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Rompí el culo sin querer de mi cuñada 4, sexo con mi ex

Yo  estaba en un gran dilema,  que hacer con mi vida y no sabia francamenteque hacer,  lo que si sabia es qué debíaser un hombre fuerte, porque se vislumbraban tiempos difíciles en el horizonte.Por un lado iba a ser padre, y esa iba a ser mi prioridad. En cuanto a la madredel niño o niña, hasta ahora era una incógnita, hablo sobre nuestro futuro. Mimujer, porque es lo que era ya que los papeles nos seguían uniendo, por mas queno tuviéramos ni contacto, era muy pero muy difícil que tuviéramos un futurojunto.
 
Mientras tanto yo volví a mirutina,  mi trabajo,  a practicar ejercicio,  con Mara nos comunicábamos permanentementepor teléfono,  incluso iba a su casa averla, por ella supe que mi mujer se tomo muy mal lo del embarazo, cortocomunicación con su hermana y madre, y no sabían nada de ella. En cuanto avolver a tener relaciones, no se había dado la oportunidad,  aunque prácticamente parecíamos novios. Y misuegra no decía nada, parecía tomarlo como normal todo, descubrí en Mara unamujer excepcional,  con un carácter muyespecial. Pero yo quería hacerla entrar por el aro.


El viernes de esa semana, ledije por teléfono que no iba a poder ir a verla, lo que note cierta tristeza ensu voz.
Entonces le dije que no sepreocupe que venga ella a la mía, y pase la noche ahí.
 
Mara: pero Carlos, mamá.- lainterrumpí.
Carlos: Corazón,  tengo cosas que hacer,  te espero a las 22 hs..- y corte.
 
A las 22:05 estaba golpeandola puerta de mi casa,  entro radiante ycomo si nada, me dio un piquito, y siguió a la cocina a dejar el helado quehabía traído para el postre. Mientras me comentaba su día y como le iba en sunuevo trabajo,  en una pequeña empresa deuna amiga. Se la veía realmente feliz, terminamos de preparar la cena junto,ella me ayudo ya que no sabía cocinar. Comimos y ella no paraba de hablarme ycontarme cosas de su trabajo, del embarazo, de que estaba empezando a notarsela panza, no paraba de hablar. Ya en el postre me dijo que su mamá habíahablado con Vanina por teléfono, un par de minutos, mientras me miraba a losojos y veía mi reacción, me conto que estaba bien, o por lo menos eso le habíadicho a mi suegra. Mara se había enterado por una amiga que había empezado asalir, ella se quedo callada y me miro, le hice señas que siguiera hablando, yme conto que había empezado a salir con el compañero de trabajo que lecoqueteaba antes que todo esto pasara, y cuando se entero de su embarazo seencerró un par de días y después salió a tirarse todo lo que caminara. Mentiríasino dijera que me dolió, me clavo un puñal en el pecho sus palabras, perosiempre es bueno saber.


Una vez que comimos el heladolavamos los platos,  en realidad ellalavaba y yo secaba, los roces eran muy intensos y cada vez que pasaba pordetrás de ella no perdía oportunidad de apoyarla, cuando terminamos la tome dela mano y nos dirigimos a mi habitación , al llegar nos besamos mucho ,muchascaricias, nos fuimos desnudando uno al otro, ella estaba sorprendida por eltrato, estaba acostumbrada al sexo salvaje. Yo le quería hacer probar el cieloy el infierno.  La acosté suavemente enla cama y empecé a besarla, fui bajando muy despacio por su cuello, pechos, medetuve en su panza, y baje a sus piernas, bese todo el interior de sus muslos,y cuando me canse subí a su vagina, donde me esmere en comer todo muybien.  Luego me enderece y subí a su bocadonde la bese nuevamente,  y la penetreen la posición del misionero, mirándola a los ojos, fue la primera vez quéhicimos el amor, fue realmente muy tierno todo, y acabamos a la vez en unorgasmo muy lindo. Descansamos un momento, tenia una sonrisa y una cara desatisfacción que no había visto antes, hasta que ella se olvido de toda laternura y se abalanzo sobre mi pene para revivirlo con una mamada, queríaretornar a la celda salvaje, una vez repuesto mi miembro, se subió arriba míocomo una amazonas y empezó a cabalgarme salvajemente, se apretaba los pechos,me rasguñaba mi pecho, se agacho y me empezó a besar de una forma posesiva, noduro mucho, apenas un par de minutos, cuando estaba acabando me puso sus tetas en la boca y ordenó qué se lascomiera, mientras me decía.


Mara: eres mío.


Al final paso todo el fin desemana conmigo, nos cansamos de hacerlo en todas las posiciones posibles, tantorudo como más tranquilo. También conversamos normalmente de todo, hasta de suhermana, donde le dije que todavía no tenia muy en claro mis sentimiento, yaque seguía enamorado de su hermana, pero que estaba dispuesto a hacer todo porella y el bebe. No profundizamos en nuestra relación, pero se daba porentendido que estábamos juntos.
Continuamos normalmente en lasemana, nos escribíamos todo el tiempo y yo iba a verla cuando salía delgimnasio, el miércoles vino a casa y se quedo a dormir, donde también tuvimosuna noche agitada, teniendo sexo salvaje y terminamos haciendo el amor mástranquilos, eso sí nunca faltaba una rotura de culito, aunque me dijera que eraun cerdo o maricón, le encantaba y mi más hacérselo.


El viernes era el cumpleañosde mi mejor amigo Daniel, nos íbamos a juntar en la noche en un bar, el mismobar que nos juntábamos desde la época de la universidad. Llegamos los cincoamigos de siempre y nos ubicamos en una mesa, este es el típico bar dondepuedes pedir algo para comer, o acompañar el alcohol. Pedimos cervezas y papasfritas, con panceta, huevos, verdeo y queso cheddar. Y empezamos ha hablar, lobueno de ser los amigos de siempre es que cada uno cuenta lo que quiere o lesalga, y por lo general hablamos de tonterías, que el fútbol, política, quemujer esta más buena, y a que animal le ganaríamos. La verdad es que estaba muya gusto con ellos y en ese momento me olvidaba de todos mis problemas, de mimujer, mi cuñada, del embarazo y de todo. Y fueron pasando las cervezas, laspapas y las horas. Ya era realmente muy tarde y todos nos estábamos yendo cadauno para su casa. Después de subir mis amigos a los autos a mi me dieron ganasde orinar, por lo que entre nuevamente al bar para ir al baño. Yo había quedadosolo, y tenía que llamar a un Uber. Al salir del baño, veo la parte contrariade donde nosotros estábamos, que no había mesas, estaba la barra y una pequeñapista de baile, y ahí la vi, y tome mi corazón en un puño. Estaba Vanina,vestida para matar, perfectamente maquillada, con un corte de pelo nuevo, yunos mechones claritos y se había oscurecido el resto del cabello, tenia unvestido muy cortito, color negro, con media espalda al aire, y un buen escote,era muy pegado al cuerpo y dejaba poco a la imaginación, ya que resaltaba todossus atributos. Sobre ella y tomándola de atrás un tipo, que me parecióconocido, de haberlo visto en su trabajo, sospeche que ese era el que lacortejaba. Ella me vio y siguió con el fulano, mi sangre hervía, entre elalcohol, los celos y la bronca que tenia acumulada. Ella me seguía viendo ysonreía, se acercaron a la puerta y yo salí detrás de ellos, iba como un  toro tras ellos, mientras miraba alsusodicho, la verdad era lindo de cara, pero de cuerpo extremadamente flaco yun poco más alto que ella, sobre el metro setenta, yo era enorme comparado conel, sin ser gordo, si soy robusto, y era mucho más alto que él. Al alcanzarlostome a Vanina del brazo, lo que no le gusto nada al acompañante.


Carlos: Vanina tenemos quehablar.
Otro: Tú, quien te crees queeres.- Vanina se puso detrás de él, y vio mi cara de pocos amigos.
Carlos: Yo soy el marido, ysi no te apartas tú serás lisiado próximamente.- Era otra persona hasta yo medesconocía.
Volví a tomar el brazo deVanina y repetir lo de hablar, ella tenia mucho miedo temblaba. Siempre fui ungrandote buenazo, un tipo de bien, ella decía que por mi contextura era uncariño osito. Creo que nunca me había visto en ese estado.
Vanina. Carlos entremos albar y hablamos más tranquilos.- Quería gente de por medio, de verdad me temía.


Entonces el acompañante metomo del brazo para alejarme de ella, mala idea. Con mi brazo trabe el suyo hehice una palanca sobre él a la altura del codo, algo doloroso y que con pocafuerza podría destrozar el mismo, con mi otra mano tome su cuello y con mi dedopulgar presione su yugular, a parte de ser molesto y doloroso en todo elcuello, sobre todo en su tráquea, el pulgar impide el normal flujo de sangreentre el cerebro y el corazón, intento golpearme con su mano libre pero sinfuerzas, apenas se sostenía en putas de pie, ya que lo había levantado un poco,mi mujer me pedía que lo dejara, que iríamos a hablar a la casa, pero que ya nohiciera más escándalo. Lo lance un poco lejos y tastabillo casi se cae, lo mirecon odio y no se atrevió a acercarse, Vanina le dijo que iría conmigo, quedespués lo llamaba. Yo lo miraba como un puto lobo, que se había hecho másgrande por la adrenalina y tenia todos los pelos del lomo encrespados. Tome aVanina del brazo, no espere nada, la subí en un taxi que había parado ahí y nosfuimos a mi casa, no hablamos en todo el viaje, yo seguía dándome manija, y meenojo no hacia más que crecer a cada minuto.


Entramos a mi casa y ella yahabía agarrado más confianza, la casa era mía, la había comprado con unaherencia de mis abuelos y plata que ahorre. Ella dejo el bolso en un mueble, yse giro visiblemente enojada.


Vanina: Tú quien te hascreído que eres para tratarme así. Embarazaste a mi hermana y ahora estánjuntos.
Carlos: TU TE CALLAS Y TESIENTAS.-


Le grite y señale el sillón,volví a ver el miedo en su mirada. Traje una silla y la puse en frente de ella.Me senté sin dejar de mirarla fijamente, ya no era aquel que rogaba por amor,el que se arrastraba tras ella.


Carlos: Aquí vamos a hablartodo. El problema que tuvimos fuimos tres culpables, tres responsables y tresvictimas por igual, yo no te veo a ti asumiendo tu parte de culpa, solamente teveo criticando y haciéndote la victima. Tú sabes lo que te amo yo, tu hermana ytu madre. Tú.- Le dije señalándola.- Metiste a una mujer en nuestra cama, nofui yo. Tú me engañaste con tu compañero antes de todo esto.-
Vanina: No me acosté con él,hasta que me fui de aquí, debes creerme.
Carlos: No me importa, mefaltaste el respeto a mí y a nuestro matrimonio cuando permitiste que él teescribiera. Y si me acosté y embarace a tu hermana, cuando no fui consiente deello, y ahora me acuesto con ella, pero siendo consiente, aunque te amo a ti.-


Creo que las cosas nosalieron como yo pensaba, o le que dije no tuvo el efecto que yo quería. Porqueni bien dije esto Vanina se transformo en un demonio, se arrojo sobre mí, consus uñas en punta, apuntado a mis ojos, aquella mujer me los quería arrancar,como pude me la saque de encima, pero ella volvía a atacar insistentemente,pude pararme y someterla. Logre empujarla contra la pared, aunque ella insistíaen hacerme daño.


Vanina;  Eres un maldito hijo de puta, cerdo demierda, degenerado.


Se me ocurrió que la únicaforma de cerrarle la boca era con un beso, cosa que no le gusto mucho, memordió hasta hacerme sangre, no me iba a quedar con esa, yo también la mordí yle hice sangre, y los dos intentábamos lastimarnos hasta que note su mano libreapretándome el culo, y mi mano libre apretándole una teta. Estábamos besándonosa toda regla, tocándonos como podíamos, eso sí, a lo bestia, ella apretaba misnalgas hasta clavarme sus uñas en ellas. Y yo pellizcaba sus pezonesretorciéndolos de un lado a otro. Nos separamos un poco y ella tomo mi pene porencima del pantalón, y yo metí mi mano por debajo de su vestido paraencontrarme un verdadero charco de flujos, ella tomaba mi pene como queriéndoloenderezar, lo que hacia que me diera dolor y placer por igual. La tome de lanuca nos dimos un beso y la puse de espalda hacia mi, y la apreté contra lapared, lleve mí boca a su nuca, que sabia que la derretía, y empecé a chupar,mientras mis dedos ingresaron en su mojada vagina, no me costo mucho queestuviera muy caliente.


Vanina: Maricón de mierda,soy mucha hembra para ti, por eso tuviste que buscar una puta parareemplazarme.
Carlos: Por lo menos la putasabe lo que quiere, y sabe distinguir un macho. No como la hermana, que quierenque la traten como princesita por que le da miedo a reconocer que es tan putacomo la hermana.


Quiso darse vueltas parapegarme pero no la deje, y le metí de golpe tres dedos en la vagina y comencé amasturbarla bruscamente.


Carlos: Si sabia que era tanputa la hubiera tratado como mi perrita antes y no me hubiera tirado a tuhermana.


La mención de Mara hizo quese le licuará la vagina, y empezara a tener un orgasmo, en las sacudidasaproveche para morder su cuello y marcar a mi perra, como de mi propiedad. Alhacerlo se intensifico su orgasmo teniendo un squirting, el primero de su vida.Le fallaron las piernas por lo tanto tuve que agarrarla, la tome en brazosmientras se recuperaba, la mire fijamente.


Carlos: Vamos al cuarto paraque veas como un macho toma a una perra como tú.


La tire en la cama, y lesaque el vestido, rompiéndolo un poco, sus bragas se las arranque y las lleve ami nariz oliéndolas, ella me miraba como si fuera un cavernícola.


Carlos: Mmmmm huele a perraen celos.


Tome sus tobillos y levantesus piernas, dejando su culo y vagina a mi disposición, comí todo lo que pude,abarcando toda la zona, cuando sus gemidos eran ya muy altos me levante, pusesus piernas en mi hombro y se la enterré de una, ella hizo una O con su boca,pero era la impresión, ya que estaba bastante lubricada, empecé a bombear comosi mi vida o mi matrimonio dependiera de ello, vi un brillo en su mirada, queno había visto antes, la mirada de perra como la describí después. Ella se loestaba pasando más que bien, pero necesitaba más, le metí mi pulgar en la bocapara que me lo chupara, y lo hizo en el acto, como si de un pene se tratara mechupaba el dedo mientras le daba duro, nos mirábamos con deseo con ganas delotro, retire mi dedo de su boca y lo lleve hacia su clítoris y empecé amasajearlo mientras seguía envistiendo duro, ella no aguanto mucho y acabo dela misma forma, mojándome todo con una mezcla de flujo y orina, esto me calentóacarreado también por sus contracciones  acabe abundante dentro de ella.


Fui a la cocina, traje aguapara los dos, tomamos en silencio, seguía mirándome pero confundida, yo nosabía si el alcohol se le estaba pasando o si se estaba arrepintiendo.Estuvimos un rato así, sin decir nada, pero estudiándonos, yo opte por la víamala, esta noche me había traído bastantes resultados. Me acerque a ella y empecéa acariciar su cabello.


Carlos: Me gusta el cambio,te queda bien.


Empecé a acariciar susorejas, cuello, la tome de la barbilla y bese, ella colaboro poco al principio,hasta que empezó a hacerlo con ganas. Me enderece, y tome de la nuca y la traiahacia mi pene para que me lo chupara, cosa que ella no hacia, se resistía. Ellacada vez que la chupaba debía estar impoluta, no le gustaba el semen y mi peneestaba brillante de mi semen y sus flujos, volví a intentarlo y no quiso.


Carlos: Me la vas a chupar otengo que llamar a Mara para tener una mamada de verdad.- Sus ojos seinyectaron en sangre.
Vanina: Segura que ella esuna experta en eso con la cantidad que se ha comido tiene más experiencia queuna puta de la calle y encima barata.
Carlos: Claro ya se te pasoel calentón, que estabas como perra en celo. Ya te tiraste al hombre de tuhermana y ya está.
Vanina: El hombre de mihermana, que yo soy más hembra que ella, y demasiado para ti, que yo si quierote tengo en mis pies cuando quieras bebiendo de mi vagina directamente. Si yoquisiera esa no tiene nada que hacer contigo.


Otra vez volví a intentarlo,era arriesgado porque se estaba enojando enserio, pero esta vez no le hizoasco, y de un solo intento llego a mas de la mitad, que estaba casi completamenteerecta, y termino de ponerse rígida en su boca. Ella se acomodo y lo tomo comoun desafío, empezó a hacer una mamada muy profunda, se acomodo y se puso encuatro en la cama mientras yo estaba de pie a un lado, yo no me iba a quedarquieto y empecé a apretar sus nalgas, a masturbarla, cuando entraron dos dedosen su vagina, intente colar uno en su ano, cosa que me costo, eso me hizopensar que no lo usaba tanto como cuando estábamos juntos, una vez que entrouno siguió otro, y después de un rato ella le costaba seguir con lo que hacia.


Vanina: Rómpeme el culo deuna vez, no aguanto más.


La gire y así como estaba encuatro la penetre analmente, al principio me pidió que me quedara quieto, perono hice caso y me moví lentamente, hasta que noté que dilato y empecé a movermecon muchas más ganas, ella insultaba, se masturbaba y frotaba su clítoris,hasta que no pudimos más y volvimos a acabar, yo me quede arriba de ella, conel pene enterrado y sin querer nos quedamos dormidos.


Unos ruidos me despertaron,me enderece y la vi acodándose el vestido, tenia el maquillaje corrido, como sihubiera estado llorando.


Vanina: Después hablamos,tengo mucho que procesar.


Se iba hacia la puerta cuandola abrió estaba Mara a punto de tocar timbre.


Vanina: Hola hermana, creoque ahora sentirás un poquito de lo que yo sentí. 

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