Hace unas noches salí a caminar la ciudad.
Hace rato que no salía. Necesitaba andar un poco la calle, y desintoxicarme de darme tanta manija con mi sobrina puta, que me tiene tan al palo siempre.
Caminé unas cuadras, y doblé en una esquina, sin saber que estaba entrando en una zona roja.
Andaban varias putas, que se acercaban a los autos, a negociar precio con sus clientes.
Vi a un travesti, que luego de cerrar el trato, se subió a un auto.
Es una zona oscura, con pocas casas.
Hay un paredón de una cuadra, lleno de grafitis, con iluminación pobre.
En un momento, veo una puta que me llamó la atención. Se la veía pendeja, con una mini a cuadros, tipo colegiala.
Me llamó alarmantemente la atención! Porque se parecía mucho a la hija de un amigo, con el que hablo mucho ultimamente. Porque su esposa lo está guampeando con su jefe. Y eso a él lo re pone. Porque es muy cuckold.
La cuestión es que la hija, que cumplió 18 hará un par de meses, se andaba haciendo fotos para subirlas a alguna de esas plataformas de pago, donde las putitas suben fotos hot.
Él la descubrió un día que la putita, creyendo que estaba sola en la casa, se estaba haciendo fotos, con un plug en el culo, frente al espejo del living.
Ella no llegó a darse cuenta, porque estaba muy concentrada en las tomas. Y él se escondió y la espió, sin saber qué hacer.
Cuando se lo comentó a su mujer, ella le dijo, que es normal, que ahora todas las chicas lo hacen, y de esa manera juntan unos pesos, para comprarse ropa y los tragos cuando salen.
Y bien... Parece que la pendeja, quiso avanzar a otro nivel, y probar venderse en la calle.
La putita no me vio. Estaba atenta a los autos que pasaban, pero no se acercaba mucho, cuando le hablaban.
En eso, venía un tipo viejo, caminando. Era gordo, pelado, la barba de varios días sin afeitarse. Fumaba un cigarrillo que arrojó al piso, y la encaró a la pendeja.
Mientras le hablaba, la toqueteaba. Le metía la mano debajo de la pollerita. Y ella trataba de alejarlo, pero él era imparable. En un momento se ve que le pidió que le mostrara el culo. Ella se dio vuelta y levantó la pollera. Tiene un culo tremendo, la perra! Y no llevaba bragas.
El tipo la nalgueó y ella dejó caer la falda y se dio vuelta.
Hablaron dos palabras, y el tipo metió la mano en el bolsillo, sacó un fajo de billetes, separó varios, y se los entregó a la pendeja, que se apuró a meterlos en su carterita.
El gordo se le abalanzó, y trató de besarla, pero ella se rehusó. Le metió manos por todos lados, y la hizo darse vuelta.
Fueron hacia la pared, y ella se apoyó con las manos, abrió las piernas, y se quedó para recibir lo que viniera.
El tipo le levantó la pollera, le apoyó el bulto en ese culo increíble, y le dijo algo al oído.
Entonces, ella apoyó su mejilla en la pared, y se abrió las nalgas con las dos manos, ofreciéndole el culo.
El tipo trató y trató, se ve que no la tenía muy dura, y en un momento ella le agarró la verga con su mano y la movió un poco, sin darse vuelta, y la puso en su culo, y empujó moviendo su cadera en círculos, hasta que la pija le entró.
Después se quedó quieta, y el tipo le entró a dar, todo el tiempo con su cara sobre el hombro de la putita, diciéndole cosas al oído.
Tardó mucho. Ella se cansaba por momentos y dejaba de abrirse el culo, y se apoyaba con las manos en la pared. Pero se ve que él le pedía que se abra las nalgas, y ella volvía a abrírselas.
Fueron como quince minutos, en que ella se aguantó las embestidas del pelado.
Hasta que en un momento, el tipo, empezó a contraer el cuerpo y a gemir fuerte. Le dio tos al gordo, y tuve temor de que estuviera por darle un infarto.
Se dejó caer sobre el cuerpo de la pendeja, y ella no podía sostenerlo. Tuvo que apoyar su mano también sobre la pared, el gordo, para no caerse los dos.
Le sacó la pija -o se le salió sola-, le dio una nalgada, le volvió a decir algo, se cerró el pantalón y se fue.
Ella se quedó ahí, apoyada contra el muro, con la pollerita levantada, con ese culo tremendo, apuntando hacia la calle.
Pasó un auto y le tocó bocina, y ella reaccionó, y se bajó la pollera, y se dio vuelta.
Sacó una servilleta de su cartera, y se limpió el hombro, con carita de asco.
Ahí pude verla bien de frente, y confirmé que era la hija de mi amigo.
Me dio pena verla así, desarreglada y con carita de asco.
Me acerqué, y como si la reconociera en ese momento, la encaré.
-Hola, Belu!
Me miró con sus ojitos grandes, y carita de susto.
-Hola...
-Hacés esto hace mucho?
-No.. Hoy es mi primera vez. Pero no creo que siga haciéndolo.
-Qué lástima. Te iba a pedir un servicio.
-Ah! Si querés te la chupo. El culo me lo dejaron con leche recién. Ese viejo asqueroso, que me dejó el hombro lleno de su baba.
-La calle es así, bebé. Hay de todo. No vas a tener clientes lindos todo el tiempo.
Con la decepción dibujada en su preciosa carita, asintió apenas, y me miró a los ojos.
-Te sale 15 dólares la mamada. Pero vamos a otro lado.
-Ok. vamos a la vuelta, que está más tranqui.
Nos tomamos de la mano y nos fuimos a la vuelta, que hay una placita, que a la noche está desierta.
Nos arrinconamos en un cerco verde, y ella se agachó, me abrió la bragueta, sacó mi pija, y se puso a mamármela.
Experta petera había sido!
La chupó con mucho esmero, se la tragó toda. A mi pedido me mamó y lamió las bolas.
-Avisame cuando vayas a acabar, me pidió.
-No me falta mucho, le dije.
-La querés en mis tetas?
-Donde vos quieras, pero limpiámela bien con esa lengüita.
La putita la mamó y lamió con mucha energía, y mamaba mis bolas, mientras me masturbaba.
Qué morbo tener sexo con la hija de mi amigo, que siempre andaba con esos shortcitos, con las nalgas afuera, exhibiéndose por la casa, cuando yo iba de visita.
Puta por vocación, como la madre....
-Me vengo!, le avisé.
Ella sacó la pija de su boca, y me masturbó hasta que salió la leche. Apuntó a sus tetas, pero el primer chorro le pegó en la cara. Después pasó mi pija sobre sus tetas y sus pezones.
Pasó los dedos por su cara, y se los lamió.
También lamió mi pija con mucha dedicación, y pasó la punta de su lengua en la uretra, que largaba la última gota de semen.
Se paró, me abrazó y me plantó un beso en la boca.
La puta tenía la cara llena de mi olor, y la lengua salada.
Le agarré las nalgas con las dos manos y se las apreté.
-La próxima vez, te cojo este culo tremendo!, le dije.
-Cuando quieras, cielo!, me contestó. Con vos es más rico coger. Además sos amigo de papi, y sé que siempre me tuviste ganas. Y eso me calentó mucho.
-Te voy a encontrar en esta calle?, le pregunté
-No! No creo que vuelva a venir acá. Los clientes son un asco. Voy a hacer encuentros con tipos a los que pueda elegir.
-Poneme en tu lista.
Me acarició la cara y sonriendo con ternura me dijo,
-Claro! Coger con vos es casi como coger con mi papá...
-Entonces no me vas a cobrar?...
-Por supuesto que sí te voy a cobrar! De eso se trata ser prostituta!....
Y bueno...
Mi amigo, el suertudo, tiene dos maravillosas putas en su casa.
Creo que también me voy a coger a su mujer, esa rubia culona, que seguro entrega...
1 comentarios - La hija de mi amigo se prostituye