Ahora ya sabes quién soy ...

No sé en qué momento exacto se me cruzó por la cabeza la idea de mandárselo. Capaz fue anoche, después de que se fué a su casa, yo con las piernas flojas y esa sensación de que me había hecho suya otra vez. O capaz fue cuando me levanté hoy y volví a mirar las fotos que me sacó. Me vi distinta… entregada. Deseada. Reventada. Y me excitó de nuevo.



Abrí mi cuenta y volví a mirar el primer post que subí. Todavía tenía el cuerpo marcado con lo que me había hecho. Las marcas en las caderas, la expresión mía... todo hablaba de él. Le agregué un par de frases, algo caliente pero provocador, como siempre hago, y subí un par de esas fotos donde él me tiene en cama. Estaba tan mojada mientras lo hacía que tuve que tocarme un poco antes de poder mandarle el link.

No le dije nada más. Solo se lo mandé con un mensaje:

"Abrilo y después hablame."

No pasaron ni cinco minutos y ya me estaba escribiendo.

—¿Esto es tuyo?

Le respondí con un emoji travieso y un "te gusta?". Me dejó en visto unos segundos… y después me clavó un audio. Su voz ronca, baja.

—No puedo creer lo puta que sos… ¿Así que esto hacés cuando no estoy? ¿Y esas fotos? ¿Las subiste vos?

Le contesté sonriendo, todavía con el pulso acelerado.

—Obvio… mis seguidores me desean, pero solo vos me podés tener.

Silencio. Después otro audio.

—Te juro que me re calentó esto. No sabía que te gustaba tanto mostrarte así… Pero ahora entiendo. Sos una putita escondida, Andrea. Una puta mía.

Volví a excitarme. Me mordí el labio. Lo sentía… ese cosquilleo en el vientre, esa necesidad.

Le dije lo que tenía en la cabeza.

—¿Y si me seguís ayudando a subir más contenido? Me sacás vos las fotos. Me hacés las cosas que sabés que me dejan así… para que todos lo vean, pero sin tener lo que vos sí tenés.

Me respondió enseguida.

—Cuando quieras. Pero esta vez, vamos a grabar también. Y quiero elegir la pose. Que se vea todo. Que se vea cómo gemís por mí.

Cerré los ojos. Estaba empapada. Ya no solo por lo que decía, sino por lo que venía sintiendo hace días: esto era más que morbo. Era pertenencia.

Le dije que sí. Que el próximo día que nos veamos, nos dedicamos a eso. Que iba a prepararme toda para él, solo con eso en mente.

Antes de dormir, miré de nuevo el posteo. Ya tenía más comentarios. Más seguidores. Más hombres diciendo lo que me harían si me tuvieran.

Pero no me importaba. Porque ellos miraban.

Y Lucas… Lucas me tenía.

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