de primera mano podría solo decir me llamo Zoé, mido un metro sesenta, peso 57 kilos y soy casada pero siempre me he preguntado quién soy, de hecho jamás me sentí corresponder a algún lugar, prácticamente toda mi vida me he sentido fuera de lugar, desde muy jovencita como casi todas las chicas siempre fui muy equis, no era ni la más bonita y mucho menos la más buena, a decir verdad lo único que podía presumir era mi cintura, una cintura definida, peor mis caderas eran pequeñas y aunque suene vulgar siempre fui medio deschichada, así que mi vida antes de preparatoria pasó sin pena ni gloria, sin embargo a media preparatoria mi cuerpo comenzó a cambiar, comencé a embarnecer justo en las partes necesarias, mis caderas se hicieron más anchas y culito se puso más redondito, paradito, respingón, obvio mis tetas no crecieron mucho pero mi cintura hacía que mi culo, mis caderas y mis piernas lucieran increíbles, y aprovechando que no era fea entendí que era el momento de sacarme provecho.
Pase de ser una total chica equis a convertirme en una mujer llamativa, con su justa proporción, pero decidí sacarme el mejor provecho posible, comencé por cambiar mi vestimenta, empecé por usar vestidos pegaditos y cortos, pantalones pegados a la cadera para aprovechar y marcar mi culo, minifaldas, leggins, shorts todo tipo de prendas que de la cintura para abajo ayuden a resaltar mi cinturita y mis hermosas caderas y mi culo paradito
Y así fueron transcurriendo mis años de preparatoria, entre altas y bajas, con amores y desamores, debutando sexualmente -cosa que en algún momento les contaré- pero todo normal hasta ese 22 de agosto donde conocí a quien hoy es mi marido y el causante desamores que me convirtiera en la puta zorra que soy hoy, si bien es cierto siempre fui coqueta y supe cómo sacarle provecho a mi culote, jamás pasé de usarlo para provocar a los hombres, sacarme alguna buena calificación en la universidad ofreciéndole el culo a algún maestro y una vez obteniendo la calificación dejarlo con las ganas, usando mis nalgotas para lucirme en eventos o fiestas y ganarme las miradas de cuanto hombre podía solo por sentirme la morra más buena del lugar, pero todo eso cambió cuando conocí a mi esposo, un hombre de familia acomodada, no rico pero sin carencias, atractivo, dos años más grande que yo que era galante, educado, con buena conversación y sobre todo respetuoso aunque eso no significa que jamás tuvimos nada hasta el matrimonio, aunque en su casa se comportaba como todo un caballero e hijo de familia, la verdad es que en nuestra intimidad era todo un caliente, con una verga que hacía mis delicias y con quien mantenía actividades sexual como corresponde a una pareja de jóvenes novios
Asi nos hicimos novios y a pasar y pasar más tiempo juntos al punto de vernos casi diario, yo entraba a su casa sin mayores problemas y conocía a su familia y él a la mía, fue un noviazgo de en sueño que culminó con una hermosa boda, y finalmente conocía nuestra vida juntos, y fue ahí precisamente donde la vida me presentó lo que sería mi nueva forma de ser, fue en ese momento sin darme cuenta que mi vida cambiará de pe a pa y nadie me había preparado para lo que venía
Justo ocho meses después de casados comencé a notar algo que siempre había visto pero había preferido ignorar, mi esposo el hombre al que amaba y hasta entonces le había sido fiel, me di cuenta que solo era un espejismo, comencé a notarle mensajes en su teléfono, llamaditas extrañas, que me hacía suponer que ese hombre ideal solo existía en mi cabeza, que mi esposo no era más que un hombre igual a todos, que trataba de ligarse cuanta falda se le atravesaba, a cuanto vieja se le parara enfrente, joven , madura era igual todas eran presas ideales para mi esposo, eso me rompió el corazón y fracturó mi mente y mi alma al punto de perderme en un dolor tan profundo que jamás había sentido, no sabía qué hacer si pelearle o dejarlo, si encararlo o hacerme la loca y fingir que nada estaba pasando, pues le jamás cambió conmigo siempre fui su prioridad pero la sola idea de saberlo infiel, me hacía querer matarlo, odiarlo, peor en vez de eso tomé la peor decisión de mi vida, cobrármelas todas
Y así decidí abrirle la puerta a quien tuviera más cerca a quien para mí representara el menor problema o quien en mi cabeza sería un riesgo controlado, alguien de quien no me pudiera enamorar y a quien yo pudiera controlar fácilmente, o al menos eso pensaba yo, de es forma comencé a ponerle más atención a mis compañeros de trabajo, a todos aquellos que por trabajo o necesidad tenían interacciones conmigo, a aquellos a quienes había escuchado hablando de mi, a quienes había cachado en alguna momento mirándome de más el culo, haciéndose los simpáticos conmigo y me di cuenta de algo, el hombre por naturaleza es cabron, obvio son más insistentes cuando estás buena pero a ellos les male madre, mientras sea mujer le van a tirar con todo y con eso decidí empezar por cambios en mi vida, comencé por vestirme diferente, comencé a dejar la ropa formal de lado y empecé a vestirme más puta, más zorra sin perder el estilo, cambié mis pantalones de vestir formales por unos de lycra que se pegaban como una segunda piel a mi culote, usaba minifaldas pegaditas, de esas que al caminar se suben poco a poco y tienes que estarlas bajando para no enseñar el culo, minivestidos de licra súper pegados y cortitos de esos que para ir a orinar te lo tienes que enredar en la cinturita porque es más fácil eso que quitártelos
Así mismo me dejaba consentir, me dejaba coquetear y yo empezaba a coquetearle a todo mundo, las invitaciones a desayunar por parte de mi jefe se hicieron más recurrentes, invitaciones que antes rechazaba por respeto a mi marido ahora todas eran aceptadas, y las aprovechaba al máximo para darle un buen taco de ojo a mi jefe, dejándole ver mis muslos con una mini bien cortita, empujándome un poco más de lo normal en cualquier oportunidad que tuviera para que pudiera ver bien mi culote, y ahí descubrí algo más sobre los hombres, dales un poco de morbo y eso los tendrá en tus manos siempre, cambié mi ropa interior poco a poco, usaba no solo tangas o cacheteros solo por usarlos, los usaba con una doble intención, buscaba la ropa interior que tuviera los bordes más gruesos, o pedrería como las de Victoria Secret con una sola intención, que se me marcaran los bordes en mi ropa, aprovechando que mis vestidos, mis faldas mis pantalones eran ya de por sí obscenamente ajustados, al usar tanga con pedrería lograba mi objetivo, que era lograr una marca visible para que todos los machos a mí al rededor su pierna que debajo de ese miniestido a medio muslo, solo traía un cachetero bien metido en la raya de mi culo con pedrería en la cintura, era como una declaración de mírenme, soy yo, una atractiva mujer, recién casada, pero que le encanta andar parando vergas, que quiere mostrarle al mundo que me encanta que me vean las piernas, que observen mi hermoso culote peor además de eso que uso ropa interior con toda la intención de que vean en mi no solo a la profesional, si no a una mujer que es toda una puta en secreto
Y es justo aquí donde el encargado de sistemas hace su aparición, el hombre que cambiaría mi vida, un hombre normal, no más de un metro setenta, de unos cuarenta y tantos, nada extraordinario con un poco de barriga y un estilo más bien como de chavorruco, vistiendo formal sin llegar grandes marcas y con quien siempre me llevé bien hasta que decidió correr el riesgo y averiguar si las señales que les enviaba a todos eran reales o si solo se trataba de una mujer más que solo disfrutaba de andar parando vergas en el trabajo como tantas de las compañeras de la oficina, porque cabe hacer mención, la competencia femenina es atrevida en serio, si hoy vienes de tacones para mañana las demás también y buscan los tacones más altos más atrevidos, si hoy vienes de falda, mañana dos más viene así con faldas que más parecen cinturones por lo cortas que son, en fin, como les contaba, este hombre tomó el riesgo de acercarse y comenzar a platicar sin mayor profundidad:
-qué frio está haciendo no?? Y estas lluvias no ayudan en nada Zoé
-pues si la verdad que el clima ya se siente como en diciembre
-bueno pero eso no evitó que vengas echando tiros, por cierto que bonito vestido
Ese día en particular había llevado puesto un vestido color azul marino de cuello halter, de lycra pegadito pegadito, corto arriba de medio muslo, sin mangas, como hacía frío me puse un abrigo que era más largo que el vestido, pero no use medias ni mallas iba luciendo mis muslos y solo lo coroné con unos botines color miel que llegaban al tobillo, me veía toda una zorra, como el abrigo era largo no se miraba mi culo pero llevaba el abrigo abierto de enfrente así que todos los que me dirigieran la palabra o me miraran podrían percatarse de que venía usando una tanga que en la cintura tenía pedrería porque se marcaba de forma sensual en mi vientre
-gracias una hace lo que puede- le conteste
-bueno a ti no te cuesta mucho, eres bastante guapa, te sentó bastante bien el matrimonio
cuando me dijo eso me di cuenta que era mi momento para atacar
-Osea que antes estaba yo fea y desnalgada
-jajaja no para nada, siempre has sido muy guapa y tienes un cuerpazo la verdad
-que te tomas ingeniero, me la voy a creer
-estoy seguro que te la crees de otra forma no te vestirías asi
-ah caray como está eso pues como me visto o que
-pues así con ropa tan bonita, que te hace ver tan guapa, tan femenina, la envidia de las demas
cuando me dijo eso supe que había caído solo sería cuestión de tiempo y manejar a la perfección el coqueteo y aquí podría cobrar la venganza que le daría paz a mi alma trans el coraje y odio que me había provocado mi marido
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mas contenido original
Entro al mundo cuckold por accidente y me vuelvo cornudo
boda sexual arreglada con el líder de la mafia
Mi novia se vuelve en la puta del albergue
Mi primer anal en el cumple de mi esposo
Asi me volví adicto a las mujeres casadas
encontré a mi madre siendo cogida por su amant
Sexo, turismo sexual & desenfreno en Asia
Descubrí que soy bisexualidad en Barcelona
Oferta sexual a madre de familia de costumbres recatada
Tuve sexo con desconocido en el autobús
La universidad del sexo clases sin tabú
Primera vez al mundo cuckold encuentro al corneador perfecto
Pase de ser una total chica equis a convertirme en una mujer llamativa, con su justa proporción, pero decidí sacarme el mejor provecho posible, comencé por cambiar mi vestimenta, empecé por usar vestidos pegaditos y cortos, pantalones pegados a la cadera para aprovechar y marcar mi culo, minifaldas, leggins, shorts todo tipo de prendas que de la cintura para abajo ayuden a resaltar mi cinturita y mis hermosas caderas y mi culo paradito
Y así fueron transcurriendo mis años de preparatoria, entre altas y bajas, con amores y desamores, debutando sexualmente -cosa que en algún momento les contaré- pero todo normal hasta ese 22 de agosto donde conocí a quien hoy es mi marido y el causante desamores que me convirtiera en la puta zorra que soy hoy, si bien es cierto siempre fui coqueta y supe cómo sacarle provecho a mi culote, jamás pasé de usarlo para provocar a los hombres, sacarme alguna buena calificación en la universidad ofreciéndole el culo a algún maestro y una vez obteniendo la calificación dejarlo con las ganas, usando mis nalgotas para lucirme en eventos o fiestas y ganarme las miradas de cuanto hombre podía solo por sentirme la morra más buena del lugar, pero todo eso cambió cuando conocí a mi esposo, un hombre de familia acomodada, no rico pero sin carencias, atractivo, dos años más grande que yo que era galante, educado, con buena conversación y sobre todo respetuoso aunque eso no significa que jamás tuvimos nada hasta el matrimonio, aunque en su casa se comportaba como todo un caballero e hijo de familia, la verdad es que en nuestra intimidad era todo un caliente, con una verga que hacía mis delicias y con quien mantenía actividades sexual como corresponde a una pareja de jóvenes novios
Asi nos hicimos novios y a pasar y pasar más tiempo juntos al punto de vernos casi diario, yo entraba a su casa sin mayores problemas y conocía a su familia y él a la mía, fue un noviazgo de en sueño que culminó con una hermosa boda, y finalmente conocía nuestra vida juntos, y fue ahí precisamente donde la vida me presentó lo que sería mi nueva forma de ser, fue en ese momento sin darme cuenta que mi vida cambiará de pe a pa y nadie me había preparado para lo que venía
Justo ocho meses después de casados comencé a notar algo que siempre había visto pero había preferido ignorar, mi esposo el hombre al que amaba y hasta entonces le había sido fiel, me di cuenta que solo era un espejismo, comencé a notarle mensajes en su teléfono, llamaditas extrañas, que me hacía suponer que ese hombre ideal solo existía en mi cabeza, que mi esposo no era más que un hombre igual a todos, que trataba de ligarse cuanta falda se le atravesaba, a cuanto vieja se le parara enfrente, joven , madura era igual todas eran presas ideales para mi esposo, eso me rompió el corazón y fracturó mi mente y mi alma al punto de perderme en un dolor tan profundo que jamás había sentido, no sabía qué hacer si pelearle o dejarlo, si encararlo o hacerme la loca y fingir que nada estaba pasando, pues le jamás cambió conmigo siempre fui su prioridad pero la sola idea de saberlo infiel, me hacía querer matarlo, odiarlo, peor en vez de eso tomé la peor decisión de mi vida, cobrármelas todas
Y así decidí abrirle la puerta a quien tuviera más cerca a quien para mí representara el menor problema o quien en mi cabeza sería un riesgo controlado, alguien de quien no me pudiera enamorar y a quien yo pudiera controlar fácilmente, o al menos eso pensaba yo, de es forma comencé a ponerle más atención a mis compañeros de trabajo, a todos aquellos que por trabajo o necesidad tenían interacciones conmigo, a aquellos a quienes había escuchado hablando de mi, a quienes había cachado en alguna momento mirándome de más el culo, haciéndose los simpáticos conmigo y me di cuenta de algo, el hombre por naturaleza es cabron, obvio son más insistentes cuando estás buena pero a ellos les male madre, mientras sea mujer le van a tirar con todo y con eso decidí empezar por cambios en mi vida, comencé por vestirme diferente, comencé a dejar la ropa formal de lado y empecé a vestirme más puta, más zorra sin perder el estilo, cambié mis pantalones de vestir formales por unos de lycra que se pegaban como una segunda piel a mi culote, usaba minifaldas pegaditas, de esas que al caminar se suben poco a poco y tienes que estarlas bajando para no enseñar el culo, minivestidos de licra súper pegados y cortitos de esos que para ir a orinar te lo tienes que enredar en la cinturita porque es más fácil eso que quitártelos
Así mismo me dejaba consentir, me dejaba coquetear y yo empezaba a coquetearle a todo mundo, las invitaciones a desayunar por parte de mi jefe se hicieron más recurrentes, invitaciones que antes rechazaba por respeto a mi marido ahora todas eran aceptadas, y las aprovechaba al máximo para darle un buen taco de ojo a mi jefe, dejándole ver mis muslos con una mini bien cortita, empujándome un poco más de lo normal en cualquier oportunidad que tuviera para que pudiera ver bien mi culote, y ahí descubrí algo más sobre los hombres, dales un poco de morbo y eso los tendrá en tus manos siempre, cambié mi ropa interior poco a poco, usaba no solo tangas o cacheteros solo por usarlos, los usaba con una doble intención, buscaba la ropa interior que tuviera los bordes más gruesos, o pedrería como las de Victoria Secret con una sola intención, que se me marcaran los bordes en mi ropa, aprovechando que mis vestidos, mis faldas mis pantalones eran ya de por sí obscenamente ajustados, al usar tanga con pedrería lograba mi objetivo, que era lograr una marca visible para que todos los machos a mí al rededor su pierna que debajo de ese miniestido a medio muslo, solo traía un cachetero bien metido en la raya de mi culo con pedrería en la cintura, era como una declaración de mírenme, soy yo, una atractiva mujer, recién casada, pero que le encanta andar parando vergas, que quiere mostrarle al mundo que me encanta que me vean las piernas, que observen mi hermoso culote peor además de eso que uso ropa interior con toda la intención de que vean en mi no solo a la profesional, si no a una mujer que es toda una puta en secreto
Y es justo aquí donde el encargado de sistemas hace su aparición, el hombre que cambiaría mi vida, un hombre normal, no más de un metro setenta, de unos cuarenta y tantos, nada extraordinario con un poco de barriga y un estilo más bien como de chavorruco, vistiendo formal sin llegar grandes marcas y con quien siempre me llevé bien hasta que decidió correr el riesgo y averiguar si las señales que les enviaba a todos eran reales o si solo se trataba de una mujer más que solo disfrutaba de andar parando vergas en el trabajo como tantas de las compañeras de la oficina, porque cabe hacer mención, la competencia femenina es atrevida en serio, si hoy vienes de tacones para mañana las demás también y buscan los tacones más altos más atrevidos, si hoy vienes de falda, mañana dos más viene así con faldas que más parecen cinturones por lo cortas que son, en fin, como les contaba, este hombre tomó el riesgo de acercarse y comenzar a platicar sin mayor profundidad:
-qué frio está haciendo no?? Y estas lluvias no ayudan en nada Zoé
-pues si la verdad que el clima ya se siente como en diciembre
-bueno pero eso no evitó que vengas echando tiros, por cierto que bonito vestido
Ese día en particular había llevado puesto un vestido color azul marino de cuello halter, de lycra pegadito pegadito, corto arriba de medio muslo, sin mangas, como hacía frío me puse un abrigo que era más largo que el vestido, pero no use medias ni mallas iba luciendo mis muslos y solo lo coroné con unos botines color miel que llegaban al tobillo, me veía toda una zorra, como el abrigo era largo no se miraba mi culo pero llevaba el abrigo abierto de enfrente así que todos los que me dirigieran la palabra o me miraran podrían percatarse de que venía usando una tanga que en la cintura tenía pedrería porque se marcaba de forma sensual en mi vientre
-gracias una hace lo que puede- le conteste
-bueno a ti no te cuesta mucho, eres bastante guapa, te sentó bastante bien el matrimonio
cuando me dijo eso me di cuenta que era mi momento para atacar
-Osea que antes estaba yo fea y desnalgada
-jajaja no para nada, siempre has sido muy guapa y tienes un cuerpazo la verdad
-que te tomas ingeniero, me la voy a creer
-estoy seguro que te la crees de otra forma no te vestirías asi
-ah caray como está eso pues como me visto o que
-pues así con ropa tan bonita, que te hace ver tan guapa, tan femenina, la envidia de las demas
cuando me dijo eso supe que había caído solo sería cuestión de tiempo y manejar a la perfección el coqueteo y aquí podría cobrar la venganza que le daría paz a mi alma trans el coraje y odio que me había provocado mi marido
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Entro al mundo cuckold por accidente y me vuelvo cornudo
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