Me llamo sofia,tengo 23 años y mi esposo no lo sabe, él esta operado desde hace tiempo y no se como decirle que voy a tener otro hijo.
Todo empezo hace como un año. Mi cuñado (el esposo de mi hermana) me pidio las nalgas y obviamente lo mande a la ch... y lo amenaze con decirselo a mi esposo, pero como Ă©l ya ha tenido problemas con mi familia, no quise decirle nada a mi marido para no buscarle mas problemas a mi hermana. Un dia domingo, mi cuñado emborracho a mi esposo y cuando este se quedo dormido, me agarro a la fuerza y me violo sin que yo pudiera evitarlo.Â


Despues me amenazo y me dijo que si le decia algo a mi esposo, mi hija pagaria las consecuencias. Mi cuñado siempre ha sido un desgraciado y lo creo capaz de todo, asi que por temor, no le dije nada a mi marido, pensaba que al haber conseguido lo que queria él se quedaria tranquilo y todo terminaria ahi. Pero despues de un tiempo, el infeliz me volvio a buscar, me enseño unas fotos que me habia tomado cuando me cogio y me amenazo con mostrarselas a mi familia si no aceptaba seguir cogiendo con el.
Como comprenderan, acepte seguir acostandome con el siempre que me lo pedia. Pero hace unos meses, mi padre nos encontro en el campo cuando me estaba cogiendo. Me tenia empinada con medio cuerpo dentro de su coche y nos dimos cuenta hasta que Ă©l estaba detras de nosotros.Â
Al oir la voz de mi padre, solo pense en echarme la ropa en la cara tratando de que no me reconociera, pero mi cuñado, en un intento de disculparse, se justifico diciendole que con un culito como "este" era imposible serle fiel a mi hermana. Se referia a mi trasero por supuesto y mi padre, sin saber que era el culo de su hija, se quedo contemplando el maravilloso espectaculo que se le ofrecia.Â
Si que esta buena! Le dijo a mi cuñado, dandole la razon y sin dejar de mirarme las nalgas se acerco a mi hasta quedar justo detras. Yo me moria de la verguenza rogando para que no me reconociera! y fue entonces cuando sucedio lo peor...Â
Bajandose el cierre del pantalon, mi padre puso su miembro en la entrada de mi vagina y repaso la punta de su verga por todo lo largo de mi raja.
N-No!- Me aterre. Mi padre me iba a coger!!! Eso era aberrante! Por... favor! Suplique. Tratando de escapar al interior del coche, pero Ă©l ni siquiera me escucho, me agarro las nalgas y me jalo hacia Ă©l dejandome con medio cuerpo de fuera y con los pies apoyados en el exterior del coche.Â
Nooooo...! Chille, tratando de detenerlo. P-Por favor...! Nooo...! Pero mi padre, sin un apice de remordimiento, se habia vuelto loco por probar ese trasero que ahora se le ofrecia y que tenia al alcance de su mano. Se solto el cinturon y se bajo el pantalon hasta los tobillos y volvio a colocar la punta de su miembro en la entrada de mi vulva y sin mas ni mas me la dejo ir hasta el fondo!Â





Mmmmh...! Yo gemi, adolorida. A pesar de estar un tanto lubricada por la cogida que me habia estado dando mi cuñado, la forma en que mi padre enterraba su enorme verga era demasiado ruda.
Mmmmmgh...!- Solloze, humillada. Mi papa me estaba cogiendo! Me habia metido su verga dentro de mi vagina y ahora me la bombeaba con una fuerza inusitada.Â
Le gusta! Le decia a mi cuñado. Le gusta a la muy puta! Esta moviendose para recibirla toda...! Era cierto!! Contra mi voluntad y sin poder hacer nada comenzaba a calentarme!Â
Mi cuerpo podia mas que mi mente y aunque sabia que no estaba bien, abri las piernas aun mas para sentirlo mas adentro. A partir de ahi, ya no escuche nada, solo sentia los embates de mi padre cada vez mas fuertes y mas duros, su verga me llegaba hasta dentro, tocandome el fondo de la vagina y provocandome algo asi como choques electricos, sus testiculos chocaban con mis nalgas haciendo el clasico chacoteo y en el interior de mi vagina, empezaba a despertar ese sucio sentimiento...Â
No lo podia creer! le estaba ayudando a cogerme! Subia y bajaba las nalgas suavemente para ayudarlo a metermela mas! La verga de mi padre era la mas grande y gruesa que habia probado y seria muy dificil que encontrara otra igual. Pero lo que mas me calentaba era el saber que era mi padre el que me cogia y Ă©l ni siquiera lo sabia...!Â
Despues de un rato de estarmela ensartando, el cuerpo de mi padre se tenso y dejandomela ir hasta el fondo, comenzo a eyacular dentro de mi. Aaaaaah...! Suspire, totalmente excitada. Sentia dentro de mi, los calientes chorros de su leche y justamente en ese momento, yo tambien me vine...!




Despues de terminar de venirse adentro de mi, me saco su verga y me la paso por el trasero, limpiando los reciduos de su semen en medio de mis nalgas, se abrocho el pantalon y me dejo temblando por la deliciosa cogida que me dio. Le dio las gracias a mi cuñado por "prestarle su nalguita" y le dijo que dentro de un mes se la volviera a llevar para "darle otra buena cogida a esta putita..."
A partir de ese dia, empece a sentir extrañas sensaciones en mi cuerpo. me dolian los senos y se me cansaban las piernas y la espalda. Me daban ganas de comer cualquier cosa y de pronto, sin saber por que, comenzaba a vomitar. He de contarles que despues de la cogida que mi padre me dio, mi cuñado ya no quiso cogerme.Â
Le hacia sentir celos saber que mi padre consiguio hacerme sentir mujer en una sola cogida y Ă©l no pudo lograrlo en no se cuantas! Solo una vez mas me cogio y eso fue por que mi padre le pidio que me volviera a llevar con Ă©l. Por supuesto, yo le dije que ya no, pero como me decia que si no acudia, mi padre podria armarnos un escandalo donde yo tambien saldria embarrada, decidi aceptar que mi padre me cogiera otra vez, pero eso si, solo otra vez, puntualize! No quise mencionarle nada de lo que ya sospechaba, pero apenas terminara de cogerme mi papa, acudiria con un ginecologo, a comprobar lo que ya estaba casi segura.Â
Me llevo a un hotel y me puso una mascara para que mi papa no supiera quien era yo, me dejo ahi y en cuanto mi papa llego de inmediato se lanzo sobre de mi. Sobra decirles que esta vez ya no me hice tanto del rogar, de todos modos el incesto estaba consumado y por mas que me negara, sabia que terminaria disfrutando la cogida, asi que, sin quitarme del todo la verguenza, me hice a la idea y me entregue a mi padre!
Ahora que estoy segura de que el hijo que espero es de mi padre, no se como decirselo a mi esposo, no se como va a tomarlo despues de saber que ya no podiamos tener mas hijos, pero una cosa si es segura y es que voy a tenerlo. En nuestra familia no existe la idea del aborto y ademas no tengo las condiciones para hacerlo. Hoy miro a mi padre con otros ojos y sé que jamas voy a decirle que me hizo un hijo....! Si ustedes tienen algun comentario al respecto, por favor haganmela llegar.
Relato de cortesĂa:
El caballo y yo🍒🍑
NacĂ en una granja y odiaba todo lo relacionado con el manejo de esta, jamás me interesĂ© de nada, lo Ăşnico que deseaba era crecer e irme a la ciudad, terminĂ© la enseñanza secundaria y cumplidos los dieciocho años, me enamorĂ© del hombre que me prometiĂł llevarme lejos del campo y la maldita granja, me llenĂ© de sueños y de como cambiarĂa mi vida, por fin habĂa encontrado la forma de escapar y apenas me propusieron matrimonio, aceptĂ© y me fui con mi esposo.
Tres años más tarde me estaba divorciando, me habĂa casado con un celĂłpata fisgĂłn que me controlaba dĂa y noche, no tuve ni siquiera alguna vez un orgasmo con Ă©l y mi sola satisfacciĂłn eran mis dedos y juguetes sexuales, asĂ fue como a los veintiĂşn años regresĂ© a la granja en compañĂa de mis padres.


La granja no habĂa cambiado en nada, pero yo sĂ, ya no me parecĂa tan tedioso el trabajo de la granja y rápidamente me integrĂ© a trabajar con papa, debo decir que no me faltaba nada para llevar una vida tranquila y sin sobresaltos, mi Ăşnico problema era el sexo, continuaba a practicar el auto erotismo y a satisfacerme yo sola.Â
Papá se habĂa hecho cargo del cuidado de potros de competiciĂłn, caballos de carrera retirados del medio, los dueños los dejaban al cuidado de papá mientras decidĂan que hacer con ellos, en ese momento habĂan cuatro caballos y tres yeguas, don Manuel, dueño de una de las yeguas llego esa tarde trayendo un maravilloso ejemplar negro, se notaba lleno de brĂos, sus flancos tiritaban y se alzaba en dos patas, dijo que lo dejarĂa por alguna semanas y que tuviĂ©ramos cuidado porque era un poco chĂşcaro y mañoso, yo le dije que estaba en buenas manos, que cuidarĂamos de Ă©l y que no se preocupara, papá me dijo que lo acomodara en las caballerizas del fondo para que estuviera quieto.
“Espada” era su nombre, lo lleve a las caballerizas que colindan con las caballerizas de las yeguas, seguramente una de ellas estaba en celo, pues “Espada” se encabrito y comenzĂł a dar golpes con su pezuña en el terreno y lo más sorprendente es que su pija comenzĂł a crecer, no podĂa creerlo, una polla de unos cincuenta centĂmetros, habrá sido por estar casi un año sin un pene verdadero que me excitĂ© al ver esa portentosa verga equina, mi chochito comenzĂł a contraerse involuntariamente —¡Conchas de su madre! … ¡que huevada más rica! — pensĂ©.
Sin siquiera darme cuenta, me sentĂ© en un fardo de pasto y comencĂ© a frotarme mi almejita por sobre el jeans, pero no me bastaba, asĂ que me desabrochĂ© el pantalĂłn y metĂ mi mano bajo mis bragas, mi coño estaba empapadĂsimo, mis dedos fácilmente se sumergieron en mi cálida panocha, mientras con el pulgar rozaba mi endurecido clĂtoris, con mi otra mano abrĂ mi camisa y levante con fuerza el sostĂ©n hacĂa arriba y deje libre mis tetas para magrearlas y pellizcar esos enhiestos pezones, mis ojos no se despegaban de esa enorme polla que al parecer habĂa seguido creciendo y palpitaba y se movĂa y me hipnotizaba.


Mi mente divagaba imaginando ese duro ariete entre mis piernas rozando los labios de mi vulva ardiente y deseosa de ser poseĂda y penetrada, me entreguĂ© a la lujuria completa fantaseando miles de modos de ser follada por una pija asĂ de rica, me corrĂ corcoveando como una yegua enloquecida, pero querĂa más y me masturbĂ© hasta lograr otros dos orgasmos más, lo que me dejo más calmada, me subĂ los pantalones y me fui a la casa, mamá estaba sirviendo la cena y papá ya estaba sentado a la mesa.
Esa noche sola y desnuda en mi cama, volvĂ a pensar en esa verga maravillosa, mis manos volvieron a acariciarme toda y sentĂ vivamente en mi ese deseo incontrolable de ser follada por la vergota de ese semental, debĂa ser mĂo, debĂa tenerlo dentro de mis entrañas cueste lo que cueste, aunque sea solo por una vez, despuĂ©s de innumerables orgasmos logrĂ© conciliar el sueño.
Ya lo tenĂa decidido, necesitaba preparar el todo, tendrĂa que acostumbrar al animal a mi presencia, lo cepillarĂa dos o tres veces al dĂa para ese propĂłsito, pensĂ© que mis vaqueros eran un obstáculo, asĂ que decidĂ usar una falda, deberĂa aprovechar un momento en que no hubiese nadie que me pudiese sorprender en amorĂos sexuales con un caballo, me tildarĂan de pervertida y quizás cuantas cosas más, todos estos pensamientos lascivos mantenĂan mi vagina perennemente mojada, lo que hacĂa que me dedeara un montĂłn de veces al dĂa, debĂa hacer mĂo a ese semental o me volverĂa loca.
Entonces sucediĂł algo fortuito, papá se fracturĂł una pierna y tuvieron que hospitalizarlo, lĂłgicamente mamá lo acompañaba en el hospital casi toda la jornada y yo me quedĂ© sola en la granja a cargo de todo, incluso de Ă©l “Espada”, apenas supe lo del accidente de papá, lo primero que me vino a la cabeza fue que yo y el semental tendrĂamos nuestro tiempo, ya Ă©l se habĂa acostumbrado a mi presencia, yo lo cepillaba y acariciaba, pero todavĂa no me atrevĂa a tocarle su magnĂfico miembro.


El primer dĂa que mamá se despidiĂł de mĂ para ir al hospital, corrĂ a mi habitaciĂłn a cambiar mis vaqueros por una falda y sin bragas, luego nerviosa como una colegiala a su primera cita amorosa, me fui a la caballeriza a encontrarme con Ă©l, sentĂa un hormigueo por todo mi cuerpo y maripositas en mi bajo vientre, mi vagina era una laguna, muy pronto estaba acariciando sus flancos y susurrándole palabritas cariñosas —Vengo por tu vergota, cariño … le darás a mami esa polla tuya gigante … mi chochito estrechito será solo para ti, mi caballito adorado— en voz baja le decĂa esto y muchas otras cosas, me sentĂa tan caliente, Ă©l estaba muy manso y se dejaba acariciar.
Sus bolas, mis manos comenzaron por sentir ese poderoso par de pelotas duritas y pesadas —quizás cuanta lechita tendrás ahĂ para mami, cariño— le decĂa frotándole los cojones, su verga comenzĂł a asomarse poco a poco, primero un poco flácida y blanda, despuĂ©s, más de medio metro de pija palpitante, esponjosa y suave, apenas cabĂa en mis manos, mientras me mordĂa mi labio inferior le acariciaba esa cabezota a forma de hongo, primero me inclinĂ© y luego me encuclillĂ© para meterme esa poderosa pija entre mis tetas, que sensaciĂłn más agradable y placentera tener toda esa verga enorme para mi deleite personal —¡Oh! que verga más preciosa que tienes … como es tibia y suave … Âżte gustan mis tetas, cariño?... Âżte gusta que mami te masajee asĂ, tesorito? — despacito comencĂ© a lamer esa cabezota que aparecĂa y desaparecĂa entre mis senos y su sabor no me importĂł, lo importante era la percepciĂłn de potencia que irradiaba el semental con esa polla majestuosa y briosa, me costĂł meterla toda en mi boca, pero lo logre, Ă©l me hizo sobresaltar al dar un fuerte golpe en el suelo con su casco —Parece que te gusta mucho que te chupe tu vergota Âżverdad? — dije mientras mi mano libre se perdĂa una vez más en mi chuchita empapada.
TenĂa cuatro de mis dedos en mi concha y ya me habĂa corrido como una loca, apenas me rozaba mi clĂtoris, exquisitos espasmos convulsivos recorrĂan todo mi cuerpo con mi respiraciĂłn a estertores —Ha llegado el momento— pensĂ©, me di la vuelta presentándole mi culito y por entre medio de mis piernas agarrĂ© esa cabezota gruesa, flexible y maleable y la empuje dentro de mi chocho, chille muchas veces, grite y me corrĂ una vez más tratando de meterme esa gruesa pija en mi coño, hasta que sentĂ que mi concha se ensanchaba como nunca antes, casi no me convencĂa, pero la enorme cabezota entro en mĂ, me detuve por un instante jadeando y alucinando de placer y lujuria, volvĂ a empujar y mis vĂsceras se separaron para hacerle puesto a este monstruoso miembro de caballo que se internaba en mis entrañas, pero yo querĂa más.


Lo forzaba a andar más adentro de mĂ, hasta que lo sentĂ que toco el fondo de mi concha, entonces comencĂ© a moverme atrás y adelante, rĂtmicamente, me mecĂa en esa verga virtuosa que no me dejaba paz, era un orgasmo detrás de otro, me frotaba mi clĂtoris, chillaba, gemĂa, me quejaba, hasta que me puse a sollozar, mis lagrimas caĂan por mis mejillas, era un goce demencial —¡Oh! sĂ, tesoro … dámelo todo … que rico, amorcito … dámelo con más fuerza, cariñito … hazme tuya, fĂłllame … fĂłllame con tu pija hermosa, caballito mĂo … — de repente me pareciĂł que la tierra toda temblaba.
Un ocĂ©ano caliente se desbordo en mĂ, sentĂ que mi pancita se hinchaba, me toquĂ© mi guatita y estaba dura, mis piernas tiritaban y mis manos buscaban un soporte y no lo encontraban, mis contracciones vaginales eran incontrolables, sentĂ que su polla se deslizo fuera de mi y caĂ arrodillada al suelo, como un balde de lĂquido saliĂł de mi panocha, lancĂ© un grito salvaje de hembra convulsionando en un ultimo orgasmo, habĂa una poza blanquizca de semen equino en el piso, mis chillidos se habĂan aplacado, pero todavĂa mi cuerpo convulsionaba y tiritaba, una sensaciĂłn indescriptible.
Me puse en pie con una amplia sonrisa y tratando de calmar el hormigueo en mis tetas endurecidas, mi vagina continuaba a expulsar semen del semental, habĂa cumplido con mi fantasĂa y esta superaba todas mis expectativas, mi cuerpo todavĂa temblaba por la experiencia vivida, me abracĂ© al grueso cuello del semental y besĂ© su pelaje lustroso —¡Oh! cariño, has hecho tan feliz a mami— me agachĂ© a mirar su pija, pero esta habĂa reentrado casi toda en su funda.
Me fui a casa y me di una ducha reponedora, mi chochito estaba un poco dolorido, pero el placer sentido compensaba cualquier cosa, por tanto, no lo pensĂ© dos veces y me fui a la caballeriza otra vez —¡Oh! amorcito … aquĂ esta mami otra vez … quiero más … quiero más de esa pija tuya enloquecedora, tesorito … dale a mami una repasada … — Ă©l como entendiĂ©ndome, dio una vigorosa patada con su pezuña en el suelo y se moviĂł animosamente cuando le rodee su cuello con mis brazos, esta vez yo querĂa gozarlo aun más si era posible, asĂ que me desnude completamente, luego me agache y comencĂ© otra vez a acariciar su bolsa bajo su vientre, toda su polla comenzĂł a crecer, lo acariciĂ© y se la chupe hasta hacerlo tener una completa erecciĂłn, luego me di vuelta e ignorando el dolor, logrĂ© meter dentro de mi coño, toda esa idĂlica verga equina estaba otra vez dentro de mĂ.




ComencĂ© a moverme atrás y adelante haciendo deslizar esa polla entera por el canal de mi chocho, estaba alucinada, como drogada, hechizada por esa polla esplendorosa, gemĂa y me quejaba de goce y de dolor y otra vez de goce perpetuo, querĂa sentir el voluminoso torrente llenándome toda, me refreguĂ© mi clĂtoris y sobajee mis tetas tirando de mis pezones, el caballo tenĂa un ritmo de embistes poderosos y cortitos que me hacĂan chillar, no paso mucho tiempo y boqueando con un resoplido y varios gritos de mi parte, sentĂ el aluviĂłn caliente de esperma llenándome toda, el semental rociĂł mis entrañas con su semen, luego retrocediĂł un poco y su polla se deslizĂł fuera de mi vagina, la cual expelĂa esperma a torrentes, tomĂ© su verga chorreante de semen y estruje su verga sobre mis tetas, embrujada por esa enorme verga equina, me pase la cabezota por mis mejillas, labios, parpados y simplemente no me conformaba con dejarla.
Durante los cinco dĂas que papá estuvo en el hospital, usĂ© el caballo hasta tres veces al dĂa, luego papá convaleciente regreso a casa, pero tenĂa sus movimientos limitados, asĂ que de todas maneras en cada oportunidad que tenĂa iba a follar con “Espada”, afortunadamente mi padre se iba a la cama temprano y mamá le acompañaba, asĂ que apenas podĂa me escabullĂa hacĂa la caballeriza y con la luz de una lampara follaba con “Espada” hasta saciarme toda, con esa dĂ©bil luz casi en penumbras, nuestros encuentros nocturnos tenĂan un toque romántico y pasional de dos amantes
Todo empezo hace como un año. Mi cuñado (el esposo de mi hermana) me pidio las nalgas y obviamente lo mande a la ch... y lo amenaze con decirselo a mi esposo, pero como Ă©l ya ha tenido problemas con mi familia, no quise decirle nada a mi marido para no buscarle mas problemas a mi hermana. Un dia domingo, mi cuñado emborracho a mi esposo y cuando este se quedo dormido, me agarro a la fuerza y me violo sin que yo pudiera evitarlo.Â


Despues me amenazo y me dijo que si le decia algo a mi esposo, mi hija pagaria las consecuencias. Mi cuñado siempre ha sido un desgraciado y lo creo capaz de todo, asi que por temor, no le dije nada a mi marido, pensaba que al haber conseguido lo que queria él se quedaria tranquilo y todo terminaria ahi. Pero despues de un tiempo, el infeliz me volvio a buscar, me enseño unas fotos que me habia tomado cuando me cogio y me amenazo con mostrarselas a mi familia si no aceptaba seguir cogiendo con el.
Como comprenderan, acepte seguir acostandome con el siempre que me lo pedia. Pero hace unos meses, mi padre nos encontro en el campo cuando me estaba cogiendo. Me tenia empinada con medio cuerpo dentro de su coche y nos dimos cuenta hasta que Ă©l estaba detras de nosotros.Â
Al oir la voz de mi padre, solo pense en echarme la ropa en la cara tratando de que no me reconociera, pero mi cuñado, en un intento de disculparse, se justifico diciendole que con un culito como "este" era imposible serle fiel a mi hermana. Se referia a mi trasero por supuesto y mi padre, sin saber que era el culo de su hija, se quedo contemplando el maravilloso espectaculo que se le ofrecia.Â
Si que esta buena! Le dijo a mi cuñado, dandole la razon y sin dejar de mirarme las nalgas se acerco a mi hasta quedar justo detras. Yo me moria de la verguenza rogando para que no me reconociera! y fue entonces cuando sucedio lo peor...Â
Bajandose el cierre del pantalon, mi padre puso su miembro en la entrada de mi vagina y repaso la punta de su verga por todo lo largo de mi raja.
N-No!- Me aterre. Mi padre me iba a coger!!! Eso era aberrante! Por... favor! Suplique. Tratando de escapar al interior del coche, pero Ă©l ni siquiera me escucho, me agarro las nalgas y me jalo hacia Ă©l dejandome con medio cuerpo de fuera y con los pies apoyados en el exterior del coche.Â
Nooooo...! Chille, tratando de detenerlo. P-Por favor...! Nooo...! Pero mi padre, sin un apice de remordimiento, se habia vuelto loco por probar ese trasero que ahora se le ofrecia y que tenia al alcance de su mano. Se solto el cinturon y se bajo el pantalon hasta los tobillos y volvio a colocar la punta de su miembro en la entrada de mi vulva y sin mas ni mas me la dejo ir hasta el fondo!Â





Mmmmh...! Yo gemi, adolorida. A pesar de estar un tanto lubricada por la cogida que me habia estado dando mi cuñado, la forma en que mi padre enterraba su enorme verga era demasiado ruda.
Mmmmmgh...!- Solloze, humillada. Mi papa me estaba cogiendo! Me habia metido su verga dentro de mi vagina y ahora me la bombeaba con una fuerza inusitada.Â
Le gusta! Le decia a mi cuñado. Le gusta a la muy puta! Esta moviendose para recibirla toda...! Era cierto!! Contra mi voluntad y sin poder hacer nada comenzaba a calentarme!Â
Mi cuerpo podia mas que mi mente y aunque sabia que no estaba bien, abri las piernas aun mas para sentirlo mas adentro. A partir de ahi, ya no escuche nada, solo sentia los embates de mi padre cada vez mas fuertes y mas duros, su verga me llegaba hasta dentro, tocandome el fondo de la vagina y provocandome algo asi como choques electricos, sus testiculos chocaban con mis nalgas haciendo el clasico chacoteo y en el interior de mi vagina, empezaba a despertar ese sucio sentimiento...Â
No lo podia creer! le estaba ayudando a cogerme! Subia y bajaba las nalgas suavemente para ayudarlo a metermela mas! La verga de mi padre era la mas grande y gruesa que habia probado y seria muy dificil que encontrara otra igual. Pero lo que mas me calentaba era el saber que era mi padre el que me cogia y Ă©l ni siquiera lo sabia...!Â
Despues de un rato de estarmela ensartando, el cuerpo de mi padre se tenso y dejandomela ir hasta el fondo, comenzo a eyacular dentro de mi. Aaaaaah...! Suspire, totalmente excitada. Sentia dentro de mi, los calientes chorros de su leche y justamente en ese momento, yo tambien me vine...!




Despues de terminar de venirse adentro de mi, me saco su verga y me la paso por el trasero, limpiando los reciduos de su semen en medio de mis nalgas, se abrocho el pantalon y me dejo temblando por la deliciosa cogida que me dio. Le dio las gracias a mi cuñado por "prestarle su nalguita" y le dijo que dentro de un mes se la volviera a llevar para "darle otra buena cogida a esta putita..."
A partir de ese dia, empece a sentir extrañas sensaciones en mi cuerpo. me dolian los senos y se me cansaban las piernas y la espalda. Me daban ganas de comer cualquier cosa y de pronto, sin saber por que, comenzaba a vomitar. He de contarles que despues de la cogida que mi padre me dio, mi cuñado ya no quiso cogerme.Â
Le hacia sentir celos saber que mi padre consiguio hacerme sentir mujer en una sola cogida y Ă©l no pudo lograrlo en no se cuantas! Solo una vez mas me cogio y eso fue por que mi padre le pidio que me volviera a llevar con Ă©l. Por supuesto, yo le dije que ya no, pero como me decia que si no acudia, mi padre podria armarnos un escandalo donde yo tambien saldria embarrada, decidi aceptar que mi padre me cogiera otra vez, pero eso si, solo otra vez, puntualize! No quise mencionarle nada de lo que ya sospechaba, pero apenas terminara de cogerme mi papa, acudiria con un ginecologo, a comprobar lo que ya estaba casi segura.Â
Me llevo a un hotel y me puso una mascara para que mi papa no supiera quien era yo, me dejo ahi y en cuanto mi papa llego de inmediato se lanzo sobre de mi. Sobra decirles que esta vez ya no me hice tanto del rogar, de todos modos el incesto estaba consumado y por mas que me negara, sabia que terminaria disfrutando la cogida, asi que, sin quitarme del todo la verguenza, me hice a la idea y me entregue a mi padre!
Ahora que estoy segura de que el hijo que espero es de mi padre, no se como decirselo a mi esposo, no se como va a tomarlo despues de saber que ya no podiamos tener mas hijos, pero una cosa si es segura y es que voy a tenerlo. En nuestra familia no existe la idea del aborto y ademas no tengo las condiciones para hacerlo. Hoy miro a mi padre con otros ojos y sé que jamas voy a decirle que me hizo un hijo....! Si ustedes tienen algun comentario al respecto, por favor haganmela llegar.
Relato de cortesĂa:
El caballo y yo🍒🍑
NacĂ en una granja y odiaba todo lo relacionado con el manejo de esta, jamás me interesĂ© de nada, lo Ăşnico que deseaba era crecer e irme a la ciudad, terminĂ© la enseñanza secundaria y cumplidos los dieciocho años, me enamorĂ© del hombre que me prometiĂł llevarme lejos del campo y la maldita granja, me llenĂ© de sueños y de como cambiarĂa mi vida, por fin habĂa encontrado la forma de escapar y apenas me propusieron matrimonio, aceptĂ© y me fui con mi esposo.
Tres años más tarde me estaba divorciando, me habĂa casado con un celĂłpata fisgĂłn que me controlaba dĂa y noche, no tuve ni siquiera alguna vez un orgasmo con Ă©l y mi sola satisfacciĂłn eran mis dedos y juguetes sexuales, asĂ fue como a los veintiĂşn años regresĂ© a la granja en compañĂa de mis padres.


La granja no habĂa cambiado en nada, pero yo sĂ, ya no me parecĂa tan tedioso el trabajo de la granja y rápidamente me integrĂ© a trabajar con papa, debo decir que no me faltaba nada para llevar una vida tranquila y sin sobresaltos, mi Ăşnico problema era el sexo, continuaba a practicar el auto erotismo y a satisfacerme yo sola.Â
Papá se habĂa hecho cargo del cuidado de potros de competiciĂłn, caballos de carrera retirados del medio, los dueños los dejaban al cuidado de papá mientras decidĂan que hacer con ellos, en ese momento habĂan cuatro caballos y tres yeguas, don Manuel, dueño de una de las yeguas llego esa tarde trayendo un maravilloso ejemplar negro, se notaba lleno de brĂos, sus flancos tiritaban y se alzaba en dos patas, dijo que lo dejarĂa por alguna semanas y que tuviĂ©ramos cuidado porque era un poco chĂşcaro y mañoso, yo le dije que estaba en buenas manos, que cuidarĂamos de Ă©l y que no se preocupara, papá me dijo que lo acomodara en las caballerizas del fondo para que estuviera quieto.
“Espada” era su nombre, lo lleve a las caballerizas que colindan con las caballerizas de las yeguas, seguramente una de ellas estaba en celo, pues “Espada” se encabrito y comenzĂł a dar golpes con su pezuña en el terreno y lo más sorprendente es que su pija comenzĂł a crecer, no podĂa creerlo, una polla de unos cincuenta centĂmetros, habrá sido por estar casi un año sin un pene verdadero que me excitĂ© al ver esa portentosa verga equina, mi chochito comenzĂł a contraerse involuntariamente —¡Conchas de su madre! … ¡que huevada más rica! — pensĂ©.
Sin siquiera darme cuenta, me sentĂ© en un fardo de pasto y comencĂ© a frotarme mi almejita por sobre el jeans, pero no me bastaba, asĂ que me desabrochĂ© el pantalĂłn y metĂ mi mano bajo mis bragas, mi coño estaba empapadĂsimo, mis dedos fácilmente se sumergieron en mi cálida panocha, mientras con el pulgar rozaba mi endurecido clĂtoris, con mi otra mano abrĂ mi camisa y levante con fuerza el sostĂ©n hacĂa arriba y deje libre mis tetas para magrearlas y pellizcar esos enhiestos pezones, mis ojos no se despegaban de esa enorme polla que al parecer habĂa seguido creciendo y palpitaba y se movĂa y me hipnotizaba.


Mi mente divagaba imaginando ese duro ariete entre mis piernas rozando los labios de mi vulva ardiente y deseosa de ser poseĂda y penetrada, me entreguĂ© a la lujuria completa fantaseando miles de modos de ser follada por una pija asĂ de rica, me corrĂ corcoveando como una yegua enloquecida, pero querĂa más y me masturbĂ© hasta lograr otros dos orgasmos más, lo que me dejo más calmada, me subĂ los pantalones y me fui a la casa, mamá estaba sirviendo la cena y papá ya estaba sentado a la mesa.
Esa noche sola y desnuda en mi cama, volvĂ a pensar en esa verga maravillosa, mis manos volvieron a acariciarme toda y sentĂ vivamente en mi ese deseo incontrolable de ser follada por la vergota de ese semental, debĂa ser mĂo, debĂa tenerlo dentro de mis entrañas cueste lo que cueste, aunque sea solo por una vez, despuĂ©s de innumerables orgasmos logrĂ© conciliar el sueño.
Ya lo tenĂa decidido, necesitaba preparar el todo, tendrĂa que acostumbrar al animal a mi presencia, lo cepillarĂa dos o tres veces al dĂa para ese propĂłsito, pensĂ© que mis vaqueros eran un obstáculo, asĂ que decidĂ usar una falda, deberĂa aprovechar un momento en que no hubiese nadie que me pudiese sorprender en amorĂos sexuales con un caballo, me tildarĂan de pervertida y quizás cuantas cosas más, todos estos pensamientos lascivos mantenĂan mi vagina perennemente mojada, lo que hacĂa que me dedeara un montĂłn de veces al dĂa, debĂa hacer mĂo a ese semental o me volverĂa loca.
Entonces sucediĂł algo fortuito, papá se fracturĂł una pierna y tuvieron que hospitalizarlo, lĂłgicamente mamá lo acompañaba en el hospital casi toda la jornada y yo me quedĂ© sola en la granja a cargo de todo, incluso de Ă©l “Espada”, apenas supe lo del accidente de papá, lo primero que me vino a la cabeza fue que yo y el semental tendrĂamos nuestro tiempo, ya Ă©l se habĂa acostumbrado a mi presencia, yo lo cepillaba y acariciaba, pero todavĂa no me atrevĂa a tocarle su magnĂfico miembro.


El primer dĂa que mamá se despidiĂł de mĂ para ir al hospital, corrĂ a mi habitaciĂłn a cambiar mis vaqueros por una falda y sin bragas, luego nerviosa como una colegiala a su primera cita amorosa, me fui a la caballeriza a encontrarme con Ă©l, sentĂa un hormigueo por todo mi cuerpo y maripositas en mi bajo vientre, mi vagina era una laguna, muy pronto estaba acariciando sus flancos y susurrándole palabritas cariñosas —Vengo por tu vergota, cariño … le darás a mami esa polla tuya gigante … mi chochito estrechito será solo para ti, mi caballito adorado— en voz baja le decĂa esto y muchas otras cosas, me sentĂa tan caliente, Ă©l estaba muy manso y se dejaba acariciar.
Sus bolas, mis manos comenzaron por sentir ese poderoso par de pelotas duritas y pesadas —quizás cuanta lechita tendrás ahĂ para mami, cariño— le decĂa frotándole los cojones, su verga comenzĂł a asomarse poco a poco, primero un poco flácida y blanda, despuĂ©s, más de medio metro de pija palpitante, esponjosa y suave, apenas cabĂa en mis manos, mientras me mordĂa mi labio inferior le acariciaba esa cabezota a forma de hongo, primero me inclinĂ© y luego me encuclillĂ© para meterme esa poderosa pija entre mis tetas, que sensaciĂłn más agradable y placentera tener toda esa verga enorme para mi deleite personal —¡Oh! que verga más preciosa que tienes … como es tibia y suave … Âżte gustan mis tetas, cariño?... Âżte gusta que mami te masajee asĂ, tesorito? — despacito comencĂ© a lamer esa cabezota que aparecĂa y desaparecĂa entre mis senos y su sabor no me importĂł, lo importante era la percepciĂłn de potencia que irradiaba el semental con esa polla majestuosa y briosa, me costĂł meterla toda en mi boca, pero lo logre, Ă©l me hizo sobresaltar al dar un fuerte golpe en el suelo con su casco —Parece que te gusta mucho que te chupe tu vergota Âżverdad? — dije mientras mi mano libre se perdĂa una vez más en mi chuchita empapada.
TenĂa cuatro de mis dedos en mi concha y ya me habĂa corrido como una loca, apenas me rozaba mi clĂtoris, exquisitos espasmos convulsivos recorrĂan todo mi cuerpo con mi respiraciĂłn a estertores —Ha llegado el momento— pensĂ©, me di la vuelta presentándole mi culito y por entre medio de mis piernas agarrĂ© esa cabezota gruesa, flexible y maleable y la empuje dentro de mi chocho, chille muchas veces, grite y me corrĂ una vez más tratando de meterme esa gruesa pija en mi coño, hasta que sentĂ que mi concha se ensanchaba como nunca antes, casi no me convencĂa, pero la enorme cabezota entro en mĂ, me detuve por un instante jadeando y alucinando de placer y lujuria, volvĂ a empujar y mis vĂsceras se separaron para hacerle puesto a este monstruoso miembro de caballo que se internaba en mis entrañas, pero yo querĂa más.


Lo forzaba a andar más adentro de mĂ, hasta que lo sentĂ que toco el fondo de mi concha, entonces comencĂ© a moverme atrás y adelante, rĂtmicamente, me mecĂa en esa verga virtuosa que no me dejaba paz, era un orgasmo detrás de otro, me frotaba mi clĂtoris, chillaba, gemĂa, me quejaba, hasta que me puse a sollozar, mis lagrimas caĂan por mis mejillas, era un goce demencial —¡Oh! sĂ, tesoro … dámelo todo … que rico, amorcito … dámelo con más fuerza, cariñito … hazme tuya, fĂłllame … fĂłllame con tu pija hermosa, caballito mĂo … — de repente me pareciĂł que la tierra toda temblaba.
Un ocĂ©ano caliente se desbordo en mĂ, sentĂ que mi pancita se hinchaba, me toquĂ© mi guatita y estaba dura, mis piernas tiritaban y mis manos buscaban un soporte y no lo encontraban, mis contracciones vaginales eran incontrolables, sentĂ que su polla se deslizo fuera de mi y caĂ arrodillada al suelo, como un balde de lĂquido saliĂł de mi panocha, lancĂ© un grito salvaje de hembra convulsionando en un ultimo orgasmo, habĂa una poza blanquizca de semen equino en el piso, mis chillidos se habĂan aplacado, pero todavĂa mi cuerpo convulsionaba y tiritaba, una sensaciĂłn indescriptible.
Me puse en pie con una amplia sonrisa y tratando de calmar el hormigueo en mis tetas endurecidas, mi vagina continuaba a expulsar semen del semental, habĂa cumplido con mi fantasĂa y esta superaba todas mis expectativas, mi cuerpo todavĂa temblaba por la experiencia vivida, me abracĂ© al grueso cuello del semental y besĂ© su pelaje lustroso —¡Oh! cariño, has hecho tan feliz a mami— me agachĂ© a mirar su pija, pero esta habĂa reentrado casi toda en su funda.
Me fui a casa y me di una ducha reponedora, mi chochito estaba un poco dolorido, pero el placer sentido compensaba cualquier cosa, por tanto, no lo pensĂ© dos veces y me fui a la caballeriza otra vez —¡Oh! amorcito … aquĂ esta mami otra vez … quiero más … quiero más de esa pija tuya enloquecedora, tesorito … dale a mami una repasada … — Ă©l como entendiĂ©ndome, dio una vigorosa patada con su pezuña en el suelo y se moviĂł animosamente cuando le rodee su cuello con mis brazos, esta vez yo querĂa gozarlo aun más si era posible, asĂ que me desnude completamente, luego me agache y comencĂ© otra vez a acariciar su bolsa bajo su vientre, toda su polla comenzĂł a crecer, lo acariciĂ© y se la chupe hasta hacerlo tener una completa erecciĂłn, luego me di vuelta e ignorando el dolor, logrĂ© meter dentro de mi coño, toda esa idĂlica verga equina estaba otra vez dentro de mĂ.




ComencĂ© a moverme atrás y adelante haciendo deslizar esa polla entera por el canal de mi chocho, estaba alucinada, como drogada, hechizada por esa polla esplendorosa, gemĂa y me quejaba de goce y de dolor y otra vez de goce perpetuo, querĂa sentir el voluminoso torrente llenándome toda, me refreguĂ© mi clĂtoris y sobajee mis tetas tirando de mis pezones, el caballo tenĂa un ritmo de embistes poderosos y cortitos que me hacĂan chillar, no paso mucho tiempo y boqueando con un resoplido y varios gritos de mi parte, sentĂ el aluviĂłn caliente de esperma llenándome toda, el semental rociĂł mis entrañas con su semen, luego retrocediĂł un poco y su polla se deslizĂł fuera de mi vagina, la cual expelĂa esperma a torrentes, tomĂ© su verga chorreante de semen y estruje su verga sobre mis tetas, embrujada por esa enorme verga equina, me pase la cabezota por mis mejillas, labios, parpados y simplemente no me conformaba con dejarla.
Durante los cinco dĂas que papá estuvo en el hospital, usĂ© el caballo hasta tres veces al dĂa, luego papá convaleciente regreso a casa, pero tenĂa sus movimientos limitados, asĂ que de todas maneras en cada oportunidad que tenĂa iba a follar con “Espada”, afortunadamente mi padre se iba a la cama temprano y mamá le acompañaba, asĂ que apenas podĂa me escabullĂa hacĂa la caballeriza y con la luz de una lampara follaba con “Espada” hasta saciarme toda, con esa dĂ©bil luz casi en penumbras, nuestros encuentros nocturnos tenĂan un toque romántico y pasional de dos amantes
2 comentarios - Le fui infiel a mi esposo, + 1 relato de cortesĂa🍒🍑