Dulce Lucía - capítulo 5
Mateo, de 27 años, llegó a la casa de Lucía para recogerla, estacionando su auto a las 12:45 PM del lunes. Miró su reloj, notando que era pasado el mediodía, y vio a Lucía, de 25, con su piel blanca y cuerpo delgado, llegando apresurada, su rostro sonrojado.
—¿De dónde vienes, amor? —preguntó Mateo, curioso, ayudándola con su bolso.
Lucía sonrió, ajustándose el cabello. —Del trabajo de Daniel, amor. Quedamos en que todos los mediodías paso por su laburo para... ya sabés para qué, jajaja. Me estoy volviendo adicta a tomarle la leche. Es tan dulce, me encanta —dijo, despreocupada.
Mateo, sorprendido, abrió los ojos. —¿Por qué hiciste eso, Lucía?
Ella lo miró, cariñosa pero firme. —Me gustó mucho Daniel, Mateo. Me gustaría que me permitas seguir. —Hizo una pausa, sonriendo—. ¿No te jode?
Mateo, inseguro, balbuceó: —No sé, Lucía, no estoy seguro.
Ella rió, pícara. —No te preocupes, amor, lo haré de todos modos. Ven, entremos, te lo compensaré.
Dentro de la casa, Mateo, ilusionado, preguntó: —¿Cuál es mi premio?
El timbre sonó, y Lucía, sonriendo, le dio un beso, el olor al semen dulce de Daniel impregnado en su aliento. —Ahí está tu premio, amor —dijo, abriendo la puerta. Eran Carla y Lucas, llegados para almorzar, saludando con risas y abrazos.
Tras un almuerzo de ensalada y pollo, los cuatro se sentaron en el living, relajados. Lucía se acomodó al lado de Lucas, su mano deslizándose sobre su pantalón, acariciándolo por encima. —Chicos, hoy estuve con Daniel, le chupé todo, y quedamos en vernos a las 12:30 cada día. Su semen es increíble —dijo, riendo, mientras abría el cierre de Lucas, sacando su pene de 20 cm, grueso y erecto. Se giró a Mateo, burlona—. Mira, amor, cómo se puso tu amiguito al verme.
Carla, quitándose los zapatos, acariciaba disimuladamente su pecho, observando. De pronto, soltó un gritito ahogado al ver el pene de Lucas. —¡Wow, es enorme! —exclamó. Lucía la miró, buscando complicidad, y sonrió con malicia a Mateo. —Voy a devorarlo, amor, mira bien —dijo, ignorando su pregunta: —¿Cuál es mi premio, Lucía?
Lucía se inclinó, chupando el pene de Lucas con actitud agresiva, sus labios moviéndose rápidos, gimiendo. Lucas, disfrutando, miró a Carla, sonriendo. —Carla, hace unos días conocí a Lucía… y a Mateo ya lo conozco desde hace años pero también conocimos su "amiguito" , tan pequeño, ¿verdad? —dijo, riendo. Carla asintió, riendo suavemente. —Sí, su tamaño es único, pero lindo —comentó, mirando a Mateo con calidez. Lucía se sacó el pene de la boca, dio un par de lamidas lentas, y miró a Lucas. —Lo quiero en mi culo, Lucas —dijo, ardiente. Carla, extrañada, alzó una ceja.
Lucía se puso en cuatro, su culo bien formado expuesto. Lucas se lubricó el pene, metiéndolo con suavidad al principio. —Este es tu premio, Mateo —gritó Lucía, llamándolo—. Acuéstate, amor. —Mateo se acostó boca arriba, en un 69, su mirada fija en el culito de Lucía, que él consideraba suyo, mientras Lucas lo penetraba más profundo, embistiendo con fuerza. Podía ver claramente como la figura larga y con las venas marcadas desaparecía en un flash dentro del apretado culo de Lucía, quién gemía, y su mano encontrando el delgado pene de Mateo, acariciándolo. —Mira, amor, cómo me abre —jadeó.
Lucas, un poco impulsado por los celos y otro poco por la excitación del rol dominante agarró los brazos de Lucía, dejándola totalmente vulnerable y embistiendo con potencia, su pene estirándola. Carla, arrodillándose, sintió pena y excitación por Mateo. Comenzó a tocar su delgado pene con dos dedos, mirándolo. —¿Te gusta ver a Lucía tan de cerca, Mateo? —preguntó, su voz suave. Lucas, con un gruñido, eyaculó, sus últimas embestidas intensas. Su pene salió del culo de Lucía, chocando contra la cara de Mateo, que miraba el ano abierto. Semen caliente de Lucas goteó del culo de Lucía a la cara de Mateo, quien, afligido, eyaculó bajo los dedos de Carla, un chorro fuerte salpicándolo.
Lucía, Lucas y Carla rieron, sin malicia, mirando a Mateo. —Siempre el chorro más grande es el tuyo, amorcito—dijo Lucía, cariñosa. Mateo, sonrojado, preguntó: —¿Te gusta? ¿Me amas?
Ella, riendo, lo besó. —Claro que si, siempre seré tuya —dijo, su amor brillando entre las risas del grupo.
CAPÍTULO 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990215/Mi-novia-con-un-tipo-en-el-Rapido-Tata.html
CAPÍTULO 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990256/Mi-novia-conoce-a-mis-amigos.html
CAPÍTULO 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990337/Mi-novia-con-mis-amigos-parte-2.html
CAPÍTULO 4: http://www.poringa.net/posts/relatos/5991140/Mi-novia-y-su-amiga-me-humillan.html
Mateo, de 27 años, llegó a la casa de Lucía para recogerla, estacionando su auto a las 12:45 PM del lunes. Miró su reloj, notando que era pasado el mediodía, y vio a Lucía, de 25, con su piel blanca y cuerpo delgado, llegando apresurada, su rostro sonrojado.
—¿De dónde vienes, amor? —preguntó Mateo, curioso, ayudándola con su bolso.
Lucía sonrió, ajustándose el cabello. —Del trabajo de Daniel, amor. Quedamos en que todos los mediodías paso por su laburo para... ya sabés para qué, jajaja. Me estoy volviendo adicta a tomarle la leche. Es tan dulce, me encanta —dijo, despreocupada.
Mateo, sorprendido, abrió los ojos. —¿Por qué hiciste eso, Lucía?
Ella lo miró, cariñosa pero firme. —Me gustó mucho Daniel, Mateo. Me gustaría que me permitas seguir. —Hizo una pausa, sonriendo—. ¿No te jode?
Mateo, inseguro, balbuceó: —No sé, Lucía, no estoy seguro.
Ella rió, pícara. —No te preocupes, amor, lo haré de todos modos. Ven, entremos, te lo compensaré.
Dentro de la casa, Mateo, ilusionado, preguntó: —¿Cuál es mi premio?
El timbre sonó, y Lucía, sonriendo, le dio un beso, el olor al semen dulce de Daniel impregnado en su aliento. —Ahí está tu premio, amor —dijo, abriendo la puerta. Eran Carla y Lucas, llegados para almorzar, saludando con risas y abrazos.
Tras un almuerzo de ensalada y pollo, los cuatro se sentaron en el living, relajados. Lucía se acomodó al lado de Lucas, su mano deslizándose sobre su pantalón, acariciándolo por encima. —Chicos, hoy estuve con Daniel, le chupé todo, y quedamos en vernos a las 12:30 cada día. Su semen es increíble —dijo, riendo, mientras abría el cierre de Lucas, sacando su pene de 20 cm, grueso y erecto. Se giró a Mateo, burlona—. Mira, amor, cómo se puso tu amiguito al verme.
Carla, quitándose los zapatos, acariciaba disimuladamente su pecho, observando. De pronto, soltó un gritito ahogado al ver el pene de Lucas. —¡Wow, es enorme! —exclamó. Lucía la miró, buscando complicidad, y sonrió con malicia a Mateo. —Voy a devorarlo, amor, mira bien —dijo, ignorando su pregunta: —¿Cuál es mi premio, Lucía?
Lucía se inclinó, chupando el pene de Lucas con actitud agresiva, sus labios moviéndose rápidos, gimiendo. Lucas, disfrutando, miró a Carla, sonriendo. —Carla, hace unos días conocí a Lucía… y a Mateo ya lo conozco desde hace años pero también conocimos su "amiguito" , tan pequeño, ¿verdad? —dijo, riendo. Carla asintió, riendo suavemente. —Sí, su tamaño es único, pero lindo —comentó, mirando a Mateo con calidez. Lucía se sacó el pene de la boca, dio un par de lamidas lentas, y miró a Lucas. —Lo quiero en mi culo, Lucas —dijo, ardiente. Carla, extrañada, alzó una ceja.
Lucía se puso en cuatro, su culo bien formado expuesto. Lucas se lubricó el pene, metiéndolo con suavidad al principio. —Este es tu premio, Mateo —gritó Lucía, llamándolo—. Acuéstate, amor. —Mateo se acostó boca arriba, en un 69, su mirada fija en el culito de Lucía, que él consideraba suyo, mientras Lucas lo penetraba más profundo, embistiendo con fuerza. Podía ver claramente como la figura larga y con las venas marcadas desaparecía en un flash dentro del apretado culo de Lucía, quién gemía, y su mano encontrando el delgado pene de Mateo, acariciándolo. —Mira, amor, cómo me abre —jadeó.
Lucas, un poco impulsado por los celos y otro poco por la excitación del rol dominante agarró los brazos de Lucía, dejándola totalmente vulnerable y embistiendo con potencia, su pene estirándola. Carla, arrodillándose, sintió pena y excitación por Mateo. Comenzó a tocar su delgado pene con dos dedos, mirándolo. —¿Te gusta ver a Lucía tan de cerca, Mateo? —preguntó, su voz suave. Lucas, con un gruñido, eyaculó, sus últimas embestidas intensas. Su pene salió del culo de Lucía, chocando contra la cara de Mateo, que miraba el ano abierto. Semen caliente de Lucas goteó del culo de Lucía a la cara de Mateo, quien, afligido, eyaculó bajo los dedos de Carla, un chorro fuerte salpicándolo.
Lucía, Lucas y Carla rieron, sin malicia, mirando a Mateo. —Siempre el chorro más grande es el tuyo, amorcito—dijo Lucía, cariñosa. Mateo, sonrojado, preguntó: —¿Te gusta? ¿Me amas?
Ella, riendo, lo besó. —Claro que si, siempre seré tuya —dijo, su amor brillando entre las risas del grupo.
CAPÍTULO 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990215/Mi-novia-con-un-tipo-en-el-Rapido-Tata.html
CAPÍTULO 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990256/Mi-novia-conoce-a-mis-amigos.html
CAPÍTULO 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/5990337/Mi-novia-con-mis-amigos-parte-2.html
CAPÍTULO 4: http://www.poringa.net/posts/relatos/5991140/Mi-novia-y-su-amiga-me-humillan.html
0 comentarios - Me masturban mientras veo a mi novia cogiendo