Deseos Reprimidos
Después de la noche del desfile privado, Lucas no pudo sacarse a Emma de la cabeza. Las imágenes de su cuerpo escultural, sus pechos perfectos, su culo redondeado y su vagina apenas cubierta por la lencería transparente lo perseguían en cada momento de vigilia. Se encontraba constantemente excitado, y su mente volvía una y otra vez a los detalles eróticos de esa noche.
Esa misma noche, Lucas se masturbó pensando en Emma. Se imaginó cada curva, cada detalle de su cuerpo, y cómo se había movido con tanta confianza y sensualidad ante él. Su mano se movió con urgencia, su respiración se aceleró y alcanzó el clímax pensando en lo que le gustaría hacerle a su hermanastra.
Al día siguiente, Lucas se dio cuenta de que necesitaba más. Quería ver más de Emma, explorar más de su cuerpo y satisfacer sus deseos ocultos. Así que, con una mezcla de nerviosismo y anticipación, se acercó a Emma y le hizo una propuesta.
"Emma, me encantó el desfile privado que me hiciste," comenzó, tratando de mantener la calma. "Me preguntaba si podrías hacerlo de nuevo. Me gustaría ver más de tus nuevas colecciones de ropa interior. En privado, solo para mí."
Emma se sonrojó al recordar la noche anterior y lo que había sentido al desfilar para Lucas. También había estado pensando en él, y en cómo su cuerpo había reaccionado a sus cumplidos y a su mirada llena de deseo. Se había masturbado pensando en él, imaginando sus manos sobre su cuerpo, pero le daba pena admitir sus sentimientos.
"Claro, Lucas," respondió finalmente, con una sonrisa tímida. "Me encantaría hacerlo de nuevo para ti."
Lucas sintió una oleada de alivio y excitación. "Gracias, Emma. Significa mucho para mí."
Emma asintió, pero antes de que pudiera decir algo más, Lucas continuó: "Y si quieres, podrías mostrarme algo más atrevido. Algo que solo yo vea."
Emma lo miró, sorprendida pero intrigada. "¿Como qué?"
Lucas se acercó un poco más, bajando la voz a un susurro seductor. "Algo que te haga sentir aún más sexy y deseable. Algo que solo sea para mis ojos."
Emma sintió un cosquilleo de anticipación. "De acuerdo, Lucas. Lo haré."
En las noches siguientes, Emma y Lucas se encontraron en la habitación de ella, donde continuaron explorando sus deseos y fantasías. Cada desfile privado era más atrevido que el anterior, con Emma vistiendo conjuntos de lencería cada vez más reveladores y sensuales. Lucas, por su parte, no dejaba de hacerle cumplidos eróticos y sensuales, describiendo cada detalle de su cuerpo con una precisión que la hacía estremecer de placer.
Una noche, mientras Emma desfilaba con un conjunto de lencería de encaje negro que apenas cubría sus pechos y su parte íntima, Lucas no pudo contenerse más. "Eres la mujer más sexy que he visto en mi vida, Emma. Quiero tocarte, besar cada centímetro de tu cuerpo."
Emma se detuvo, su respiración acelerada. "Yo también quiero, Lucas. Pero me da pena decírtelo."
Lucas se levantó de la silla y se acercó a ella, tomando su mano y llevándola a su pecho. "No tienes que tener pena, Emma. Estamos solos tú y yo, y podemos explorar nuestros deseos juntos."
Emma lo miró a los ojos, viendo la sinceridad y el deseo en su mirada. "De acuerdo, Lucas. Quiero que me toques. Quiero que me hagas sentir especial."
Y con eso, comenzaron a explorar sus cuerpos, sus manos y sus labios encontrándose en un baile de pasión y deseo, sabiendo que habían cruzado una línea de la que no había retorno, pero que los llenaba de una felicidad y una excitación indescriptibles.
Por hoy son los 3 primeros capítulos si quieren seguir la historia síganme y dejen sus comentarios
Después de la noche del desfile privado, Lucas no pudo sacarse a Emma de la cabeza. Las imágenes de su cuerpo escultural, sus pechos perfectos, su culo redondeado y su vagina apenas cubierta por la lencería transparente lo perseguían en cada momento de vigilia. Se encontraba constantemente excitado, y su mente volvía una y otra vez a los detalles eróticos de esa noche.
Esa misma noche, Lucas se masturbó pensando en Emma. Se imaginó cada curva, cada detalle de su cuerpo, y cómo se había movido con tanta confianza y sensualidad ante él. Su mano se movió con urgencia, su respiración se aceleró y alcanzó el clímax pensando en lo que le gustaría hacerle a su hermanastra.
Al día siguiente, Lucas se dio cuenta de que necesitaba más. Quería ver más de Emma, explorar más de su cuerpo y satisfacer sus deseos ocultos. Así que, con una mezcla de nerviosismo y anticipación, se acercó a Emma y le hizo una propuesta.
"Emma, me encantó el desfile privado que me hiciste," comenzó, tratando de mantener la calma. "Me preguntaba si podrías hacerlo de nuevo. Me gustaría ver más de tus nuevas colecciones de ropa interior. En privado, solo para mí."
Emma se sonrojó al recordar la noche anterior y lo que había sentido al desfilar para Lucas. También había estado pensando en él, y en cómo su cuerpo había reaccionado a sus cumplidos y a su mirada llena de deseo. Se había masturbado pensando en él, imaginando sus manos sobre su cuerpo, pero le daba pena admitir sus sentimientos.
"Claro, Lucas," respondió finalmente, con una sonrisa tímida. "Me encantaría hacerlo de nuevo para ti."
Lucas sintió una oleada de alivio y excitación. "Gracias, Emma. Significa mucho para mí."
Emma asintió, pero antes de que pudiera decir algo más, Lucas continuó: "Y si quieres, podrías mostrarme algo más atrevido. Algo que solo yo vea."
Emma lo miró, sorprendida pero intrigada. "¿Como qué?"
Lucas se acercó un poco más, bajando la voz a un susurro seductor. "Algo que te haga sentir aún más sexy y deseable. Algo que solo sea para mis ojos."
Emma sintió un cosquilleo de anticipación. "De acuerdo, Lucas. Lo haré."
En las noches siguientes, Emma y Lucas se encontraron en la habitación de ella, donde continuaron explorando sus deseos y fantasías. Cada desfile privado era más atrevido que el anterior, con Emma vistiendo conjuntos de lencería cada vez más reveladores y sensuales. Lucas, por su parte, no dejaba de hacerle cumplidos eróticos y sensuales, describiendo cada detalle de su cuerpo con una precisión que la hacía estremecer de placer.
Una noche, mientras Emma desfilaba con un conjunto de lencería de encaje negro que apenas cubría sus pechos y su parte íntima, Lucas no pudo contenerse más. "Eres la mujer más sexy que he visto en mi vida, Emma. Quiero tocarte, besar cada centímetro de tu cuerpo."
Emma se detuvo, su respiración acelerada. "Yo también quiero, Lucas. Pero me da pena decírtelo."
Lucas se levantó de la silla y se acercó a ella, tomando su mano y llevándola a su pecho. "No tienes que tener pena, Emma. Estamos solos tú y yo, y podemos explorar nuestros deseos juntos."
Emma lo miró a los ojos, viendo la sinceridad y el deseo en su mirada. "De acuerdo, Lucas. Quiero que me toques. Quiero que me hagas sentir especial."
Y con eso, comenzaron a explorar sus cuerpos, sus manos y sus labios encontrándose en un baile de pasión y deseo, sabiendo que habían cruzado una línea de la que no había retorno, pero que los llenaba de una felicidad y una excitación indescriptibles.
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0 comentarios - Hermanastros pasando los límites capitulo 3