Hace unos años trabajaba en una tienda de abarrotes. Los dueños eran una pareja, conocidos míos de toda la vida, e incluso era amigo de sus hijos.
Me contactaron porque necesitaban quien le cuidara la tienda por las tardes. Ahí estuve trabajando alrededor de 2 años.
La dueña de la tienda tenía poco más de 40 años. Era una milf en toda la expresión de la palabra. Tenía unas tetas grandes y un culo riquísimo que se le marcaba con esos pantalones pegaditos que usaba todo el tiempo.
Habia ocasiones en las que por salidas de ellos a rumbos lejanos, me dejaban encargado el cierre de la tienda, por lo que en esos tiempos yo tomaba ventaja de la situación y hacía de las mías.
El local era de 3 plantas. La planta baja era la tienda, y la segunda y tercer planta funcionaba como vivienda para la familia.
Antes de cerrar por completo el local, apagaba las luces y abría la puerta que daban a las escaleras hacia la segunda planta, dónde estaba el dormitorio de los propietarios.
En diversas ocasiones subía e investigaba un poco de lo que había ahí, no para robar dinero o algo del estilo, solamente el morbo y la emoción de estar haciendo algo prohibido. Hasta que en una ocasión se me ocurrió la idea de robarle ropa interior a la dueña.
Estuve buscando la ropa sucia para llevarme alguna ropa usada de la milf, pero sin ninguna suerte pude encontrarla, así que tome la decisión de tomar una de su cajón de ropa interior. Esa vez recuerdo haber tomado una tanguita negra y un brasier y las metí a mi mochila.
Antes de dormir, saque lo que había tomado de mi mochila y empecé a olerla, obviamente sin esperar mucho ya que estaban limpias, pero mi sopresa fue que aún con ello, la tanguita aún tenía el olor de la conchita de la milf, además de estar manchada en la parte interna.
Termine masturbándome con esa tanguita y el brasier, y así seguí durante algunos días, hasta que me surgió la duda de donde dejar la ropa, no podía dejarla todo el tiempo en mi mochila y tampoco podía esconderla en mi habitación con el temor de que alguien de mi familia la encontrará. Así que tome la decisión de la próxima vez que me tocará cerrar la tienda regresar el brasier y la tanguita llena de mi semen.
Llegó ese día y nuevamente seguí con lo que ya había comentado. Subí, abrí el cajón de la ropa interior y las dejé ahí, entre varias otras ropas para que no se vieran tan sospechosas.
Esto paso unas 3 veces. 3 veces en las que me robe la ropa interior de mi jefa y me masturbaba con ellas y después las devolvía.
La verdad es que nunca supe si se llegó a enterar o si lo noto, jamás hubo ciertas interacciones raras en los días posteriores en los que esos sucesos pasaban.
Me encanta pensar en que posiblemente ella nunca se dió cuenta de ello y que muy probablemente uso esa ropa interior sin saber que mi semen estaba por toda su conchita .
Aquí unas fotos de la última ropa que le tome y entregué llena de mi esperma


Me contactaron porque necesitaban quien le cuidara la tienda por las tardes. Ahí estuve trabajando alrededor de 2 años.
La dueña de la tienda tenía poco más de 40 años. Era una milf en toda la expresión de la palabra. Tenía unas tetas grandes y un culo riquísimo que se le marcaba con esos pantalones pegaditos que usaba todo el tiempo.
Habia ocasiones en las que por salidas de ellos a rumbos lejanos, me dejaban encargado el cierre de la tienda, por lo que en esos tiempos yo tomaba ventaja de la situación y hacía de las mías.
El local era de 3 plantas. La planta baja era la tienda, y la segunda y tercer planta funcionaba como vivienda para la familia.
Antes de cerrar por completo el local, apagaba las luces y abría la puerta que daban a las escaleras hacia la segunda planta, dónde estaba el dormitorio de los propietarios.
En diversas ocasiones subía e investigaba un poco de lo que había ahí, no para robar dinero o algo del estilo, solamente el morbo y la emoción de estar haciendo algo prohibido. Hasta que en una ocasión se me ocurrió la idea de robarle ropa interior a la dueña.
Estuve buscando la ropa sucia para llevarme alguna ropa usada de la milf, pero sin ninguna suerte pude encontrarla, así que tome la decisión de tomar una de su cajón de ropa interior. Esa vez recuerdo haber tomado una tanguita negra y un brasier y las metí a mi mochila.
Antes de dormir, saque lo que había tomado de mi mochila y empecé a olerla, obviamente sin esperar mucho ya que estaban limpias, pero mi sopresa fue que aún con ello, la tanguita aún tenía el olor de la conchita de la milf, además de estar manchada en la parte interna.
Termine masturbándome con esa tanguita y el brasier, y así seguí durante algunos días, hasta que me surgió la duda de donde dejar la ropa, no podía dejarla todo el tiempo en mi mochila y tampoco podía esconderla en mi habitación con el temor de que alguien de mi familia la encontrará. Así que tome la decisión de la próxima vez que me tocará cerrar la tienda regresar el brasier y la tanguita llena de mi semen.
Llegó ese día y nuevamente seguí con lo que ya había comentado. Subí, abrí el cajón de la ropa interior y las dejé ahí, entre varias otras ropas para que no se vieran tan sospechosas.
Esto paso unas 3 veces. 3 veces en las que me robe la ropa interior de mi jefa y me masturbaba con ellas y después las devolvía.
La verdad es que nunca supe si se llegó a enterar o si lo noto, jamás hubo ciertas interacciones raras en los días posteriores en los que esos sucesos pasaban.
Me encanta pensar en que posiblemente ella nunca se dió cuenta de ello y que muy probablemente uso esa ropa interior sin saber que mi semen estaba por toda su conchita .
Aquí unas fotos de la última ropa que le tome y entregué llena de mi esperma



5 comentarios - La ropa interior de mi ex jefa