Mi historia de amor con mi madre 18

Hola amigos

Después de mucho tiempo y como muchos lo han pedido, traemos un poco más de nuestra historia.
Ha sido un tiempo desde el último relato, ya que han pasado varias cosas principalmente problemas, si no todo es placer, también tenemos problemas como cualquier pareja, aunque de cierta forma únicos ya que somos una pareja fuera de lo común.





Para ir directo al punto, todo fue por error o estupidez mía, cosas que hoy puedo reconocer después de haber platicado y afrontado las cosas con mi madre-esposa, claro no podemos tomar terapia de pareja, sería algo extraño y posiblemente poco aceptado, pero al final nos hemos hablado con la verdad y poner de nuestra parte para entendernos y solucionarlo.

Todo comenzó como un juego en el trabajo, comencé a tener una amistad con una compañera de trabajo mucho mejor que yo, esta chica apenas había terminado su carrera, jovencita morenita y buen cuerpo, además de simpática, todo comenzó con una amistad que al paso de unos meses paso lo que tenía que pasar, ella sabía que era casado y con hijos, lo acepto y comenzamos una relación puramente sexual, una o dos veces por semana nos escapábamos a un hotelito después del trabajo, no mentiré fue algo nuevo para mí siempre había salido con mujeres de mi edad pero lo que más que atraía eran las mujeres maduras como mi madre, fue una experiencia nueva como dices había sido colágeno y ahora me tocó robarlo.





Bueno no quiero profundizar mucho en esa relación, ya que como dije solo fue sexual por ambas partes.

El problema fue cuando sin querer mi madre encontró unos condones en mi carro, siendo que con ella no los usaba desde que nació nuestro segundo hijo, ya que se operó para ya no tener más descendencia. Ya se imaginarán la que se armó y podría haber sido fácil tratar de inventar alguna escusa, pero al final no me arrepiento de contarle toda la verdad.

Madre: Dime hijo porque lo hiciste, ya no te parezco atractiva, se que soy vieja.

Hijo: No para nada es eso, eres hermosa y te deseo.

Madre: Dime la verdad acaso estás enamorado de esa muchachita?

Hijo: No es eso, simplemente se dio y se que estuvo mal, pero quiero aclarar que no siento nada por ella, fue solo el calor del momento.

Madre: Entonces dímelo claramente, tu sabes y te lo dije hace mucho tiempo, si querías en algún momento querías formar tu propia familia, era libre, pero tú mismo me pediste que fuera tu esposa y te dijera no uno si no dos hijos.

Hijo: Lo se, eso no cambia mi decisión, te amo y quiero seguir teniendo está familia contigo.

En ese momento nuestra hija que ahora está entrando a la adolescencia, abre la puerta de cuarto.

Hija: Mama, Dime qué eso que dicen no es cierto, mi hermanito y yo, somos hijos tuyos y de mi hermano?

Ambos nos quedamos en silencio, nuestro mayor secreto había sido expuesto, en algún momento lo habíamos platicado y estábamos convencidos de contarle la verdad a su debido tiempo, nunca habíamos pensado en como decirle la verdad y ahora estábamos en esta situación.





Madre: Hija espera, ven siéntate déjame que te explique.

Por un momento note que mi madre quería tratar de seguir ocultando la verdad, pero la mire a los ojos y con un movimiento de cabeza le hice entender que era el momento de decirle la verdad, tal vez nos hubiera gustado esperar un poco más pero la situación se dio por accidente y no podíamos seguir guardando este secreto.

Madre: Lo primero que quiero que sepas es que te amamos mucho y nada puede cambiar eso.

Hija: Pero no entiendo, no se supone que mi papá murió.

Madre: Antes que nada, quiero que me prometas una cosa, lo que te voy a platicar no se lo puedes contar a nadie por ningún motivo con el tiempo entenderás el porque, Prometelo!!!

Hija: Ok, mami, te lo prometo.

Madre: Te acuerdas que hablamos hace tiempo de como nacen los bebés?

Hija: Si.

Madre: Recuerdas que te dije que cuando un hombre y una mujer se aman tienes relaciones y a veces puede nacer un bebé.

Hija: Sii

Madre: Pues yo alguna vez ame a un hombre y de ese amor nació tu hermano mayor. Pero después de mucho tiempo deje de amar al padre de tu hermano y me enamoré de otro hombre con el que tuve relaciones y de hay naciste tu. Pero por cuestiones de la vida que te contare cuando crezcas un poco más, resulta que ese hombre del que me enamoré también es mi hijo, así que si el es tu hermano pero a la vez también tu padre.

Hija: Pero tu me dijiste que los familiares no deben tener relaciones.

Madre: Si lo dije, no deben, pero en algunos casos, se puede dar el caso como con nosotros, pero por eso es que te pido que no se lo cuentes a nadie, otras personas no lo verían bien.

Hija: Está bien no le diré a nadie, pero de ahora en adelante puedo llamarte Papá.

Ese momento fue uno de los más felicidades de mi vida y sentía que no lo merecía, no saben lo que es criar y amar a tu hija, pero no poderle decir hija o que te llame padre. Muchas veces cuando aprendía a hablar me llama Papá pero teníamos que corregirla y decirle que me llamara hermano, no pude mas y la abrace.

Hijo/Padre: Claro que sí mi niña, cuando tú quieras.

Hija: Gracias, tu siempre has sido al único que veo como mi padre.

Hijo/Padre: Solo recuerda que si te preguntan, diles que soy tu hermano y lo mismo que acabas de decir que siempre me has visto así.

Cómo lo dije en un principio, no me arrepiento de haberle contado la verdad a mi madre/esposa, ya que gracias a eso pudimos quitarnos una carga de encima.





Pero no creas que hay termino la cosa, sin querer habíamos solucionado el asunto con nuestra hija, pero el otro asunto seguía ahí, ese día no tocamos más el tema, en los siguientes días mi madre comenzó a dormir con nuestros hijos, en las mañanas era incómodo las cosas de la casa seguían igual, solo nos despedimos, casi no hablamos como que ninguno de los dos sabía cómo retomar el tema.
Hasta que varios días después mientras comíamos:

Hija: Mama, papá están enojado, se van a separar?

Madre: no hija como crees, solo estamos un poco enojados, de dónde sacas esos.

Hija: bueno varias de mis amigas, sus papás se pelearon y después se separaron.

Madre: Bueno si están enojado pero las cosas se arreglan hablando, así que no te preocupes.

Entonces entendí, por momentos pensé que no quería hablar conmigo pero so estaba esperando que yo dirá el primer paso. Ya por la noche:

Hijo: Ma, tenemos terminar de hablar lo de la otra vez, quiero que sepas que estoy arrepentido como no tienes idea, por favor perdóname.

Madre: No lo se, dime fue por venganza por lo que alguna vez paso con tu primo?

Hijo: No claro que no, eso ya lo habíamos hablado, no te guardo ningún rencor por eso, se que en ese momento no estábamos juntos y eras libre hacer lo que quisieras.

Madre: Entonces dime, dices que no sientes nada por la muchachita, es que ya no soy atractiva para ti?
Hijo: No madre, no piense eso eres una mujer muy atractiva te amo y me excita mucho estar contigo.
Madre: No mientas, es normal que por la edad algunas cosas comiencen a perder su forma.

“Abro un paréntesis de la Madre”

Hola Soy Mary la madre, quiero comentar algo en este momento, He de ser sincera se que por genética aun tengo buen cuerpo un trasero y tetas grandes pero pese a que trato de hacer ejercicio en mi tiempo libre, todo lo que sube tiene que bajar.



Juzguen ustedes mismos

Hijo: Te digo la verdad y lo sabes el simple hecho que seas mi madre, me calienta demasiado, perdóname soy un tonto, te prometo que nunca volverá a ocurrir algo similar.

Madre: No entiendes, estoy va más allá de solo perdonarte no sabes cómo me hace sentir, he pensado en mil cosas como si ya no me quieres, ya que en algún momento seré una viejita con un cuerpo que no te atraiga, son muchas inseguridades, no se cómo afrontarlo.

Hijo: Mi amor, lo que sea que pueda hacer para ayudarte, por favor dime y lo haré.

Madre: En este momento no lo se, dame un par de días, dame mi espacio y cuando tenga una respuesta hablamos.

Así pasaron unos 3 días, cuando mi madre me propuso lo siguiente:

Madre: Hijo, mi vida, creo que tengo una solución, a mi inseguridad y una forma en que me podrías compensar.

Hijo: Claro dime, lo que sea si está en mis posibilidades lo haré sin dudarlo.

Madre: Bueno quiero seguirme viendo atractiva, no solo ahora sí no por muchos años más, me gustaría que me dieran una Tuneada.

Hijo: Pero estás segura, si es por mí no tienes que hacerlo yo te quiero y te deseo tal y como estás ahora.

Madre: Por favor, no solo es por ti, es un deseo frívolo lo se pero quiero que en un par de años pueda seguirme viendo bien, solo quiero una levantadita de bubbis por el tamaño creo que ya estoy bien, pero quiero que se me vean paraditas como cuando era joven y me quiten este poquito de pancita para pasármela a mis pompis.

Hijo: Bueno si tú quieres por mi no hay problema, hay que buscar algún lugar que sea confiable.
Madre: No te preocupes ya investigue.

Nos abrazamos y cerramos el trato con un beso, lo cual, llevo a lo inevitable, caricias, más besos duramos una media hora besando como una pareja primeriza, ambos estábamos después de varios días sin estar juntos, ya saben cómo es el sexo de reconciliación, digo no es la primera vez que tenemos algún problemita y el sexo es muy rico, pero nunca un problema tan serio.





Así que no quise apresurar las cosas, comencé a lamer su clítoris de arriba hacia abajo, más abajo metiendo mi lengua en su rica vagina, y más abajo dando lengüetazos en su ano, una ya otra vez, ella arqueaba su espalda en señal de placer, nos cuantos minutos después subo un orgasmo, un squirt bañando las sábanas con sus jugos.

Me puse encima de ella con sus piernas al hombre.

Madre: aaa mi vida, espera acabo de venirme, me vas a matar de placer… aaa

Sin más se le deje ir hasta el fondo, lento pero muy rico con lo mojada que estaba resbalaba y muy fácilmente podría llegar hasta el fondo.

Madre: aaaaa …. Aaaa mi amor que rico se siente tu pene, así dámelo más, así, es solo mío.

Hijo: Si mamita, es toda tuya cómetela toda.

Acto seguido comenzó a chupármela como si no existiera una mañana, como lo disfrute a los pocos minutos me vine en su boquita y ella trago hasta la ultima gota.

Pero tanta nuestra excitación que seguimos, está vez mi madre me monto y poco a poco fue metiendo mi pene erecto en su ano súper mojado.

Madre: aaa mi vida que rico, que pitote me partes en dos y que duro lo siento, aaa aaa aaa

Hijo: hay mamita, que rico culo tienes apretadito y mojado …

Madre: Ooo más más mi vida… mi hijo.. mi amante… mi esposo … mi todo … aaaaa si un poco más si …..
Hijo: Aaa mamita me vengo… me vengo en tu culito aaaa..

Madre: aaa si mi vida hazme tuya, dame tu lechita en mi culo … aaaa aaaa siii…





Ambos llegamos al orgasmo, nos quedamos abrazados tratando de recuperar el aliento.
Pero no quedó hay, tenía que dar un poco más ustedes sabes cuándo uno la riega tiene que hacer que su mujer lo olvide con una cogida espectacular.

Apenas recobre el aliento, sentí mi pene en su vagina, ella seguía sobre mi, pero la tomé de las piernas y la levanté para quedar de pie, comenzando a darle unas estocadas sobre mi pene con toda la fuerza de su peso, podía sentir como mi pene tocaba la entrada de su matriz, dándome unos pequeños besos en la cabeza de mi pene.

Madre: aaaa aaa mi amor oooo si por dios como me coges….

Hijo: Te gusta mamita, como te coge tu hijo y el padre de tus hijos…

Madre: ooo Si mi vida aaa mi amor aa si como no fuera porque ya no se puede ya me hubiera preñado aaaaa aaaa…

Hijo: Mamita que rico… si por mi fuera ya lo hubiera hecho aaaa

Los dos terminamos nuevamente al mismo tiempo, caímos rendidos en la cama.

Fue el mejor sexo de reconciliación que hemos tenido y tendremos.

Tal vez en el siguiente relato les contemos como esta situación nos beneficio, realmente no es que la llama de la pasión se apagará, pero si ha resurgido y lo que vivimos después fue aún mejor.