Poema: Entre suspiros y sombras

"Las mujeres somos dulces… pero también unas putas deliciosas cuando queremos."
"Las mujeres somos deseo disfrazado de inocencia."
"Las mujeres somos ternura y fuego. Vos elegís qué parte quemarte."
"Las mujeres somos lo que soñás… y lo que no te animás a pedir."
"Las mujeres somos expertas en calentar sin tocar."


Me despierto en la piel del deseo,
la luna asoma y yo me siento fuego,
un fuego que arde lento,
que se desliza suave por mi cuerpo.
Mis dedos recorren caminos secretos,
mis labios saben de besos prohibidos,
de caricias que queman,
de gemidos que se escapan en la noche.
Soy la dueña de mis ansias,
la reina de mis sueños callados,
la que se esconde en miradas furtivas,
la que provoca sin decir una palabra.
Camino con la fuerza de mil tormentas,
moviéndome entre luces y sombras,
sabiendo que alguien me desea,
que alguien arde por mí en silencio.
Me gusta perderme en ese juego,
el roce que enciende la piel,
el susurro que llena el aire,
la promesa de lo que no se ve.
Soy mujer, soy fuego, soy pecado,
una mezcla de ternura y lujuria,
una invitación a caer sin miedo,
a entregarse sin arrepentirse.
Y cuando me miran, lo sé,
soy su fantasía y su tormento,
la que nunca olvidan,
la que siempre quieren más.