
J.L.o y el Mendigo capitulo 9
El pordiosero le mete la verga y la diva disfruta como una perra en celo.
--Te gustaaa… te gusta que mi negra verga podioseraaa!!??, -le contestó el indigente quien seguía haciendo movimientos ondulatorios y de adentramiento intentando de una buena vez metérsela por completa, ya que la Exuberante Jennifer Lopez hasta este momento solo había logrado comerse 20 centímetros, aun faltaban más de 10 que tragarse.
--Es… es… t… tan grandeeee…! T… tan grandeeeeee…!!, -le decía al mismo tiempo que comenzaba a débilmente a menear sus caderas al mismo vaivén en que se lo estaban haciendo.
--Eso putita...! así...!! así...!! te dije que te iba a gustar...!! Aaaahhhhh...!!! tomaa...!!! tomaaa…!!!, -el negro pordiosero estaba en la gloria al haber notado que aquella tremenda mujer de rasgos Latinos ya estaba caliente y aceptaba el acto del coito junto a él.
--Así...!! así...!!! metamelaaa!!! Métamela todaa...!!! Todaaa…!!! Aaahhhhh...!!!, -le pidió descaradamente la rubia y totalmente fuera de control no importándole lo que pudiera pasar con ella si es que el negro llegaba a ensartársela completa, lo único que ella quería en esos momentos era moverse al mismo ritmo en que se la encajaban.
El viejo pordiosero ahora la culeaba como desesperado ya que nunca en su vida habría imaginado tener en su casucha a una mujer totalmente desnuda y cogiéndosela tal como él lo estaba haciendo y menos que ella fuese una hermosa cantante famosa y ella misma fuese quien lo estuviera animando a seguir tirándosela tal como lo seguía haciendo Jennifer, a la misma vez que ella ya estaba culeando en toda ley, con su cuerpo moviéndolo exquisitamente abajo del macho en forma instintivamente reproductora.
--Ohhhhh… Ahhhhh… Ahhhhhh… c… cr… creooo q… que… me la p… puedo c… con su v… ver… vergaaaa… m… me… meta… métamela e… en… enteraaaa…!!!!, -le pidió en forma enajenante la ninfa perdiendo total estado de compostura, por lo que el negro redobló las fuerzas de sus acalorados embates.
La tremenda cacha que le estaban poniendo a la exuberante hembra estaba resultando tan gratificante para ella que en un momento dado y ya no aguantándose mas las tremendas ganas de apareamiento que le habían bajado que fue ella misma quien tomando la iniciativa volteó al vagabundo para que este quedara de espaldas tirado en los harapos con su tieso aparato bamboleándose hacia todos lados al haberse salido del tajo femenino cuando su compañera hiso el brusco movimiento de cuerpos, y una vez que ella nuevamente ya estuvo montada sobre él le tomó la hiniesta verga con una de sus manitas para intentar metérsela ella misma, pero la cosa del negro era tan inmensamente grande que Jennifer tuvo que ponerse en cuclillas para luego de ya estar en esa posición y con la verga nuevamente apuntando hacia su entrada vaginal lentamente comenzó a sentarse sobre ella penetrándosela despaciosamente en la concha.
A la rubia no le importaba nada, solo quería ser penetrada por ese largo mástil de ébano caliente que ella solita se estaba ensartando, sintiendo como aquel grueso trozo de carne entraba en su cuerpo, cada milímetro de este aumentaba tanto en dolor como en placer, incluso le parecía que este nunca le iba a entrar en forma completa, pero fue en el momento en que la ya muy sudada Jennifer se detuvo al creer imposible la tarea en que fue tomada por sorpresa por su casual protector, el negro vagabundo enderezándose como pudo se sentó para quedar en iguales condiciones que ella y pasando sus negras manos por la espalda se afianzó a ella firmemente de sus suaves hombros para luego de ya estar listo y dispuesto empujarla con brutalidad hacia abajo obligándola en un santiamén a comerse por la zorra toda la extensión de su grueso y oscuro miembro, la exitosa cantante se la había tragado completa.
Jennifer pegó otro fuerte bramido entre dolor y placer, al mismo tiempo que llevó su vista hacia el cercano techo de palo cuando sintió los grandes testículos del negro chocar con sus nalgas, por lo que se tuvo que quedar por un rato en un doloroso estado de éxtasis y aferrada con sus delineados brazos al cuerpo de su ocasional amante, comprendiendo y asimilando que se acababa de comer por la concha los 33 centímetros de verga que ella le había calculado.
Hasta que la hembra sabiéndose bien trabada por el vagabundo y al ver a este como se dejaba caer hacia atrás comprendió que a pesar del dolor que estaba sintiendo en su abierta vagina ya no le quedaba otra cosa más que comenzar a moverse, así que lentamente empezó como pudo una serie de arrítmicos movimientos copulatorios que en forma gradual iban dando paso a una fenomenal galopada sobre la demencial verga que le habían metido.
La muy traspirada hembra de a ratos se detenía y se dejaba caer sobre el ajado cuerpo del negro para poder tomar algo de aire, momentos que el ahora feliz indigente aprovechaba para darle besos con lengua que ella correspondía con apasionamiento, no porque le gustase besar a aquel despojo de persona, sino porque la calentaban todo lo prohibido que ello encerraba al estar ella culeando al interior de la inmunda casucha hecha de basura, y mas subía su excitación al saber estar comiéndose por la zorra una descomunal verga negra, hedionda e indigente.
Los minutos pasaban y la Diva lo seguía cabalgando en forma vigorosa, mientras el pordiosero le lamía las tetas, de ratos este mismo la tomaba de la cara con ambas manos negras para atraerla hacia él y volvía a meter su lengua en su boca la cual era muy bien recibida, ambos cogían, se culiaban y se besaban al ritmo de sus sexuales movimientos que ahora hacían instintivamente para cada cual sentir más rico de lo que sentían, el apareamiento que se estaban pegando era tan tremendo que daba la impresión que eran dos criaturas que se esforzaban y empecinaban en preservar y mantener la supervivencia de su especie a través de la procreación, incluso habían momentos en que la embravecida y caliente hembra detenía sus movimientos copulatorios haciendo que toda la verga del macho se saliera de ella, para luego volver a ubicársela en su entrada íntima y dejarse caer sobre ella con fuerzas y cuando ya la tenía atravesada entera movía su cuerpo hacia los lados y ondulatoriamente como si ella se estuviera asegurando de que le hubiese entrado entera.
En el exterior del inmundo cubículo solo se escuchaba el ruido de cuerpos chocando uno contra el otro, que se entremezclaban con solapados gemidos de placer de hembra siendo penetrada una y otra vez.
De pronto el negro vagabundo se alzó tomándola y dándose vuelta con ella poniéndola nuevamente acostada de espaldas sobre los andrajos que tenía por cobijas para después echarse otra vez sobre ella todo esto manteniéndola siempre trabada a su grotesca herramienta para empezar una furiosa y acelerada cogida metiéndole la verga hasta lo más profundo de su ser.
Jennifer sentía que toda la pulguienta casucha le daba vueltas por su cabeza mientras también esta extrañamente crujía ante aquel acalorado temporal de sexo desenfrenado.
La Exuberante cantante ahora solo se mantenía abierta de patas dejándose que le metieran una y otra vez los más de 30 centímetros carne caliente, hasta que en un momento en que perdiendo el total sentido de la razón se puso a gritar vuelta loca por la excitación y a pedirle al indigente negro que no parara de cogérsela ya que estaba siendo tomada por una bestial oleada de orgasmos que se le venían uno después de otro:
--Asiiii…!!, asiiiii…!!, empuje hasta el fondoooo…!!!, yo me la puedo con su vergaaaa…!!!, si que me la puedoooo…!!! démela todaaaaa…!!!, asiiii…!!!!, asiiiiiii…!!!!, Ohhhh…!!!! Diossss…!!!! Diossssss…!!!!!, me estoy corriendoooooo…!!!!!
--To…maaa…!!!!, to…maaaa…!!!!, -le gritaba el vagabundo como un verdadero poseído en el momento en que se dejaba caer sobre ella entrecortando sus palabras con cada feroz apuntalamiento de carne que le propinaba.
--Ahhh…!!! Ahhhhh…!!! Ahhhhhhh…!!!! Ric… ri… ricoooooo…!!!!
La brutal cogida estaba siendo interminable y Jennifer no paraba de correrse y gritar de puro placer a la misma vez que jadeaba como una loca debajo del cuerpo del concentrado negro que no paraba de ensartarla con furiosos enviones haciendo creer a la rubia que en cualquier momento le sacaría su verga por la boca.
El caliente pordiosero estrujaba con ansias el portentoso cuerpo de su hembra que de a ratos esta no llegaba a tener contacto con los harapos que la hacían de colchón ya que al estar siendo sujetada desde las nalgas por el negro quedaba suspendida con todas sus curvas en el aire y apoyada al suelo solamente con sus hombros manteniéndose ensartada y moviéndole frenéticamente la zorra con aquel poderoso tronco de carne bien metido en lo más profundo de su ser y que le empalaban sin consideraciones.
Hasta que el negro Tobías sintió que de un momento a otro procedería a fertilizar con su caliente simiente aquel dorado cuerpo de Diosa que se estaba cogiendo con su negra y bien parada verga de caballo.
--Ahhh…!! putitaaa…!!! falta pocooo…!!!, te llenare de leche calienteeee…!!! eres mia putingaaaa…!!! tu blanca concha remilgada quedará rebalsada de mis negros mocos de pordiosero…!!! Argghhhh…!!! los quieresss putaaaa…!!??
--Siiiiiii…!! Yo soy suyaaa...!!! soy su putaaa...!!! Aaahhh…!!! Y quiero sus negros mocos de pordiosero muy al interior de mi blanca concha remilgada…!!! Ahhhhh… que recioooo…!!! Ohhhh…!!! que brutoooo...!!! Ahhhhhh…!!! que salvajeeee...!!! Ooohhhh…!!!
--Ohhhhh putaaaa…!!! que buena eres para cogerrrr…!!! me voy a venir mamacita...!!!! te los voy a echar adentro putita...!!!! Aaaahhhh...!!!! te voy a preñar con mis mocos cositaaaa…!!!!, en poco tiempo mas deberás llevar en tu blanco y Latino cuerpo a mi hijo negroooo… lo quieresssss…!!!???
--Siiiiiiiiiiiiiiiiiii…!!!!! Ohhhh que ricoooooo…!!!!! Preñemeee…!!!!! Preñemeeee…!!!!! que yo le daré todos los negritos que Usted quiera echarme adentro de mi cuerpo !!! Ohhhh Diossss…!!! Diossssss…!!!! Que Ricoooooo…!!!! Que ricoooooooooo…!!!!!, -bufaba la excitada cantante Latina en la cúspide del más grande de los orgasmos que había sentido hasta este mismo día.

En ese mismo momento el negro viejo Tobías enterándose por la misma hembra de que ella estaba dispuesta a engendrar el hijo de ambos según se lo había gritado lujuriosamente empuñó sus manos en los dorados cabellos de Jennifer aferrándose a ellos en un acto netamente de bestial apasionamiento, mientras que la ninfa quien seguía chorreando líquidos al mismo compas en que la perforaban experimentaba que los empellones que ahora le mandaban eran cada vez más firmes y más profundos, hasta que con su carita con claras señales de ardiente regocijo sexual sintió una torrencial y furiosa inyección de líquidos calientes dentro de su panocha, cayendo en cuenta de lo obvio, el vagabundo que la había salvado hace unas cuantas horas atrás estaba eyaculando al interior de su vagina, y ni siquiera eso sino que al mismo lado de su útero, o quizás hasta cerca de sus pulmones debido a lo larga que este tenía la verga, según estaba sintiendo.
--Arghhhhhhhh…!!!! que bien que te estoy preñando blanca desgraciadaaaa…!!!!! Argggggggghhhhhh…!!!!! tu zorra sabe a dioses…!!!!! -le notificaba el negro a medida que la iba llenando de su espeso semen pordiosero por cada expulsión que disparaba con su manguera de carne negra y africana muy al interior del dorado y Latino cuerpo de JLo.
Ya había pasado todo, habían culiado de lo lindo, y el viejo vagabundo aun se mantenía acostado sobre el todo traspirado y semi inconsciente cuerpo de la famosa cantante, todavía dándole los últimos golpes de verga, y una vez en que ya estuvo seguro de que su tranca no tenía nada más para echarle adentro de su vientre simplemente se la desclavó.
En el momento en que la ninfa sintió que le extraían aquel soberbio taladro de carne negra con el cuan la habían estado perforando como pudo estiro su manita hacia sus destrozados calzones blancos que estaban al lado de uno de los tarros en que estaba las velas, y una vez que los pudo tomar casi al instante procedió a otra vez abrirse completamente de muslos en donde con su destrozada ropa interior comenzó a limpiarse su vagina de los restos de semen que habían corrido hacia afuera en el momento del desclavamiento de verga.
Hasta verla en esas condiciones al viejo lo calentaba la Diva, en su vida había visto a una mujer en tan enajenantes operaciones limpiadoras y menos una de tan curvilínea categoría*, pero casi sufre otra eyaculación cuando su hembra le dijo:
Gracias señor por todo lo que me hizo sentir una verdadera mujer deseada y goze como nunca nadie pudo hacerme sentir.
Después de estas desequilibradas aclaraciones el apasionado y enamorado vagabundo procedió a apagar la única vela que quedaba encendida para luego acostarse de costado hacia donde estaba puesta su mujer.
CONTINUARA…
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