Segundos después el mismo muchacho que me observaba por la ventana estaba abriendo la puerta.
– Hola! Que bueno que viniste. Me llamo…
– No – le corto su presentación. – Sin nombres, sin amistad, solo…
– Si, de acuerdo. Pasa
Lo seguí dentro del edificio. No se por que ni siquiera quise saber su nombre, o por queme encontraba haciendo aquello. Pero apenas entramos en el ascensor sentí sus manos posarse sobre mi espalda y me estremecí. Sin dudarlo un segundo me di vuelta y lo bese. No fue un beso tierno, como los besos con Maxi. Por el contrario, fue un beso fogoso, muy erótico. Sus manos agarraron mis nalgas y nuestras lenguas luchaban frenéticamente.
Llegamos al quinto piso y casi de un salto salimos del ascensor y estábamos entrando en el departamento. Lo empuje contra la pared y sin dudarlo me arrodille. Mordí su pantalón, justo a la altura del bulto, y a pesar del grosor de la tela, pude sentir el calor que emanaba su entrepierna. Baje el cierre y por segunda vez en la noche pude ver esa pija asomarse, pero esta vez lo hacia a escasos centímetros de mi cara. Podía sentir su olor, y veía la punta mojada. Sin duda se había excitado mucho viéndome por la ventana. Saque mi lengua y recorrí el tronco hasta llegar a la punta. Allí pude sentir ya no solo el olor de su pija, sino también el sabor.
Mientras me entretenía saboreándola, el chico termino de bajar su pantalón, dejando ante mi toda su pija y los huevos. Empecé a masajear estos últimos mientras besaba la punta, mojando mis labios con sus líquidos preseminales. Lo mire a los ojos y saque la lengua para juntar hasta la ultima gota. Con mi mano tire de su piel hacia atrás y seguí besando y lamiéndola punta. Hasta que el chico no pudo mas y agarro mi cabeza y empujo su pija a través de mi boca, con firmeza pero lentamente. Pude sentir cada centímetro de su tronco introducirse, hasta llegar al fondo de mi garganta. Cuando empecé a sentir que me ahogaba, la saco con la misma lentitud con que la introdujo. Y repitió el movimiento, una y otra vez. Estaba siendo cogida por la boca, por un desconocido, en la misma noche que poco antes estaba festejando el primer aniversario con mi novio. Sabia que estaba mal, pero no podía parar.
Esa pija era hermosa y la tenia toda para mi. Puse mi mayor esfuerzo en comer cada centímetro de esa hermosura y el lo disfrutaba, podía verlo en su cara. Y tanto lo estaba disfrutando que solo unos segundos después lo sentí estremecerse y lanzar sus chorros de semen dentro de mi boca. Era la primera vez que alguien acababa mientras le practicaba un oral. Muchas veces había visto en películas porno como la protagonista se tragaba todo, sin dejar que se desperdicie ni una sola gota. Y pensé que era algo casi imposible en la vida real, tener una pija adentro de la boca eyaculando, y sin dejar que se derrame su semen. Pero me encontré haciéndolo. Mi boca estaba llena de su semen y seguí eyaculando, así que empecé a tragar. Pero guarde una parte en mi boca, y cuando supe que ya no saldría nada mas de su pija, abrí mi boca, se la mostré a mi amante, y deje que viera como me la tragaba toda.
A continuación me puse de pie y apoye mi espalda contra la pared que estaba frente a el. Abrí ligeramente mis piernas, levante mi vestido e introduje mi mano derecha bajo la tanga. Estaba muy mojada, lo que me facilito meter mi dedo entre mis labios y llegar al clítoris. Y allí mismo, mostrándole al chico lo excitada que estaba, me masturbe para el. Corrí mi tanga y deje que viera toda mi concha y mis dedos recorriéndola. La situación me había puesto muy caliente y no me llevaría mucho tiempo acabar. Pero me sorprendí al ver que mi amante, quien acababa de eyacular toda esa cantidad de leche en mi boca, ya estaba listo para mas. Se acerco a mi, bruscamente me dio vuelta, dejándome de cara contra la pared. Su boca besaba mi cuello y aunque el era bastante mas alto que yo, gracias a mis zapatos de tacón muy alto, su bulto hacia presión justo contra mis nalgas.
Levante mi vestido y deje que me apoyara, siendo la tela de la tanga lo único que me impedía ser penetrada. En una mesa al lado nuestro vi un paquete de preservativos y el chico estirarse en busca de uno. Mientras el se lo estaba colocando, me acomode un poco mas, levantando un poco mas mi cola, y dejando la tanga a un lado. Estaba muy mojada por lo que su pija se deslizo sin resistencia hasta dejarme completamente penetrada. Me sentía en el paraíso. Miro sobre mi hombro y me doy cuenta que el chico es varios años mas joven que yo, lo que explicaba porque su pija seguir estando tan dura después de haber acabado en mi boca.
Me agarro fuerte de la cintura y me penetraba bruscamente, haciendo que me fuera imposible no gemir y gritar. Me estaba sintiendo una verdadera perra. En cada embestida sentía como sus bolas me golpeaban y eso me calentaba aun mas. El chico me decía cosas sucias al oído mientras me cogía furiosamente. Podía sentir toda su pija deslizarse dentro de mi concha, frotándolas paredes de mi vagina. Hacia tiempo había decidido empezar a tomar pastillas anticonceptivas para poder sentir la piel de la pija de Maxi mientras me cogía, ya que eso me daba mucho placer. Pero la pija de este chico, a pesar del preservativo me daba mucho placer. Lo siento deslizar sus manos hacia adelante y agarrar mis pechos con fuerza mientras me cogía. Me pellizcaba los pezones. Sus bolas golpeaban justo a la entrada de mi concha.
Sentía el calor de su pija adentro de mi concha. Estaba muriéndome de placer. Empecé a masturbarme mientras era penetrada por ese semental. Hasta que no pude aguantar mas. Empuje a mi amante hacia atrás y, sin cambiar yode posición, agarre su pija y le saque el preservativo. Lo acerque nuevamente a mi entrada y de inmediato entendió que es lo que yo quería. Empezó a cogerme mas duro que antes y justo en el momento en que mi clítoris me hacia sentir el placer de un orgasmo, sentí como su pija se vaciaba adentro mío. Mucha leche, caliente, llenándome toda. Me sentí la mujer mas puta del mundo. Muchas veces Maxi me había llenado de esa forma, pero el morbo de saber que un desconocido me estaba acabando adentro me volvía loca. No se cuanto duro mi orgasmo, pero cuando finalizo mis piernas flaquearon y lo único que impidió que cayera el piso, es que el chico me sostenía en sus brazos mientras eyaculaba las ultimas gotas dentro mío.
Nos quedamos en esa posición unos segundos hasta que lo sentí besarme en el cuello. Lo aparte, Subí mi tanga. Acomode mi vestido. Y me fui. Al salir del departamento lo vi allí parado, con su pija ya flácida, mojada de una mezcla de mis jugos y sus restos de leche.
Al llegar a mi edificio subí al ascensor junto a un vecino, mucho mas grande que yo, y que no paraba de mirarme. Cuando entre a mi departamento me di cuenta. Tenia restos de semen cayendo por mis piernas. Me di una ducha rápida y me acosté a dormir, sintiendo aun el calor de la leche dentro mío.
– Hola! Que bueno que viniste. Me llamo…
– No – le corto su presentación. – Sin nombres, sin amistad, solo…
– Si, de acuerdo. Pasa
Lo seguí dentro del edificio. No se por que ni siquiera quise saber su nombre, o por queme encontraba haciendo aquello. Pero apenas entramos en el ascensor sentí sus manos posarse sobre mi espalda y me estremecí. Sin dudarlo un segundo me di vuelta y lo bese. No fue un beso tierno, como los besos con Maxi. Por el contrario, fue un beso fogoso, muy erótico. Sus manos agarraron mis nalgas y nuestras lenguas luchaban frenéticamente.
Llegamos al quinto piso y casi de un salto salimos del ascensor y estábamos entrando en el departamento. Lo empuje contra la pared y sin dudarlo me arrodille. Mordí su pantalón, justo a la altura del bulto, y a pesar del grosor de la tela, pude sentir el calor que emanaba su entrepierna. Baje el cierre y por segunda vez en la noche pude ver esa pija asomarse, pero esta vez lo hacia a escasos centímetros de mi cara. Podía sentir su olor, y veía la punta mojada. Sin duda se había excitado mucho viéndome por la ventana. Saque mi lengua y recorrí el tronco hasta llegar a la punta. Allí pude sentir ya no solo el olor de su pija, sino también el sabor.
Mientras me entretenía saboreándola, el chico termino de bajar su pantalón, dejando ante mi toda su pija y los huevos. Empecé a masajear estos últimos mientras besaba la punta, mojando mis labios con sus líquidos preseminales. Lo mire a los ojos y saque la lengua para juntar hasta la ultima gota. Con mi mano tire de su piel hacia atrás y seguí besando y lamiéndola punta. Hasta que el chico no pudo mas y agarro mi cabeza y empujo su pija a través de mi boca, con firmeza pero lentamente. Pude sentir cada centímetro de su tronco introducirse, hasta llegar al fondo de mi garganta. Cuando empecé a sentir que me ahogaba, la saco con la misma lentitud con que la introdujo. Y repitió el movimiento, una y otra vez. Estaba siendo cogida por la boca, por un desconocido, en la misma noche que poco antes estaba festejando el primer aniversario con mi novio. Sabia que estaba mal, pero no podía parar.
Esa pija era hermosa y la tenia toda para mi. Puse mi mayor esfuerzo en comer cada centímetro de esa hermosura y el lo disfrutaba, podía verlo en su cara. Y tanto lo estaba disfrutando que solo unos segundos después lo sentí estremecerse y lanzar sus chorros de semen dentro de mi boca. Era la primera vez que alguien acababa mientras le practicaba un oral. Muchas veces había visto en películas porno como la protagonista se tragaba todo, sin dejar que se desperdicie ni una sola gota. Y pensé que era algo casi imposible en la vida real, tener una pija adentro de la boca eyaculando, y sin dejar que se derrame su semen. Pero me encontré haciéndolo. Mi boca estaba llena de su semen y seguí eyaculando, así que empecé a tragar. Pero guarde una parte en mi boca, y cuando supe que ya no saldría nada mas de su pija, abrí mi boca, se la mostré a mi amante, y deje que viera como me la tragaba toda.
A continuación me puse de pie y apoye mi espalda contra la pared que estaba frente a el. Abrí ligeramente mis piernas, levante mi vestido e introduje mi mano derecha bajo la tanga. Estaba muy mojada, lo que me facilito meter mi dedo entre mis labios y llegar al clítoris. Y allí mismo, mostrándole al chico lo excitada que estaba, me masturbe para el. Corrí mi tanga y deje que viera toda mi concha y mis dedos recorriéndola. La situación me había puesto muy caliente y no me llevaría mucho tiempo acabar. Pero me sorprendí al ver que mi amante, quien acababa de eyacular toda esa cantidad de leche en mi boca, ya estaba listo para mas. Se acerco a mi, bruscamente me dio vuelta, dejándome de cara contra la pared. Su boca besaba mi cuello y aunque el era bastante mas alto que yo, gracias a mis zapatos de tacón muy alto, su bulto hacia presión justo contra mis nalgas.
Levante mi vestido y deje que me apoyara, siendo la tela de la tanga lo único que me impedía ser penetrada. En una mesa al lado nuestro vi un paquete de preservativos y el chico estirarse en busca de uno. Mientras el se lo estaba colocando, me acomode un poco mas, levantando un poco mas mi cola, y dejando la tanga a un lado. Estaba muy mojada por lo que su pija se deslizo sin resistencia hasta dejarme completamente penetrada. Me sentía en el paraíso. Miro sobre mi hombro y me doy cuenta que el chico es varios años mas joven que yo, lo que explicaba porque su pija seguir estando tan dura después de haber acabado en mi boca.
Me agarro fuerte de la cintura y me penetraba bruscamente, haciendo que me fuera imposible no gemir y gritar. Me estaba sintiendo una verdadera perra. En cada embestida sentía como sus bolas me golpeaban y eso me calentaba aun mas. El chico me decía cosas sucias al oído mientras me cogía furiosamente. Podía sentir toda su pija deslizarse dentro de mi concha, frotándolas paredes de mi vagina. Hacia tiempo había decidido empezar a tomar pastillas anticonceptivas para poder sentir la piel de la pija de Maxi mientras me cogía, ya que eso me daba mucho placer. Pero la pija de este chico, a pesar del preservativo me daba mucho placer. Lo siento deslizar sus manos hacia adelante y agarrar mis pechos con fuerza mientras me cogía. Me pellizcaba los pezones. Sus bolas golpeaban justo a la entrada de mi concha.
Sentía el calor de su pija adentro de mi concha. Estaba muriéndome de placer. Empecé a masturbarme mientras era penetrada por ese semental. Hasta que no pude aguantar mas. Empuje a mi amante hacia atrás y, sin cambiar yode posición, agarre su pija y le saque el preservativo. Lo acerque nuevamente a mi entrada y de inmediato entendió que es lo que yo quería. Empezó a cogerme mas duro que antes y justo en el momento en que mi clítoris me hacia sentir el placer de un orgasmo, sentí como su pija se vaciaba adentro mío. Mucha leche, caliente, llenándome toda. Me sentí la mujer mas puta del mundo. Muchas veces Maxi me había llenado de esa forma, pero el morbo de saber que un desconocido me estaba acabando adentro me volvía loca. No se cuanto duro mi orgasmo, pero cuando finalizo mis piernas flaquearon y lo único que impidió que cayera el piso, es que el chico me sostenía en sus brazos mientras eyaculaba las ultimas gotas dentro mío.
Nos quedamos en esa posición unos segundos hasta que lo sentí besarme en el cuello. Lo aparte, Subí mi tanga. Acomode mi vestido. Y me fui. Al salir del departamento lo vi allí parado, con su pija ya flácida, mojada de una mezcla de mis jugos y sus restos de leche.
Al llegar a mi edificio subí al ascensor junto a un vecino, mucho mas grande que yo, y que no paraba de mirarme. Cuando entre a mi departamento me di cuenta. Tenia restos de semen cayendo por mis piernas. Me di una ducha rápida y me acosté a dormir, sintiendo aun el calor de la leche dentro mío.
4 comentarios - antes de vivir en pareja 2da parte