NOTA: EL TITULO DE ESTA GUIA DEJA CLARO EL TEMA DEL QUESE TRATA. SI LA IDEA DE RELACIONES ENTRE UNA MUJER Y UN PERRO TE OFENDE,MAS VALE QUE LO DEJES AQUI, PORQUE SE TRATA DE ESO, Y SOLO DE ESO Y ENDETALLE.
>La fantasía y el placerbestial
Según mi experiencia personal,cuando se hace correctamente, hacer el amor con un perro es muy estimulantey con frecuencia puede llegar a ser hasta más excitante que hacerlocon un hombre. Por lo que he visto, llega a ocurrir que muchas que lo pruebanno quieren ya prescindir de ello. Los fantasmas de bestialismo no son nadaextraño; otra cosa es que todas las mujeres los reconozcan. Hayestudios psicológicos que afirman que más de tres mujeresde cada cuatro han fantaseado alguna vez con algún tipo de relacióncon animales. Claro que de ahí a tomar la decisión de darun paso adelante, hay mucho. Si una se atreve, me consta que nunca se arrepientede haber probado, aunque sólo sea por pura curiosidad. La inmensamayoría repiten y son las más las que no podrían prescindirde ello en el futuro. Créeme que no es una cosa de gente rara; elpene de un perro te aportará algo especial. No tengas miedo de sentirterara; yo no he perdido el gusto por las relaciones con los hombres y hastapodría decir que me siento más fuerte y segura, másdueña de mi cuerpo de lo que estaría si no tuviese la posibilidadde disfrutar tanto como disfruto casi todos los días con esos amigostan simpáticos que son los perros. Hay un punto más en elque no sé si habrás pensado. Muy pronto las mujeres empezamosa preocuparnos por la edad. Aunque sigamos siendo deseables para los hombres,sabemos que el tiempo pasa más rápido que para ellos en elaspecto físico. A mí personalmente me encanta saber que siemprehabrá un perro (o varios) dispuesto a hacerme disfrutar mientrasdesata sus instintos y descarga su abundantísimo esperma en mi interior.
>¿Quién soy yo?Me llamo Rosa y vivo cerca de Madrid. Soy habitual de Internet desde haceun par de años; aunque en ese campo me conoce mucha gente con miotro nombre (tengo dos nombres en mi partida de nacimiento), que aquíno voy a decir por razones obvias. Hace poco vi un documento que me sirvióde base para este. Lo he traducido y lo he adaptado un poco a mi propiaexperiencia. Me apetece dejarla reflejada aquí, a la vez que quierointentar ayudar algo a que alguna mujer conozca cosas que yo he conocidoy no se prive de experiencias que le pueden aportar tanto como a mí.También puede ocurrir que ya alguna haya vivido cosas de este tipo,pero que se atormente pensando en que si son insanas etc. A ese tipo demujeres también me gustaría ayudarlas a disfrutar sin reservasmentales. Seguro que muchas os preguntáis si mi sexualidad se reducea mis relaciones con los perros, si soy "una tía normal".Creo que totalmente normal; tengo 42 años, he tenido varias parejas,estoy casada desde hace 12 años y tengo 2 hijos. Mis relacionescon los perros es sólo un aspecto de mi vida íntima, unode tantos. Y tengo la suerte de compartirlo con mi marido, el cual nuncaha puesto ninguna dificultad a todo esto (incluso disfruta acompañándomeen ocasiones). Naturalmente no pregono esto por ahí: ni mis hijosni casi nadie de mis amistades sabe nada de esto, como tampoco saben conqué frecuencia o en qué postura hacemos el amor mi marido.Mis relaciones sexuales con perros empezaron bastante pronto, cuando tenía20 años. Por entonces ya no era virgen. Siempre me han gustado mucholos perros, pero a esa edad tuve la ocasión, la suerte, de poderdisfrutar con tranquilidad de dos perros con los que mi iniciaciónfue de lo más grata... En fin, vamos al grano. Seguidamente voya hablar de las relaciones sexuales que una mujer puede tener con perrosen varios aspectos: sexo oral (Cunnilingus) y penetración en variasformas.
Sexo oral con perros (Cunnilingus)Llamamos sexo oral con un perro cuando éste utiliza su lengua paralamer las zonas genitales de la mujer. Toda mujer que ya lo ha experimentadocon un hombre (o una mujer) sabe que es agradable si la persona lo hacebien (aunque parece que no siempre lo es para quien lo hace o hay quiense cansa en exceso). Con un perro no es exactamente igual. La lengua deun perro es muy diferente de la humana. Tiene músculos muy potentesy nunca se cansará de usarla. También su tacto es distinto.Si un perro te ha lamido (aunque sea en la mano) se nota una rugosidadque no tiene la lengua humana. También es más larga y elperro la utiliza con auténtica pasión. Para ellos, lameres lo más natural del mundo. Seguramente por eso, muchas relacionessexuales entre mujer y perro han empezado de manera espontánea.Si para un perro lamer a su ama o a una persona que le inspira confianzaes normal, también es normal que la zona genital de la mujer llamela atención. Ya tenemos todos los ingredientes. Parece que el aromade los genitales femeninos es atractivo para los perros, tal vez le recuerdealgo al de las hembras de su especie, que sólo están disponiblespara aparearse muy pocos días al año. Es una paradoja, peroocurre como si la entrepierna de una mujer fuese la mayor parte del añomás atractiva para un perro que la de una perra. Voy a hablar algode la sexualidad de los perros. Cuando la perra está en celo suvagina desprende un olor muy característico y fuerte (para sus congéneres).Esa es la señal para el perro, que se aproximará y si lees dada la ocasión montará a la perra. Frecuentemente estolo precede con algunos lamidos en la vagina de la hembra. Con una mujerhay alguna similitud. Si el perro tiene ocasión, no desperdiciarála oportunidad de lamer esa fuente de olores que le atraen (incluso enuna mujer). Si aprovechas esa inclinación natural, podrásconvertirla en una fuente de placer. Si sabes además mostrarle cómodebe hacerlo, podrás convertirlo en un compañero de ratosagradabilísimos, generoso como sólo un perro puede serlo.Hay varias maneras de estar situada mientras un perro te lame la entrepierna.
Tumbada ======= Es lo mássencillo y te permite tener todo el control de la situación. Tambiénpuedes ver todos sus actos. Es absolutamente cómodo; puedes ponertetotalmente tumbada en el suelo o en la cama, con la cabeza del perro entrelas piernas. Para guiarle y que pierda toda reticencia, podéis acariciarlo,mientras permanece así, mostrándole que no os oponéisa ello, sino al contrario. La sensación que un perro te causa cuandote lame ahí es indescriptible. Su rugosidad húmeda y cálidaacariciando los labios de la vagina, chupando el clítoris, tienesólo un lejanísimo parecido con lo que se puede vivir conun humano. Sólo la que lo ha probado lo sabe... No tengáisproblema en separar las piernas lo más posible; así le daréisun mayor acceso a vuestra intimidad, separando los labios de la vaginay dejando el clítores expuesto. Si vuestros jugos le gustan (loque suele ocurrir) se entusiasmará intentando ir más adentrocon la lengua. En ese momento, lo único que hay que hacer es disfrutary dejarse llevar. Si además pones un cojín o almohada bajolas caderas, el acceso que tiene es más directo. Otra variante estumbada en la cama pero los pies en el suelo. Insisto en que en todos estoscasos vosotras controláis todo. Si el perro os intentase montar,sería muy fácil impedírselo. Basta con juntar laspiernas.
Más atrevida: a cuatro patas====================
Es tremendamente agradable. Peroes claramente más atrevida si estáis empezando. Es muy, muyfácil que el perro no tarde en intentar montaros en cuanto os veaen esa posición. Para ello le basta con su instinto, aunque no hayamontado nunca a una perra... o a una mujer. Si te atreves en esta posiciónsin querer que te monte, pero lo intenta, la única soluciónes arrodillarse, de forma que tu vagina quede fuera de su alcance. Si porla razón que sea, decides probar a cuatro patas, te diréque una ventaja que tiene esta posición es que así no tieneacceso sólamente a la vagina, sino también al ano, que normalmentete lamerá generosamente y con total placer. Y te puedo decir quees una experiencia estupenda, sobre todo si se combina con los lametazosen la vagina y separas las piernas lo bastante como para que pueda accederbien a todo tu trasero. Por otra parte, pocas son las mujeres que han podidoexperimentar ese tipo de caricias en el ano con un hombre. Aquítengo que advertiros que debéis extremar la higiene en ambos puntos.Además de proteger al perro te proteges a ti misma, porque con sulengua podría dispersar en tu vagina bacterias provenientes delano, llevándote tal vez a una infección vaginal. Esto noes porque sea un perro: es algo que conocen bien los hombres y mujeresque practican la penetración anal. Lo habitual es que un perro sepase un buen rato lamiendo la vagina de una mujer y no es nada extrañoque pueda llevar varias veces al orgasmo a ésta. Si hay suerte,te puede llevar a tanto placer como ningún hombre pudiera hacerlocon su lengua. Un inconviente puede surgir si el perro manifiesta excesivasganas de montarte y tú quieres seguir disfrutando de sus lamidas.Hay algún truco para aumentar su interés por esto: ponerazucar (aunque así se entretendrá en las zonas másexteriores de la vagina) o hasta miel (de esta manera es posible hacerlellegar más adentro, si así te apetece). A veces tiene sugracia extenderse algo de miel por la piel de las piernas, pechos, etc.de modo que te llene el cuerpo de deliciosos lametazos.
>Alguna información sobrela sexualidad canina
Creo que siempre conviene que sepasalgunas cosas de la sexualidad del perro, especialmente si estáspensado en tener una relación de penetración con él.Para empezar, hablaremos un poco de su pene. Muchas mujeres tienen ideasequivocadas y piensan que es inmenso o por el contrario lo ven pequeño,según conozcan más o menos de perros o según quérazas han visto. Ocurre que las diferencias son tremendas segúnrazas y mezclas. En esta tabla verás que los tamaños vandesde mucho más pequeño que el humano hasta más grande.
Raza Long. Diámetro Cocker5-6 1,5-2 Galgo 6-7 1,5-2,5 Bulldog 6-12 2-3 Dálmata 8-12 2-3 Collie10-13 2-3 Labrador 11-15 2,5-3 Setter 12-15 3-4 P. Alemán 12-173,5-5 Gran Danés 13-20 4-6 HOMBRE 12-18 3-6
Se puede decir que el tamañodel pene en erección está bastante relacionado con el dela raza del perro. Claro que en esto hay bastantes excepciones. En fin,conviene en todo caso que consideréis si el perro en cuestiónos conviene por su tamaño, aunque personalmente dudo que por excesopueda haber problemas, teniendo en cuenta la tremanda elasticidad de unavagina en condiciones normales. Cuando se habla de penes humanos muchasveces se dice el tópico de que si el tamaño no importa, etc.Yo soy de la opinión contraria: importa mucho y en mis relacionescon hombres siempre he disfrutado más con un pene más grande(y sobre todo grueso) que con uno pequeño. Bueno, pues ocurre quetratándose de un perro, eso importa menos, porque la constituciónde este pene es totalmente distinta de la del hombre. El pene de un perrono tiene prepucio, o más bien es en toda su longitud muy similara la cabeza del pene del hombre, tanto en sensibilidad como en color.De hecho, si te fijas, el pene en su totalidad permanece cuando no hayerección cubierto por una piel que está unida a su vientre.Todo él tiene un color rojizo-rosado. Evidentemente aunque no hayaerección y todo el pene esté recogido en esa bolsa y éstadestaca poco de la línea del vientre, es muy fácil distinguirel sexo de un perro. Cuando el perro tiene una erección esa fundase retrae y el pene va apareciendo con su color llamativo, frecuentementede un rojo muy brillante. Quien ha tratado bastante con perros sabe quees algo que llama mucho la atención, sobre todo cuando el perromuestra su erección (que a veces surge sin saberse porqué,como pasa a los hombres) ante algún visitante que no estátan acostumbrado a ese aspecto de la anatomía canina. Otra peculiaridades la forma, que en los perros se puede decir que es en punta, sin la hendidurade los hombres al final (donde tiene el agujero por el cual eyacula). Adiferencia de los hombres, un perro produce una gran cantidad de jugosdesde que entra en erección hasta el final del acto sexual, independientementedel esperma. Un perro siempre tiene el pene limpio, debido a que dedicabastante tiempo a lamérselo a sí mismo. Por otra parte, nohay razón por la cual un perro sano pueda transmitirte enfermedades.En ese sentido juegas, con ventaja, dado que la mayor parte de las enfermedadesque afectan a los perros no lo hacen con los humanos y viceversa. El SIDAes un buen ejemplo. Nunca un perro podrá transmitirte el SIDA. Yevidentemente nunca tendrás que preocuparte de un posible embarazo,por más esperma que descargue en ti (y ya verás que descargamucho).
El bulbo ======
Lo más peculiar es el bulboque aparece en la base del pene (no hay que confundirlo con los testículos),que se va ensanchando a medida que se aproxima el auténtico orgasmodel perro. Cuando el perro penetra a su hembra y se agita de forma quela penetración se hace más profunda, llega un momento enque el bulbo penetra también y se sigue hinchando en el interiorde la vagina. De este modo llega un momento en que el pene no sale ya,pese a que el movimiento del pene de alguna manera continúa. Esa partir de ese momento cuando comienza una intensa eyaculación.Digamos que la naturaleza de los perros les lleva a permanecer así"atados" durante un rato, asegurando que todo el esperma se depositaen la vagina. Se persigue así facilitar la fecundación, enuna especie que a diferencia de la humana tiene pocos y breves periodosde fecundidad. Casi toda la gente ha escuchado historias que nunca se sabesi son ciertas de mujeres o chicas que han necesitado ir a urgencias porhaber quedado "atadas" a un perro. Este tipo de historias, comovemos, tiene un fundamento real. Pero no dejan de ser extrañas,puesto que normalmente ese momento no dura para siempre y pasado un tiempoque puede variar, el pene del perro saldrá sin ninguna dificultad.Todo es, pues, natural y se resuelve sin problemas. Más bien, quienesdisfrutamos al ser penetradas por un perro disfrutamos también delrato en que permanecemos atadas y con el bulbo ejerciendo una presiónagradable (no dolorosa) en la entrada de nuestra vagina, en las cercaníasdel clítoris. Este punto es importante tenerlo claro para no llamarsea engaño. Siempre es posible la penetración sin el bulbo,para lo que tienes simplemente que impedir con tu mano que el bulbo entre.Esto es especialmente fácil si la penetración se hace contigotumbada y no a cuatro patas. De todas maneras, estoy casi segura de quea medida que adquieras experiencia te parecerá que el bulbo y suacción es una de las cualidades más interesantes del perro.
>Algunos consejos para la penetraciónvaginal con perros
Hacer el amor con un perro puedeser muy sencillo, incluso más sencillo que con un hombre. Con unperro sería muy raro que no lo encontraras dispuesto siempre quequisieras. De todas maneras te aconsejo alguna cosa si decides dar el paso.Aunque te suene un poco cómico, ponle unos calcetines fuertes enlas patas, de modo que no pueda arañarte sin querer con las pezuñas.Pon una toalla debajo de ti de modo que su esperma y sus jugos (muy, muyabundantes) no manchen suelo, moqueta o los muebles. Por esa misma abundanciade jugos y esperma, tras la relación lávate si no quiereschorrear durante un buen rato. Ten a mano cojines, almohadas, etc. quete ayudarán a adoptar una postura adecuada y cómoda Y sidecides hacerlo a cuatro patas, una mesita baja te será tambiénmuy útil. Comienza excitando al perro (y a ti misma) facilitándoleque pueda lamerte en tu entrepierna y/o (si te apetece) acariciándoleen sus genitales. Si le masajeas el pene, hazlo por su forro y no por eltronco del pene en sí, que es demasiado sensible. Ya veráscomo en cuanto conozcas un poco la situación te será fáciltener un hermoso pene canino dispuesto a penetrarte. Si lo has tenido lamiéndoteun rato no habrá problema en cuanto a lubricación tuya, quepor otra parte, con un perro no será problema, pues el aportarála suya propia en abundancia. A medida que se excite se sorprenderácomo va produciendo más líquido brillante. Si no quieresque eyacule antes de penetrarte, no le excites demasiado, pues sobre todosi es nuevo en estas cosas no es difícil que si lo estimulas conla mano le hagas tener un orgasmo antes de tiempo. Claro que esto puedeinteresarte si lo que estás haciendo es explorar su sexualidad antesde decidirte a convertirlo en tu amante animal. Hazte a la idea, si yate has decidido a la penetración, de que el acto sexual con un perronormalmente conlleva "manchar" un poco debido a la abundanciade jugos y esperma. Tenlo muy en cuenta para elegir momento y lugar y parano llevarte una sorpresa y no tener molestias por haber manchado muebles,etc. que sean difíciles de limpiar.
>Sobre la para la penetración
Aquí sí que se puededecir que los perros están en inferioridad de condiciones con respectoa los humanos. Como van a cuatro patas, sus posibilidades son menos. Laposición del misionero, la más típica en relacioneshombre-mujer, es también posible entre ti y tu perro. Y yo sospechoque la mayor parte de las mujeres preferimos esto con los perros. Te aconsejoponerte un par de cojines bajo las nalgas, para facilitar un ángulode penetración mejor al perro. A poco que le lleves el pene a loslabios de tu vagina, él sabrá seguir el juego y enseguidalo tendrás metiendo y sacando su pene con el movimiento tan típicoque todo el mundo conoce. La forma en punta y la lubricación facilitantodavía más las cosas. Normalmente enseguida adoptan un ritmorápido. Pronto deberás decidir si le vas a dejar llegar hastael final y meter también el bulbo o no. Déjame que te digaque ahí está lo más interesante, así que nole prives ni te prives de ello. Si por lo que fuera no quieres que lometa, impídelo delicadamente con la mano. No habrá problemay el perro podrá eyacular en tí (si quieres) igual. El díaen que decidas que te monte con todas las consecuencias, verás comosu pene engordará hasta llenar tu vagina (especialmente en la entrada)y podrás sentir su esperma dentro de ti. No me extrañaríaque empiece lo mejor para ti entonces. Yo es cuando siento más fácilmenteorgasmos (sí, varios normalmente) en relaciones con perros. No hacedaño (y las pocas mujeres que hayan tenido la experiencia y conlas que he hablado son de la misma opinión que yo) y es agradabilísimosentir esas pulsaciones del bulbo dentro de ti. Otra cosa llama la atención:está muy caliente, ya que los perros tienen una temperatura algomás elevada que los hombres. Aquí viene algo importante:llegado este punto hay que disfrutar de la situación y en ningúncaso intentar separse, porque eso sí que podría ser causade daños para ti pero sobre todo para el perro (que es muy delicadoen este sentido). Yo he visto escrito que los perros producen hasta 6 vecesmás de esperma que un hombre, pero me atrevería a jurar quela cosa es todavía más clara. Cuando has terminado tienesla sensación de estar "llena". A mí personalmenteeso me es agradable. Durante esos momentos finales del acto tu cuerpo puedellegar a orgasmos en cadena, a una especie de frenesí. Seráun placer animal, total, incontrolado.
>La fantasía y el placerbestial
Según mi experiencia personal,cuando se hace correctamente, hacer el amor con un perro es muy estimulantey con frecuencia puede llegar a ser hasta más excitante que hacerlocon un hombre. Por lo que he visto, llega a ocurrir que muchas que lo pruebanno quieren ya prescindir de ello. Los fantasmas de bestialismo no son nadaextraño; otra cosa es que todas las mujeres los reconozcan. Hayestudios psicológicos que afirman que más de tres mujeresde cada cuatro han fantaseado alguna vez con algún tipo de relacióncon animales. Claro que de ahí a tomar la decisión de darun paso adelante, hay mucho. Si una se atreve, me consta que nunca se arrepientede haber probado, aunque sólo sea por pura curiosidad. La inmensamayoría repiten y son las más las que no podrían prescindirde ello en el futuro. Créeme que no es una cosa de gente rara; elpene de un perro te aportará algo especial. No tengas miedo de sentirterara; yo no he perdido el gusto por las relaciones con los hombres y hastapodría decir que me siento más fuerte y segura, másdueña de mi cuerpo de lo que estaría si no tuviese la posibilidadde disfrutar tanto como disfruto casi todos los días con esos amigostan simpáticos que son los perros. Hay un punto más en elque no sé si habrás pensado. Muy pronto las mujeres empezamosa preocuparnos por la edad. Aunque sigamos siendo deseables para los hombres,sabemos que el tiempo pasa más rápido que para ellos en elaspecto físico. A mí personalmente me encanta saber que siemprehabrá un perro (o varios) dispuesto a hacerme disfrutar mientrasdesata sus instintos y descarga su abundantísimo esperma en mi interior.
>¿Quién soy yo?Me llamo Rosa y vivo cerca de Madrid. Soy habitual de Internet desde haceun par de años; aunque en ese campo me conoce mucha gente con miotro nombre (tengo dos nombres en mi partida de nacimiento), que aquíno voy a decir por razones obvias. Hace poco vi un documento que me sirvióde base para este. Lo he traducido y lo he adaptado un poco a mi propiaexperiencia. Me apetece dejarla reflejada aquí, a la vez que quierointentar ayudar algo a que alguna mujer conozca cosas que yo he conocidoy no se prive de experiencias que le pueden aportar tanto como a mí.También puede ocurrir que ya alguna haya vivido cosas de este tipo,pero que se atormente pensando en que si son insanas etc. A ese tipo demujeres también me gustaría ayudarlas a disfrutar sin reservasmentales. Seguro que muchas os preguntáis si mi sexualidad se reducea mis relaciones con los perros, si soy "una tía normal".Creo que totalmente normal; tengo 42 años, he tenido varias parejas,estoy casada desde hace 12 años y tengo 2 hijos. Mis relacionescon los perros es sólo un aspecto de mi vida íntima, unode tantos. Y tengo la suerte de compartirlo con mi marido, el cual nuncaha puesto ninguna dificultad a todo esto (incluso disfruta acompañándomeen ocasiones). Naturalmente no pregono esto por ahí: ni mis hijosni casi nadie de mis amistades sabe nada de esto, como tampoco saben conqué frecuencia o en qué postura hacemos el amor mi marido.Mis relaciones sexuales con perros empezaron bastante pronto, cuando tenía20 años. Por entonces ya no era virgen. Siempre me han gustado mucholos perros, pero a esa edad tuve la ocasión, la suerte, de poderdisfrutar con tranquilidad de dos perros con los que mi iniciaciónfue de lo más grata... En fin, vamos al grano. Seguidamente voya hablar de las relaciones sexuales que una mujer puede tener con perrosen varios aspectos: sexo oral (Cunnilingus) y penetración en variasformas.
Sexo oral con perros (Cunnilingus)Llamamos sexo oral con un perro cuando éste utiliza su lengua paralamer las zonas genitales de la mujer. Toda mujer que ya lo ha experimentadocon un hombre (o una mujer) sabe que es agradable si la persona lo hacebien (aunque parece que no siempre lo es para quien lo hace o hay quiense cansa en exceso). Con un perro no es exactamente igual. La lengua deun perro es muy diferente de la humana. Tiene músculos muy potentesy nunca se cansará de usarla. También su tacto es distinto.Si un perro te ha lamido (aunque sea en la mano) se nota una rugosidadque no tiene la lengua humana. También es más larga y elperro la utiliza con auténtica pasión. Para ellos, lameres lo más natural del mundo. Seguramente por eso, muchas relacionessexuales entre mujer y perro han empezado de manera espontánea.Si para un perro lamer a su ama o a una persona que le inspira confianzaes normal, también es normal que la zona genital de la mujer llamela atención. Ya tenemos todos los ingredientes. Parece que el aromade los genitales femeninos es atractivo para los perros, tal vez le recuerdealgo al de las hembras de su especie, que sólo están disponiblespara aparearse muy pocos días al año. Es una paradoja, peroocurre como si la entrepierna de una mujer fuese la mayor parte del añomás atractiva para un perro que la de una perra. Voy a hablar algode la sexualidad de los perros. Cuando la perra está en celo suvagina desprende un olor muy característico y fuerte (para sus congéneres).Esa es la señal para el perro, que se aproximará y si lees dada la ocasión montará a la perra. Frecuentemente estolo precede con algunos lamidos en la vagina de la hembra. Con una mujerhay alguna similitud. Si el perro tiene ocasión, no desperdiciarála oportunidad de lamer esa fuente de olores que le atraen (incluso enuna mujer). Si aprovechas esa inclinación natural, podrásconvertirla en una fuente de placer. Si sabes además mostrarle cómodebe hacerlo, podrás convertirlo en un compañero de ratosagradabilísimos, generoso como sólo un perro puede serlo.Hay varias maneras de estar situada mientras un perro te lame la entrepierna.
Tumbada ======= Es lo mássencillo y te permite tener todo el control de la situación. Tambiénpuedes ver todos sus actos. Es absolutamente cómodo; puedes ponertetotalmente tumbada en el suelo o en la cama, con la cabeza del perro entrelas piernas. Para guiarle y que pierda toda reticencia, podéis acariciarlo,mientras permanece así, mostrándole que no os oponéisa ello, sino al contrario. La sensación que un perro te causa cuandote lame ahí es indescriptible. Su rugosidad húmeda y cálidaacariciando los labios de la vagina, chupando el clítoris, tienesólo un lejanísimo parecido con lo que se puede vivir conun humano. Sólo la que lo ha probado lo sabe... No tengáisproblema en separar las piernas lo más posible; así le daréisun mayor acceso a vuestra intimidad, separando los labios de la vaginay dejando el clítores expuesto. Si vuestros jugos le gustan (loque suele ocurrir) se entusiasmará intentando ir más adentrocon la lengua. En ese momento, lo único que hay que hacer es disfrutary dejarse llevar. Si además pones un cojín o almohada bajolas caderas, el acceso que tiene es más directo. Otra variante estumbada en la cama pero los pies en el suelo. Insisto en que en todos estoscasos vosotras controláis todo. Si el perro os intentase montar,sería muy fácil impedírselo. Basta con juntar laspiernas.
Más atrevida: a cuatro patas====================
Es tremendamente agradable. Peroes claramente más atrevida si estáis empezando. Es muy, muyfácil que el perro no tarde en intentar montaros en cuanto os veaen esa posición. Para ello le basta con su instinto, aunque no hayamontado nunca a una perra... o a una mujer. Si te atreves en esta posiciónsin querer que te monte, pero lo intenta, la única soluciónes arrodillarse, de forma que tu vagina quede fuera de su alcance. Si porla razón que sea, decides probar a cuatro patas, te diréque una ventaja que tiene esta posición es que así no tieneacceso sólamente a la vagina, sino también al ano, que normalmentete lamerá generosamente y con total placer. Y te puedo decir quees una experiencia estupenda, sobre todo si se combina con los lametazosen la vagina y separas las piernas lo bastante como para que pueda accederbien a todo tu trasero. Por otra parte, pocas son las mujeres que han podidoexperimentar ese tipo de caricias en el ano con un hombre. Aquítengo que advertiros que debéis extremar la higiene en ambos puntos.Además de proteger al perro te proteges a ti misma, porque con sulengua podría dispersar en tu vagina bacterias provenientes delano, llevándote tal vez a una infección vaginal. Esto noes porque sea un perro: es algo que conocen bien los hombres y mujeresque practican la penetración anal. Lo habitual es que un perro sepase un buen rato lamiendo la vagina de una mujer y no es nada extrañoque pueda llevar varias veces al orgasmo a ésta. Si hay suerte,te puede llevar a tanto placer como ningún hombre pudiera hacerlocon su lengua. Un inconviente puede surgir si el perro manifiesta excesivasganas de montarte y tú quieres seguir disfrutando de sus lamidas.Hay algún truco para aumentar su interés por esto: ponerazucar (aunque así se entretendrá en las zonas másexteriores de la vagina) o hasta miel (de esta manera es posible hacerlellegar más adentro, si así te apetece). A veces tiene sugracia extenderse algo de miel por la piel de las piernas, pechos, etc.de modo que te llene el cuerpo de deliciosos lametazos.
>Alguna información sobrela sexualidad canina
Creo que siempre conviene que sepasalgunas cosas de la sexualidad del perro, especialmente si estáspensado en tener una relación de penetración con él.Para empezar, hablaremos un poco de su pene. Muchas mujeres tienen ideasequivocadas y piensan que es inmenso o por el contrario lo ven pequeño,según conozcan más o menos de perros o según quérazas han visto. Ocurre que las diferencias son tremendas segúnrazas y mezclas. En esta tabla verás que los tamaños vandesde mucho más pequeño que el humano hasta más grande.
Raza Long. Diámetro Cocker5-6 1,5-2 Galgo 6-7 1,5-2,5 Bulldog 6-12 2-3 Dálmata 8-12 2-3 Collie10-13 2-3 Labrador 11-15 2,5-3 Setter 12-15 3-4 P. Alemán 12-173,5-5 Gran Danés 13-20 4-6 HOMBRE 12-18 3-6
Se puede decir que el tamañodel pene en erección está bastante relacionado con el dela raza del perro. Claro que en esto hay bastantes excepciones. En fin,conviene en todo caso que consideréis si el perro en cuestiónos conviene por su tamaño, aunque personalmente dudo que por excesopueda haber problemas, teniendo en cuenta la tremanda elasticidad de unavagina en condiciones normales. Cuando se habla de penes humanos muchasveces se dice el tópico de que si el tamaño no importa, etc.Yo soy de la opinión contraria: importa mucho y en mis relacionescon hombres siempre he disfrutado más con un pene más grande(y sobre todo grueso) que con uno pequeño. Bueno, pues ocurre quetratándose de un perro, eso importa menos, porque la constituciónde este pene es totalmente distinta de la del hombre. El pene de un perrono tiene prepucio, o más bien es en toda su longitud muy similara la cabeza del pene del hombre, tanto en sensibilidad como en color.De hecho, si te fijas, el pene en su totalidad permanece cuando no hayerección cubierto por una piel que está unida a su vientre.Todo él tiene un color rojizo-rosado. Evidentemente aunque no hayaerección y todo el pene esté recogido en esa bolsa y éstadestaca poco de la línea del vientre, es muy fácil distinguirel sexo de un perro. Cuando el perro tiene una erección esa fundase retrae y el pene va apareciendo con su color llamativo, frecuentementede un rojo muy brillante. Quien ha tratado bastante con perros sabe quees algo que llama mucho la atención, sobre todo cuando el perromuestra su erección (que a veces surge sin saberse porqué,como pasa a los hombres) ante algún visitante que no estátan acostumbrado a ese aspecto de la anatomía canina. Otra peculiaridades la forma, que en los perros se puede decir que es en punta, sin la hendidurade los hombres al final (donde tiene el agujero por el cual eyacula). Adiferencia de los hombres, un perro produce una gran cantidad de jugosdesde que entra en erección hasta el final del acto sexual, independientementedel esperma. Un perro siempre tiene el pene limpio, debido a que dedicabastante tiempo a lamérselo a sí mismo. Por otra parte, nohay razón por la cual un perro sano pueda transmitirte enfermedades.En ese sentido juegas, con ventaja, dado que la mayor parte de las enfermedadesque afectan a los perros no lo hacen con los humanos y viceversa. El SIDAes un buen ejemplo. Nunca un perro podrá transmitirte el SIDA. Yevidentemente nunca tendrás que preocuparte de un posible embarazo,por más esperma que descargue en ti (y ya verás que descargamucho).
El bulbo ======
Lo más peculiar es el bulboque aparece en la base del pene (no hay que confundirlo con los testículos),que se va ensanchando a medida que se aproxima el auténtico orgasmodel perro. Cuando el perro penetra a su hembra y se agita de forma quela penetración se hace más profunda, llega un momento enque el bulbo penetra también y se sigue hinchando en el interiorde la vagina. De este modo llega un momento en que el pene no sale ya,pese a que el movimiento del pene de alguna manera continúa. Esa partir de ese momento cuando comienza una intensa eyaculación.Digamos que la naturaleza de los perros les lleva a permanecer así"atados" durante un rato, asegurando que todo el esperma se depositaen la vagina. Se persigue así facilitar la fecundación, enuna especie que a diferencia de la humana tiene pocos y breves periodosde fecundidad. Casi toda la gente ha escuchado historias que nunca se sabesi son ciertas de mujeres o chicas que han necesitado ir a urgencias porhaber quedado "atadas" a un perro. Este tipo de historias, comovemos, tiene un fundamento real. Pero no dejan de ser extrañas,puesto que normalmente ese momento no dura para siempre y pasado un tiempoque puede variar, el pene del perro saldrá sin ninguna dificultad.Todo es, pues, natural y se resuelve sin problemas. Más bien, quienesdisfrutamos al ser penetradas por un perro disfrutamos también delrato en que permanecemos atadas y con el bulbo ejerciendo una presiónagradable (no dolorosa) en la entrada de nuestra vagina, en las cercaníasdel clítoris. Este punto es importante tenerlo claro para no llamarsea engaño. Siempre es posible la penetración sin el bulbo,para lo que tienes simplemente que impedir con tu mano que el bulbo entre.Esto es especialmente fácil si la penetración se hace contigotumbada y no a cuatro patas. De todas maneras, estoy casi segura de quea medida que adquieras experiencia te parecerá que el bulbo y suacción es una de las cualidades más interesantes del perro.
>Algunos consejos para la penetraciónvaginal con perros
Hacer el amor con un perro puedeser muy sencillo, incluso más sencillo que con un hombre. Con unperro sería muy raro que no lo encontraras dispuesto siempre quequisieras. De todas maneras te aconsejo alguna cosa si decides dar el paso.Aunque te suene un poco cómico, ponle unos calcetines fuertes enlas patas, de modo que no pueda arañarte sin querer con las pezuñas.Pon una toalla debajo de ti de modo que su esperma y sus jugos (muy, muyabundantes) no manchen suelo, moqueta o los muebles. Por esa misma abundanciade jugos y esperma, tras la relación lávate si no quiereschorrear durante un buen rato. Ten a mano cojines, almohadas, etc. quete ayudarán a adoptar una postura adecuada y cómoda Y sidecides hacerlo a cuatro patas, una mesita baja te será tambiénmuy útil. Comienza excitando al perro (y a ti misma) facilitándoleque pueda lamerte en tu entrepierna y/o (si te apetece) acariciándoleen sus genitales. Si le masajeas el pene, hazlo por su forro y no por eltronco del pene en sí, que es demasiado sensible. Ya veráscomo en cuanto conozcas un poco la situación te será fáciltener un hermoso pene canino dispuesto a penetrarte. Si lo has tenido lamiéndoteun rato no habrá problema en cuanto a lubricación tuya, quepor otra parte, con un perro no será problema, pues el aportarála suya propia en abundancia. A medida que se excite se sorprenderácomo va produciendo más líquido brillante. Si no quieresque eyacule antes de penetrarte, no le excites demasiado, pues sobre todosi es nuevo en estas cosas no es difícil que si lo estimulas conla mano le hagas tener un orgasmo antes de tiempo. Claro que esto puedeinteresarte si lo que estás haciendo es explorar su sexualidad antesde decidirte a convertirlo en tu amante animal. Hazte a la idea, si yate has decidido a la penetración, de que el acto sexual con un perronormalmente conlleva "manchar" un poco debido a la abundanciade jugos y esperma. Tenlo muy en cuenta para elegir momento y lugar y parano llevarte una sorpresa y no tener molestias por haber manchado muebles,etc. que sean difíciles de limpiar.
>Sobre la para la penetración
Aquí sí que se puededecir que los perros están en inferioridad de condiciones con respectoa los humanos. Como van a cuatro patas, sus posibilidades son menos. Laposición del misionero, la más típica en relacioneshombre-mujer, es también posible entre ti y tu perro. Y yo sospechoque la mayor parte de las mujeres preferimos esto con los perros. Te aconsejoponerte un par de cojines bajo las nalgas, para facilitar un ángulode penetración mejor al perro. A poco que le lleves el pene a loslabios de tu vagina, él sabrá seguir el juego y enseguidalo tendrás metiendo y sacando su pene con el movimiento tan típicoque todo el mundo conoce. La forma en punta y la lubricación facilitantodavía más las cosas. Normalmente enseguida adoptan un ritmorápido. Pronto deberás decidir si le vas a dejar llegar hastael final y meter también el bulbo o no. Déjame que te digaque ahí está lo más interesante, así que nole prives ni te prives de ello. Si por lo que fuera no quieres que lometa, impídelo delicadamente con la mano. No habrá problemay el perro podrá eyacular en tí (si quieres) igual. El díaen que decidas que te monte con todas las consecuencias, verás comosu pene engordará hasta llenar tu vagina (especialmente en la entrada)y podrás sentir su esperma dentro de ti. No me extrañaríaque empiece lo mejor para ti entonces. Yo es cuando siento más fácilmenteorgasmos (sí, varios normalmente) en relaciones con perros. No hacedaño (y las pocas mujeres que hayan tenido la experiencia y conlas que he hablado son de la misma opinión que yo) y es agradabilísimosentir esas pulsaciones del bulbo dentro de ti. Otra cosa llama la atención:está muy caliente, ya que los perros tienen una temperatura algomás elevada que los hombres. Aquí viene algo importante:llegado este punto hay que disfrutar de la situación y en ningúncaso intentar separse, porque eso sí que podría ser causade daños para ti pero sobre todo para el perro (que es muy delicadoen este sentido). Yo he visto escrito que los perros producen hasta 6 vecesmás de esperma que un hombre, pero me atrevería a jurar quela cosa es todavía más clara. Cuando has terminado tienesla sensación de estar "llena". A mí personalmenteeso me es agradable. Durante esos momentos finales del acto tu cuerpo puedellegar a orgasmos en cadena, a una especie de frenesí. Seráun placer animal, total, incontrolado.
1 comentarios - Guía femenina para tener relaciones sexuales con perros (be