DISCLAIMER: los personajes en esta historia son +18. Los hechos narrados no tienen necesariamente que ser reales, pero si te tienen que calentar lo suficiente como para que dejes unos puntitos 🙂
Vanina y yo estuvimos de novios durante los últimos 28 meses. Casi dos años y medio compartiendo risas, salidas, cumpleaños, fiestas y sexo. Mucho sexo del bueno. No convivíamos, pero era un plan en un futuro no muy lejano. Era nuestro segundo viaje juntos, el año pasado habíamos ido a Córdoba durante una semana porque a ella le gustan las sierras. Y ahora yo la había convencido de ir a la costa atlántica, ya que me gusta el mar.

Ella tiene 24 años, muy activa sexualmente... es algo que le encanta, se calienta al toque y siempre dispuesta a pegarse una buena culeada. Tengo que admitir que siempre me preocupó un poco porque yo la veo y está buenísima, y soy consciente que la miran mucho pero nunca vi una actitud de ella que me llame la atención. No la vi siendo provocativa, no la vi responder gestos ni nada por el estilo a otros tipos.
Teniendo todo listo para empezar el viaje, me quedaba pasar por la casa de Vani y empezar el recorrido. Son las 5 AM, tempranito para arrancar así a media mañana estábamos en Mar Azul, una localidad de la costa que es conocida por su tranquilidad y donde íbamos a empezar la estadía, aunque luego nos iríamos moviendo hacia el norte a otras localidades aledañas para conocer diferentes lugares. Digo conocer porque ya conocía en realidad Villa Gesell, Pinamar, Ostende... pero la idea era ir juntos y conocer todo de nuevo.
Cargamos su bolso en el baúl, ella con el equipo de mate listo y un shorcito que me invitaba a manosearle todo el orto apenas pudiera, eran suficiente para emprender el viaje. Y agarramos la ruta, un poco de música, lentes de sol, las medialunas cuando pasamos por Chascomús en el famoso parador... todo venía de lujo. Me mandé la macana de no cargar datos antes de salir, así que le pedí a Vani si me ponía el GPS. No porque no supiera el camino, sino para ver estaciones de servicio, cámaras y controles policiales con la aplicación que sirve para eso.
Vani se durmió, y vaya cosa del destino o que, le cae un mensaje. Llegué a leer que decía "Chino" en el remitente, pero no llegué a ver el mensaje en sí. Me mataba la intriga, pero ella estaba ahí y no podía revisar que decía, menos manejando. En la primer estación de servicio que encontré frené, agarré su teléfono y el mío, y me bajé. Le dije que necesitaba ir al baño y a comprar algo. Que me preste su celular para pasarme wifi porque tenía el dinero en una billetera virtual. No quiso bajar, se quedó en el coche mientras cambiaba la yerba del mate. Me fui al baño y entré a investigar de que se trataba ese mensaje del "Chino" y vaya sorpresa: le decía cosas como "voy a extrañar llenar esas tetas de leche estas dos semanas" y "espero que me mandes alguna de esas fotitos aunque estés con él", refiriéndose a mi. Entré a la parte de elementos compartidos y puf... aparte de encontrar muchas fotopijas y de reconocerle la cara al hijo de puta, que era un compañero de trabajo de ella que había estado casualmente en su último cumpleaños, había fotos de ella.

Esta era la mas tranqui, mostrándole un conjunto negro. Pero fui pasando y pasando y encontré fotos en el baño, saliendo de la ducha... en fin, varias fotos mostrando su cuerpo a alguien que no era yo.


Pero sin dudas la foto que más me dolió fue una acostada sobre mi cama. Reconocí la sábana azul, incluso la tanga que llevaba puesta. Era de un día que la dejé sola en casa para irme a trabajar y ella se quedó esperándome para después comer y pasar la noche juntos. No pude evitar pensar que estuvo hablando con él, ¿quizá se hizo la paja en mi cama sexteando con él?

Se me llenaron los ojos de lágrimas primero, de furia después. Tenía el corazón acelerado, pero intentaba estar tranquilo porque tenía que seguir manejando y no quería matarme en la ruta. Le saque fotos a su celular con el mio a las conversaciones, para que no pueda decir que las había "photoshopeado" y me reenvié las fotos.
Me lavé la cara, borré lo que me mandé de su chat, marque como no leído el mensaje del Chino y me hice el idiota al volver al auto. "No compré nada al final, enseguida llegamos" le dije, me acomodé, abroché mi cinturón y emprendí lo que faltaba de viaje. Manejaba tranquilo, me pasa un mate y lo tomo. No emitía palabra, ella estaba con su celular y la miré a ver si tenía alguna reacción. Ni se inmutaba la hija de puta. "¿Te pasa algo?", me preguntó a lo que respondí "No... estoy concentrado manejando". Me dijo "Que raro... hace un rato venías cantando lo más bien y todo" y rápidamente le dije "Ahora no tengo ganas de cantar, nada más".
Ella sabía que algo me pasaba, o se dio cuenta que vi los mensajes y todo el resto.
Ya estaba en la ruta 11, había pasado por San Clemente del Tuyú y seguía camino. Le pregunté "¿Alguna novedad?" como para saber si había recibido algún mensaje y me dijo "No, nada". Pasamos la entrada de Santa Teresita y en la localidad siguiente, Mar del Tuyú, tomé la rotonda y entré. Me preguntó porque entrábamos a Mar del Tuyú si faltaba para Mar Azul, le dije que había cambiado de planes... no le aclaré más nada.
Llegué a la terminal de ómnibus, frené antes de la entrada y estacioné.
Y: Bueno, ahora lo que vamos a hacer es lo siguiente... quiero que busques en tu cartera la llave de tu casa y me des la llave de mi departamento.
V: ¿¿Qué?? - me preguntó con asombro - ¿Qué pedido es ese?
Y: Me vas a dar la llave de mi departamento, ahora voy a bajar tu bolso del auto y si querés te volvés desde acá, o te alquilas algo no sé... lo que decidas.
V: ¿Ignacio vos te volviste loco o me estás haciendo una broma de mal gusto?
Saqué mi celular y le mostré las fotos suyas, y las fotos del chat con el tal Chino. Se puso a llorar y me decía "Para Nacho, te puedo...", la interrumpí y le dije "Shhhh no no, no me llores y no hagas escándalo porque donde digas una boludez le muestro a cada persona que pasa este chat..."
Se secó las lágrimas y me dijo "Fue una boludez..." a lo que respondí "Le mandaste fotos desde mi cama, ¿te parece una boludez?"
No quise escucharla más. Me dijo "¿Me vas a dejar acá en serio?". Le dije que si, que tarjetee el pasaje o que se alquile algo. "O mejor, buscate alguno que te puedas coger y te de alojamiento... ¿no?". Se enojó y me pidió que no la trate de puta, vaya ironía si es lo que me había demostrado con esos chats. Sin más vueltas, le dije "Bajate del auto y sin escándalo porque te quemo delante de todo el mundo, agradece que no le mando esto a tus viejos". Sin pensarlo dos veces, se bajó del auto. Bajé su bolso, me quiso dar un abrazo que evité y me subí al auto de nuevo.
Me fui a la mierda de ahí, sin mirar atrás. Bloqueé su número para que no me pueda llamar ni mandar mensajes y salí nuevamente a la ruta 11. Seguí camino al sur, para el lado de Villa Gesell. Cambié de planes: ahora las vacaciones eran de soltero y pensaba pasarla de lo mejor, a pesar de sentirme el tipo más pelotudo y corneta del mundo, no me iba a arruinar el único momento del año que tengo para despejarme de la vida rutinaria que tenía. Que Vanina se vaya a la concha de su madre, yo las vacaciones no me las pierdo...
Vanina y yo estuvimos de novios durante los últimos 28 meses. Casi dos años y medio compartiendo risas, salidas, cumpleaños, fiestas y sexo. Mucho sexo del bueno. No convivíamos, pero era un plan en un futuro no muy lejano. Era nuestro segundo viaje juntos, el año pasado habíamos ido a Córdoba durante una semana porque a ella le gustan las sierras. Y ahora yo la había convencido de ir a la costa atlántica, ya que me gusta el mar.

Ella tiene 24 años, muy activa sexualmente... es algo que le encanta, se calienta al toque y siempre dispuesta a pegarse una buena culeada. Tengo que admitir que siempre me preocupó un poco porque yo la veo y está buenísima, y soy consciente que la miran mucho pero nunca vi una actitud de ella que me llame la atención. No la vi siendo provocativa, no la vi responder gestos ni nada por el estilo a otros tipos.
Teniendo todo listo para empezar el viaje, me quedaba pasar por la casa de Vani y empezar el recorrido. Son las 5 AM, tempranito para arrancar así a media mañana estábamos en Mar Azul, una localidad de la costa que es conocida por su tranquilidad y donde íbamos a empezar la estadía, aunque luego nos iríamos moviendo hacia el norte a otras localidades aledañas para conocer diferentes lugares. Digo conocer porque ya conocía en realidad Villa Gesell, Pinamar, Ostende... pero la idea era ir juntos y conocer todo de nuevo.
Cargamos su bolso en el baúl, ella con el equipo de mate listo y un shorcito que me invitaba a manosearle todo el orto apenas pudiera, eran suficiente para emprender el viaje. Y agarramos la ruta, un poco de música, lentes de sol, las medialunas cuando pasamos por Chascomús en el famoso parador... todo venía de lujo. Me mandé la macana de no cargar datos antes de salir, así que le pedí a Vani si me ponía el GPS. No porque no supiera el camino, sino para ver estaciones de servicio, cámaras y controles policiales con la aplicación que sirve para eso.
Vani se durmió, y vaya cosa del destino o que, le cae un mensaje. Llegué a leer que decía "Chino" en el remitente, pero no llegué a ver el mensaje en sí. Me mataba la intriga, pero ella estaba ahí y no podía revisar que decía, menos manejando. En la primer estación de servicio que encontré frené, agarré su teléfono y el mío, y me bajé. Le dije que necesitaba ir al baño y a comprar algo. Que me preste su celular para pasarme wifi porque tenía el dinero en una billetera virtual. No quiso bajar, se quedó en el coche mientras cambiaba la yerba del mate. Me fui al baño y entré a investigar de que se trataba ese mensaje del "Chino" y vaya sorpresa: le decía cosas como "voy a extrañar llenar esas tetas de leche estas dos semanas" y "espero que me mandes alguna de esas fotitos aunque estés con él", refiriéndose a mi. Entré a la parte de elementos compartidos y puf... aparte de encontrar muchas fotopijas y de reconocerle la cara al hijo de puta, que era un compañero de trabajo de ella que había estado casualmente en su último cumpleaños, había fotos de ella.

Esta era la mas tranqui, mostrándole un conjunto negro. Pero fui pasando y pasando y encontré fotos en el baño, saliendo de la ducha... en fin, varias fotos mostrando su cuerpo a alguien que no era yo.


Pero sin dudas la foto que más me dolió fue una acostada sobre mi cama. Reconocí la sábana azul, incluso la tanga que llevaba puesta. Era de un día que la dejé sola en casa para irme a trabajar y ella se quedó esperándome para después comer y pasar la noche juntos. No pude evitar pensar que estuvo hablando con él, ¿quizá se hizo la paja en mi cama sexteando con él?

Se me llenaron los ojos de lágrimas primero, de furia después. Tenía el corazón acelerado, pero intentaba estar tranquilo porque tenía que seguir manejando y no quería matarme en la ruta. Le saque fotos a su celular con el mio a las conversaciones, para que no pueda decir que las había "photoshopeado" y me reenvié las fotos.
Me lavé la cara, borré lo que me mandé de su chat, marque como no leído el mensaje del Chino y me hice el idiota al volver al auto. "No compré nada al final, enseguida llegamos" le dije, me acomodé, abroché mi cinturón y emprendí lo que faltaba de viaje. Manejaba tranquilo, me pasa un mate y lo tomo. No emitía palabra, ella estaba con su celular y la miré a ver si tenía alguna reacción. Ni se inmutaba la hija de puta. "¿Te pasa algo?", me preguntó a lo que respondí "No... estoy concentrado manejando". Me dijo "Que raro... hace un rato venías cantando lo más bien y todo" y rápidamente le dije "Ahora no tengo ganas de cantar, nada más".
Ella sabía que algo me pasaba, o se dio cuenta que vi los mensajes y todo el resto.
Ya estaba en la ruta 11, había pasado por San Clemente del Tuyú y seguía camino. Le pregunté "¿Alguna novedad?" como para saber si había recibido algún mensaje y me dijo "No, nada". Pasamos la entrada de Santa Teresita y en la localidad siguiente, Mar del Tuyú, tomé la rotonda y entré. Me preguntó porque entrábamos a Mar del Tuyú si faltaba para Mar Azul, le dije que había cambiado de planes... no le aclaré más nada.
Llegué a la terminal de ómnibus, frené antes de la entrada y estacioné.
Y: Bueno, ahora lo que vamos a hacer es lo siguiente... quiero que busques en tu cartera la llave de tu casa y me des la llave de mi departamento.
V: ¿¿Qué?? - me preguntó con asombro - ¿Qué pedido es ese?
Y: Me vas a dar la llave de mi departamento, ahora voy a bajar tu bolso del auto y si querés te volvés desde acá, o te alquilas algo no sé... lo que decidas.
V: ¿Ignacio vos te volviste loco o me estás haciendo una broma de mal gusto?
Saqué mi celular y le mostré las fotos suyas, y las fotos del chat con el tal Chino. Se puso a llorar y me decía "Para Nacho, te puedo...", la interrumpí y le dije "Shhhh no no, no me llores y no hagas escándalo porque donde digas una boludez le muestro a cada persona que pasa este chat..."
Se secó las lágrimas y me dijo "Fue una boludez..." a lo que respondí "Le mandaste fotos desde mi cama, ¿te parece una boludez?"
No quise escucharla más. Me dijo "¿Me vas a dejar acá en serio?". Le dije que si, que tarjetee el pasaje o que se alquile algo. "O mejor, buscate alguno que te puedas coger y te de alojamiento... ¿no?". Se enojó y me pidió que no la trate de puta, vaya ironía si es lo que me había demostrado con esos chats. Sin más vueltas, le dije "Bajate del auto y sin escándalo porque te quemo delante de todo el mundo, agradece que no le mando esto a tus viejos". Sin pensarlo dos veces, se bajó del auto. Bajé su bolso, me quiso dar un abrazo que evité y me subí al auto de nuevo.
Me fui a la mierda de ahí, sin mirar atrás. Bloqueé su número para que no me pueda llamar ni mandar mensajes y salí nuevamente a la ruta 11. Seguí camino al sur, para el lado de Villa Gesell. Cambié de planes: ahora las vacaciones eran de soltero y pensaba pasarla de lo mejor, a pesar de sentirme el tipo más pelotudo y corneta del mundo, no me iba a arruinar el único momento del año que tengo para despejarme de la vida rutinaria que tenía. Que Vanina se vaya a la concha de su madre, yo las vacaciones no me las pierdo...
6 comentarios - Vacaciones de soltero (parte 1)