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Mi esposa me hizo cornudo con su jefe

En este relato han sido modificado los nombres reales para mantener una privacidad y a su vez cuenta una historia medianamente ficticia.


Bety es una mujer casada desde hace 15 años hasta la actualidad 15/05/2025, siempre había sido una mujer segura de sí misma, con una presencia que no pasaba desapercibida en los trabajos que ha tenido. Con sus 30 años, su cabello castaño nalgas grandes piernas gruesas y pechos grandes, y sus ojos marrones reflejaban una mezcla de inteligencia y calidez. Siempre tuvo un cuerpo de ensueños, desde los 14 años su cuerpo había parecido una adolescente de veintitantos llamaba la atención adonde fuera que estuviera. Hoy en día es madre de un niño de 9 años, tuvo un paro por cesárea y quedaron algunas marcas como suele suceder en muchas mujeres. Se desempeña Como administradora, se encargaba de mantener todo en orden, pero también sabía cómo lucir elegante y atractiva cuando la ocasión lo requería.


Siempre tuvo dudas por cómo había quedado luego del embarazo, sin embargo, su esposo siempre se encargaba de hacerle saber que aun así era una mujer muy atractiva y sensual.


Su lugar de trabajo es un espacio de unos 40m2 a penas 2 oficinas y una oficina de asistentes más grande que la de su jefe. Allí desde antes que entrara siempre acostumbraban a contratar sólo mujeres como asistentes.


Un día, su jefe, el señor Martínez, la llamó a su oficina para discutir algunos detalles del funcionamiento de las operaciones y de la administración. La oficina del jefe, con sus paredes blancas, materiales de instalación de antenas y una gran ventana que dejaba entrar la luz natural, se convirtió en el escenario de una conversación que pronto se tornaría más íntima y extraña para Bety, pues nunca había pasado por esta situación.


Mientras Bety explicaba sus reportes e ideas, notó que el señor Martínez la miraba con atención, sus ojos recorriéndola de manera que le hizo sentir una chispa de interés. Cabe destacaren este punto que Bety lleva en la empresa 4 años iniciando como asistente administrativo hasta escalar a la posición de administradora. La conversación se volvió más cercana, y en un momento, él se inclinó ligeramente hacia adelante, dejando entrever una sonrisa que parecía más que profesional.


—Bety, siempre haces un trabajo excelente —dijo con voz suave, casi susurrando. —Me gusta la dedicación que pones en todo.


Ella sintió cómo su corazón latía más rápido, y una sonrisa tímida apareció en sus labios. Se acomoda en la silla en la que estaba sentada ajustándose la blusa hacia abajo y apenas alcanzó a decir.


—Gracias, señor Martínez. Es mi trabajo y me esfuerzo mucho por hacerlo bien.


Él se levantó lentamente, acercándose un poco más a ella. La atmósfera cambió, y Bety notó la intensidad en su mirada.


—¿Te gustaría tomar un café conmigo después del trabajo? —preguntó con una sonrisa seductora.


Bety sintió un pequeño escalofrío recorrer su cuerpo, un poco confundida de ser ésta la primera vez que su jefe le dice este tipo de comentarios y a su vez su cuerpo comienza a sentir esa chispa, esa atracción que hacía mucho tiempo no la sentía luego de esa etapa de enamoramiento con su esposo, pero afirmo con confianza,


    —Pero Sr Martínez ud sabe que tengo esposo, aun así, siento que he tenido un estrés algo elevado por la cantidad de trabajo, así que si, pudiéramos ir a por algo.


Esa noche, en un ambiente más relajado y privado, ordenaron unos cocteles que vieron en la carta llamados “Sexon the Beach”, la tensión entre ambos se convirtió en algo más profundo y apasionado. La química que había estado latente en la oficina se transformó en una noche, llena de miradas, conversaciones sobre temas sociales y abordando temas un poco más subido de tonos por parte del Sr. Martínez.


—¿Bety te puedo hacer una pregunta?


Respondiendo Bety:


—Dígame Sr. Martínez!.


—Primero Bety deja de llamarme Sr. Martínez, ya estamos fuera de nuestras responsabilidades laborales y si estamos aquí ya es por algo distinto a una relación laboral.


—Ja,ja,ja está bien! — Respondió Bety


—¿Entonces Cuéntame Carlos que me quieres preguntar?


El Sr. Martínez que ahora llamaremos por su nombre Carlos, tomando un sorbo del coctel, le pregunta:


—¿Después de tantos años con tu esposo, como le hacen para mantener la llama encendida? Porque déjame decirte que 15 años suenan poco, pero es mucho rato junto a una misma persona.


—¡Ja,Ja,Ja,Ja! Bueno ha habido muchos altibajos como en cualquier relación, pero hemos sabido llevarla tomando en cuenta muchas herramientas que hemos visto en redes sociales, sexólogos, terapeutas, etc.


Carlos al escuchar la palabra sexólogo emite un gesto corporal de salto y abriendo los ojos de sorprendido.


—¿Y si me puedes comentar que herramientas han usado? 


Bety con una risa un tanto nerviosa y temblorosa…


—¡Ja,ja,ja! — Bueno de lo que hemos entendido es que una relación tiene muchos pilares, pero uno muy fundamental es el sexual, y allí es donde hemos dado más atención.


Carlos:


—Je,je,je ya veo pero si no te incomoda puedes ser más específica de esas herramientas?


Bety:


—Bueno claro cosas que si me compro lencería nuevas, introdujimos a la relación el uso de juguetes como dildos y vibradores, pornografía digital, incluso hasta el punto que hemos abierto una cuenta en la red social X antes llamada Twitter y hemos compartido contenido íntimo!.


Carlos asombrado de lo escuchado no podía creer que la asistente que veía tan seria tenga unos “secretos” más que sensuales y que nadie normalmente se atreve a compartir. Esto hace que Carlos le invada un hormigueo desde su interior y sienta un corrientazo en paquete y le haga acomodarse para no ser tan evidente, a lo que responde:


—Guao Bety no sabía que eras así de caliente, Je,je,je. Quién diría que bety tan seria que se veo tiene una vida íntima tan lujuriosa.


—¡Ja, ja, ja, ja! Bety ríe apenada y ruborizada! — Bueno Carlos todos los recursos son valido en el sexo, como quien dice.



Carlos responde:


—Eso si es verdad bety y más una mujer tan atractiva y joven como tú. ¿Te puedo hacer otra pregunta pero un poco subida de tono?


—Si dime Carlos.


—¿Sueles usar ese tipo de lencería para ir a la oficina?


—¡Ja, ja, ja, bueno sí! No voy a mentir en algunas ocasiones si me las he puesto. Inclusive otras cosas, ¡Ja,ja, ja!.


Carlos muy sorprendido de la directa respuesta de Bety le responde:


—Pero Bety como así que otras cosas, imagínate!


Bety:


—Bueno entre los juguetes que he comprado, me he traído en mi vagina un vibrador a distancia y mi marido desdela distancia puede controlar las vibraciones!.


Carlos:


—Je, je, je ¡imagínate eres toda una traviesa, quien lo diría ver a Bety en el preciso momento de ese vibrador activo!


Bety:


—Ja, ja ,ja bueno ud me pregunto que herramienta usabas para mantener mi relación y esa es una de ella.


Carlos:


—No, ya veo que si que has sabido mantenerla.


Bety:


—Carlos necesito ir al baño, espérame un poco.


Bety se levanta y va al baño, pero desde que mueve sus piernas a un lado para levantarse y medio inclina para levantarse Carlos logra ver que se asomaba una lencería roja sus grandes nalgas.


Carlos al ver como Bety se aleja hacia el baño y mueve aquellas grandes nalgas procede a tomar un fondo blanco de su trago casi lleno que le quedaba. Hasta ese momento ambos no llevaban menos de 5 “Sex on the Beach” cada uno, ya estando un poco entonados.



Bety vuelve del baño toma asiento y no pasado unos segundos Carlos le pregunta:


—¿Te puedo pedir algo bety?


—Claro Carlos dime!


—Es que no pude evitar ver que cuando te parabas al baño te eche un ojo a ese gran trasero que tienes y pude ver asomar un poco de tu lencería y ví que era roja, ¿será que me la puedes mostrar un poquito? Preguntó Carlos.


Bety soltó una carcajada que no pudo evitar muchos en el lugar voltearan a verla


—¡JA, JA, JA, JA, JA! Pero que atrevido eres Carlos. Claramente no te la puedo mostrar porque no estamos solos pero sí te puedo mostrar una imagen de como me quedan las lencerías.



A lo que Bety procede buscar en la galería de su celular una imagen que en días pasado le había enviado a su marido.


Mi esposa me hizo cornudo con su jefe


Al ver la foto Carlos le dice:


—Diablos Mujer! Pero eso se te ve como toda una modelo.


—¡Ja, Ja, Ja, ¡tampoco así! —Exclamó Bety. Si mi esposo me dice que se me ven muy bien.


Carlos colocando una mano en la pierna de Bety le responde:


—¿Bien?, Bien es muy poco, pero si me encantaría ver la roja que llevas puesta ahora mismo — Susurrándole al oído.


Bety en este momento sintió como desde los pies y por todo su cuerpo hasta la cabeza le corrió un hormigueo y la hizo sentir con unas mariposas en el estómago.


Carlos no dejó pasar mucho tiempo al ver la reacción de bety y se acercó a darle un beso en unos labios que provocaban más que unos besos. Imaginarse esos labios rodeando el pene erecto de Carlos. Bety al primer momento quedo inmóvil pero 3segundos después procede a responder el beso que duro más de 15 segundos, las lenguas tuvieron su primer contacto al segundo 6 y pudieron compartir más que una conexión laboral a una pasión que Bety jamás había vuelto a sentir desde el enamoramiento de su esposo.


Pasado el beso y la cena que habían pedido Bety y Carlos ya habían dispuesto un encuentro sexual acordado, pues bety entre la consecuente conversación durante la comida dejó saber que su esposo estaba trabajando y su hijo estaba con una abuela que lo cuidaba.


Desde aquí solo las imágenes podrán relatar lo sucedido esa noche en una habitación, donde diariamente suele dormir Bety con su marido, quien ahora pasaría a ser un cornudo.



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Espero sea de su agrado estepost, pueda generar un nivel de morbo suficiente y unas pajas agradables, losleo en los comentarios.

1 comentarios - Mi esposa me hizo cornudo con su jefe

Tmg231520 +1
El mejor post que he visto