Muy buenas a todos, espero que les haya gustado la primera parte de mi historia, el dÃa de hoy vamos a continuar directamente después de lo sucedido en la parte anterior.
Al llegar a casa de la escuela, mi pene estaba duro nuevamente tan duro que dolÃa por estar apretado en mi ropa interior. Por lo general, al llegar a casa me encontraba solo, ni los padres, ni mi hermana menor están en casa, entonces aproveche para estar desnudo en mi habitación.Â
Al quitarme la ropa mi pene quedó expuesto, la cabeza se encontraba de color rojo brillante, y una vena recorrÃa el cuerpo de mi pene desde la base hasta la cabeza, un hilo grueso de un lÃquido transparente empezó a colgar desde la punta de mi pene hasta el piso, y mi ropa interior estaba totalmente húmeda, como si me hubiera bañado con el boxer puesto, y mis testÃculos se sentÃa pesados, dolÃan al contacto.
Me acosté en mi cama,.mirando al techo, sentÃa como ese lÃquido bajaba por todo lo pene, algunas veces un espasmo sacaba un ligero chorro de preseminal que alcanzaba unos 5 o 6 cm en el aire antes de empezar a escurrirse por el cuerpo de mi pene, algunas veces caÃa hacia el frente inundando mi abdomen, otras veces se derramaba hacia mis testÃculos, para luego pasar a mi ano.
Pensaba en como convivir con esto, o como quitarme lo, cabe recordar que aún no sabÃa que era masturbarme, eyacular, y mucho menos que era tener sexo, asà que las ideas más bisarras empezaron a pasar por mi cabeza.
Pensé e imaginé otro dÃa con las toallas sanitarias, fueron una buena idea, pero tendrÃa que estar cambiándome las a cada momento, y mi madre se darÃa cuenta, aunque era cómodo y la sensación que me daba caminar me gustaba, pero no podrÃa concentrarme.
También imaginé como serÃa ir a la escuela sin nada, muy probablemente pareciera que me hubiera orinado, y mi pene duro se notaba mucho, y nunca habÃa visto a algún compañero con el pene asÃ, empecé a sentirme raro, como si. No pudiera volver al colegio.
Luego de un rato pensando como podrÃa combatir mi nueva situación una brisa frÃa golpeó de frente mi pene y por reacción inconsciente empecé otra vez a tener esas lijeras contracciones, de nuevo... Uno, dos, tres, cuatro y a la quinta contracción salió disparado al aire más de ese lÃquido transparente, una vez el primer chorro salió disparado y callo sobre mis piernas, con cada contracción empezó a salir más de ese lÃquido, como una manguera... Y allà estuvo la respuesta, y si pongo algo en mi pene que instruya la salida de ese lÃquido.
Me levanté de mi cama y todo el lÃquido que habÃa caÃdo sobre mi abdomen empezó a caer lentamente, era muy espeso, asà que tome mi ropa sucia y empecé a limpiarme el abdomen y piernas, la ropa quedó empapada, y para evitar mojar el piso, puse mi camisa en mi pene. Comencé mi búsqueda de con que obstruir la salida de ese lÃquido de mi pene.
Dentro de unas cajas en la habitación de mis padres encontré una especie de aros de alguna especie de plástico elástico de color negro, de diferentes tamaños, los tome todos y me metà al baño, y a la ducha, metà mi pene bajo el agua, las gotas callendo se sentÃan bien, me daban micro espasmos, no tanto como el rose de las toallas con mi pene, pero si muy similar. Puse jabón en mi pene y busque el cilindro más estrecho que encontré y le puse de igual forma jabon dentro, e intenté meter mi pene dentro del cilindro, al principio me costó, pero después de un rato entro todo, si mi pene media 15cm el cilindro puesto ocupaba unos 2 o 3cm desde la base de mi pene, y me quedaba algo justo, no demasiado, pero lo suficiente como para sentir que nada podrÃa salir de mi pene.
Continúe bañándome y al salir, y secarme verifique que ya no salÃa nada de lo pene, pero, las contracciones seguÃan y estaba más duro, la cabeza se habÃa puesto más roja, y parecÃa más grande, pero no salÃa nada, entonces salà desnudo por mi casa aún sola, hacÃa lo habitación, me puse, nuevamente, de los boxer más apretados que encontré, esto para disimular mi pene duro e intenté seguir con mi dÃa normal.
HabÃan pasado 4 horas desde que me puse ese cilindro en mi pene, y empezaron a darme ganas de orinar, sabÃa que no podrÃa hacerlo con el cilindro, asà que me dirijo hacia el baño, y al intentar ponerme en posición para orinar de pie, no podÃa bajar mi pene, estaba tan duro y parado que al intentarlo me dolÃa el pene, asà que me senté en el baño y de un solo movimiento quité el cilindro de mi pene, al principio no salio nada, pero después de un rato salió muchÃsimo lÃquido transparente, pero raro, más espeso y con un olor particular, fue tan espeso que alcance a tomarlo con mis manos, que casi resulta si suficientes, se llenaron y tuve que comer ese lÃquido para evitar dejar más evidencia.
Cuando se controlo la salida de lÃquido, me puse de pie y decidà orinar en la ducha, pues mi pene seguÃa muy duro.
Al salir del baño me dà cuenta que mi boxer estaba húmedo, no me preocupe, me puse mi cilindro y mi boxer y seguà la noche asÃ, al dÃa siguiente tenÃa que ir al colegio con el uniforme de deporte, cuando empecé a vestirme me dà cuenta que ya no quedaban boxer que ayudarán a disimular mi erección, fui al cuarto de lavanderÃa a buscar si habÃan limpios, pero no habÃa nada. Te busque hasta que encontré ropa interior de mi hermana limpia, ella solo era un año menor que yo, asà que su ropa no era muy pequeña, la tome, me la puse, era un calzon pequeño y rosado, pero que ayudaba a disimular mi erección de muy buena forma, asà que puse el uniforme de deporte encima.
El dÃa en el colegio transcurrÃa normal, hasta la clase de deporte, después de un par de ejercicios sentà como el flujo de sangre en mi pene aumentaba y se ponÃa aún más duro, el último ejercicio fue dar 5 vueltas a una chancha de fútbol, a la 4 vuelta sentÃa como mi pene empezaba a notarse, me estuve y pedà permiso para ir al baño, en el baño me quité mi pantalón y la ropa interior de mi hermana, mojada, pero ya era normal, me senté en el baño a ver mi pene rojo, duro y más grande que nunca, en eso entró mi profesora de deporte preguntando por como estaba, yo dentro del baño grite que estaba bien, que en unos momentos volverÃa a la clase, ella se acercó al cubÃculo, y me preguntó si estaba seguro, yo volvà a responder que si, en ese momento note que la ropa de mi hermana se podÃa ver por debajo de la puerta, y sentà como un calor entraba por mi rostro, y mi pene volvió a palpitar duro de nuevo. La profesora noto la ropa interior que estaba usando y simplemente interrumpió su frase, algo asÃ
"Entonces te esperamo... Te esperamos de vuelta en la clase"
Me quedé en silencio y cuando sentà que salió del baño volvà a respirar intentando calmarme pero las palpitaciones de mi pene volvieron, mis testÃculos se pusieron flácidos, casi del doble de su tamaño habitual, yo salà desnudo del baño y empecé aflojar mis testÃculos y pene con agua del grifo, me relaje un poco, y volvà a vestirme.
Al llegar de nuevo con la clase la profesora no podÃa mantenerme la mirada, no yo a ella, la clase finalizó con normalidad.
De vuelta a casa me desnude, dejando solo la ropa interior de mi hermana, mis testÃculos estaban hinchados y empezaron a salirse por los lados de la pequeña ropa interior de mi hermana, yo de pie, en mi habitación, saque mi pene por un lado de la ropa interior, tome una toalla higiénica y empecé a frotarla en la punta de mi pene, intentando emular lo sucedido een el dÃa anterior.
Estaba empezando a sentir latidos en mi pene nuevamente, uno, dos, tres, cuatro, sentÃa como estaba a punto de explotar y entró mi mamá y mi hermana a la casa quedé congelado, mi hermana empezó a dirigirse a mi habitación a saludarme y yo intenté ponerme un pantalón, lo único que escuché fue la voz de mi hermana preguntando porque tenÃa puesta su ropa interior...
... Estaba poniéndome el pantalón, me incorpore y le pedà que entrara, intente convencerla de que podÃamos cambiar de ropa interior, para sentir que estábamos cerca, ella se rió y me dijo, entre risas, que solo le lavara la ropa antes de devolversela porque me habÃa orinado, mire hacia abajo, y estaba escurriendo de nuevo ese lÃquido transparente por mis piernas y su pequeña ropa interior estaba empapada, transparentandose y mostrando ligeramente el color de la piel de mi pene, yo solo asentà y le suplique que no le dijera a mis padres, ella se rió y se fue.
No termine de vestirme, di un par de pasos para recostarme en mi cama e intentar pasar la vergüenza que habÃa acabado de sentir, pero antes de llegar un latido fuerte en mi pen y largo en mi pene hizo que mis piernas se sintieran débiles y temblorosas y un gran chorro de lÃquido blanco salió disparado hacia un lado, este se filtro por la tela de la ropa interior de mi hermana, luego un segundo, y un tercero, al cuarto un pequeño gemido salió de mi boca y me quedé paralizado salió en otros pequeños chorros de semen... No tan largos como los anteriores, pero si más espeso, sentÃa como les costaba seguir y và como se demoraba en caer al piso, mi pene se estaba poniendo flácido poco a poco.
 Está vez no me lo comÃ, me quité la ropa interior de mi hermana y lo limpie con esa ropa, me estuve a verla, y por alguna razón al pensar en mi hermana poniéndose esa ropa interior, mi pene volvió a ponerse muy duro, como una piedra, yo maldije pero guarde la ropa interior y me cambié.
Durante la cena pensé que tendrÃa que poner más barreras de seguridad porque mi cilindro de plástico no era suficiente en momentos de emergencia.
He notado un gran apoyo para mis historias, intentaré subirlos con más frecuencia. Muchas gracias a todos.
Al llegar a casa de la escuela, mi pene estaba duro nuevamente tan duro que dolÃa por estar apretado en mi ropa interior. Por lo general, al llegar a casa me encontraba solo, ni los padres, ni mi hermana menor están en casa, entonces aproveche para estar desnudo en mi habitación.Â
Al quitarme la ropa mi pene quedó expuesto, la cabeza se encontraba de color rojo brillante, y una vena recorrÃa el cuerpo de mi pene desde la base hasta la cabeza, un hilo grueso de un lÃquido transparente empezó a colgar desde la punta de mi pene hasta el piso, y mi ropa interior estaba totalmente húmeda, como si me hubiera bañado con el boxer puesto, y mis testÃculos se sentÃa pesados, dolÃan al contacto.
Me acosté en mi cama,.mirando al techo, sentÃa como ese lÃquido bajaba por todo lo pene, algunas veces un espasmo sacaba un ligero chorro de preseminal que alcanzaba unos 5 o 6 cm en el aire antes de empezar a escurrirse por el cuerpo de mi pene, algunas veces caÃa hacia el frente inundando mi abdomen, otras veces se derramaba hacia mis testÃculos, para luego pasar a mi ano.
Pensaba en como convivir con esto, o como quitarme lo, cabe recordar que aún no sabÃa que era masturbarme, eyacular, y mucho menos que era tener sexo, asà que las ideas más bisarras empezaron a pasar por mi cabeza.
Pensé e imaginé otro dÃa con las toallas sanitarias, fueron una buena idea, pero tendrÃa que estar cambiándome las a cada momento, y mi madre se darÃa cuenta, aunque era cómodo y la sensación que me daba caminar me gustaba, pero no podrÃa concentrarme.
También imaginé como serÃa ir a la escuela sin nada, muy probablemente pareciera que me hubiera orinado, y mi pene duro se notaba mucho, y nunca habÃa visto a algún compañero con el pene asÃ, empecé a sentirme raro, como si. No pudiera volver al colegio.
Luego de un rato pensando como podrÃa combatir mi nueva situación una brisa frÃa golpeó de frente mi pene y por reacción inconsciente empecé otra vez a tener esas lijeras contracciones, de nuevo... Uno, dos, tres, cuatro y a la quinta contracción salió disparado al aire más de ese lÃquido transparente, una vez el primer chorro salió disparado y callo sobre mis piernas, con cada contracción empezó a salir más de ese lÃquido, como una manguera... Y allà estuvo la respuesta, y si pongo algo en mi pene que instruya la salida de ese lÃquido.
Me levanté de mi cama y todo el lÃquido que habÃa caÃdo sobre mi abdomen empezó a caer lentamente, era muy espeso, asà que tome mi ropa sucia y empecé a limpiarme el abdomen y piernas, la ropa quedó empapada, y para evitar mojar el piso, puse mi camisa en mi pene. Comencé mi búsqueda de con que obstruir la salida de ese lÃquido de mi pene.
Dentro de unas cajas en la habitación de mis padres encontré una especie de aros de alguna especie de plástico elástico de color negro, de diferentes tamaños, los tome todos y me metà al baño, y a la ducha, metà mi pene bajo el agua, las gotas callendo se sentÃan bien, me daban micro espasmos, no tanto como el rose de las toallas con mi pene, pero si muy similar. Puse jabón en mi pene y busque el cilindro más estrecho que encontré y le puse de igual forma jabon dentro, e intenté meter mi pene dentro del cilindro, al principio me costó, pero después de un rato entro todo, si mi pene media 15cm el cilindro puesto ocupaba unos 2 o 3cm desde la base de mi pene, y me quedaba algo justo, no demasiado, pero lo suficiente como para sentir que nada podrÃa salir de mi pene.
Continúe bañándome y al salir, y secarme verifique que ya no salÃa nada de lo pene, pero, las contracciones seguÃan y estaba más duro, la cabeza se habÃa puesto más roja, y parecÃa más grande, pero no salÃa nada, entonces salà desnudo por mi casa aún sola, hacÃa lo habitación, me puse, nuevamente, de los boxer más apretados que encontré, esto para disimular mi pene duro e intenté seguir con mi dÃa normal.
HabÃan pasado 4 horas desde que me puse ese cilindro en mi pene, y empezaron a darme ganas de orinar, sabÃa que no podrÃa hacerlo con el cilindro, asà que me dirijo hacia el baño, y al intentar ponerme en posición para orinar de pie, no podÃa bajar mi pene, estaba tan duro y parado que al intentarlo me dolÃa el pene, asà que me senté en el baño y de un solo movimiento quité el cilindro de mi pene, al principio no salio nada, pero después de un rato salió muchÃsimo lÃquido transparente, pero raro, más espeso y con un olor particular, fue tan espeso que alcance a tomarlo con mis manos, que casi resulta si suficientes, se llenaron y tuve que comer ese lÃquido para evitar dejar más evidencia.
Cuando se controlo la salida de lÃquido, me puse de pie y decidà orinar en la ducha, pues mi pene seguÃa muy duro.
Al salir del baño me dà cuenta que mi boxer estaba húmedo, no me preocupe, me puse mi cilindro y mi boxer y seguà la noche asÃ, al dÃa siguiente tenÃa que ir al colegio con el uniforme de deporte, cuando empecé a vestirme me dà cuenta que ya no quedaban boxer que ayudarán a disimular mi erección, fui al cuarto de lavanderÃa a buscar si habÃan limpios, pero no habÃa nada. Te busque hasta que encontré ropa interior de mi hermana limpia, ella solo era un año menor que yo, asà que su ropa no era muy pequeña, la tome, me la puse, era un calzon pequeño y rosado, pero que ayudaba a disimular mi erección de muy buena forma, asà que puse el uniforme de deporte encima.
El dÃa en el colegio transcurrÃa normal, hasta la clase de deporte, después de un par de ejercicios sentà como el flujo de sangre en mi pene aumentaba y se ponÃa aún más duro, el último ejercicio fue dar 5 vueltas a una chancha de fútbol, a la 4 vuelta sentÃa como mi pene empezaba a notarse, me estuve y pedà permiso para ir al baño, en el baño me quité mi pantalón y la ropa interior de mi hermana, mojada, pero ya era normal, me senté en el baño a ver mi pene rojo, duro y más grande que nunca, en eso entró mi profesora de deporte preguntando por como estaba, yo dentro del baño grite que estaba bien, que en unos momentos volverÃa a la clase, ella se acercó al cubÃculo, y me preguntó si estaba seguro, yo volvà a responder que si, en ese momento note que la ropa de mi hermana se podÃa ver por debajo de la puerta, y sentà como un calor entraba por mi rostro, y mi pene volvió a palpitar duro de nuevo. La profesora noto la ropa interior que estaba usando y simplemente interrumpió su frase, algo asÃ
"Entonces te esperamo... Te esperamos de vuelta en la clase"
Me quedé en silencio y cuando sentà que salió del baño volvà a respirar intentando calmarme pero las palpitaciones de mi pene volvieron, mis testÃculos se pusieron flácidos, casi del doble de su tamaño habitual, yo salà desnudo del baño y empecé aflojar mis testÃculos y pene con agua del grifo, me relaje un poco, y volvà a vestirme.
Al llegar de nuevo con la clase la profesora no podÃa mantenerme la mirada, no yo a ella, la clase finalizó con normalidad.
De vuelta a casa me desnude, dejando solo la ropa interior de mi hermana, mis testÃculos estaban hinchados y empezaron a salirse por los lados de la pequeña ropa interior de mi hermana, yo de pie, en mi habitación, saque mi pene por un lado de la ropa interior, tome una toalla higiénica y empecé a frotarla en la punta de mi pene, intentando emular lo sucedido een el dÃa anterior.
Estaba empezando a sentir latidos en mi pene nuevamente, uno, dos, tres, cuatro, sentÃa como estaba a punto de explotar y entró mi mamá y mi hermana a la casa quedé congelado, mi hermana empezó a dirigirse a mi habitación a saludarme y yo intenté ponerme un pantalón, lo único que escuché fue la voz de mi hermana preguntando porque tenÃa puesta su ropa interior...
... Estaba poniéndome el pantalón, me incorpore y le pedà que entrara, intente convencerla de que podÃamos cambiar de ropa interior, para sentir que estábamos cerca, ella se rió y me dijo, entre risas, que solo le lavara la ropa antes de devolversela porque me habÃa orinado, mire hacia abajo, y estaba escurriendo de nuevo ese lÃquido transparente por mis piernas y su pequeña ropa interior estaba empapada, transparentandose y mostrando ligeramente el color de la piel de mi pene, yo solo asentà y le suplique que no le dijera a mis padres, ella se rió y se fue.
No termine de vestirme, di un par de pasos para recostarme en mi cama e intentar pasar la vergüenza que habÃa acabado de sentir, pero antes de llegar un latido fuerte en mi pen y largo en mi pene hizo que mis piernas se sintieran débiles y temblorosas y un gran chorro de lÃquido blanco salió disparado hacia un lado, este se filtro por la tela de la ropa interior de mi hermana, luego un segundo, y un tercero, al cuarto un pequeño gemido salió de mi boca y me quedé paralizado salió en otros pequeños chorros de semen... No tan largos como los anteriores, pero si más espeso, sentÃa como les costaba seguir y và como se demoraba en caer al piso, mi pene se estaba poniendo flácido poco a poco.
 Está vez no me lo comÃ, me quité la ropa interior de mi hermana y lo limpie con esa ropa, me estuve a verla, y por alguna razón al pensar en mi hermana poniéndose esa ropa interior, mi pene volvió a ponerse muy duro, como una piedra, yo maldije pero guarde la ropa interior y me cambié.
Durante la cena pensé que tendrÃa que poner más barreras de seguridad porque mi cilindro de plástico no era suficiente en momentos de emergencia.
He notado un gran apoyo para mis historias, intentaré subirlos con más frecuencia. Muchas gracias a todos.
1 comentarios - Mi Vida Con Hyperspermia - Cap 2.