La princesa del barrio Bonus

Luego de un añode separados, me la volví a encontrar, ahora ya ex novia. Saludos formales deambos, preguntas formales también de cómo estábamos y la pregunta de rigor deella “¿Estas de novio?” así no más sin anestesia. Le respondí que no, que notenía intenciones en el corto plazo. Ella me responde sin que yo le pregunte.Yo estoy saliendo con uno, algo tranquilo, no al nivel de irme a vivir con él.Y yo, igualmente, me quedé con la intriga y pregunté, total ya estaba todo mal.¿Cogiste frente de él ya? Empieza a reírse. No, hace poco que estamos saliendo,me responde. Qué hiciste después de que nos separamos, le pregunté. “Mira quécurioso resultaste ser eh” me dijo. Se quedó pensando unos segundos (creo queen su cabeza había varias voces y una le dijo que cuente). Después que tefuiste de casa, seguí con mi vida, no voy a mentirte (yo me fui hasta del barrio,no quería saber más nada). Visita muy seguido a Chito, ¿Te acordas? El quevivía al lado del chino. Pero vos podes creer que nunca me cogió y eso mecalentaba. Me calentaba muchísimo y volvía a su casa, a veces dos veces al díapasaba. El viejo me masturbaba, me metía los dedos y me chupaba la concha deuna manera que yo volvía a su casa muy seguido. Fueron creo que seis mesesdonde no podía no pasar por su casa. El viejo me volvía loca. Lo más loco esque siempre me cruzaba en el chino y yo lo seguía hasta su casa.
En uno de esos encuentrosque yo creo que fue el mejor que tuve en mi vida, el viejo me hizo pasar a lacasa, se desnudó, se sentó en el sillón y me hizo pasarle la lengua por todo elcuerpo. Después me pidió que me desnude y me pidió que no me moviera, que mequedara quieta sentada en el sillón. Me pasó la lengua por todo el cuerpo, sedetuvo en mi concha, me tiró hacia atrás y abrió mis piernas, al día de hoysiento esa lengua en mi clítoris y me excito. Después arrodilló, me metió dosdedos y me pasaba la lengua por toda la cara, las tetas, me besaba mientras memetía cada vez más adentro los dedos y en ese momento acabé. Me repuse ysiguió, me volví a excitar y no aguanté mucho más. Así fue toda la tarde hastaque se levantó, me pasó la pija por la cara, por el cuerpo y me la metió en laboca, yo no me podía mover. Se le ponía cada vez más dura hasta que largó todala leche en mi boca y cara. Me dio la mano, me llevó hasta el baño, me limpié,saludé a Chito y me fui. Al otro día volví, sin dudarlo.
Dentro de mí, mepreguntaba “para qué mierda pregunto yo también”. La saludé y me fui, ya noquería saber más nada pero llegué a casa y me clave una paja, no lo voy a negar.