Salí de laburar cerca de las 20.30 y pasé por una peluquería que quedaba a un par de cuadras del trabajo. Conocía al peluquero del gimnasio del Club, un pendejo llamado Axel, buen físico, todo trabado y muy macanudo.
Le pregunté si me podía cortar en ese momento y me contestó q si lo aguantaba una media hora no había problema, me reservaba el último turno.
Fui al kiosco a comprar algo dulce mientras hacía tiempo y llegada la hora fuí a la peluquería.
Axel me abrió y cerró con llave, eran pasadas las 21 y no andaba nadie en la calle.
Me hizo pasar a un cuarto contiguo donde estaba una especie de tina chiquita con un duchador individual portátil.
Me senté luego de que me pusiese una especie de bata corta y empezó a lavarme el cabello.
El sentir sus dedos masajeando el cuero cabelludo y el cansancio me fué adormilando.
Desperté con una sensación rara.
Axel estaba parado frente a mi sonriendo... "Parece que estás cargado" me dijo señalando con la vista mi entrepierna.
Mi pija estaba al palo.
"Vamos a ver qué podemos hacer"... Dijo manoteando mi verga.
No atiné a moverme, dejé que me acariciara.
Apretó fuerte y desprendió el pantalón, haciendo que mi pija saltara hacia él.
Se agachó y se la llevó a la boca.
Lamía el tronco, los huevos y se la volvía a meter en la boca.
Me aflojé del todo el pantalón y tuvo más libertad para manosearme y jugar con mi pija.
Realmente necesitaba un buen pete, pero nunca esperé que me lo daría mi compañero de gimnasio.
Petió unos 10 minutos y mientras se levantaba me pidió que lo siguiera.
Fuimos a un sofá grande que estaba en el salón principal.
Apagó las luces y se sacó la ropa, invitandome a que hiciera lo mismo.
La visión entre penumbra de su culo duro, trabajado, de esa espalda marcada, me puso la pija a full.
Sacó de un cajón un lubricante y untándose los dedos se dilató la entrada y poniendo un poco en mi cabeza, la fue poniendo despacito hasta que entró por completo.
Me prendí de su cintura y comencé a cogerlo despacio, dejando que mis 19 cm hicieran tope con lo mas profundo de su culo.
Axel se pajeaba furiosamente y me rogaba que no acabase todavía.
Estuve varios minutos dándole duro hasta que no aguanté y se lo llené con mi leche.
El culo apretaba mi pija no dejándola salir, manteniéndola dura.
Una sensación hermosa me corría por todo el cuerpo.
Me preguntó si quería ir a la cama y seguir, le dije que había quedado en pasar a cenar por lo de mi madre.
Mi pija todavía estaba adentro y no tenía intenciones de aflojar y salir.

Tomé el teléfono y llamé a lo de mi vieja, un problema en el laburo me iba a atrasar así que dejábamos la cena para el otro día.
A las 7 de la mañana regresé a casa, con el cabello corto y dos polvos menos en mis huevos
Le pregunté si me podía cortar en ese momento y me contestó q si lo aguantaba una media hora no había problema, me reservaba el último turno.
Fui al kiosco a comprar algo dulce mientras hacía tiempo y llegada la hora fuí a la peluquería.
Axel me abrió y cerró con llave, eran pasadas las 21 y no andaba nadie en la calle.
Me hizo pasar a un cuarto contiguo donde estaba una especie de tina chiquita con un duchador individual portátil.
Me senté luego de que me pusiese una especie de bata corta y empezó a lavarme el cabello.
El sentir sus dedos masajeando el cuero cabelludo y el cansancio me fué adormilando.
Desperté con una sensación rara.
Axel estaba parado frente a mi sonriendo... "Parece que estás cargado" me dijo señalando con la vista mi entrepierna.
Mi pija estaba al palo.
"Vamos a ver qué podemos hacer"... Dijo manoteando mi verga.
No atiné a moverme, dejé que me acariciara.
Apretó fuerte y desprendió el pantalón, haciendo que mi pija saltara hacia él.
Se agachó y se la llevó a la boca.
Lamía el tronco, los huevos y se la volvía a meter en la boca.
Me aflojé del todo el pantalón y tuvo más libertad para manosearme y jugar con mi pija.
Realmente necesitaba un buen pete, pero nunca esperé que me lo daría mi compañero de gimnasio.
Petió unos 10 minutos y mientras se levantaba me pidió que lo siguiera.
Fuimos a un sofá grande que estaba en el salón principal.
Apagó las luces y se sacó la ropa, invitandome a que hiciera lo mismo.
La visión entre penumbra de su culo duro, trabajado, de esa espalda marcada, me puso la pija a full.
Sacó de un cajón un lubricante y untándose los dedos se dilató la entrada y poniendo un poco en mi cabeza, la fue poniendo despacito hasta que entró por completo.
Me prendí de su cintura y comencé a cogerlo despacio, dejando que mis 19 cm hicieran tope con lo mas profundo de su culo.
Axel se pajeaba furiosamente y me rogaba que no acabase todavía.
Estuve varios minutos dándole duro hasta que no aguanté y se lo llené con mi leche.
El culo apretaba mi pija no dejándola salir, manteniéndola dura.
Una sensación hermosa me corría por todo el cuerpo.
Me preguntó si quería ir a la cama y seguir, le dije que había quedado en pasar a cenar por lo de mi madre.
Mi pija todavía estaba adentro y no tenía intenciones de aflojar y salir.

Tomé el teléfono y llamé a lo de mi vieja, un problema en el laburo me iba a atrasar así que dejábamos la cena para el otro día.
A las 7 de la mañana regresé a casa, con el cabello corto y dos polvos menos en mis huevos
2 comentarios - Me quedé dormido, me chuparon la pija y más