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Mi cuñado borracho y yo ayudo a Alba tras la boda

Mi cuñada estaba de boda y me había llamado para decirme que mi cuñado estaba ya bien borracho y que la apetecía mucho quedar conmigo cuando volvieran de ella. Como a la hora que volvían ya había terminado mi turno de trabajo en el bar, fui a buscarlos al lugar donde el autobús dejaba a los invitados. Alba llevaba puesta la chaqueta de mi cuñado puesta por el frio, y solo se veía las medias negras, transparentes, muy sexys, que llevaba, por lo que el vestido debía ser bien cortito.
Metimos a mi cuñado, borrachísimo y dormido en el asiento trasero. Y, antes de entrar al coche nos dimos un buen beso. Se notaba a Alba caliente pues me metió la lengua bien a fondo y agarro mi paquete. Mientras entrabamos al coche, me dijo que estaba a mil desde que sabía que íbamos a vernos. De camino a su casa, no pare de acariciar sus piernas.
En la casa sentamos a mi cuñado en el sofá y volvimos a besarnos. Desabroche la chaqueta que llevaba Alba, mientras le decía que ya era hora que me mostrara el modelito que llevaba. Se la quite y Alba iba guapísima. Llevaba un cortito vestido azul clarito, con escote palabra de honor, dejando ver el inicio de un rico canalillo, ajustada la parte de arriba, marcando sus pechos grandes y operados pechos, que estaban algo tapados por dos grandes lazos que el vestido tenía en los pechos, y la falda era cortita y de campana, por lo que se veían casi enteras sus piernas tan sexys con las medias.
Le dije lo preciosa que iba y volvimos a besarnos. Mis manos agarraron sus tetazas, por debajo de los lazos y bese el canalillo. Alba no paraba de acariciar mi paquete, más duro cada vez. Me lo acabo sacando y masturbando. Baje mis manos hasta su culo y no me costó nada meterlas bajo la falda, para acariciarlo, tapado por las medias. Tocando, note que llevaba un tanga de hilo. La subí la falda un poquito, dejando su culo al descubierto, viendo su minúsculo tanga negro. Comencé a azotarla el culo ancho mientras le decía a mi cuñado que viera lo que se estaba perdiendo. A Alba la dio por reírse.
Giré a Alba y subí de nuevo el vestido para acariciar su coño. Por encima de las medias y el tanga, mientras le decía a mi cuñado que menudo coño rico me iba a comer. Volví a besarme con Alba, mis manos dejaron su coño y subieron hasta llegar a sus tetazas. Tras acariciarlas un rato, desabroche, un poco, la cremallera que había en su espalda. La desabroche lo necesario para tirar del vestido hacia abajo, sacando sus tetazas. Pues no llevaba sujetador. Volví a acariciárselas y, tras decirle a mi cuñado, que había pagado muy bien por esas tetazas, la di la vuelta y la comí las tetazas. Alba no dejaba de reírse.
Hice a Alba arrodillarse para comenzar a hacerme un mamadón. Yo le decía que se la metiera más a fondo, para que su pareja viera lo cerda y tragona que era. Con mi polla bien empapada de su saliva, Alba la metió entre sus tetazas y me hizo una cubana tremendamente buena, mientras lamia mi glande y yo seguía haciendo observaciones a mi cuñado.
Levante a Alba y la lleve hacia el sofá. La hice ponerse de rodillas en el sofá, al lado de su chico, para que lo besara y notara el sabor de mi polla. Mientras lo hacia el no movía un musculo. Yo me arrodillé y metí mis manos y mi cara bajo en vestido, acariciando y mordiendo su culo. Mordí fuerte y comencé a tirar hasta rompérselas, por la zona del culo y el coño. Le dije a mi cuñado, que se la habían roto, que tenía que comprar más medias y mejores. Metí mi mano entre sus piernas, aparte el tanga y la empecé a masturbar. Seguí besando y mordiendo su culo y con la otra mano la azotaba. Saqué mi mano, metí mi cara y la comí el coño, mientras mis manos azotaban su culo.
Me levante y la dije a Alba que me masturbara con sus pies. Se sentó en el sofá y así hizo. El suave tacto de sus medias me puso más caliente aun Al poco volvió a hacerme una mamada. Le deje llevar el ritmo un poco, antes de agarrarla del pelo y follarla la boca bien duro. Varias veces saque mi polla y golpee su cara con ella, mientras le decía a mi cuñado que tenía que cuidar más a Alba, que era una rica zorra, encerrada con un tío que no le da lo que se merece.
Levante a Alba y me senté en el sofá. Alba me puso un condón, se sentó sobre mí, de rodillas, y comenzamos a follar. Nos besábamos y la acariciaba las tetazas, las cuales la comía de vez en cuando. Alba gemía cada vez que podía y yo acabe mordiendo sus duros y gordos pezones, haciendo que también chillara. Alba me dijo que iba a correrse. Le agarre fuerte el culo y me levante del sofá, cogiéndola en vilo. La di fuertes penetraciones de pie, mientras metía mi cara entre sus tetazas y ella las apretaba contra mí. Cuando se corrió soltó un fuerte gemido.
La baje y la lleve a la mesita, frente al sofá, donde la coloque a gatas. Simplemente así colocada, ya se le veía el culo ancho, incluso el roto de las medias. Me senté en la mesita, al lado de Alba y comencé a acariciar sus muslos, mientras volvía a decirle a mi cuñado lo rica que estaba su novia. Subí su vestido dejando todo su culo bien a la vista y lo acaricié y azote. Aparte su minúsculo tanga y metí mi dedo en su coño, masturbándola un poco y sacándolo, lleno de sus jugos, tras haberse corrido. Lo chupé y le dije a mi cuñado que estaba delicioso el jugo de su putita. Me arrodillé en el suelo, metí mi cara entre sus piernas y la comí el coño, limpiando sus ricos jugos.
Me levanté y volví a golpear su culo con mi polla. Comencé a azotárselo y le dije a mi cuñado que viera como iba a reventárselo, cosa que él no podía hacer pues ni sabía ni le dejaban. Metí mi polla despacio en él y, tras un par de suaves penetraciones, comencé a follárselo durísimo. La tenía agarrada de la cintura y Alba no paraba de gemir y chillar. Azotaba su culo y seguía diciendo a mi cuñado que mirara como gozaba conmigo su chica. Me acabe inclinando sobre la espalda de Alba, para agarrar sus tetazas y besarnos, sin dejar de follar duro su culo.
Me levante y Alba se sentó en el borde de la mesita. Agarro mi polla, me quito el condón y la metió entre sus tetazas, haciéndome una buenísima cubana, de nuevo. Lamia mi glande y sus ojos me miraban poniéndome a mil. Metí mi polla en su boca follándosela, mientras con una mano, acariciaba sus tetazas. Cuando iba a correrme, comencé a masturbarme apuntando a su abierta boca. Mi primer chorro de semen salió disparado hacia sus gafas y cara, y algo cayo también en su boca. Alba se rio y mi segundo chorro, también fue a su cara, directo a su barbilla. Alba cogió mi polla y comenzó a comérmela, tragándose así lo que faltaba por salir. Mientras lo hacía y me limpiaba la polla, yo le decía a su cornudo, que vaya cerda tenía en casa y que desaprovechada la tenía por tonto.
Cuando Alba termino de limpiármela, la pedí que se colocara bien el vestido, que la iba a hacer una foto, aun con la cara llena de mi semen, para que su hermana viera lo guapa que había ido a la boda. Tras hacerla las fotos y mandárselas, nos sentamos en el sofá, ella encima de mí, lateralmente, al lado del cornudo. Le dije que viera lo guapa que estaba su chica con la carita llena de mi semen y Alba no podía dejar de reírse. Fui cogiendo mi semen con mis dedos y se lo llevaba hasta la boca a Alba. Luego esta se quitó las gafas y las lamio limpiándolas. Alba acabo yéndose al baño a limpiarse bien.

Cuando regreso, se sentó en mí, de lado y charlamos, mientras nos besamos y acariciaba sus piernas. Pedí a Alba que fuera por algo de beber y se fue a la cocina, trayendo unas copas y hielo. Cogió una botella de ron, preparo unas copas, y dejo todo en la mesa, menos las copas, sentándose de nuevo encima de mí. Brindamos y bebimos, mientras seguíamos charlando. Mi mano libre no paraba de acariciar sus piernas y sus tetazas.
Alba se bebió casi media copa de un trago y se arrodillo entre mis piernas, mientras decía que beber le había dado hambre. Agarro mi polla y comenzó a masturbarme, mientras se comía mis huevos. Tras una larga y suave paja, con mis huevos dentro de su boca, comenzó a comerme la polla, bien dura como su mano me había puesto. Alba se puso de pie, me pidió que la desabrochara el vestido y, según baje la cremallera, esta se lo quito, quedándose solo con las medias rotas y el tanguita. Se volvió a arrodillar y metió mi polla entre sus deliciosos pechos operados, haciéndome una cubana de diez, con sus labios besando y chupando mi glande. Alba cogió un condón y me lo puso. Se levanto y se sentó de rodillas sobre mí, metiéndose la polla en su coño. Se comenzó a mover adelante y atrás. Saco un hielo de mi copa y lo paso por sus pezones, hasta que se le pusieron durísimos. Agarro mi cabeza y la llevo contra sus tetazas. Devore esos pezones tan duros y fríos, mordiéndolos varias veces. Acabe comiendo y besando sus tetazas. Mientras, mis manos, acariciaban sus muslos y su culo.
Me levante y lleve a Alba en vilo hasta la mesa. La senté en el borde y seguí follándola, viendo como sus tetazas se movían para todos lados. Me arrodillé, aparte su tanga y la comí el coño, con las manos acariciando sus muslos. Me levanté y comencé a pasar mi polla por la raja de su coño, golpeándola también. Metí la polla en su mojadísimo coño, subí sus piernas colocándolas contra mi pecho y volvimos a follar. Sus tetazas de movían para todos lados y gemía como una loca. La abrí las piernas, me eche sobre ella y nos besamos y agarre sus tetazas, mientras la follaba más a fondo.
Me volví a poner recto y la giré su cuerpo. Levante una de sus piernas y la folle el culo. Acariciaba el muslo de la pierna elevada y azotaba su culo. Levante un poco más su pierna, para poder follarla el coño. Senté a Alba en el borde de la mesa y subí una de sus piernas a mi hombro, para seguir follándola. Con una mano acariciaba el muslo elevado y con la otra sus tetazas.
Levante a Alba y la gire. La empuje, colocando su pecho contra la mesa. La di un fuerte azote y empecé a follarla el culo más fuerte aun que antes. Con una mano agarraba su cintura y con la otra, apretaba su pecho contra la mesa. Me acabe inclinando sobre ella, para apretar su cabeza contra la mesa. Cuando me volví a colocar recto, cambie y la folle el coño. La volví a levantar una pierna y la follé el coño más a fondo. Alba no paraba de gemir y pedirme que la diera más y más. Apoye la rodilla de la pierna levantada en la mesa, y la folle el coño y el culo más fuerte aun, para cumplir sus deseos. No pare hasta que se corrió.
Cogí una silla y la coloqué frente a la mesa. Me senté y Alba lo hizo sobre mí, dándome la espalda. Se metió mi polla en el culo y comenzó a botar como una loca, mientras mis manos agarraban sus tetazas y besaba su espalda. Esta se giró, se metió mi polla en el coño y comenzamos a follar como locos. Mis manos no soltaban sus tetazas y se las comía con muchas ganas. Cuando me corrí, dentro de su coño, aprete bien fuerte las tetazas de Alba y mordí uno de sus pezones, haciendo que volviera a gritar de dolor.
Alba se arrodillo, me quito el condón y me limpio la polla a base de buenos lametones.

Fuimos al baño a refrescarnos un poco y de allí fuimos a la cocina, donde bebimos algo de agua. La botella estaba fresquita por lo que la cogí y la pase por sus tetazas, hasta que sus pezones se pusieron duros. Solté la botella, me agache y la comí y acaricie los pezones.
Alba me cogió de la mano y me llevo a su habitación. Nos tumbamos en la cama, yo debajo, y comenzamos a besarnos, mientras mis pulgares seguían jugando con sus duros pezones. Alba coloco sus tetazas en mi cara y se las devoré, mientras agarré su culo. Alba se giró y se colocó en posición de un 69. Comenzó a comerme la polla y yo aparte su tanga para comerla el coño. No pare de azotarla el culo y ella iba subiendo la velocidad de la mamada.
Con mi polla durísima y empapada con su saliva, esta fue a por un condón. Mientras me lo colocaba, comenzó a comerme los huevos. Se sentó sobre mí, se metió mi polla en el coño y se puso a cabalgar como una loca. Mis manos acariciaban sus muslos y observaba como se movían sus tetazas. Mis manos acabaron estirándose para volver a acariciarlas. Alba se inclinó sobre mí, para que se las volviera a comer y ella seguía moviéndose como una loca. Alba no paro de moverse como una loca, besarme y ahogarme con sus tetazas, hasta que se corrió.
Metió su polla en mi culo, y siguió moviéndose, ahora en círculos. Seguimos besándonos y mi mano azotaba su culo, para que lo moviera más rápido. Alba se dio la vuelta, tumbándose boca arroba sobre mí, metiéndose mi polla aun en su culo. Mis manos agarraron fuerte sus tetazas y pellizcaba y estiraba sus pezones.
Ordene a Alba ponerse a gatas en la cama y me tumbe sobre su espalda. Volví a follarla el culo, bien fuerte, mientras estiraba sus pezones y la mordía el cuello, poniéndome a mil, oyéndola chillar de dolor. La follaba cada vez más fuerte, hasta que la tumbé, boca abajo, y yo seguí tumbada sobre ella, follándola el culo. Apretaba su cabeza contra la almohada y la envestía con dureza el culo. Cuando la soltaba la cabeza para que respirara, la metía los dedos en la boca, para hacer como que se la follaba, y volvía a ahogarla con la almohada.
Me levante y tumbe a Alba boca arriba. Me quité el condón y me senté, de rodillas, contra su pecho. Metí mi polla en sus tetazas y esta me volvió a masturbar con ellas, sin parar hasta que me corrí. Entonces metí mi polla en su boca y la moví, para que ella la limpiara con su lengua.

Me tumbe a su lado y nos estuvimos besando y acariciando un rato, antes de ir al salón a por mi cuñado y ayudarla a llevarlo hasta la cama. Volvimos al salón, donde me vestí y cuando iba a irme a casa, en la puerta, al ver nuevamente sus tetazas, tuve que comérselas un poco más, antes de la despedida definitiva.

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