Ceci era mi gran amiga de la vida, desde mis 22 a mis 37, ella tiene 5 menos. Hoy tenemos 35 y 40 años.
Ella es flaquita, rubia de ojos celestes, petisa, 1,50, de piel muy blanca tetas chiquitas y bien culona.
La pandemia, los cambios de vida, que ella se mudó con el novio a 150km nos fueron distanciando y el orgullo de ambos no nos permitía asumir que los 2 estábamos en falta a nuestra amistad por paja de movernos.
Hace mucho tuvimos algunas noches de chapes intensos, pero nunca garchamos, sorprendentemente hasta para mi, fui yo quien puso el freno.
Hace poco ella cumplió años, le mandé un mensajito a las 0:00, como en las viejas épocas y me respondió a la mañana siguiente un seco "Gracias".
Me quedé embroncado, pero decidí ponerle una ficha tragándome el orgullo y con coraje le pregunté como andaba y hablamos un poco de pavadas de la vida y que deberíamos juntaros.
El sábado a la noche veo que sube unas historia que andaba por la zona de casa, cenó con los padres y estaba en un bar que se hace boliche a unas 15 cuadras de casa con amigos y amigas. Yo estaba cerca de ahí en otro bar con 2 parejas amigas y nos fuimos los 5 a dónde estaba Ceci.
Entramos y la encontré al toque, ella estaba media mamada, yo también. No sabía como iba a reaccionar, pero todo bien, me abrazó y nos pusimos a bailar juntos.
Ella estaba hermosa, botas negras, una pollerita corta también negra y una camisa violeta transparente que dejaba ver su corpiño de encaje, también negro.
La gente se fue yendo y fuimos quedando pocos, para las 5AM quedábamos 8.Las 2 parejas que fueron conmigo, 2 amigas de Ceci, ella y yo. Las 2 amigas pegaron onda con 2 pibes y se fueron, a mis amigos les pedí que me dejen solo con Ceci y tipo 5:30 le dije de ir a casa y hablar las cosas que teníamos pendientes.
Pedí un Uber y nos fuimos, subimos al departamento callados, pero tentados de la risa de lo borrachos.
Entramos, le ofrecí algo de tomar y serví un vaso de whisky para compartir. Nos sentamos en el sofá con algo de música de fondo.
S: Al fin música al volumen que podamos hablar sin gritar.
C: Ahora que podemos hablar tranqui, hablemos sin filtros. Tengo una duda, caíste de casualidad o sabías que estaba yo?
S: Fui por vos Ceci, quería verte.
C: Entonces te tengo que agradecer, te venía evitando, pero gracias por ir.
S: De nada, fui porque necesitaba verte, más que verte necesita esto, que charlemos.
C: Vos, yo, un whisky después del boliche, como en las viejas épocas.
S: Sí, pero una charla en serio esta vez. No entiendo que nos separó como amigos.
C: La vida Santi, las parejas, la distancia, la vida misma.
S: El orgullo de no escribir si el otro no escribe.
C: También. Y vos que pusiste el freno varias veces.
S: En qué?
C: En nosotros.
S: En nosotros como más que amigos?
C: Sí tarado.
S: Tengo que confesar algo que hace rato vengo pensando. Yo siempre dije que como pareja estábamos condenados al fracaso.
C: Sí, me lo repetiste tantas veces que no las puedo contar.
S: Hoy lo pienso distinto.
C: No me jodas tarado, no es momento de probar, ese tren ya pasó. Vos estás casado, con tu mujer viviendo en España, con una novia que vive en EEUU y una relación abierta, yo a meses de casarme con Marcos, otro tarado, pero que me voló la cabeza y me hizo olvidar lo tarado que sos vos. En realidad no me hizo olvidarte, logró algo en mi mente que por primera vez pude no tenerte tan presente, pero esforzándome en no pensar en nosotros. Toda la vida comparé a cada pelotudo con el que salí con el tarado que sos vos, con Marcos son tarados parecidos en muchas cosas.
S: No, como pareja no hubiéramos funcionado ni de casualidad, ninguno hubiera aguantado al otro, el tema que cambió es la interpretación de fracaso. Para mi en ese momento éxito era vivir juntos y felices por siempre, fracaso era que perdamos la amistad. Finalmente no tuvimos la oportunidad de fracasar como pareja, pero perdimos la amistad. Hoy te sigo queriendo un montón, pero no somos amigos como antes.
C: Si el "no fracaso" era seguir siendo amigos, fracasamos.
S: Pero se puede recuperar? Qué decís?
C: Mirá Santi, creo que sí, yo también te sigo queriendo mucho y extraño tu amistad. Entiendo que todo es distinto ahora. Me costó mucho entender porqué decías que como pareja no íbamos a funcionar, hoy lo veo bien y somos bastante incompatibles en cosas fundamentales, como que yo quiero ser madre pronto, vos no querés hijos, a mi lo de pareja abierta no me va y otras cosas.
S: No te va lo de pareja abierta, pero siempre te mandaste alguna, con todos y cada uno de tus novios.
C: Sí, pero ahora no. Hace casi un año vengo prolija.
S: Y si vivís en el medio de la nada, solamente tenés a Marcos en kilómetros a la redonda, con quién lo vas a cagar?
C: Cada día más tarado vos.
S: Pero sabés que tengo razón.
C: Bueno, dejame hacer mi vida, garcharme a quien quiera, que Marcos no se entere y que él no se garche a otra, esa es la parte que no me bancaría.
S: Tal vez lo hace, pero no te enterás. Entonces listo, garchate a quien quieras entonces, pero a mi no me pintes ser una que no sos porque te conozco hace casi 20 años.
C: Voy a aprovechar la borrachera y el sincericidio para preguntarte algo que nunca me animé, por qué nunca quisiste coger conmigo?
S: Siempre quise coger con vos, desde que te conocí.
C: Nunca garchamos Santi, las veces que se podría haber dado siempre pusiste el freno vos.
S: Y no sabés lo que me costó Ceci. La respuesta real creo que es: Por error, por cagón, por no quererme meter en un quilombo por intentar no arruinar la amistad.
C: Explicate mejor Santiago porque siento que así como te sigo queriendo, te sigo odiando, pero te odio cada vez más.
S: Nosotros 2 nos conocemos bien, teníamos confianza al 100% y estoy seguro que en el sexo nos llevaríamos muy bien, pero sabiendo que como pareja no íbamos a funcionar iba a ser un problema a futuro. El problema iba a ser cuando alguno de los 2 quiera que dejemos de garchar para formar alguna pareja y ni hablar si esa pareja es de mente cerrada. Ponele que a Marcos le contás que te garchabas a tu mejor amigo.
C: Sí, te entiendo, también que al garchar entre nosotros estando solteros no estaríamos tan abiertos a buscar a alguien para formar pareja.
S: Exacto.
Ceci se quedó en silencio, como pensando.
S: No te lo dije, pero estás hermosa hoy.
C: Vestida?
S: Vestida, maquillada, peinada. Toda hermosa.
C: Gracias.
S: Y desvestida supongo que también.
Nos quedamos en el más incómodo de los silencios. Le di un sorbo al whisky, el silencio continuaba, fui al baño. Salí y ella estaba esperándome del otro lado de la puerta.
C: Hoy es el día. Juguemos.
Se acercó a mi y besándome me volvió a meter al baño. Me puso contra una pared y me besaba apretándome.
C: Juguemos a que estamos en una fiesta, todo lleno de gente, mi futuro marido está del otro lado de la puerta con familia y amigos.
S: Morbosa.
C: Siempre.
S: Tiene que ser rápido.
C: No perdamos tiempo.
Me sacó la pija afuera, se arrodilló y me la chupó hasta que se terminó de poner bien dura. Me sentó en el inodoro, le levanté la pollera.
S: La muy trola ya se sacó la tanga.
C: No hay que perder tiempo, me incomoda correrla de costado.
Se sentó arriba de mi pija y me pegó una terrible cabalgata entre besos y manos descontroladas.
La verdad acabamos rapidísimo ambos, muchos años de calentura contenida, demasiados.
C: Salgamos separados, para que no se den cuenta.
Me fui a la habitación y la esperé desnudo sentado al borde de la cama.
Ella llegó sin las botas y con la camisa abierta.
C: Ah bueno, seguimos con lo que no hay que perder el tiempo.
S: Ya perdimos demasiados años.
Se sentó arriba mío otra vez besándonos le saqué la camisa y el corpiño, develando sus pechos con pezones pequeños y rosados, me levanté con ella encima y la recosté en la cama, me puse sobre ella y empecé a comerle el cuello, bajé a las tetitas y la pancita bien chatita que me vuelve loco. Seguí bajando, llegué a su pollera y la salteé para ir directo a sus muslos, por la parte interna fui hasta sus rodillas, ella me miraba, esperando que suba a comerle la conchita, pero la giré para dejarla con el culo para arriba.
Culo que me había vuelto loco por años y al que le había dedicado decenas de pajas, sobre todo en verano cunado el grupo de amigos se juntaba en alguna pileta y grababa en mi mente esa imagen de petiza culona entangada.
Le metí un almohadón bajo la cadera, le saqué la pollerita dejándola completamente desnuda con el culo como el monumento que es y rápidamente abrió las piernas indicándome el camino. Se las cerré pegando una a la otra y mi boca retomó los besos en sus piernas por detrás de sus rodillas y fui subiendo ella se desesperaba, llegué a su culo, le comí los cachetes a besos y suaves mordiscos y finalmente fui a su conchita, rosadita, impecable, jugosa, sabrosa. Empecé con lamidas despacito para ver que le gusta y fui subiendo la intensidad hasta que me la estaba cogiendo con la lengua. Ceci gemía como loca.
C: Metémela.
Yo seguía chapándome esa concha.
C: Metémela tarado, por favor.
S: Así me gusta que me pidas las cosas.
Me arrodillé, miré su conchita, que chorreaba una mezcla de sus jugos y mi saliva, le apoyé la punta de la pija en la entrada y se la metí lentamente, me la succionó para adentro para tragársela toda.
Empecé a moverme dentro de ella mientras admiraba, chocar contra su culo y ver sus nalgas moverse al ritmo, sumándole sus gemidos agudos y ver su carita de placer contra la almohada es de de las escenas más calientes que mis ojos presenciaron.
Ceci acabó otra vez, chorreando sus jugos por mis huevos.
Me quedé quieto contemplando la escena mientras Ceci recuperaba la respiración.
C: Vení al lado mío amigo. Necesito un minuto.
Me acosté y nos besamos tiernamente, yo seguía al recontra palo y necesitaba acabar, se lo hice saber llevando una de sus manos a mi pija, empezó a pajearme, después a petearme hasta que me hizo acabar sobre mi abdomen.
Ella se acurrucó al lado mío como si fuéramos novios enamorados, nos besamos, nos dijimos que nos queremos y agradecimos habernos encontrado de vuelta prometiendo no volver a separar nuestras vidas.
Pusimos una alarma porque ella tenía que volverse, pero dormimos un rato así.
Esto pasó hace unos meses. Hoy nuestra amistad se reforzó, ella está casada con Marcos, fui a su casamiento con Eve, mi mujer, ella sabe todo, Marcos no sabe nada, como se imaginarán, a veces nos juntamos los 4, pero cuando viene sola a Buenos Aires siempre terminamos garchando, tenemos pendiente un trío con mi mujer, Eve quiere, le encanta la idea, pero Ceci no se anima a dar el paso.
Ella es flaquita, rubia de ojos celestes, petisa, 1,50, de piel muy blanca tetas chiquitas y bien culona.
La pandemia, los cambios de vida, que ella se mudó con el novio a 150km nos fueron distanciando y el orgullo de ambos no nos permitía asumir que los 2 estábamos en falta a nuestra amistad por paja de movernos.
Hace mucho tuvimos algunas noches de chapes intensos, pero nunca garchamos, sorprendentemente hasta para mi, fui yo quien puso el freno.
Hace poco ella cumplió años, le mandé un mensajito a las 0:00, como en las viejas épocas y me respondió a la mañana siguiente un seco "Gracias".
Me quedé embroncado, pero decidí ponerle una ficha tragándome el orgullo y con coraje le pregunté como andaba y hablamos un poco de pavadas de la vida y que deberíamos juntaros.
El sábado a la noche veo que sube unas historia que andaba por la zona de casa, cenó con los padres y estaba en un bar que se hace boliche a unas 15 cuadras de casa con amigos y amigas. Yo estaba cerca de ahí en otro bar con 2 parejas amigas y nos fuimos los 5 a dónde estaba Ceci.
Entramos y la encontré al toque, ella estaba media mamada, yo también. No sabía como iba a reaccionar, pero todo bien, me abrazó y nos pusimos a bailar juntos.
Ella estaba hermosa, botas negras, una pollerita corta también negra y una camisa violeta transparente que dejaba ver su corpiño de encaje, también negro.
La gente se fue yendo y fuimos quedando pocos, para las 5AM quedábamos 8.Las 2 parejas que fueron conmigo, 2 amigas de Ceci, ella y yo. Las 2 amigas pegaron onda con 2 pibes y se fueron, a mis amigos les pedí que me dejen solo con Ceci y tipo 5:30 le dije de ir a casa y hablar las cosas que teníamos pendientes.
Pedí un Uber y nos fuimos, subimos al departamento callados, pero tentados de la risa de lo borrachos.
Entramos, le ofrecí algo de tomar y serví un vaso de whisky para compartir. Nos sentamos en el sofá con algo de música de fondo.
S: Al fin música al volumen que podamos hablar sin gritar.
C: Ahora que podemos hablar tranqui, hablemos sin filtros. Tengo una duda, caíste de casualidad o sabías que estaba yo?
S: Fui por vos Ceci, quería verte.
C: Entonces te tengo que agradecer, te venía evitando, pero gracias por ir.
S: De nada, fui porque necesitaba verte, más que verte necesita esto, que charlemos.
C: Vos, yo, un whisky después del boliche, como en las viejas épocas.
S: Sí, pero una charla en serio esta vez. No entiendo que nos separó como amigos.
C: La vida Santi, las parejas, la distancia, la vida misma.
S: El orgullo de no escribir si el otro no escribe.
C: También. Y vos que pusiste el freno varias veces.
S: En qué?
C: En nosotros.
S: En nosotros como más que amigos?
C: Sí tarado.
S: Tengo que confesar algo que hace rato vengo pensando. Yo siempre dije que como pareja estábamos condenados al fracaso.
C: Sí, me lo repetiste tantas veces que no las puedo contar.
S: Hoy lo pienso distinto.
C: No me jodas tarado, no es momento de probar, ese tren ya pasó. Vos estás casado, con tu mujer viviendo en España, con una novia que vive en EEUU y una relación abierta, yo a meses de casarme con Marcos, otro tarado, pero que me voló la cabeza y me hizo olvidar lo tarado que sos vos. En realidad no me hizo olvidarte, logró algo en mi mente que por primera vez pude no tenerte tan presente, pero esforzándome en no pensar en nosotros. Toda la vida comparé a cada pelotudo con el que salí con el tarado que sos vos, con Marcos son tarados parecidos en muchas cosas.
S: No, como pareja no hubiéramos funcionado ni de casualidad, ninguno hubiera aguantado al otro, el tema que cambió es la interpretación de fracaso. Para mi en ese momento éxito era vivir juntos y felices por siempre, fracaso era que perdamos la amistad. Finalmente no tuvimos la oportunidad de fracasar como pareja, pero perdimos la amistad. Hoy te sigo queriendo un montón, pero no somos amigos como antes.
C: Si el "no fracaso" era seguir siendo amigos, fracasamos.
S: Pero se puede recuperar? Qué decís?
C: Mirá Santi, creo que sí, yo también te sigo queriendo mucho y extraño tu amistad. Entiendo que todo es distinto ahora. Me costó mucho entender porqué decías que como pareja no íbamos a funcionar, hoy lo veo bien y somos bastante incompatibles en cosas fundamentales, como que yo quiero ser madre pronto, vos no querés hijos, a mi lo de pareja abierta no me va y otras cosas.
S: No te va lo de pareja abierta, pero siempre te mandaste alguna, con todos y cada uno de tus novios.
C: Sí, pero ahora no. Hace casi un año vengo prolija.
S: Y si vivís en el medio de la nada, solamente tenés a Marcos en kilómetros a la redonda, con quién lo vas a cagar?
C: Cada día más tarado vos.
S: Pero sabés que tengo razón.
C: Bueno, dejame hacer mi vida, garcharme a quien quiera, que Marcos no se entere y que él no se garche a otra, esa es la parte que no me bancaría.
S: Tal vez lo hace, pero no te enterás. Entonces listo, garchate a quien quieras entonces, pero a mi no me pintes ser una que no sos porque te conozco hace casi 20 años.
C: Voy a aprovechar la borrachera y el sincericidio para preguntarte algo que nunca me animé, por qué nunca quisiste coger conmigo?
S: Siempre quise coger con vos, desde que te conocí.
C: Nunca garchamos Santi, las veces que se podría haber dado siempre pusiste el freno vos.
S: Y no sabés lo que me costó Ceci. La respuesta real creo que es: Por error, por cagón, por no quererme meter en un quilombo por intentar no arruinar la amistad.
C: Explicate mejor Santiago porque siento que así como te sigo queriendo, te sigo odiando, pero te odio cada vez más.
S: Nosotros 2 nos conocemos bien, teníamos confianza al 100% y estoy seguro que en el sexo nos llevaríamos muy bien, pero sabiendo que como pareja no íbamos a funcionar iba a ser un problema a futuro. El problema iba a ser cuando alguno de los 2 quiera que dejemos de garchar para formar alguna pareja y ni hablar si esa pareja es de mente cerrada. Ponele que a Marcos le contás que te garchabas a tu mejor amigo.
C: Sí, te entiendo, también que al garchar entre nosotros estando solteros no estaríamos tan abiertos a buscar a alguien para formar pareja.
S: Exacto.
Ceci se quedó en silencio, como pensando.
S: No te lo dije, pero estás hermosa hoy.
C: Vestida?
S: Vestida, maquillada, peinada. Toda hermosa.
C: Gracias.
S: Y desvestida supongo que también.
Nos quedamos en el más incómodo de los silencios. Le di un sorbo al whisky, el silencio continuaba, fui al baño. Salí y ella estaba esperándome del otro lado de la puerta.
C: Hoy es el día. Juguemos.
Se acercó a mi y besándome me volvió a meter al baño. Me puso contra una pared y me besaba apretándome.
C: Juguemos a que estamos en una fiesta, todo lleno de gente, mi futuro marido está del otro lado de la puerta con familia y amigos.
S: Morbosa.
C: Siempre.
S: Tiene que ser rápido.
C: No perdamos tiempo.
Me sacó la pija afuera, se arrodilló y me la chupó hasta que se terminó de poner bien dura. Me sentó en el inodoro, le levanté la pollera.
S: La muy trola ya se sacó la tanga.
C: No hay que perder tiempo, me incomoda correrla de costado.
Se sentó arriba de mi pija y me pegó una terrible cabalgata entre besos y manos descontroladas.
La verdad acabamos rapidísimo ambos, muchos años de calentura contenida, demasiados.
C: Salgamos separados, para que no se den cuenta.
Me fui a la habitación y la esperé desnudo sentado al borde de la cama.
Ella llegó sin las botas y con la camisa abierta.
C: Ah bueno, seguimos con lo que no hay que perder el tiempo.
S: Ya perdimos demasiados años.
Se sentó arriba mío otra vez besándonos le saqué la camisa y el corpiño, develando sus pechos con pezones pequeños y rosados, me levanté con ella encima y la recosté en la cama, me puse sobre ella y empecé a comerle el cuello, bajé a las tetitas y la pancita bien chatita que me vuelve loco. Seguí bajando, llegué a su pollera y la salteé para ir directo a sus muslos, por la parte interna fui hasta sus rodillas, ella me miraba, esperando que suba a comerle la conchita, pero la giré para dejarla con el culo para arriba.
Culo que me había vuelto loco por años y al que le había dedicado decenas de pajas, sobre todo en verano cunado el grupo de amigos se juntaba en alguna pileta y grababa en mi mente esa imagen de petiza culona entangada.
Le metí un almohadón bajo la cadera, le saqué la pollerita dejándola completamente desnuda con el culo como el monumento que es y rápidamente abrió las piernas indicándome el camino. Se las cerré pegando una a la otra y mi boca retomó los besos en sus piernas por detrás de sus rodillas y fui subiendo ella se desesperaba, llegué a su culo, le comí los cachetes a besos y suaves mordiscos y finalmente fui a su conchita, rosadita, impecable, jugosa, sabrosa. Empecé con lamidas despacito para ver que le gusta y fui subiendo la intensidad hasta que me la estaba cogiendo con la lengua. Ceci gemía como loca.
C: Metémela.
Yo seguía chapándome esa concha.
C: Metémela tarado, por favor.
S: Así me gusta que me pidas las cosas.
Me arrodillé, miré su conchita, que chorreaba una mezcla de sus jugos y mi saliva, le apoyé la punta de la pija en la entrada y se la metí lentamente, me la succionó para adentro para tragársela toda.
Empecé a moverme dentro de ella mientras admiraba, chocar contra su culo y ver sus nalgas moverse al ritmo, sumándole sus gemidos agudos y ver su carita de placer contra la almohada es de de las escenas más calientes que mis ojos presenciaron.
Ceci acabó otra vez, chorreando sus jugos por mis huevos.
Me quedé quieto contemplando la escena mientras Ceci recuperaba la respiración.
C: Vení al lado mío amigo. Necesito un minuto.
Me acosté y nos besamos tiernamente, yo seguía al recontra palo y necesitaba acabar, se lo hice saber llevando una de sus manos a mi pija, empezó a pajearme, después a petearme hasta que me hizo acabar sobre mi abdomen.
Ella se acurrucó al lado mío como si fuéramos novios enamorados, nos besamos, nos dijimos que nos queremos y agradecimos habernos encontrado de vuelta prometiendo no volver a separar nuestras vidas.
Pusimos una alarma porque ella tenía que volverse, pero dormimos un rato así.
Esto pasó hace unos meses. Hoy nuestra amistad se reforzó, ella está casada con Marcos, fui a su casamiento con Eve, mi mujer, ella sabe todo, Marcos no sabe nada, como se imaginarán, a veces nos juntamos los 4, pero cuando viene sola a Buenos Aires siempre terminamos garchando, tenemos pendiente un trío con mi mujer, Eve quiere, le encanta la idea, pero Ceci no se anima a dar el paso.
1 comentarios - Ceci, reencuentro con mi amiga