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Importante
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Llega el capítulo 19
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Capítulo 19
Pasaron como tres días, pero no logro sacarme de la cabeza el momento en que vi la foto de Alina.
Es como si esa imagen se hubiera clavado en mi mente, una y otra vez, como un retrato indeleble que se niega a desvanecerse. He intentado concentrarme, seguir con mi vida, hacer lo que siempre hago: trabajar, moverme, respirar. Incluso logré un poco de dinero extra con las apuestas deportivas, algo que, en otros momentos, me habría sacado una sonrisa, pero ahora solo parece una distracción vacía.
El dinero es lo de menos a esta altura, eso ya no me importa. Mi mente regresa una y otra vez a aquella foto, al brillo en sus ojos, a esa sonrisa que parece tener un peso distinto, una carga extraña que no puedo explicar.
Quedaron grabados a fuego esos pechos hermosos, voluptuosos que jamás había visto.
Y cuando pienso en esa otra parte…
Dios…
Esa intimidad expuesta ante mí, casi me mata.
Y eso que el sensual vello de la zona me imposibilitaba ver más allá…
Pero…
¿Por qué esa imagen me persigue? ¿Por qué la foto de Alina, tan despreocupada, parece tener un significado oculto que mi mente no puede desentrañar?
Mientras cumplo con mis obligaciones, mientras me esfuerzo por hacer las cosas bien, mi mente da vueltas en círculos, regresando a ese instante.
En la oficina, en el café, incluso en la soledad de mi habitación, siempre aparece, con la misma claridad, la misma intensidad. Alina. Y esa sonrisa pícara. Es como si el simple hecho de haberla visto de esa manera hubiera alterado alguna parte de mí que ni yo sabía que existía.
Un caos. Un magnetismo. Algo en su rostro resuena, y lo que comenzó como una curiosidad inocente se ha transformado en una obsesión.
¿Qué significa todo esto? ¿Qué quiero de esa imagen? No lo sé. Pero algo dentro de mí me dice que aún no he visto lo peor, que lo que me espera está mucho más allá de lo que mi mente se atreve a imaginar.
Dios…
Espero que no sea así porque aún teníamos mucho trabajo juntos por delante.
Por lo pronto, ella continúa insistiendo en crear más material.
Tiene su lógica, ya que desde aquel día no volvimos a hacer más nada.
Tampoco es que tuvimos tiempo, voy a ser sincero.
Lo que sí me asombra es su naturalidad después de aquel evento.
Parece contenta, alegre. Incluso se instaló en su rostro una copiosa sonrisa que no quiero que jamás se le vuelva a ir.
En fin, es viernes y necesito despejar mi mente.
Nada mejor que un partido de fútbol y cena con amigos para ello.
Estaba con mis amigos, riendo y conversando como siempre, pero mi cabeza no estaba allí. Mientras ellos hablaban del encuentro, de los goles que habíamos marcado y de las jugadas que habíamos hecho, yo no podía dejar de pensar en esos instantes con la foto de Alina.
Luchaba por mantener mi cuerpo y mi mente en el presente, en la charla, en el juego, pero era como si algo me arrastrara hacia otro lugar. Alina. Cada vez que sus ojos, sus tetas y esa sonrisa volvían a mi cabeza, me costaba más concentrarme.
De hecho, en medio de una jugada, erré tres goles casi cantados. Ni siquiera pude ver bien la pelota.
Mis amigos se rieron, pensaron que era por el cansancio o porque estaba distraído, y no estaban tan errados. Pero lo cierto es que mi consciencia estaba lejos, en otro lugar, en otro tiempo.
El asado, por suerte, estaba delicioso, como siempre. El olor de la carne asada me llenaba los pulmones, pero ni eso me devolvía al momento.
Fue justo entonces cuando mi celular vibró.
Al mirar la pantalla, noté que eran unos mensajes de Alina.
"¿Qué andás haciendo? ¿Vas a volver temprano?", escribió.
Me detuve un segundo, mirando dichas notificaciones, con el estómago revolviéndose. ¿Qué quería ahora? ¿Por qué me hacía eso? Ja
¿Por qué me sacudía con cada palabra, con cada gesto?
De alguna manera, su mensaje volvió a captar mi atención, y me sentí nuevamente atrapado entre el presente y esa foto, entre lo que realmente estaba viviendo y lo que no dejaba de recorrerme por dentro. Además, pensaba en el “proyecto” que teníamos entre manos. Uno que, hasta hace poco, era solo trabajo.
Pero ahora, después de lo que había visto, ya no sabía qué pensar.
YO: Comiendo con los chicos
YO: Ya en un rato vuelvo
YO: Por?
¿Qué pregunta boluda, no?
¿Para qué va a ser?
¿Por qué otra cosa me va a estar enviando mensajes tan tarde?
No sé ni cómo decirle que vi su foto…
Me da terror, ja.
Además, no me va a creer que fue sin querer.
Yo solo me meto en quilombos.
Volvió a escribirme.
ALI: Ya sabes!!!
ALI: Jajaj
YO: Jajaj
ALI: Viste???
YO: Después de medianoche llegaré
ALI: Oki
ALI: Seguro te espere
ALI: Quería contarte algo
ALI: 😳
Uh, no…
Esa carita…
Dos millones de posibilidades.
YO: Por qué esa cara??
ALI: Jaja
ALI: Por nada
ALI: Shhh
Ya comenzaba a sonreírle al teléfono.
Tenía ese efecto inmediato en mí…
Para colmo, estaba con mis amigos, que cada tanto me relojeaban.
YO: Jajaja decime qué significa
YO: No me dejes con la intriga!
ALI: Nada, una boludez
ALI: Pregunta
ALI: Puedo entrar a tu habitación un segundo?
¿A mi habitación?
¿Para qué quiere entrar ahí?
YO: Sí
YO: Necesitas algo?
ALI: Sí, nene
ALI: La tanga que me robaste
ALI: Jajajaj
Ufff
Cierto…
Me había olvidado que la tenía.
YO: Jajajaj
YO: Es verdad!!
ALI: Dónde está?
YO: En mi cajón, al lado de mi cama
ALI: Chancho
ALI: La tenes a la mano
¿A la mano de qué?
YO: Quedó ahí jaja
ALI: Un olor a encierro debe tener
ALI: La voy a tener que lavar jaja
YO: Jajaja
YO: Ok
ALI: No lo tomes a mal
ALI: Pero la quiero usar
ALI: 😅
¿Por qué lo tomaría a mal?
Si es su prenda…
Me reí como un salame.
YO: Jajajajajaj
YO: Tomarlo a mal? si es tu ropa
ALI: Jajaj
ALI: Bueno, pero es cómo una suerte de amuleto ahora
ALI: O no?
YO: Es cierto
YO: Sí
YO: 😂
ALI: Después te doy otra
ALI: Jajaja
YO: Hecho!
ALI: Jajajaj
ALI: Sucio!!!
“¿Y esa sonrisita? ¿Qué onda?” dijeron.
Solo me deschavaba…
Encima, el hijo de puta de Mauro me hacía gestos.
Si supiera, pensé…
YO: En un rato voy
YO: Te dejo porque estoy con los chicos
YO: Me están volviendo loco
ALI: Dale
ALI: Por? (Citó el mensaje)
YO: Porque me río y piensan que estoy en una
YO: Jajaja
ALI: Jajajajajj
ALI: Con tu hermanita????
Dios…
Qué naturalidad la suya.
YO: Jajaja
YO: 🤷♂️
ALI: Y te digo que casi casi jajja
What?
Miré la pantalla.
YO: Casi qué?
ALI: Les contaste que tenes mi tanga en tu mesita de luz?
ALI: 😱
Casi me caigo de la silla…
Esas ocurrencias me iba a despojar de la vida en algún momento.
YO: Jjaa te pasas
ALI: O lo que hay en tu cámara!!!
Un calor me subió y elevó la temperatura de todo mi cuerpo.
Lo primero que pensé fue en su foto.
Dios…
Me quedé mirando la pantalla de mi celular sin saber qué contestar.
No solo estaba esa foto en el dispositivo. Había más…
Cómo cuarenta segundos permanecí congelado. Luego, ella continuó.
ALI: Mejor no te jodo más
ALI: Debes estar todo colorado
ALI: U otra cosa 😳
ALI: Jajaja
Me pasé la mano por la cara.
Ya me las iba a pagar.
YO: Ya vas a ver cuando llegue
ALI: Jajaja amo!!!
ALI: Seguro estás todo rojo
YO: Qué bueno que te cause gracia
ALI: Mucha jajaj
YO: Ah sí?
ALI: Jajajja y es muy divertido
YO: Claro
YO: Cómo encender la cámara y ver la última foto que había…
¡No!
Se lo dije…
Se me escapó…
Eso estar por pinchándome.
ALI: 😳😳😳😳
ALI: La viste?
Ahora mis manos temblaban.
¿Cómo no?
Si no podía sacar de mis ojos esas tetas divinas y en mi boca podía saborear esos ricos pezones rosados.
YO: Jajaj después hablamos
YO: No me hagas poner nervioso acá con los chicos
Escribía y no enviaba nada. Como si estuviera borrando y escribiendo, indecisa.
Así durante unos segundos, hasta que finalmente lo hizo.
ALI: Oki
ALI: Después hablamos
ALI: 🙈
¿Y ahora?
¿Qué sigue?
Ya le confirmé que la vi desnuda…
¿Qué pensará?
¿Le afectará demasiado?
Siento alivio de que lo sepa, ja.
Y otra cosa puedo percibir, también…
Una que no me va a dejar levantar de la silla en un buen rato.
¿Qué me dirá?
Espero que no se ofenda. Al fin de cuenta debió ella borrarla cuando le di la cámara en la mano.
“Hey, sordo” me gritó Mauro.
Me sacó de esa dimensión.
“Jaja dale” le respondí a Alina y luego le contesté a mi amigo.
YO: ¿Qué pasa? Jaja
MAU: ¿En qué andas, hijo de puta?.- Me preguntó, tentado, mientras los chicos hablaban de otros temas.
YO: No, en nada jaja
MAU: Esa sonrisa no la tenías hace milenios… ¿Andas con alguna mina?
Tragué saliva.
YO: No, no… Hablaba con mi… Con Alina…
Me miró, extrañado.
MAU: ¿Con Ali?
YO: Sí… Unas boludeces… ¿Vos, qué onda?
MAU: Todo tranqui… Me preguntaste antes jaja
YO: Cierto jaja…
MAU: Estás con la cabeza en cualquier lado, guacho…
YO: Sí, la verdad… Bueno… Estamos cerca de llegar a cubrir la primer parte del acuerdo… Mucha ansiedad
MAU: Me imagino, obvio…- Respondió bebiendo de una lata de cerveza.
YO: ¿Y Sofi? ¿Cómo anda?
MAU: Bien… Muy workaholic… ¿Así se dice? Ja
YO: Sí jaja… Bien…
MAU: Hoy se juntaba a comer con la prometida de tu abogado…
YO: ¿Ah sí? Mirá vos jaja
MAU: Sí… Iban al colegio juntas… Íbamos… Y hace no mucho se volvieron a ver…
YO: Yo me doy con muy pocos la verdad… Como que nunca fui unido a ellos jaja
MAU: Pasa… Depende del grupo… Yo del cole lo veo a Jonás nada más…
YO: Claro… Menos mal… Si no, no tendría abogado jaja
MAU: Posta jaja
YO: Algún día le tengo que pagarle… Ya estoy cerca…
MAU: Tranqui… Che ¿Y Alina? ¿Qué onda? ¿Cómo está con esto?
YO: Bien, por suerte…
Si le dijera lo que ambos hacíamos…
Dios…
Ni siquiera se me ocurre una forma de cómo hacerlo.
MAU: Son muy unidos ustedes, ¿no?
Lo miré.
YO: Sí ¿por?
MAU: No, digo… Por cómo sonreís cuando hablas de ella…
Ups…
Yo sabía…
YO: Ahhh jaja… Sí, puede ser…
MAU: Se nota que se llevan bien… Bueno ya te lo he dicho…
YO: Sí, sí… Por suerte sí… Estamos juntos en ésta…
MAU: Qué bueno eso…
YO: Te tira para adelante…
MAU: ¿Qué cosa?
YO: Digo, sabes que estás en el mismo barco…
MAU: Claro… Es impagable eso… Hay hermanos que no se pueden ni ver jaja
YO: Jaja
Le sonó el celular.
MAU: Jmm…
YO: ¿La gorra? Jaja
MAU: Sí, el deber llama…
YO: Jaja mandale un saludo…
MAU: Le estoy enseñando a manejar… Entonces, nos levantamos temprano y la llevo… Me está volviendo loco…
Me reí.
YO: Si desde que estás con ella tenes una cara de enamorado vos… Andá…
MAU: Jaja… ¿A quién engaño, no?
YO: Totalmente…
MAU: ¿Te tiro en tu casa?
YO: Si no te jode…
Al pelo, pensé.
No me gusta garronear transporte, pero ya que se ofreció, je.
MAU: Obvio, dale…
Así, sin más, cuando la juntada llegaba al ocaso, con Mauro partimos.
Me llamó la atención la manera en que me dijo cómo me veía cuando hablaba de Alina…
¿Tan así era? Ja.
En el viaje de regreso a casa pensaba: tengo que controlar mis reacciones…
No solo con ella, si no en la vida.
No iba a negar que ella era una gran parte de mi felicidad. No. Pero quizá debía restringir un poco más mis acciones y efectos.
Al llegar, me despedí de mi gran amigo y enfilé hacia la puerta de entrada. Debía sacarme el sudor y la suciedad del cuerpo de manera imperiosa.
El sonido de la llave girando en la cerradura resonó en el silencio de la casa. Empujé la puerta con el hombro y entré, dejando caer mi mochila junto al perchero. El día había sido largo y lo único que deseaba era una ducha caliente que me despejara.
Sin prisa, me deshice de mis zapatillas y avancé hacia el baño.
El vapor comenzó a envolverme en cuanto abrí la ducha. El agua caliente golpeó mi piel, liberándome de la tensión acumulada. Cerré los ojos y disfruté del momento, dejando que el cansancio de la jornada se deslizara por el desagüe.
Haaa…
Qué alivio…
Fue cómo si dejara una vida allí dentro.
Luego de unos muy placenteros minutos, terminé de higienizarme.
Al salir, me sequé rápidamente y me puse ropa cómoda. Caminé descalzo por el pasillo hasta mi habitación, sintiendo el fresco del suelo en contraste con el calor que aún quedaba en mi piel. Pero al cruzar el umbral de mi cuarto, me detuve en seco.
Allí, sobre mi cama, estaba Alina. Sentada con las piernas cruzadas, la luz de la pantalla de la notebook iluminaba su rostro concentrado. Parecía tan absorta que ni siquiera se percató de mi presencia al principio.
YO: Ali….- Murmuré, entre sorprendido y confundido.
¿Qué hacía en mi habitación?
Levantó la vista con una leve sonrisa, como si fuera lo más normal del mundo que estuviera allí.
ALI: ¡Hola! .- Respondió con tranquilidad, cerrando la notebook, sin prisa.
Mi corazón latió un poco más rápido. No esperaba encontrarla en mi cuarto. No así. Algo en su expresión, en la manera en que sus dedos tamborileaban suavemente sobre la cubierta del portátil, me indicó que su presencia no era casual.
YO: ¿Qué demonios haces aquí?.- Le cuestioné de manera chistosa.
ALI: Me re colgué, perdón jaja
YO: Jaja todo bien…
ALI: Vine a buscar esto…- Expresó mostrándome su bombacha.
Jmm…
Ya arrancábamos así…
ALI: Y justo me llegó una notif del Only y me puse a ver… No me fui más jaja
YO: Ah… Tranqui…
ALI: Te ocupé el rancho jaja
YO: Jaja ¿qué me querías decir?
Vestía un remerón largo, blanco.
No sé si tenía corpiño debajo. Tampoco quería averiguarlo, je. Estaba con un short muy liviano y no deseaba ser descubierto con una erección.
ALI: Ah, sí… Jeje…- Expresó, tímida.
La miré cómo diciendo “¿sí?”
ALI: Me estuvo hablando nuestro cliente jaja
Nuestro cliente…
YO: Ya me imagino…
ALI: Es muy charlatán… A ver, no es desubicado pero… Es cómo que habla mucho…
YO: ¿Y eso te jode? No le pases cabida…
ALI: Y pero, gordo… ¿Cómo hago? Lo perdemos jaja
YO: Bueno, no le pases tanta cabida…
ALI: No sé cómo manejarlo sin que se ofenda… Encima quedó re manija con la foto…
Me reí, de costado, sin querer.
ALI: ¿De qué te reís?
YO: No, nada… No es para menos ¿no?
ALI: No me imagino si le envío la última…- Expresó, tentada.
Luego me miró.
¡No!
¿Justo tenía que acordarme de eso?
¿Ahora?
Sentí en carne propia como la temperatura de mi cuerpo subía de a poco.
ALI: ¿Vos viste la última, no?
La miré, tragando saliva.
ALI: Eso dijiste antes…
Me apoyé en mi escritorio, intentando no reírme de los nervios.
YO: Em… Sí… Hace un par de días…
Alina solo me miraba.
Bueno, creo que eso hacía. Yo, por mi parte, estaba colorado y callado, mirando para el suelo.
Así permanecí unos cuántos segundos.
ALI: Bueno… Supongo que ya está ¿no?
YO: No lo hice a propósito… Pensé que la habías borrado en el momento que la pasaste.
Me miró con ojos de sospecha.
YO: Posta…
ALI: Pero estuviste revisando las fotos…
YO: No jaja… Sé que no me vas a creer, así que ni me gasto…
ALI: A ver… Intentalo…- Exclamó cruzándose de brazos.
Yo me quedé como ¿perdón?
YO: Disculpame… Yo no necesito que me creas nada jaja…
ALI: ¿Ah, no? Jaja
YO: Prendí la cámara para sacarle una foto a la luna llena y la vi… Ya está… ¿Qué le voy a hacer?
Alina me miraba fijo.
Me preguntaba qué era lo que en verdad pensaba, ya que tenía mucho brillo en los ojos.
ALI: Es verdad, hubo luna llena…
YO: Y bueno, pasó…- Expresé mirándola.
Ni bien tomé contacto con sus ojos, no pude evitar la risa.
ALI: ¡Nene! ¿Te reís, encima?
Me revoleó la almohada.
YO: Pará jaja… Y si estás ahí como la inquisición… Preguntando…
ALI: Sucio… Qué pendejo de mierda…
YO: ¿Yo?
ALI: ¿Quién más?
Ahora ella estaba colorada, aunque no paraba de sonreír.
YO: Perdón, pero yo me tapé los ojos para sacar la foto… Después te pasé la cámara para que te la pases… Si vos la dejas ahí, mi culpa no es…-
Se mordió.
ALI: ¿Y?
YO: ¿Y qué?
ALI: ¿Qué pensas de la foto? ¿Qué hiciste cuando la viste? Decime algo, nene…
¿Eh?
¿Qué pretende ésta?
No le voy a decir que estuve a un microsegundo de masturbarme como loco al verla…
YO: Y, nada… Me sorprendí… No me la esperaba…
Ella me seguía con los ojos.
¿Qué más quería?
ALI: Pero ¿para bien? Jaja
La miré cómo diciendo no seas hija de puta.
ALI: Te pregunto… ¿No tenemos confianza? Jaja
YO: Sí, pero bueno… A ver… Te vi en bolas…- Le dije bajito.
Se tapó la cara con las dos manos, mostrando sus dientes apretados.
ALI: ¡Dios! Jaja
YO: La tendrías que haber borrado…
ALI: Te juro, pero te juro, que no me di cuenta…
YO: Jaja ya fue… No pasa nada…
ALI: ¿Seguro?
YO: Sí…
ALI: ¿No va a influir en lo que hacemos?
YO: Si no te jode a vos… ¿Por qué me va a joder a mí?
ALI: Jaja es verdad… No estás libidinoso con eso…
YO: ¿Libidinoso? Jaja
ALI: En otro momento tendrías parado el pito… Y estás normal…- Exclamó para casi hacerme caer del escritorio.
¿Qué?
¿Qué dijo?
YO: Jaja ¿cómo? ¿Me estabas…? Tomatelás, dale… Anda a dormir…
Se empezó a reír, tentada, mal.
ALI: No, pará… Pará… Jaja…
La miraba con una incredulidad tan genuina que ella misma no podía parar de reírse.
Tremendo…
ALI: Derrapé, mal jaja
YO: Dios mío… Decí que te quiero…
ALI: Hambre…
El color de su tono de piel ya era muy fuerte.
Creo que se dio cuenta de que se había zarpado.
Se levantó de la cama, con la notebook en la mano.
ALI: Mejor me voy a dormir…
YO: Sí, mejor jaja
ALI: Mañana tenemos mucho trabajo vos y yo…
YO: Ok… ¿Sabes si mamá sale?
ALI: Según me dijo, sí… No iba a estar…- Expresó levantando sus cejas.
YO: Ok…
Me vino a dar un beso en el cachete.
Siempre tan dulce…
“Chuik”.
ALI: Entonces decís que le siga la corriente un poco al pavo este…
YO: Em, sí… Onda, ponele los puntos, marcale tus tiempos… No podes estar a su disposición… Además, le va a atraer mucho más eso…
ALI: Sí, tenes razón jaja
YO: Por eso… Tranqui…
ALI: Ya tenemos como 8 mil y piquito de dólares… Pero necesitamos más fotos…
YO: Ok… Dale… Mañana sacamos varias y la vas guardando…
ALI: Oki…- Exclamó sonriendo con todo su cabello negro y planchado caído a un costado.
Giró para irse y provocó una ráfaga de perfume que casi me tira al Diablo.
Jmm…
Qué rico olía…
YO: Pará…
ALI: ¿Qué?
YO: No te olvides de tus ropas…- Expresé y tomé la tanga que había dejado en mi cama.
ALI: Ah, no… Esa es otra… Está limpia, eh…- Exclamó con una sonrisa pícara y caminó hasta la puerta.
¿Eh?
¿Me dejaba otra?
¿Cómo?
ALI: El amuleto jeje…
Me quedé con la bombacha en la mano, inerte.
Es verdad, era otra… Un poco más azulada que la anterior.
Sin más, salió de mi cuarto y cerró la puerta.
Ufff…
No pude evitar llevarla hacia mis fosas nasales.
Haa…
Qué rico aroma…
Miré hacia abajo y la verga se me había puesto como una flecha. Me reí por eso.
Guardé su tanga en mi cajón, atónito por su actitud.
Pero bueno, no había que perder la cábala…
Luego me tiré sobre la cama con mucha excitación.
Estoy contento…
Ya no siento esa incomodidad por las cosas que pasaron. Al menos, no tan fuerte dentro de mi ser.
Es más, al ver sus gestos de confianza, de alegría, de risas, me hace querer volver a repetirlo.
Todo está bien…
Realmente, Alina es un torbellino de emociones dentro de mí. Un caos que no sé si quiero ordenar. La amo, la respeto, la cuido…
Pero también tengo deseos tan intensos que a veces me asustan. Me pregunto si esos sentimientos revueltos, pueden coexistir sin devorarse entre sí. Si el amor puede ser tan puro como para sostener la lealtad y el respeto y tan intenso como para encender el deseo sin que uno anule al otro.
¿Dónde está el límite entre la admiración y la pasión, entre el respeto y la necesidad de poseer?
¿O acaso no hay fronteras reales, y todo es parte de una misma fuerza que nos arrastra sin pedir permiso?
No sé si estaré divagando ya…
Es normal que una mujer tan hermosa como ella me provoque ese tipo de sensaciones tan diversas.
Por lo pronto, ésto no termina y mañana… Mañana nos espera un gran día.
Al otro día…
El despertador sonó temprano, y aunque hubiera preferido quedarme unos minutos más en la cama, Alina ya estaba de pie, arrastrándome a la rutina del sábado.
Entre bostezos y café, nos repartimos las tareas domésticas casi sin hablar. Ella se encargó de la ropa, separando las prendas para lavar, mientras yo barría el piso y lavaba los platos de la noche anterior, que dicho sea de paso, yo no utilicé, ja.
La mañana avanzó entre pequeños rituales cotidianos: cambiar las sábanas, regar las plantas del fondo y discutir brevemente sobre quién debía sacar la basura.
Al mediodía, nuestra madre sirvió el almuerzo, y nos sentamos con ella en la mesa como todos los sábados, para compartir el momento.
La charla fue ligera, con preguntas sobre la semana, comentarios sobre el clima y alguna que otra anécdota sin demasiada importancia. Pero yo apenas prestaba atención.
La ansiedad se acumulaba en mi pecho con cada minuto que pasaba. Quería que terminara, que ella se levantara, que se fuera a hacer sus cosas.
Alina también lo sentía, lo notaba en su mirada esquiva, en la forma en que movía los dedos sobre el mantel.
Dentro de una casa, un sábado en familia puede pasar cualquier cosa. Como disfrutar la tarde frente al televisor, atrapado en una película que nadie eligió realmente. También, se puede organizar un juego de mesa, aunque siempre termina en discusiones sobre las reglas. Mejor, no, ja.
Incluso, se puede compartir un café en la cocina mientras cada uno revisa su teléfono, en esa tranquilidad silenciosa de la convivencia. Pero para nosotros, aquel sábado tenía otro propósito.
Cuando por fin nuestra madre anunció que saldría, apenas disimulamos nuestro alivio. Esperamos a escuchar el ruido de la puerta cerrándose y el eco de sus pasos alejándose en el pasillo. Entonces, sin perder un segundo, nos miramos con complicidad. La casa era nuestra. Era momento de seguir con nuestro “proyecto”, ese que nadie más debía conocer.
YO: Bueno, hoy hay que sacarle provecho jaja
ALI: Sí, mal… ¿Pensaste?
YO: Jaja puede ser, puede ser…
ALI: Jaja tonto…
YO: Tocó lindo día, además…
ALI: Sí, mucha luz… Me tengo que cambiar de vestimenta yo…
YO: Sí… Dale…- Respondí mirando hacia el fondo.
ALI: Preparé un par de cosas…- Exclamó para llamar mi atención.
YO: ¿Cosas? Jaja
ALI: Sí, bueno… Un par de bombachas y corpiños jaja…- Dijo algo ruborizada.
YO: Ok…
Ya la cosa comenzaba a pintar interesante.
Jmm…
ALI: ¿Vos no te vas a cambiar?
Estaba de bermuda de jean y remera.
YO: No ¿por? ¿Estoy mal? Jaja
Me miró de arriba a abajo.
ALI: No lo digo por eso…
Le puse ojos de sospecha.
YO: ¿Por qué? Jaja
ALI: ¿No es muy… Ajustada esa ropa? Seguro lo vas a sentir… Después…- Comentó para generarme una tremenda explosión en la entrepierna.
Ya insinuaba eso…
Dios…
YO: Uff…
ALI: Solo digo… Te conozco jaja
YO: Vos haces que me pasen esas cosas… Estoy tranquilo y…- Me detuve.
ALI: ¿Y qué?.- Preguntó, desafiante.
Ja…
Qué atrevida.
Sin embargo, también tenía algo de razón.
YO: Me voy a poner algo más liviano… Pero no sé si sea peor jaja
ALI: Jaja va a estar más suelto tu pitote…
Esta piba es imposible…
Encima se ríe con un descaro total.
Le apreté la naríz con la mano, en broma.
ALI: ¡Hey!
YO: Atrevida… Bueno… Ahí vengo…
ALI: Sí, yo igual…-
Con la verga a medio parar, me fui para la habitación a fin de encontrar un short un poco más holgado.
No sé por qué le hacía caso…
Ja…
Lo que no puedo negar es que me reía como un idiota.
¿No era para menos que eso, no?
Sí, en efecto.
Se avecinaba un día tremendo…
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