Esa mañana, mi infiel follamiga Ana, al igual que yo, no trabajaba y estaba sola en casa. Tras mandarnos varios mensajes, me dijo que estaba pintando el ultimo cuadro que necesitaba para una exposición que iba a tener ese fin de semana próximo, pero que estaba sin inspiración y apenas había dado varias pinceladas al cuadro que estaba haciendo. No me lo pensé mucho y me decidí a ir a su casa a darla una sorpresa. Cuando abrió la puerta me recibió con una gran sonrisa, y nada más cerrar la puerta nos dimos un largo e intenso beso, mientras acariciaba su culo. Ana llevaba una camiseta negra ajustada, marcando sus tetazas y un pantalón gris deportivo, de algodón, ajustado, marcando culazo y la forma de su rico coño.
Ana me pregunto qué hacía allí y le dije que había ido para darle ánimos a ver si recuperaba la inspiración. Esta me sonrió y me llevo, de la mano y besándonos, hasta la habitación donde tenía el caballete y las demás cosas para pintar. Se sentó en su silla y yo me coloque detrás de ella, con mis manos en sus hombros. Ana comenzó a explicarme lo que quería pintar, pero que llevaba un rato que no se le ocurría como hacerlo y que cada pincelada le gustaba menos que la anterior. Comencé a bajar mis manos por su pecho, mientras le decía que lo mejor era relajar la mente y el cuerpo, y que así, seguro que la llegaba la inspiración. Mis manos llegaron a sus tetazas y las comencé a acariciar. Ana empezó a reírse y yo la pedí que mirara el cuadro y se relajara, que seguro que algo la vendría a la mente. Seguí acariciando y Ana comenzó a pintar. Subí su camiseta hasta dejar sus pechos, tapados por el sujetador negro de aro, al descubierto. Seguí acariciando sus tetazas y pasé mi mano por entre el maravilloso canalillo que la hacia el sujetador. Aproveché que Ana soltó el pincel, para quitarla la camiseta y seguí acariciando sus pechos, cuando siguió pintando. Metí mis manos por dentro del sujetador, acariciando sus pechos, notando como se endurecían sus pezones. Acabé sacando sus pechos del sujetador y jugué con sus tetazas, acariciándolas y apretándolas fuerte.
Ana me dijo que la inspiración la estaba pidiendo otras cosas en ese momento. Me agache y nos volvimos a besar. Una de mis manos siguió bajando, hasta acariciar su coño, ajustado en el pantalón. Mi mano se acabó metiendo por él y por el tanga y la empecé a masturbar, mientras nos besábamos y la acariciaba las tetas con la otra mano. Ana soltó el pincel, se levantó y nos besamos apasionadamente, mientras ella apretaba mi cabeza con sus manos y las mías agarraban de nuevo sus tetazas.
Ana dio un salto y la cogí en vilo, agarrándola fuerte del culazo. Nos besamos y me dijo de ir a su habitación. Mientras la llevaba en vilo hacia allí, bajé mi cabeza y la comí las tetazas. Me agache y coloque una de mis rodillas sobre la cama. Volvimos a besarnos y nos tiramos sobre la cama, quedando Ana debajo de mí. Nos seguimos besando y acariciaba sus tetazas. Baje la cabeza y la devore las tetazas, parando para besarnos y acto seguido seguir comiéndoselas. Apretaba fuerte sus tetazas para morder y sorber sus pezones bien duros.
Fui bajando por su cuerpo, besándolo. Me quede de rodillas en el suelo, entre sus piernas, acariciando y besando su marcado coño en el pantalón. La giré y la hice ponerse a gatas en la cama. Seguí acariciando su coño, metiendo una mano entre sus piernas, mientras acariciaba su culazo con la otra mano y se lo besaba y mordía. Cogí su pantalón y lo bajé hasta dejar su culazo al descubierto, mostrando que llevaba un tanga negro. Seguí besando y mordiendo su culazo, mientras mi mano se metía por el tanga para masturbarla nuevamente. Le quite el pantalón y separe mejor sus piernas, para meter mi cabeza y comerla el coño, tras apartar su tanga. Mis manos agarraron sus tetazas y las acariciaba, mientras mi lengua jugaba en su coño.
Cuando se corrió me levante y Ana se sentó en el borde de la cama. Agarro mi polla y me hizo una rápida mamada, poniéndome la polla durísima, para meterla entre sus tetazas y masturbarme con ellas. Volvió a meterse mi polla en la boca, mamándomela suave y a fondo, mientras yo acariciaba su melena y ella me miraba con ojos de buena perra. Me masturbo con sus tetazas y me hizo unas mamadas, varias veces más, antes de que me pusiera el condón con su boca.
Me coloque de rodillas en la cama, dejándola entre mis piernas. Nos volvimos a besar y agarre fuerte sus tetazas. Besándonos caímos sobre la cama, tumbándome sobre ella. Aparte su tanga y metí mi polla en su coño. Comenzamos a follar, sin parar de besarnos y acariciando sus muslos y tetazas. Me coloque de rodillas en el borde la cama y levante sus piernas, colocándolas contra mi pecho. Comencé a follarla más fuerte y era maravilloso ver sus tetas moviéndose para todos los lados. No me pude resistir a separar sus piernas para tumbarme de nuevo para devorar sus tetazas. Volví a ponerme de rodillas, puse a Ana de lado y la seguí follando el coño, hasta que se corrió.
Me tumbe tras ella, que seguía lateralmente, cambie de agujero y la metí en su culazo. Mientras se lo follaba, giro la cabeza y nos besábamos, mientras acariciaba sus tetas con una de mis manos. Me levanté y la puse a gatas en el borde de la cama. Me coloqué de pie en el suelo, y seguí follándola el culo. Mis embestidas eran muy fuertes, golpeando con mis huevos su culo. Ana soltaba pequeños gritos de dolor y yo agarraba fuerte su cintura para poder metérsela bien a fondo y fuerte. Me acabe echando sobre su espalda para agarrar sus tetazas y besarla el cuello. Ana empezó a subir el nivel de los gritos, por lo que la tape la boca y la follaba más duro del morbo que me dio.
Volví a tumbar a Ana y me senté sobre su pecho, de rodillas. Me quité el condón y metí mi polla entre sus tetazas. Ella las apretó y volvió a hacerme una cubana maravillosa. Ana lamia mi glande sin descanso y yo la pedía que me masturbara más rápido cada vez. Me acabe corriendo sin avisarla, soltando todo mi semen sobre su boca y cara. Ana paso mi polla por sus pezones, llenándolos con los restos de mi semen. Me levante y Ana se sentó en el borde de la cama. Agarro mi polla y me la volvió a comer, para limpiármela. Me ponía un montón, verla con la cara llena de mi semen, mamándomela. Cuando me la dejo limpia, se levantó y nos besamos, mientras acariciaba su culazo.
Tras ir al baño a limpiarnos, Ana se colocó bien el sujetador y la cogí de la mano, llevándola al cuarto del cuadro para que siguiera pintando. Se la veía deliciosa, pintando, solo con el sujetador y el tanga. Yo estaba sentado, desnudo, a su lado y Ana acariciaba mi polla y mis huevos, de vez en cuando. Tras una media hora, donde avanzo bastante el cuadro, Ana paro de pintar. Se sentó sobre mí, mirándome, y nos empezamos a besar. Mis manos acariciaban su culo y Ana bajo una de sus manos para agarrar mi polla y masturbarme. Cuando la tuve bien dura, me puso un condón, aparto su tanga y la metió en su coño. Se puso a cabalgar como una loca y agarro mi cabeza, bajándola hasta su canalillo. La apretó contra él y lo lamí y besé, sin dejar de acariciar su culo. Ana se quitó el sujetador y la comí las tetazas. Ana se cambió mi polla de agujero, metiéndosela en su culo. Siguió cabalgando fuerte y yo no pare de devorar sus tetazas.
Ana se levantó y se colocó mirando la pared. Me coloqué detrás de ella y seguí follándola el culo, aplastándola contra la pared. Ana giro la cabeza y nos besábamos. La di la vuelta, la cogí en vilo y la apoyé contra la pared. Aparte su tanga, metí mi polla en su coño y volvimos a follar. Agarre fuerte sus muslos y baje la cabeza para comerla las tetazas.
Cuando Ana se corrió, la baje y se arrodillo. Me quito el condón, metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una maravillosa cubana, lamiendo mi glande. Me hizo un nuevo mamadón, mirándome con unos ojos apasionados. Ana no se detuvo hasta que me corrí. Cuando me dejo la polla bien limpia, se levanto y nos besamos, con sus tetazas agarradas por mis manos.
Nos vestimos y tomamos un café, charlando y besándonos, antes de finalizar mi visita.
Continua en: Parte 2
Ana me pregunto qué hacía allí y le dije que había ido para darle ánimos a ver si recuperaba la inspiración. Esta me sonrió y me llevo, de la mano y besándonos, hasta la habitación donde tenía el caballete y las demás cosas para pintar. Se sentó en su silla y yo me coloque detrás de ella, con mis manos en sus hombros. Ana comenzó a explicarme lo que quería pintar, pero que llevaba un rato que no se le ocurría como hacerlo y que cada pincelada le gustaba menos que la anterior. Comencé a bajar mis manos por su pecho, mientras le decía que lo mejor era relajar la mente y el cuerpo, y que así, seguro que la llegaba la inspiración. Mis manos llegaron a sus tetazas y las comencé a acariciar. Ana empezó a reírse y yo la pedí que mirara el cuadro y se relajara, que seguro que algo la vendría a la mente. Seguí acariciando y Ana comenzó a pintar. Subí su camiseta hasta dejar sus pechos, tapados por el sujetador negro de aro, al descubierto. Seguí acariciando sus tetazas y pasé mi mano por entre el maravilloso canalillo que la hacia el sujetador. Aproveché que Ana soltó el pincel, para quitarla la camiseta y seguí acariciando sus pechos, cuando siguió pintando. Metí mis manos por dentro del sujetador, acariciando sus pechos, notando como se endurecían sus pezones. Acabé sacando sus pechos del sujetador y jugué con sus tetazas, acariciándolas y apretándolas fuerte.
Ana me dijo que la inspiración la estaba pidiendo otras cosas en ese momento. Me agache y nos volvimos a besar. Una de mis manos siguió bajando, hasta acariciar su coño, ajustado en el pantalón. Mi mano se acabó metiendo por él y por el tanga y la empecé a masturbar, mientras nos besábamos y la acariciaba las tetas con la otra mano. Ana soltó el pincel, se levantó y nos besamos apasionadamente, mientras ella apretaba mi cabeza con sus manos y las mías agarraban de nuevo sus tetazas.
Ana dio un salto y la cogí en vilo, agarrándola fuerte del culazo. Nos besamos y me dijo de ir a su habitación. Mientras la llevaba en vilo hacia allí, bajé mi cabeza y la comí las tetazas. Me agache y coloque una de mis rodillas sobre la cama. Volvimos a besarnos y nos tiramos sobre la cama, quedando Ana debajo de mí. Nos seguimos besando y acariciaba sus tetazas. Baje la cabeza y la devore las tetazas, parando para besarnos y acto seguido seguir comiéndoselas. Apretaba fuerte sus tetazas para morder y sorber sus pezones bien duros.
Fui bajando por su cuerpo, besándolo. Me quede de rodillas en el suelo, entre sus piernas, acariciando y besando su marcado coño en el pantalón. La giré y la hice ponerse a gatas en la cama. Seguí acariciando su coño, metiendo una mano entre sus piernas, mientras acariciaba su culazo con la otra mano y se lo besaba y mordía. Cogí su pantalón y lo bajé hasta dejar su culazo al descubierto, mostrando que llevaba un tanga negro. Seguí besando y mordiendo su culazo, mientras mi mano se metía por el tanga para masturbarla nuevamente. Le quite el pantalón y separe mejor sus piernas, para meter mi cabeza y comerla el coño, tras apartar su tanga. Mis manos agarraron sus tetazas y las acariciaba, mientras mi lengua jugaba en su coño.
Cuando se corrió me levante y Ana se sentó en el borde de la cama. Agarro mi polla y me hizo una rápida mamada, poniéndome la polla durísima, para meterla entre sus tetazas y masturbarme con ellas. Volvió a meterse mi polla en la boca, mamándomela suave y a fondo, mientras yo acariciaba su melena y ella me miraba con ojos de buena perra. Me masturbo con sus tetazas y me hizo unas mamadas, varias veces más, antes de que me pusiera el condón con su boca.
Me coloque de rodillas en la cama, dejándola entre mis piernas. Nos volvimos a besar y agarre fuerte sus tetazas. Besándonos caímos sobre la cama, tumbándome sobre ella. Aparte su tanga y metí mi polla en su coño. Comenzamos a follar, sin parar de besarnos y acariciando sus muslos y tetazas. Me coloque de rodillas en el borde la cama y levante sus piernas, colocándolas contra mi pecho. Comencé a follarla más fuerte y era maravilloso ver sus tetas moviéndose para todos los lados. No me pude resistir a separar sus piernas para tumbarme de nuevo para devorar sus tetazas. Volví a ponerme de rodillas, puse a Ana de lado y la seguí follando el coño, hasta que se corrió.
Me tumbe tras ella, que seguía lateralmente, cambie de agujero y la metí en su culazo. Mientras se lo follaba, giro la cabeza y nos besábamos, mientras acariciaba sus tetas con una de mis manos. Me levanté y la puse a gatas en el borde de la cama. Me coloqué de pie en el suelo, y seguí follándola el culo. Mis embestidas eran muy fuertes, golpeando con mis huevos su culo. Ana soltaba pequeños gritos de dolor y yo agarraba fuerte su cintura para poder metérsela bien a fondo y fuerte. Me acabe echando sobre su espalda para agarrar sus tetazas y besarla el cuello. Ana empezó a subir el nivel de los gritos, por lo que la tape la boca y la follaba más duro del morbo que me dio.
Volví a tumbar a Ana y me senté sobre su pecho, de rodillas. Me quité el condón y metí mi polla entre sus tetazas. Ella las apretó y volvió a hacerme una cubana maravillosa. Ana lamia mi glande sin descanso y yo la pedía que me masturbara más rápido cada vez. Me acabe corriendo sin avisarla, soltando todo mi semen sobre su boca y cara. Ana paso mi polla por sus pezones, llenándolos con los restos de mi semen. Me levante y Ana se sentó en el borde de la cama. Agarro mi polla y me la volvió a comer, para limpiármela. Me ponía un montón, verla con la cara llena de mi semen, mamándomela. Cuando me la dejo limpia, se levantó y nos besamos, mientras acariciaba su culazo.
Tras ir al baño a limpiarnos, Ana se colocó bien el sujetador y la cogí de la mano, llevándola al cuarto del cuadro para que siguiera pintando. Se la veía deliciosa, pintando, solo con el sujetador y el tanga. Yo estaba sentado, desnudo, a su lado y Ana acariciaba mi polla y mis huevos, de vez en cuando. Tras una media hora, donde avanzo bastante el cuadro, Ana paro de pintar. Se sentó sobre mí, mirándome, y nos empezamos a besar. Mis manos acariciaban su culo y Ana bajo una de sus manos para agarrar mi polla y masturbarme. Cuando la tuve bien dura, me puso un condón, aparto su tanga y la metió en su coño. Se puso a cabalgar como una loca y agarro mi cabeza, bajándola hasta su canalillo. La apretó contra él y lo lamí y besé, sin dejar de acariciar su culo. Ana se quitó el sujetador y la comí las tetazas. Ana se cambió mi polla de agujero, metiéndosela en su culo. Siguió cabalgando fuerte y yo no pare de devorar sus tetazas.
Ana se levantó y se colocó mirando la pared. Me coloqué detrás de ella y seguí follándola el culo, aplastándola contra la pared. Ana giro la cabeza y nos besábamos. La di la vuelta, la cogí en vilo y la apoyé contra la pared. Aparte su tanga, metí mi polla en su coño y volvimos a follar. Agarre fuerte sus muslos y baje la cabeza para comerla las tetazas.
Cuando Ana se corrió, la baje y se arrodillo. Me quito el condón, metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una maravillosa cubana, lamiendo mi glande. Me hizo un nuevo mamadón, mirándome con unos ojos apasionados. Ana no se detuvo hasta que me corrí. Cuando me dejo la polla bien limpia, se levanto y nos besamos, con sus tetazas agarradas por mis manos.
Nos vestimos y tomamos un café, charlando y besándonos, antes de finalizar mi visita.
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1 comentarios - Ayudando a Ana con la exposición Parte 1