Reencuentro de Primos

Esta es una historia la cual ha surgido de la nada....

Mi nombre es JL y de un tiempo acá hemos empezado a entablar conexion con varios familiares que teniamos tiempo de no ver.

Hacía más de diez años que con Sarahy no nos veíamos . La vida, como suele hacerlo, los había llevado por caminos distintos: yo me mude a otra ciudad con mi familia cuando apenas tenía 12 años, mientras que Sarahy se quedó en el pueblo, creciendo entre las mismas calles y rostros familiares.

A pesar del tiempo y la distancia, nunca se olvidaron. En cada cumpleaños, en cada Navidad, alguien mencionaba al otro, y eso bastaba para avivar los recuerdos: tardes jugando en el patio de la abuela, guerras de agua en verano, y aquellas conversaciones interminables bajo las estrellas.

La familia había organizado una gran reunión para celebrar el cumpleaños número 80 del abuelo Ramón. Toda la familia fue invitada, incluso los que vivíamos lejos. Yo, ahora un joven serio pero con una sonrisa fácil, decidió hacer el viaje. No sabía quién más asistiría, pero algo dentro de mi me decía que debía estar ahí.

La reunión fue en la vieja casa de la abuela, que aún se mantenía en pie, cargada de memorias. El jardín estaba decorado con luces, mesas llenas de comida y risas por todos lados. Yo saludaba rostros que apenas recordaba, mientras buscaba con la mirada algo... o alguien.

—¡JL! —dijo una voz femenina detrás de mi.

Me giró y ahí estaba. Sarahy, más alta, más madura, un cuerpo bello y voluptuoso pero con la misma chispa en los ojos. Por un segundo, el tiempo pareció detenerse.

—¡Sarahy! ¡No lo puedo creer!

Ambos nos acercamos rápidamente y nos abrazaron con fuerza, como si el tiempo no hubiera pasado. Y en cierto sentido, no lo había hecho. En su abrazo estaba todo: los años perdidos, las palabras no dichas, la alegría del reencuentro.

Pasamos la tarde conversando, poniéndonos al día, riendo de anécdotas antiguas y redescubriendo esa conexión que siempre los había unido. No importaba cuánto tiempo hubiera pasado, seguíamos siendo primos, amigos, casi hermanos. Pero ese reencuentro despertaría algo mas, una llama interna en ambos.

Esa noche, sentados juntos bajo las luces del jardín, Sarahy sonrió.

—Prometamos no dejar pasar otros diez años, ¿sí?

Yo la voltee a ver y le dije que si lo prometía, con una sonrisa que reflejaba la misma promesa.

—Esta vez, no te pierdo de vista. Con lo guapo que estas seguro tienes muchas pretendientes! exclamo Sarahy

—Sonreí y respondí. No nada que ver en cambio tu seguro que si, con ese hermoso cuerpo que te destaca y no mencionar con todo respeto tus bellos pechos.

— Sarahy se sonrojo en el momento y me respondió: Ah si! crees eso?

— No lo creo, estoy seguro mientras sonreia

— Bueno seguiremos con esto luego me dijo mientras su mirada solo me deseaba. Vamos a compartir a la fiesta.

Todo continuo como si nada hasta, la fiesta termino, compartimos el siguiente dia y llego el momento de partir a mi hogar.


Llegando a mi hogar recibo un mensaje, si era de Sarahy

—Hola me quede pensando mucho en lo que hablamos.

Respondí—Yo igual te vi tan diferente, ya eres toda una mujer

— Y tu ya eres todo un hombre el cual no negare ya vi con otros ojos.

— en serio? respondí yo igualmente te desee en esa fiesta

Oh si. Respondio Sarahy.

Toma para que me sigas desenado





Wow me quedo sin palabras le dije.

—Sarahy solo se sonreía

Las platicas cada vez mas se subian de tono donde empezaron los intercambios de fotografias y el morbo entre ambos

Sarahy espero volver a verte pronto le dije

— La proxima vez que te vea no te escaparas de mi

te esperare asi





(me disculpo porque era video y me toco tomarle un screen para subirlo)


Y yo le respondi- tu tambien ten esto para que pienses en mi.





Y así, entre familia, recuerdos y nuevas promesas, comenzó una nueva etapa para JL y Sarahy. Una en la que el tiempo ya no sería enemigo, sino testigo de su renovada cercanía. Continuara..