Parte 8: soy de él

No sé en qué momento exacto pasó, pero algo dentro mío ya cambió. Lo siento. Lo noto en mi cuerpo, en mi forma de pensar, en cómo me muevo por los pasillos de la facu. Ya no soy la misma que entró a primer año. Me descubro deseando más, ansiando los momentos con Lucas, recordando cada cosa que me hizo, cómo me hizo sentir… viva, deseada, suya.

Sigo con mi novio como si nada. Nos vemos, charlamos, cogemos de vez en cuando. Él ni se imagina nada. Ni siquiera nota lo distinta que estoy, o que ahora me gusta tomar más la iniciativa, buscarlo, tocarlo, chuparlo con ganas. Si supiera que a veces, mientras lo tengo adentro, me lo imagino a Lucas…

Lucas y yo no dejamos de hablar. Hay mensajes todos los días. A veces me manda audios con ese tono grave que me derrite, otras veces me responde una foto mía con comentarios que me dejan mojada por horas. No tengo vergüenza ya: le mandé packs directamente. Uno acostada, con una tanga roja y remera levantada. Me respondió con un simple: “Así te quiero tener otra vez. Pronto.” Y yo me mordí el labio.

No sé cómo ocultar todo esto. Mis amigas… no sé si sospechan, pero siento que me miran distinto. A veces me preguntan qué me pasa, por qué me río sola mirando el celu, por qué hablo más con Lucas. Les invento cualquier cosa, pero siento sus ojos cuando él pasa cerca y me lanza esa mirada que me deja sin aire.

En la facultad todo es tensión. Nos cruzamos, nos miramos, nos hablamos apenas, pero todo es una chispa a punto de explotar. Ayer me agarró de sorpresa en un pasillo vacío y me susurró al oído: “Tengo ganas de volver a hacerte mía.” Yo tragué saliva, me puse colorada y le dije que yo también, que no aguantaba más.

Acordamos vernos de nuevo. Esta vez en mi casa. Ya lo estoy planeando todo. Voy a aprovechar un día que mis viejos no estén. Quiero tenerlo ahí, en mi cama, en mi espacio. Quiero sentir cómo me agarra, cómo me lo hace sin culpa ni filtro.

Y esta vez… quiero más. Quiero que me saque fotos mientras lo hacemos. Le dije que me calienta la idea. Que quiero ver mi cara, mi cuerpo, mi expresión cuando me tiene así. Él se rió y me dijo que me va a dejar abierta, entera, que va a registrar todo si yo quiero.

Y sí. Quiero. Me calienta. Me hace sentir una perra. Me hace sentir viva.
Estoy perdida. Pero no quiero encontrarme.