Segunda parte.
Salvo el mío, todos los nombres del post están cambiados para proteger sus identidades)
Al día siguiente todo siguió con normalidad, me levante temprano tipo 6:30am, desayune, mis hermanos se fueron a la escuela y yo me fui a trabajar en el kiosco. Estaba muy emocionada y un poco caliente, ya quería volver a ver a ese bombón precioso. Así que me vestí lo más sexy que pude. Me puse un shortcito de jean muy corto que encima me quedaba chico, por lo que solo me tapaba la mitad del culo, a parte me puse una camiseta que me quedaba también re chica, me apretaba tanto que parecía que me iba a explotar el pecho y se podían ver mis pezones a través de la tela naranja.

Las horas pasaban y no aparecía, se hicieron las 10am, después las 11, las 12 y no llegaba. Llegué a pensar que no iba a venir y que me había arreglado tanto al pedo. Hasta que maso menos a las 13:30pm lo vi a través de la ventana caminando por la vereda de enfrente. No venía a comprar, estaba caminando para otro lado, supuse que se iba a su casa. Estaba con su uniforme lleno de tierra y parecía algo estresado. Pensé que tal vez había tenido un mal día y que no vendría, pero una hora más tarde lo vi de nuevo, caminando hacia el kiosco. Se había cambiado, llevaba una campera de anime, y tenía el pelo mojado, parecía que se acababa de bañar. Entro con la cabeza agachada y temblando.
Hola! Buen día, le dije con una sonrisa.
Hola contestó en voz baja, levantó la cabeza y me miró, estaba sonrojado, rojo como un tomate, cosa que me calentó todavía más, era tan lindo, juro que tenía ganas de saltarle encima y besarlo hasta dejarlo sin aire ahí mismo. Pero antes de que pudiera seguir fantaseando me habló.
Yo… yo ayer…
Me diste plata demás? Conteste con una sonrisa sin dejarlo terminar.
El asintió con la cabeza.
Solté una risita y empecé a buscar la plata en la registradora. El estaba tratando de no verme, aunque de vez en cuando se le escapaba una que otra mirada a mis tetas y no lo culpo, tenía los pezones erizados desde que lo vi acercarse.
Sos de por acá vos? Le pregunté mientras buscaba la plata.
El: Si, vivo acá a la vuelta
Yo: Aahh sos del barrio
El: Si, vivo acá desde chico.
Yo: Yo me mude acá el mes pasado.
El: ahh… muy lejos vivías?
Yo: de zeballos ¿conoces?
El: si me parece que si.
Antes de darle la plata lo mire a los ojos y le pregunte ¿Cómo es tu nombre?
El: Alexis…
Yo: ahh ¿te puedo decir Alex?
El: sisi…
Yo: yo soy ludmi, un gusto. Dije inclinándome hacia adelante y dejando caer mis tetas sobre el mostrador mientras le daba la plata. Por mucho que se esforzó antes esta vez simplemente no pudo evitar mirarme directamente las tetas por varios segundos antes de volver en si, cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer me miro con cara de asustado, estaba más rojo que un tomate.
El: Discúlpame, yo…
No pasa nada jajaja, le dije sonriéndole con la cara más de puta que pude poner.
Yo: volve cuando quieras.
Cuando se estaba yendo me di cuenta de algo, yo como pendeja morbosa lo miraba siempre de arriba abajo, y ahí me di cuenta de que tenía la pija parada, se había calentado con solo mirarme las tetas 2 segundos.
Más tarde cuando volví a mi casa me encerré en mi pieza y cerré con llave. Me había quedado re cali⁶ente, no podía parar de pensar en esa pija dura, parecía ser bastante grande para un pibe tan bajito.
Pensaba en como seguramente llego a su casa re caliente, seguramente se había masturbado pensando en mi, seguramente había eyaculado pensando en mis tetas, capaz pensando en que le hacía una rusa, o que me cogía la boca hasta que me baboseara toda. Ahí me di cuenta de que era yo la que se estaba pajeando, estaba metiéndome los dedos pensando en ese flaco de mi barrio, más chico que yo, un rarito, un otaku y me encantaba. No me aguante más y fui a buscar mi dildo, Me acosté boca abajo sobre la cama y empecé a chuparlo mientras me metía los dedos en la concha pensando en que tenía su pija en mi boca, me lo puse entre las tetas chupando la puntita mientras lo movía de arriba abajo, lubricándolo con mi saliva, me lo imaginaba acostado en la cama, mirándome con esa carita de inocente mientras envolvía su pene duro con mis tetas, después lo puse sobre la cama y empecé a montarlo, imaginándome que el estaba abajo mío, que me agarraba las tetas mientras yo le saltaba encima como toda una putita, que me las chupaba mientras movía sus caderas rapidísimo hasta hacerme venir solo para después llenarme el culito de leche. quería que me cubriera la carita y las tetas con su semen, que me chorreara de la boca bajando por mis tetas empapadas y después seguir chupándosela hasta dejarlo seco, hasta que yo no pudiera ni moverse y entonces seguir y seguir dándole sentones hasta que se desmaye.
Me vine varias veces esa noche, hasta que me dormí, completamente desnuda, mojada, con el dildo a pocos centímetros de mi cuerpo y con la ventana entreabierta. Tenía suerte de que nadie me hubiera visto, esa ventana daba directamente a la vereda, cualquiera que pasara caminando podría escucharme o hasta espiarme simplemente metiendo la mano y apartando un poco las cortinas. Aunque por suerte me levante temprano y cerré la ventana antes de cambiarme para ir al trabajo.
Desayuné y me fui a trabajar como siempre, estaba emocionada por volver a ver a Alex, pero esta vez no vino en todo el día. Y tampoco al siguiente, ni al siguiente. Empecé a ponerme algo nerviosa, ¿por que no venía? ¿lo habré incomodado? ¿Y si no le gustó? Capaz no le gustan las turras como yo, después de todo el es un otaku, seguramente le gusten las otakus ¿no? Empecé a sentirme algo triste, me sentía rechazada, fea, ¿Por qué había nacido así? Si me hubieran criado de otra forma capaz no sería como soy, una turra…
Uno de esos días en el trabajo estaba algo aburrida, viendo publicaciones en Instagram y entonces lo vi en mi lista de sugerencias, su perfil, no estaba segura de que fuera el, después de todo tenía una foto de anime, pero cuando entre a su perfil vi varias fotos en las que aparecía, así que si, era el. Lo seguí y en menos de 5 minutos me siguió devuelta y no solo eso, tambien le dio like a todas mis fotos.
Entonces me di cuenta de que todo lo que había llegado a pensar en esos días estaba mal, seguramente la razón de que no haya ido fue porque tenía vergüenza o algo así. Ahora tenía más ganas de verlo, esta vez iba a hacer que realmente se volviera loco por mi.
Unos días después finalmente apareció, pero esta vez cuando entró al kiosco se veía diferente, parecía triste, decaído. Yo me preocupe un poco, pensé que algo le había pasado y si, cuando levantó la cabeza para preguntarme si tenía pan me di cuenta de que tenía un moretón a un lado del ojo.
Yo: ¿estas bien? ¿Qué te pasó?
Alex: estoy bien… gracias por preguntar.
Yo: ¿Te pegaron?
Alex: me pasa siempre, pero por lo menos me defiendo.
Yo: ¿Quién te pego?
Alex: no importa, no te quiero molestar.
Yo: no me molesta, contame, ¿queres quedarte un rato?
Alex: nono, gracias, se van a preocupar en mi casa si tardo.
Yo: bueno, pero contame quien te pego.
Me miro con esa carita de pena que pone siempre, esa carita hermosa que me encantaba, que había sido lastimada por algún hijo de puta.
Alex: bueno, es que…
Yo: ¿que pasa?
Alex: viste que vos me seguiste en Instagram… bueno vi tus fotos y hay unos pibes que salen con vos… van a mi clase ellos…
Me quedé en shock por un momento, no sabía que decirle, no sabía si sentirme enojada , triste o frustrada, todo se me mezclo en ese momento.
Yo: ¿me estas jodiendo?
Alex: no, fueron Ángel y Gabriel, no se si son tus hermanos o que…
Yo: si son mis hermanos… ay dios, disculpame…
Alex: no pasa nada el problema no es con vos.
Yo: si pero no puede ser que mis hermanos te hagan eso, ahora cuando llegue a casa los voy a recagar a palos así no te joden más.
Alex: no no, si haces eso va ser para peor, ya la maestra los reto y empeoro un montón porque se enojaron conmigo.
Se asusto bastante cuando le dije eso, y tenía razón mis hermanos eran el tipo de pibes que cuando los retaban volvían hacer lo mismo multiplicado por diez. Así que castigarlos o hablar con ellos no era una opción, pero me sentía tan en deuda. Dios, tenía que compensárselo de alguna forma.
Yo: emmm… yo no se que decirte. No es justo que te hagan eso, tiene que haber algo que pueda hacer.
Alex: no te preocupes. Desde chico que me pasa lo mismo, tus hermanos no son los primeros.
Yo: si pero esta vez son mis hermanos… me siento responsable.
Alex: no es para tanto, estoy bien.
Yo: no, se te nota decaído, y es culpa de esos pendejos de mierda.
Alex: solo me siento un poco mal, es molesto que siempre me pase lo mismo.
Yo: mmm…
Lo quede mirando unos segundos con cara de pena, me sentía muy mal por el. Pero entonces una idea apareció en mi cabeza, una morbosa idea.
Yo: sabes, me siento muy responsable por esto…
Dije mientras caminaba al otro lado del mostrador yendo hacía la puerta y cerrándola con llave.
Alex: ¿que?¿Qué cosa?
Camine hacía el lentamente hasta que lo tuve cara a cara y entonces me acerque hasta que nuestros labios se tocaron, mientras mi mano bajaba por sus pantalones hasta sentir su verga durisima.
…
CONTINUARA…
Gracias a todos por leer y por el apoyo que tuvo la parte anterior. Si está tiene apoyo seguramente suba la parte 3 en estos días.
Aclaracion: el dildo fue un regalo de mi primer novio, hace años. Es el típico pene de silicona, transparente, mide 15cm, lo tengo desde hace años Y siempre lo uso cuando estoy sola en casa.

Besos a todos😚
Salvo el mío, todos los nombres del post están cambiados para proteger sus identidades)
Al día siguiente todo siguió con normalidad, me levante temprano tipo 6:30am, desayune, mis hermanos se fueron a la escuela y yo me fui a trabajar en el kiosco. Estaba muy emocionada y un poco caliente, ya quería volver a ver a ese bombón precioso. Así que me vestí lo más sexy que pude. Me puse un shortcito de jean muy corto que encima me quedaba chico, por lo que solo me tapaba la mitad del culo, a parte me puse una camiseta que me quedaba también re chica, me apretaba tanto que parecía que me iba a explotar el pecho y se podían ver mis pezones a través de la tela naranja.

Las horas pasaban y no aparecía, se hicieron las 10am, después las 11, las 12 y no llegaba. Llegué a pensar que no iba a venir y que me había arreglado tanto al pedo. Hasta que maso menos a las 13:30pm lo vi a través de la ventana caminando por la vereda de enfrente. No venía a comprar, estaba caminando para otro lado, supuse que se iba a su casa. Estaba con su uniforme lleno de tierra y parecía algo estresado. Pensé que tal vez había tenido un mal día y que no vendría, pero una hora más tarde lo vi de nuevo, caminando hacia el kiosco. Se había cambiado, llevaba una campera de anime, y tenía el pelo mojado, parecía que se acababa de bañar. Entro con la cabeza agachada y temblando.
Hola! Buen día, le dije con una sonrisa.
Hola contestó en voz baja, levantó la cabeza y me miró, estaba sonrojado, rojo como un tomate, cosa que me calentó todavía más, era tan lindo, juro que tenía ganas de saltarle encima y besarlo hasta dejarlo sin aire ahí mismo. Pero antes de que pudiera seguir fantaseando me habló.
Yo… yo ayer…
Me diste plata demás? Conteste con una sonrisa sin dejarlo terminar.
El asintió con la cabeza.
Solté una risita y empecé a buscar la plata en la registradora. El estaba tratando de no verme, aunque de vez en cuando se le escapaba una que otra mirada a mis tetas y no lo culpo, tenía los pezones erizados desde que lo vi acercarse.
Sos de por acá vos? Le pregunté mientras buscaba la plata.
El: Si, vivo acá a la vuelta
Yo: Aahh sos del barrio
El: Si, vivo acá desde chico.
Yo: Yo me mude acá el mes pasado.
El: ahh… muy lejos vivías?
Yo: de zeballos ¿conoces?
El: si me parece que si.
Antes de darle la plata lo mire a los ojos y le pregunte ¿Cómo es tu nombre?
El: Alexis…
Yo: ahh ¿te puedo decir Alex?
El: sisi…
Yo: yo soy ludmi, un gusto. Dije inclinándome hacia adelante y dejando caer mis tetas sobre el mostrador mientras le daba la plata. Por mucho que se esforzó antes esta vez simplemente no pudo evitar mirarme directamente las tetas por varios segundos antes de volver en si, cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer me miro con cara de asustado, estaba más rojo que un tomate.
El: Discúlpame, yo…
No pasa nada jajaja, le dije sonriéndole con la cara más de puta que pude poner.
Yo: volve cuando quieras.
Cuando se estaba yendo me di cuenta de algo, yo como pendeja morbosa lo miraba siempre de arriba abajo, y ahí me di cuenta de que tenía la pija parada, se había calentado con solo mirarme las tetas 2 segundos.
Más tarde cuando volví a mi casa me encerré en mi pieza y cerré con llave. Me había quedado re cali⁶ente, no podía parar de pensar en esa pija dura, parecía ser bastante grande para un pibe tan bajito.
Pensaba en como seguramente llego a su casa re caliente, seguramente se había masturbado pensando en mi, seguramente había eyaculado pensando en mis tetas, capaz pensando en que le hacía una rusa, o que me cogía la boca hasta que me baboseara toda. Ahí me di cuenta de que era yo la que se estaba pajeando, estaba metiéndome los dedos pensando en ese flaco de mi barrio, más chico que yo, un rarito, un otaku y me encantaba. No me aguante más y fui a buscar mi dildo, Me acosté boca abajo sobre la cama y empecé a chuparlo mientras me metía los dedos en la concha pensando en que tenía su pija en mi boca, me lo puse entre las tetas chupando la puntita mientras lo movía de arriba abajo, lubricándolo con mi saliva, me lo imaginaba acostado en la cama, mirándome con esa carita de inocente mientras envolvía su pene duro con mis tetas, después lo puse sobre la cama y empecé a montarlo, imaginándome que el estaba abajo mío, que me agarraba las tetas mientras yo le saltaba encima como toda una putita, que me las chupaba mientras movía sus caderas rapidísimo hasta hacerme venir solo para después llenarme el culito de leche. quería que me cubriera la carita y las tetas con su semen, que me chorreara de la boca bajando por mis tetas empapadas y después seguir chupándosela hasta dejarlo seco, hasta que yo no pudiera ni moverse y entonces seguir y seguir dándole sentones hasta que se desmaye.
Me vine varias veces esa noche, hasta que me dormí, completamente desnuda, mojada, con el dildo a pocos centímetros de mi cuerpo y con la ventana entreabierta. Tenía suerte de que nadie me hubiera visto, esa ventana daba directamente a la vereda, cualquiera que pasara caminando podría escucharme o hasta espiarme simplemente metiendo la mano y apartando un poco las cortinas. Aunque por suerte me levante temprano y cerré la ventana antes de cambiarme para ir al trabajo.
Desayuné y me fui a trabajar como siempre, estaba emocionada por volver a ver a Alex, pero esta vez no vino en todo el día. Y tampoco al siguiente, ni al siguiente. Empecé a ponerme algo nerviosa, ¿por que no venía? ¿lo habré incomodado? ¿Y si no le gustó? Capaz no le gustan las turras como yo, después de todo el es un otaku, seguramente le gusten las otakus ¿no? Empecé a sentirme algo triste, me sentía rechazada, fea, ¿Por qué había nacido así? Si me hubieran criado de otra forma capaz no sería como soy, una turra…
Uno de esos días en el trabajo estaba algo aburrida, viendo publicaciones en Instagram y entonces lo vi en mi lista de sugerencias, su perfil, no estaba segura de que fuera el, después de todo tenía una foto de anime, pero cuando entre a su perfil vi varias fotos en las que aparecía, así que si, era el. Lo seguí y en menos de 5 minutos me siguió devuelta y no solo eso, tambien le dio like a todas mis fotos.
Entonces me di cuenta de que todo lo que había llegado a pensar en esos días estaba mal, seguramente la razón de que no haya ido fue porque tenía vergüenza o algo así. Ahora tenía más ganas de verlo, esta vez iba a hacer que realmente se volviera loco por mi.
Unos días después finalmente apareció, pero esta vez cuando entró al kiosco se veía diferente, parecía triste, decaído. Yo me preocupe un poco, pensé que algo le había pasado y si, cuando levantó la cabeza para preguntarme si tenía pan me di cuenta de que tenía un moretón a un lado del ojo.
Yo: ¿estas bien? ¿Qué te pasó?
Alex: estoy bien… gracias por preguntar.
Yo: ¿Te pegaron?
Alex: me pasa siempre, pero por lo menos me defiendo.
Yo: ¿Quién te pego?
Alex: no importa, no te quiero molestar.
Yo: no me molesta, contame, ¿queres quedarte un rato?
Alex: nono, gracias, se van a preocupar en mi casa si tardo.
Yo: bueno, pero contame quien te pego.
Me miro con esa carita de pena que pone siempre, esa carita hermosa que me encantaba, que había sido lastimada por algún hijo de puta.
Alex: bueno, es que…
Yo: ¿que pasa?
Alex: viste que vos me seguiste en Instagram… bueno vi tus fotos y hay unos pibes que salen con vos… van a mi clase ellos…
Me quedé en shock por un momento, no sabía que decirle, no sabía si sentirme enojada , triste o frustrada, todo se me mezclo en ese momento.
Yo: ¿me estas jodiendo?
Alex: no, fueron Ángel y Gabriel, no se si son tus hermanos o que…
Yo: si son mis hermanos… ay dios, disculpame…
Alex: no pasa nada el problema no es con vos.
Yo: si pero no puede ser que mis hermanos te hagan eso, ahora cuando llegue a casa los voy a recagar a palos así no te joden más.
Alex: no no, si haces eso va ser para peor, ya la maestra los reto y empeoro un montón porque se enojaron conmigo.
Se asusto bastante cuando le dije eso, y tenía razón mis hermanos eran el tipo de pibes que cuando los retaban volvían hacer lo mismo multiplicado por diez. Así que castigarlos o hablar con ellos no era una opción, pero me sentía tan en deuda. Dios, tenía que compensárselo de alguna forma.
Yo: emmm… yo no se que decirte. No es justo que te hagan eso, tiene que haber algo que pueda hacer.
Alex: no te preocupes. Desde chico que me pasa lo mismo, tus hermanos no son los primeros.
Yo: si pero esta vez son mis hermanos… me siento responsable.
Alex: no es para tanto, estoy bien.
Yo: no, se te nota decaído, y es culpa de esos pendejos de mierda.
Alex: solo me siento un poco mal, es molesto que siempre me pase lo mismo.
Yo: mmm…
Lo quede mirando unos segundos con cara de pena, me sentía muy mal por el. Pero entonces una idea apareció en mi cabeza, una morbosa idea.
Yo: sabes, me siento muy responsable por esto…
Dije mientras caminaba al otro lado del mostrador yendo hacía la puerta y cerrándola con llave.
Alex: ¿que?¿Qué cosa?
Camine hacía el lentamente hasta que lo tuve cara a cara y entonces me acerque hasta que nuestros labios se tocaron, mientras mi mano bajaba por sus pantalones hasta sentir su verga durisima.
…
CONTINUARA…
Gracias a todos por leer y por el apoyo que tuvo la parte anterior. Si está tiene apoyo seguramente suba la parte 3 en estos días.
Aclaracion: el dildo fue un regalo de mi primer novio, hace años. Es el típico pene de silicona, transparente, mide 15cm, lo tengo desde hace años Y siempre lo uso cuando estoy sola en casa.

Besos a todos😚
4 comentarios - Mis raros gustos pt2