esa blusa. Parece que te está dando mucha calor.
Mi madre miró a Jason con una mezcla de nerviosismo y excitación. Sabía que debería decir que no, pero algo en su interior la impulsaba a seguir adelante.
Mi madre, con un temblor en las manos, asintió lentamente. Sus ojos brillaban con una mezcla de nerviosismo y deseo mientras Jason se acercaba aún más. Podía sentir el calor de su cuerpo y el aroma de su sudor, una mezcla embriagadora que la hacía sentirse mareada.
Jason
Confía en mí, no te haré daño.
Con manos firmes pero gentiles, Jason comenzó a desabrochar la blusa de mi madre. Deshacía el nudo que tenía, relevando un poco más de su piel suave y sedosa. Mi madre cerró los ojos, sintiendo cómo la tela se deslizaba sobre sus hombros y caía al suelo.
En la mente de mi madre: Dios mío, esto es tan excitante. No puedo creer que esté haciendo esto.
Quedó frente a Jason solo con su sostén de encaje blanco, sus pechos generosos casi desbordándose del delicado tejido. Jason no pudo evitar mirar sus ojos, oscureciéndose con deseo.

Jason
Eres aún más hermosa de lo que imaginaba.
Sin perder tiempo, Jason deslizó sus manos sobre los hombros de mi madre, bajando lentamente las copas del sostén. Sus pechos quedaron al descubierto, firmes y redondos, con pezones marrones que se endurecían bajo la mirada hambrienta de Jason.
Jason
Quitaba su sostén, se lo restregaba por sus huevos y por su polla negra por dentro de su boxer
+Para que tu sostén huela a macho negro y se lo guardaba-
Mi Madre
Ehh eres un negro muy travieso

La respiración de mi madre se volvió más pesada mientras Jason inclinaba la cabeza y capturaba uno de sus pezones entre sus labios. La sensación era eléctrica, enviando ondas de placer a través de su cuerpo. Sus manos se enredaron en el cabello rizado de Jason mientras él exploraba sus curvas con una mezcla de ternura y urgencia.
La cocina se había convertido en un remolino de pasión y deseo. Jason, con sus manos grandes y fuertes, exploraba cada centímetro del cuerpo de mi madre, haciendo que ella se estremeciera con cada toque. Sus labios no se separaban de los pezones de mi madre, alternando entre lamer, succionar y mordisquear suavemente.
Mi madre
Jason... esto es... mmm... tan bueno…
Sus manos se movían sobre el torso musculoso de Jason, sintiendo la fuerza bajo su piel. Jason, con sus dedos desabrochaba los pantalones de mi madre. Con un movimiento rápido, los pantalones cayeron al suelo, dejando a mi madre solo con unas bragas de encaje.

Jason
Quiero probarte toda.
Sin más preámbulos, Jason se arrodilló frente a mi madre, sus manos se deslizaban por sus muslos suaves. Con un movimiento rápido, arrancó las bragas de mi madre, dejando su vagina húmeda y lista para disfrutar

Jason inclinó la cabeza y pasó su lengua lentamente sobre los labios de mi madre, saboreando su excitación. Ella gimió fuerte, sus manos agarraban el cabello de Jason mientras él profundizaba su lengua dentro de ella. Cada lamida era una tortura deliciosa, llevando a mi madre al borde del éxtasis.
Mi madre
¡Jason, por favor! No puedo más...
Jason sonrió maliciosamente antes de levantarse y desabrochar su propio pantalón. Su miembro, grande y duro, saltó libre, listo para llenar a mi madre.
La cocina se llenó de risas y jadeos mientras Jason y mi madre disfrutaban de su encuentro apasionado. De repente, mi madre se detuvo, sus ojos abriéndose de par en par con una mezcla de pánico y excitación.
Mi madre
Jason, espera... mi hijo podría venir en cualquier momento. No podemos seguir aquí.
Jason, aunque claramente disfrutando del momento, asintió con comprensión. Con un último beso apasionado, se separó de mi madre y la ayudó a bajar de la encimera.
Jason
Tienes razón, no queremos que nos interrumpan. ¿Tienes algún lugar más privado en mente?
Mi madre, todavía temblorosa por la excitación, asintió y tomó la mano de Jason, guiándolo hacia las escaleras.
Mi madre
Sígueme, tengo una idea.
Subieron las escaleras rápidamente, sus cuerpos aún ardientes de deseo. Mi madre abrió la puerta de su habitación, un lugar íntimo y acogedor, perfecto para continuar lo que habían comenzado en la cocina.
En la mente de mi madre: Dios mío, esto es tan emocionante. No puedo creer que esté haciendo esto, pero no puedo resistirme a Jason.
La habitación de mi madre era un remanso de paz, con cortinas suaves que filtran la luz del atardecer y una cama grande y acogedora. Cerró la puerta detrás de ellos, asegurándose de que estuvieran a salvo de interrupciones. Jason, con una sonrisa pícara, la atrajo hacia sí, sus cuerpos chocaban con urgencia.
Jason
Aquí nadie nos interrumpirá.
Sus labios se encontraron en un beso profundo y apasionado, sus lenguas bailaban juntas mientras sus manos exploraban con avidez.
Jason desabrochó el resto de la ropa de mi madre, dejando que cayera al suelo en un montón desordenado. Ella, a su vez, le quitó la camisa a Jason, revelando su torso musculoso y sudoroso.
Jason la levantó en sus brazos como si no pesara nada y la depositó suavemente sobre la cama. Sus cuerpos se entrelazaron, piel contra piel, mientras Jason se colocaba entre las piernas de mi madre. Su miembro, aún duro y palpitante, rozó su entrada una vez más, haciendo que ella gimiera de anticipación.
Mi madre
Jason, por favor... no me hagas esperar más.
Con un gruñido de aprobación, Jason empujó dentro de mi madre una vez más, llenándola completamente.
La cama crujía bajo ellos mientras comenzaban a moverse al unísono, cada embestida más profunda y apasionada que la anterior.
La habitación estaba llena de una mezcla de sudor y deseo mientras Jason y mi madre exploraban sus cuerpos con avidez. Jason, con una sonrisa traviesa, se separó de mi madre y la giró suavemente, colocándola en posición de cuatro patas sobre la cama.
Jason
Quiero probar algo, algo que nos lleve al límite
Mi madre, excitada y dispuesta, asintió y se colocó en la posición sugerida. Jason se colocó detrás de ella, sus manos grandes agarraban sus caderas con firmeza. Con un movimiento rápido y seguro, Jason entró en mi madre desde atrás, haciendo que ella gritara de placer.
Cada embestida era más profunda y poderosa que la anterior, haciendo que la cama crujiera bajo ellos. Mi madre se aferraba a las sábanas, sus gemidos llenando la habitación mientras Jason la tomaba con una mezcla de ternura y fuerza bruta.
Mi madre
¡Jason, sí! ¡Justo ahí!
Jason no se detuvo, sus caderas moviéndose con un ritmo constante y poderoso. Podía sentir cómo mi madre se apretaba alrededor de él, llevándolo al borde del éxtasis
Jason
Eres tan apretada, tan perfecta.
La habitación estaba cargada de una tensión casi insoportable mientras Jason y mi madre se movían al unísono, sus cuerpos sudorosos y entrelazados en un baile de pasión. Jason, con una determinación feroz, aumentó el ritmo de sus embestidas, cada una más profunda y poderosa que la anterior.
Jason
Quiero sentirte con todo mi cuerpo.
Mi madre, con los ojos cerrados y la respiración entrecortada, asintió. Sus manos se aferraban a las sábanas mientras Jason la tomaba con una mezcla de ternura y fuerza bruta. Podía sentir cómo el placer se acumulaba dentro de ella, listo para explotar en cualquier momento.
Jason inclinó su cuerpo sobre el de mi madre, sus labios encontrando su cuello mientras sus caderas continuaban moviéndose con un ritmo implacable.
Cada embestida enviaba ondas de placer a través del cuerpo de mi madre, haciendo que sus gemidos se volvieran más altos y desesperados.
Con una mirada de pura lujuria, me arrodillé frente a él, sintiendo cómo su excitación palpitaba entre mis manos. Con movimientos lentos y deliberados, envolví su pollon con mis labios, saboreando cada centímetro mientras mi lengua jugaba con la punta. Mis dedos se deslizaron hacia sus huevos, acariciándolos con la presión perfecta, creando una sinfonía de placer que lo hizo gemir de deseo
Me incliné hacia adelante, sintiendo el calor de su piel contra mis labios mientras besaba suavemente sus huevos, saboreando cada centímetro de su masculina esencia. Con un movimiento audaz, envolví su gruesa polla con mis labios, sintiendo cómo llenaba mi boca hasta el límite. Mi saliva se mezclaba con su pene creando una sensación húmeda y deliciosa que lo hacía gemir de placer.
Mi madre
¡Jason, no puedo más! ¡Voy a correrme!
Con un último empujón poderoso, Jason llevó a mi madre al clímax. Ella gritó su nombre, su cuerpo temblando mientras las olas de placer la recorrieron. Jason no se detuvo, continuando sus embestidas hasta que también alcanzó su propio clímax, llenando a mi madre de semen caliente.
Mi hijo
Mamá, ¿estás bien? Creo que escuché un grito.
Mi madre, todavía jadeante y con el cuerpo tembloroso, miró a Jason con ojos desorbitados. Rápidamente, se levantó de la cama y comenzó a buscar su bata, que estaba tirada en el suelo.
Mi madre
¡Sí, cariño! Estoy bien, solo... solo tropecé con algo. ¡Dame un segundo!
Mientras hablaba, mi madre ayudaba a Jason a vestirse rápidamente, sus manos temblorosas pero eficientes. Jason, con una sonrisa cómplice, se abrochaba los pantalones y se colocaba la camisa.
Jason
Tranquila, todo está bajo control.
Mi madre abrió la puerta de la habitación y asomó la cabeza, asegurándose de que su hijo no pudiera ver más allá del pasillo.
Mi madre
Cariño, ¿puedes ir a la cocina y traerme un vaso de agua? Estoy un poco mareada.
Mi hijo
Claro, mamá. Ahora mismo te lo llevo.
Mientras mi hijo se alejaba por el pasillo, yo podía respirar aliviada y guió a Jason hacia la ventana de la habitación. Con cuidado, abrió la ventana y ayudó a Jason a salir al jardín trasero.
Mi madre
Espera aquí un momento. Te abriré la puerta trasera cuando esté segura de que mi hijo no está mirando.
Jason asintió y saltó suavemente al jardín, escondiéndose entre los arbustos. Mi madre cerró la ventana y se apresuró a vestirse rápidamente antes de salir de la habitación para distraerme.
Mi madre salió de la habitación con una sonrisa tranquilizadora, asegurándose de que su bata estuviera bien cerrada. Su hijo estaba en la cocina, llenando un vaso de agua.
Mi hijo
Aquí tienes, mamá. ¿Seguro que estás bien?
Mi madre
Sí, cariño, solo fue un pequeño mareo. Gracias por el agua.
Mientras mi hijo le entregaba el vaso, mi madre bebió un sorbo, tratando de calmar su respiración acelerada. Podía sentir el corazón latiendo fuerte en su pecho, recordando el encuentro apasionado que acababa de tener con Jason.
En la mente de mi madre: Dios mío, eso fue tan intenso. Espero que Jason esté bien afuera.
Con una sonrisa tranquila, mi madre guió a su hijo de vuelta al salón, asegurándose de que estuviera cómodo y distraído con la televisión.
Una vez que estuvo segura de que su hijo no estaba mirando, se dirigió sigilosamente a la puerta trasera.
Mi madre
Jason, ¿estás ahí?
Jason apareció de entre los arbustos, su figura imponente y su sonrisa cálida. Mi madre abrió la puerta trasera y lo dejó entrar rápidamente.
Jason
Gracias por esto. Fue... increíble
Mi madre
Sí, lo fue. Pero tenemos que ser más cuidadosos la próxima vez.
Jason asintió y se acercó para darle un beso rápido pero apasionado, Sus manos se enlazaban alrededor de su cuello, atrayéndole más cerca mientras respondía al beso con la misma intensidad- antes de salir por la puerta trasera y desaparecer en la noche.
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