
J.L.o y el Mendigo capitulo 10
Continua el apareamiento de la hermosa hembra con el bien dotado pordiosero.
Jennifer se despertó con los primeros rayos del sol de la mañana los cuales se filtraban por distintos lados del rectángulo de madera en que había tenido que pasar la noche. Puso atención que aún estaba completamente desnuda sobre los entierrados sacos del pordiosero notando en el acto que su cuerpo tenia vistosas manchas de mugre que se le habían pegado con los sudores de ambos, estas se desparramaban por sus muslos, su vientre y sus tetas, y por otras partes también, además que su pelo rubio estaba algo tieso y greñoso debido a jugos seminales que ambos habían expulsado de sus cuerpos ni mencionar el semen seco que también sentía en su entrepierna.
Sin embargo también había una razón aun mucho más poderosa que todas aquellas zorrerías en que estaba pensando la serenada y tranquila hembrota, ella lo sabía, era simplemente que no quería reconocerlo, pero lo que realmente la tenían en tal estado y haciéndose la tonta era el hecho de que el saberse haber sido empalada con una larga y gruesa verga negra y brillosa, tan grotesca como fea y hedionda, pero si muy robusta y masculina, y que su cuerpo la había aguantado entera sin causarle daño alguno, todo esto la hacían sentirse más hembra que nunca, adoraba esa gruesa y larga verga de burro no importándole como o quien fuera su dueño, además que no cualquier mujer se podría tragar por su reducto intimo una monstruosidad vergal como si lo había hecho ella, se decía con orgullo, a la misma vez que su femenino ego estaba subido hasta los cielos por su extraordinaria hazaña cometida.
--Ji…!, veo que ya estas despiertas mamasota… que tal dormiste!?, -le decía ahora el negro inspeccionando un loro seco que recientito se había sacado de la nariz.
--Ehhhh… bien… y Usted?, -la Diva ahora nuevamente le estaba tomando asco por lo repulsivo de su actuar.
--Dormí como un rey después de la tremenda culeada que nos pegamos, incluso hasta me siento rejuvenecido, y todo gracias a ti… por lo mismo decidí no salir a limosnear, jijiji…
--No va a salir?, y que se supone que hará en todo el día?, -le consultaba la hermosa latina quien aún no se percataba de estar hablando con aquel hombre de lo mas suelta de cuerpo y toda desnuda.
--Pus a penas te sientas en condiciones me dices y nos podemos poner a coger nuevamente, jiji, tengo que aprovechar de aquí hasta mañana…
--Ahhh… claro mañana…!, pero sabe?, no creo que podamos volver a hacerlo…, -Jennifer, a pesar de todo lo rico que sintió después de haber superado los dolores en su vagina en el momento en qué se había tragado semejante monstruo vergal, igual comprendía que todo aquello no estaba bien,
--Pero porque no!?, si hasta dormimos abrazaditos y hubieron varias oportunidades en que mientras soñabas me agarrabas la verga y me la acariciabas, jiji…
--Ehhh… no… eso no es verdad…, -y claro, la rubia en el acto recordó haber soñado que ella se agarraba de un robusto palo que nacía de un tronco reseco para no caerse a un precipicio.
--Si, si es verdad, así que no te hagas la pendeja, jiji… así que a penitas me reponga tomare de tu cuerpo todo lo que yo quiera princesa, recuerda que estas bajo mi cuidado hasta mañana…
--Señor Tobias, mire la verdad de las cosas es que anoche casi me mata con eso que Usted tieneee…, -le contestó sonrojándose y no pudiendo evitar mirarle a la altura de su apéndice intentando adivinar de qué forma estaría acomodada su larga verga negra entre medio de sus harapos.
--Pus si no fue para tanto lindura, sabes? Eres una hembra soberbia, nunca pensé que te lo podrías con mi verga, eres… eres… la mejor puta que me he cogido en mi vida, es por eso que te doy las gracias por haberte dejado culear, jijiji.
--Mire, Usted ya me hizo eso que quería, así que ahora me vestiré y podemos salir a conversar afuerita, y como le dije antes, me dejó un poco adolorida así que no creo que podamos volver a hacerlo… donde esta mi ropa?
--Jijiji, supuse que te ibas a querer ir así que te la escondí, o sea, te tendrás que quedar encuerada aquí adentro de mi pocilga hasta mañana, jiji, no es una maravilla?
--Vamos… se buenita… y dame de eso que me convidaste anoche, recuerdo muy bien que a ti también te gustó lo que hicimos, jijiji…
--Solo mira como la tengo nuevamente, -le cortó de una el caliente indigente en el mismo momento en que en forma descarada se subió sus andrajos para descubrir su tiesa herramienta la cual quedó meciéndose orgullosa ante los ojos verdes de Jennifer quien en el acto se quedó estupefacta ante tan fantástica como también espeluznante visión fálica.
Si bien ella la había visto y sentido en al interior de su cuerpo la noche anterior esto había sido a la precaria luz de las velas y no como ahora que la tenía a tan corta distancia y a plena luz del día, admitiendo que lo que su sensual mirada estaba devorando era una descomunal y terrorífica verga negra como nunca antes en su vida había visto, la veía interminablemente gruesa notándose en forma nítida de lo tiesa y endurecida en que la tenía el negro pordiosero en aquellos instantes, preguntándose además que como había sido posible que ella se hubiera tragado por el coño semejante monstruosidad.
El negro vagabundo al notar que la Famosa cantante le miraba la verga en forma hipnotizada y boquiabierta se dio en el acto a sacar provecho de aquel trance en que la tenía.
--Vamos rubia… entonces anímate a chupármela solo un poquito…, -le propuso en forma descarada.
Jennifer quien escuchaba los salidos requerimientos del pordiosero y aun estudiándole su mal formada y grotesca virilidad, solo por hacerse la difícil según ella se dio a contestarle.
--Q…quiere q…que s…se la c…chu… chupee…!?. –le consultó a la misma vez que se puso de pie para quedar ubicada justo frente a él, su vista no podía quitarla de aquel enajenante pedazo de verga.
--Si vamos… ándale… si solo será un ratito… jijiji, -el viejo en el acto la tomó de un brazo para hacer que ella misma se fuera agachando hasta dejarla de rodillas ante su erecto aparato.
--S… so…looo un ratitooo!?, -volvió a preguntar la nuevamente perdida fémina como al mismo tiempo que sin ser ella consciente se la volvía a agarrar desde la base con sus dos manitas, esta era la parte más gruesa de la verga, y la Diva no se cansaba de tantearla y convencerse que ella misma se la había comido entera.
--Si solo un ratito ricura… dale… yo se que te gusta mamar vergas, jijiji, vamos abre la boca, abre la boca, -le repetía una y otra vez mientras se pajeaba su brillante trozo de carne que estaba despejado de las manos de la hembra con el cual el mismo le apuntaba el glande a los semi abiertos y sensuales labios que con toda seguridad ya lo estaban esperando.
JLo solamente abrió su boca lo mas que pudo esperando con ansias el trozo de carne caliente que iba a degustar, y el viejo que no era tonto ni perezoso metió su cabezón miembro el cual le entró directo y hasta trabárselo en su garganta en donde la rubia a sabiendas que ya no cabía mas solo se dio a apretar sus labios en torno a ese caliente y salado mástil masculino para comenzar a envolverlo exquisitamente con su lengua no importándole estar en un asqueroso sitio público en donde arriesgadamente podría ser sorprendida por cualquiera que pasara por el lugar.
Las continuas arcadas y copiosas cantidades de saliva mezcladas con los líquidos testiculares del pordiosero no tardaron en llegar al ritmo de la mamada que le había comenzado a dar la curvilínea mujer latina, estos llenaban por completo el paladar y ya corrían y chorreaban por su barbilla, ella mientras se esforzaba en seguir mamando tragaba todo lo que podía al tiempo que era animada por el negro viejo quien seguía sentado en el cajón tomatero con su tarro con agua caliente en una mano y con su pedazo de pan en la otra:
--Chupa putaaa…!!, chupaaaa…!!!, déjame seca la vergaaaa…!!!, -le vociferaba con los ojos cerrados a la misma vez que de vez en cuando arrancaba un trozo de pan con sus encías para seguir desayunando mientras Jennifer le succionaba la verga.
Ella por su parte sin sacarse el glande y parte de su tronco de la boca solo se empeñaba en seguir mamándosela imaginándose los ríos de semen caliente que semejante herramienta le otorgaría al momento de la colosal acabada que esta le daría, ni siquiera le importaba que la trataran de puta cuando ella sestaba en estos menesteres, total ya estaba casi acostumbrada se había dicho en algún momento, además que estaba tan entusiasmada con la negra tranca que le habían prestado que de a momentos en que se daba a volver a lengüetearla tal como lo había hecho en la noche, luego se la pasaba por toda la cara golpeándose con ella en las mejillas para sentir su poderío y su dureza, para después seguir chupándosela con más dedicación todavía.
A los pocos minutos ya eran numerosos los colgajos de semen y babas que escurrían por las comisuras de sus labios sumándose otros más grotescos que insistentemente salían expulsados por sus narices en los lapsos en que se atoraba debido a la asfixia. El negro desde hace rato ya había tirado el tarro y el pan al suelo estudiando cual sería el mejor momento para tirarla en el mismo barro y culearla ahí mismo, mientras que la hembra ya analizaba la posibilidad de subirse sus andrajos hasta los hombros para poner la negra manguera de carne entre sus tetas y así poder amasarla con ellas.
--Ohhhhh…! Mamiiiiii…!!, que rico me la chupasss…!!, Ohhhhh…!!! Uhhhmmm…!!! Mmmm…!!!, Asi…!!!, ensalívala bien para que luego te entre bien ricoooo…!!!!, -fue lo primero que pudo decir el negro vagabundo cuando sintió que la hembra le apretaba la verga con sus sensuales labios femeninos.
--Srpssss…!! Srpssss…!!! Srpssssss…!!!! Srpsssssss…!!!!!, -era lo que obtenía por respuesta el dichoso y desnudo pordiosero al ascendente y creciente ritmo de la mamada de verga que le estaba pegando una abandonada y romántica Jennifer, quien le hacía caso al negro indigente para que después este se la metiera bien rico según le decía.
Por su parte la acalorada hembra seguía succionándosela con ganas, incluso dejándosela por varios segundos trabada hasta su misma garganta y sólo se la sacaba cuando se empezaba ahogar, era delicioso para ella escuchar el acuoso sonido de salivas y líquidos que provenían de su propia boca cuando se la sacaba lo que le hacían que en forma rápida y apasionada se la bañara de tibios y húmedos besos con sus labios entreabiertos, para después de ensalivarla desde los testículos hasta la punta volver a incrustársela hasta la garganta.
Con todo lo que estaba sintiendo la rubia concluía y comprendía para ella misma que aterradoramente deseaba que ese negro vagabundo fuera para ella sola, para culear con el por todo el día y todas las veces en que a ambos le dieran ganas, hasta sacarse esas tremendas ganas de hombre en que la había dejado su ex marido Marc Anthony por tanto tiempo, no importándole que el indigente fuera quizás un desquiciado mental, un criminal, o un violador, la cosa era que las cosquillas en el estómago, sumada a su tremenda calentura y su soledad la estaban arrastrando a tal situación.
La hermosa cantante latina mientras seguía hincada y succionando la negra verga como una verdadera bebita sedienta de lechita se sentía tan aterrada como excitada, ya que sabía y tenía claro que era ella quien ahora deseaba lujuriosamente ser ensartada vaginalmente por la larga y ancha negra verga de ese maloliente hombre sin casa, o sea, que tenía ganas de sexo, los deseos de estar abierta de patas y tirada en el suelo para que ese estropajo de hombre le metiera su enorme verga negra ya la tenían desesperada.
La desnuda hembra ya estaba completamente entregada, y el ardiente vagabundo lo sabía por lo que ya sin esperar nada mas poco a poco se fue moviendo haciéndola comprender que nuevamente le había llegado su momento por lo que la complaciente JLo entendiendo lo que él quería de ella sensualmente se fue acomodando en el suelo y de espaldas quedándose estirada boca arriba y con la mitad de su cuerpo desnudo directamente en el barro y la otra escasamente sobre los harapos del indigente.
La imagen de la exuberante y desnuda mujer tirada en un charco de barro casi podrido junto a un mugriento arroyo era soberbia, el vagabundo se dio unos momentos para deleitarse ocularmente con semejante y curvilíneo pedazo de carne que el ya se aprontaba a volver a morder con su temible serpiente negra que vomitaba continuos ríos de moquillos transparentes que se iban a depositar en distintos puntos del vientre de la exasperada y ardiente hembra mientras que se daba a balbucear:
--Que ganas que me dan de comerte rubia…, -apreciación que rápidamente fue contestada por su bella oponente sexual,
--Cómame señor Tobias!!! Métemela yaaa..!!! se lo suplicooo! Trábame bien con su negra verga…!!! que yo también tengo ganas de comermelaaa!!!
Desde luego que el negro no se hizo de rogar mucho, así que tomándole sus muslos con ambas manos y abriéndoselos al máximo aproximó su ardiente y oscura herramienta a la aurea entrada de la Diva, para luego de una vez dejarla posada en esta acomodarse sobre el esbelto cuerpo de ella, y una vez que hubo pasado sus manos por debajo de las nalgas y después de echarle una última mirada al bello rostro de la mujer que se le estaba entregando voluntariamente cerró sus ojos para casi en el acto proceder a jalarla enérgicamente hacia arriba, a la misma vez que el empujaba furiosamente hacia abajo para de un solo golpe dejársela ir hasta el fondo, cumpliéndose así el erótico acoplamiento de cuerpos que tanto habían estado deseando cada uno por su parte.
Jennifer en el momento en que sintió sus labios vaginales distenderse y abrirse para permitirle la entrada a semejante miembro masculino abrió fuertemente su boca en la cual se perdió un inmenso grito ahogado al haber aguantado la considerable y ruda embutida de carne negra que le pusieron, como a si mismo y sin darse cuenta una vez ensartada envolver la cintura del indigente con sus piernas para que este no se le saliera ni siquiera un centímetro de adentro de su cuerpo, entregándose así a ese hediondo pordiosero que otra vez la lastimaba pero que también la trasladaba hasta el mismísimo paraíso al sentir su panochita deliciosamente bien abierta, bien estirada y llena de carne caliente.

El negro vagabundo por su parte comenzó a culearla con ligeros movimientos de cintura, primero despacio, luego un poco más rápidos, para después volverlos tan lentos como deliciosos para ella, siempre mirándola a la cara y estudiándole las contracciones de su rostro por cada arremetida que le ponía hasta el fondo, claramente la estaba disfrutando y ella por su parte se le estaba entregando entera.
A los pocos minutos en que se sucedía la antológica cogida que se llevaba a cabo abajo del solitario puente ambos se besaban y acariciaban mientras que las ahora furiosas ensartadas de verga se venían una y otra vez, acomodándose cada uno lo mejor que podía, el pordiosero le lamía el cuello y chupaba sus tetas sin dejar de penetrarla, sus descaradas manos nuevamente la tenían atrapada por las nalgas y por cada embestida que le daba la jalaba hacia su inmenso cipote apretándola con fuerzas contra el adivinando que eso que hacía a la hembra le encantaba.
Jennifer disfrutaba como una verdadera enajenada la cacha que le estaba pegando a campo travieso, sus ojos verdes que estaba perdidos en alguna parte del puente aledaño vieron como de pronto un vehículo que había pasado por este se devolvía en marcha atrás y que sus dos ocupantes masculinos se bajaban para apoyarse en las barandas y se ponían a ver como a ella se la estaban culeando, y cuando quiso darle aviso a su macho de que estaban siendo observados este mismo moviéndose como pudo logró ponerse sus dos estilizadas piernas sobre sus propios hombros, con esto sus penetraciones se hicieron más profundas como enérgicas, ella sudaba y él la poseía a su antojo, por lo que a la Diva no le importó lo más mínimo que los estuvieran observando, total estaban muy lejos de ellos le aconsejaba su ardiente subconsciente, haciéndole que ella también comenzara a mover sus caderas al ritmo de la cogida.
CONTINUARA…EN EL PROXIMO Y ULTIMO CAPITULO EL AFORTUNADO VAGABUNDO TENDRA LA SUERTE DE METER SU GIGANTE CIPOTE EN EL CULO LATINO MAS PERFECTO DEL MUNDO. Y JENNIFER LOPEZ DISFRUTARA COMO UNA GUARRA DEL ENCULAMIENTO.
0 comentarios - J.L.o y el Mendigo capitulo 10