Ayudando a Ana con la exposición Parte 2

Continuación de: Parte 1

Era la fiesta de inauguración de la nueva exposición donde mi follamiga Ana tenía varios cuadros. A esta fue su familia, entre ellos su cornudo marido y su hija. Yo pude acceder a la fiesta al acreditarme como fotógrafo, gracias a Ana, una vez más. Esta iba guapísima, con un vestido negro, de algodón, de manga larga y bien cortito, que resaltaba sus tetazas, mostrando sus largas piernas cubiertas por las medias de algodón grises con surcos más claritos, que ella bien sabe lo cachondo que me ponen. Encima, llevaba los labios pintados de un rojo que me ponía más caliente aún.
La exposición fue genial y al final hubo un pequeño coctel y tras este, como en otras exposiciones, Ana me había dicho que no me fuera. Cuando los familiares y amigos de todos los que exponían se fueron, yo me quede con los artistas, con la excusa de unas ultimas fotos. Tras estas, cuando el resto se habían ido a sus cuartos o de la sala, Ana me llevo al cuartito que tenía ella asignada para sus cosas. Según cerramos la puerta nos empezamos a besar y acaricie su culo, metiendo mis manos por debajo de su vestido. El tacto de las medias me puso más cachondo aun, que era difícil.
Ana se arrodillo y comenzó a morder mi paquete por encima del pantalón, mientras lo acariciaba. Me desabrocho el pantalón y me lo quito. Agarro mi polla y me masturbo, mientras me comía los huevos y lamia mi glande. Cuando la tuve bien dura, comenzó a hacerme un mamadón con esa maravillosa boca grande que tiene. Sus labios rojos pasaban por toda mi polla, poniéndome a mil. Mis manos acariciaban su pelo. Ana, después, iba con su familia a un bar, por lo que no podía pasarme, despeinándola mucho o haciéndola alguna cosa que la dejara alguna evidencia en la cara.
Ana se levantó y comenzó a masturbarme, mientras nos besábamos, y mis manos acariciaban sus pechos por encima del vestido. Fui subiendo su vestido, hasta legar con mis manos a sus tetazas, tapadas por un sujetador negro de encaje, que la hacia un canalillo delicioso. Las acaricie y seguimos besándonos, sin que ella parara de masturbarme. Ana termino de subirse el vestido, quitándoselo. Mientras seguía acariciando sus tetazas, metí mi cara entre ellas, comiendo su canalillo. Ana apretó mi cabeza contra ella con una mano, y con la otra volvió a masturbarme.
Volví a besarme con Ana y saqué sus tetazas del sujetador, acariciándolas. Cuando noté sus pezones bien duros, fui bajando mi cabeza para comérselas, subiendo cada poco para volver a besarnos. Mientras comía uno de sus pechos, esa mano bajaba hasta su coño, acariciándolo tapado por las medias. Mi mano, se acabó metiendo por las medias y el tanga y la empecé a masturbar. Ana apretó más fuerte aun mi cabeza contra sus tetazas y las devoraba con más ganas.
Ana se sentó en una mesa que allí había. Comenzó a acariciar mi polla con sus pies, para acabar masturbándome con ellos. El tacto de las medias me ponía más cachondo aún. yo estire mis manos, acariciando sus tetazas y Ana me miraba sonriendo. Tras un rato, volvió a arrodillarse y mamármela de nuevo. No tarde mucho en levantarla y volvernos a besar, mientras acariciaba sus tetazas.
La gire y la apoye las manos contra la mesa. Me coloque frente a su culazo y pase mi dura por él, notando la textura de sus medias. Me arrodillé y comencé a acariciárselo y besárselo con las medias puestas. Mis manos comenzaron a pasar por sus piernas, acariciando su tapado coño. Baje las medias hasta que comenzó a verse su tanga negro. Bese lo que ya se mostraba y mordía, estirándolo, el comienzo del tanga. Mis manos, mientras, acariciaba su culazo. Seguí bajando las medias, hasta dejar su culazo descubierto, solo con el tanga. Lo seguí acariciando y besando, hasta que mi mano, volvió a meterse entre sus piernas. Acaricie su coño por encima del tanga, antes de meter mi mano por el lateral de este y empezar a masturbarla. Seguí besando su culazo y se lo azotaba con la otra mano. La senté en la mesa y la bajé un poco más las medias, para poder separar sus piernas, lo justo, para meter mi cabeza y comerla el coño, tras apartar su tanga.
Me levanté y me puse un condón. Coloqué sus piernas estiradas contra mi pecho, aparte su tanga y la comencé a follar. Sus tetazas se movían para todos lados y tuve que estirar una de mis manos para acariciárselas. Yo besaba sus pies tapados por las medias y Ana soltaba pequeños gemidos de placer. Cuando iba a soltar un gemido más fuerte, se tapaba la boca para que no la oyeran otros compañeros que podían aun quedar. La giré las piernas y la seguí follando, con su cuerpo de lado, lo que me facilitaba acariciar mejor sus tetazas. Sus pezones estaban bien duritos y era fácil pellizcarlos y estirarlos. Con sus piernas así, pude inclinarme para besar las tetas y morder sus duros pezones.
La bajé de la mesa y la volví a colocar dándome la espalda, con las manos en la mesa. Metí mi polla por su culo y se lo follé suave y a fondo. Me eche sobre su espalda, agarrando sus tetazas, mientras nos besábamos. Volví a meterla en su coño, follándola más fuerte, hasta que se corrió. Entonces la volví a follar su culo, hasta que la avisé que iba a correrme. Ana se arrodillo, me quito el condón y volvió a hacerme un mamadón. Se metió la polla entre las tetazas, haciéndome una cubana bien fuerte, mientras lamia mi glande. La avisé que ya me venia y se la metió de nuevo en la boca, donde me corrí. Ana trago todo mi semen y su lengua me limpio la polla con suaves lametones.

Ana se levantó, se colocó bien las medias y nos besamos un poco más, con sus tetazas bien agarradas por mis manos. Nos vestimos y salimos de la exposición. Ana se fue al bar donde estaba su familia y yo a mi casa, ambos bien relajados.