Parte 6
Después de la sesión de fotitos que me habían dejado la verga como un garrote y cargada para disparar de nuevo en mi compañera de laburo. Lo único que debía pasar era que transcurra la noche con sus amigas, se vayan todas y Lau decida mandarme mensaje para que vaya. Todo esto claro, si no surgía ningún imprevisto... podía ser que me quede al palo solamente viendo las fotos y termine la noche en paja. Pero bueno, la promesa estaba. Tipo 23 horas me llega mensaje de Laura, bastante concreto: "Las quiero a mis amigas, pero quiero que se vayan... tengo muchas ganas de sentir tu pija en el orto"
Así, sin más preámbulo. Ella no lo necesitaba, yo tampoco... sólo éramos dos adultos usándonos para sacarnos las ganas y lo teníamos bien claro. Si llegábamos a algo mas, veremos, y sino llegamos tampoco sería un problema. Antes de 23.30 me cae otro mensaje diciendo "Estate listo, porque ya empecé a bostezar y a decirles que la mudanza me dejó liquidada". Yo estaba más que listo: bañado, hidratado y con el rifle cargado.
A modo personal y ya con lo que han visto de mi compa, las ganas de reventarle el orto a vergazos que tenía era impresionante. En mi imaginación eran ganas de cagarla a chirlos, dejarle las nalgas coloradas y hacerla gritar de los pijazos que le iba a dar. Tenerla pidiendo más pija por el culo, gimiendo de placer y un poco de dolor, pero pidiendo que no se la saque nunca... eso me imaginaba y me tenía al palo desde hacía fácil tres horas.
23.48: "Venite papi", el mensaje que esperaba. No fui en auto, lo dejé en casa... caminé las seis cuadras como si fueran tres. Apenas entré, me esperaba con una remera y una tanguita negra transparente. La remera, al toque se salió para pegarle una tremenda chupada de tetas... no sé si nos dijimos "hola", pero bueno nos habíamos saludado por mensaje.

Nos fuimos a la cama y empezamos con los besos. Parecía desesperada, me daba besos en la boca, el cuello... agitada y apretando los dientes me decía "ay papi quiero que me llenes de leche..." y "me tenes re caliente...", entre otras cosas. Me manoseaba la poronga, me desabrochó el pantalón y así como la sacó del boxer se la mandó a la boca de lleno. La chupada de pija que me pegó, fue incluso superior a la de la noche anterior.

Después de casi volcar dos veces por la forma en la que me chupaba la verga, la acosté abierta de piernas en la cama para comerle la concha. Le corrí la tanguita y empecé, estaba toda mojada ya, dilatada y con mucha sensibilidad. Mi lengua tocaba y ella lanzaba un "ahhh" profundo, con ganas... varios movimientos más y orgasmo, se sentía el sabor a su flujo saliendo caliente, suave... relativamente espeso. No daba más de caliente la putita y me pedía por favor que se la metiera.

Así a pelo como estaba, al igual que la noche anterior, le clavé la poronga en la concha hasta el fondo para hacerla gemir de placer y calentura. La tenía de la cintura y me movía primero suave, y ella me pedía que le diera fuerte... me empecé a mover más y más duro, y Laura gritaba "Ahhhh ahhhasiiii... si papi asiiii" era contínuamente lo que se escuchaba de su boca. Frases motivantes como "que rico me coges papito..." o "hace rato no me hacían calentar así" sumaban mucho a que tuviera más ganas de darle bomba. Pasado un buen rato y habiendo cambiado de pose varias veces, la frase "cogeme el orto papi" tomó la posta en la noche.

Así de misionero, después de haberle laburado el culito a pura lengua y dedo, Laura abrió bien las piernas y me dejó que le pegue una linda culeada. Gemía mucho, se quejaba pero le gustaba. Mientras la cogía nos besábamos mucho, le chupaba las tetas y le manoseaba la concha. De hecho ella sola se acariciaba el clítoris también, teniendo varios orgasmos algunos con cremita saliendo de la concha, otros simplemente con los espasmos propios de la situación. "Cogeme en cuatro" fue el pedido de la incogible, que cada vez me confirmaba que tenía mas polvos que todos los de la oficina juntos, incluyéndome.
Se puso en cuatro, con el culo ya dilatado de la acción anterior y meterle la verga fue muy fácil. Así como le apoyé la cabeza de la verga y empecé a empujar, ella lanzó un "ahhhh...." largo, desvaneciéndose y al mismo tempo en el que metía mi verga hasta el fondo. Fui aumentando el ritmo de a poco, acompañado de sus pedidos: "asiii dame papi... rompeme bien la colita..." era la frase de la noche. Empecé a darle mas fuerte, haciendo sonar mi pelvis contra sus nalgas y al tiempo que ella gritaba cada vez más.

"¿Te gusta como te cojo el orto putita?" atiné a preguntarle como si no supiera lo que iba a decirme, pero para reafirmar mi pregunta me dijo "Siii papi me encanta, rompemela toda dale..." fue su respuesta redoblando la apuesta. Así en cuatro como estaba, le di fuerte y duro como pedía. Lau tuvo al menos dos orgasmos más mientras le daba en cuatro, y en eso mis huevos dijeron "es ahora"... ni le avisé, la agarré más fuerte de la cintura y empecé a moverme más y más fuerte. Ella lo supo enseguida y me decía "Siii papi llename el orto de leche, dale... dame todo adentro!" era el pedido, casi ruego y justo cuando estaba por largar el primer chorro ella empezó a gritar repetidamente "Ahhhh" como si estuviera teniendo otro orgasmo, o quizá por sentir como brotaba el semen de mi verga directamente a su recto.
Me desplomé encima suyo y ella sobre la cama aun con mi verga dentro suyo, dura todavía. Se la saqué y no asomaba nada de leche, ni tampoco hizo fuerza por sacarla. Estaba toda mojada eso sí podía verse a simple vista y sentirse en el aire, nuevamente el olor a sexo invadía su cuarto por segunda noche consecutiva.

Eran poco mas de la 1 de la madrugada cuando ya Laura estaba con el orto lleno de leche y la líbido en el punto máximo. Yo estaba igual, a pesar de los dos polvos de la noche anterior estaba como si tuviera un atraso de leche importante. Ella acostada, aun agitada me decía "Ay corazón... que caliente me tenes... decime que tenes para otro round por favor..." y la verdad es que tuviera o no tuviera, algo iba a inventar para seguir cogiéndome a semejante hembra. Habremos pasado media hora de recupero, mientras compartíamos alguna cerveza que había quedado de la juntada con sus amigas, cuando me pregunta si me daba miedo no poder disimular lo que estaba pasando entre nosotros en el trabajo. Le dije que lo que menos pensaba era eso, pero que llegado el momento vería que hacer.
Claro, ella se refería a Marcelo. Pero acababa de dejarle el orto lleno de leche, en lo que menos pensaba era en ese idiota. Lo que si pensaba era en que estaba con ganas de que me haga poner la pija dura de nuevo para seguir entrándole. Le pedí que me diera unos besos ahí abajo y enseguida supo que hacer para que se me ponga la pija nuevamente como una roca. Me montó la pija con la concha y el orto, haciendo rebotar esas increíbles tetas cerca de mi cara para que pueda chuparlas. Cuando tenía mi verga en la concha, se dedeaba sola el culito... cuando tenía mi verga en el culo, se dedeaba la concha... era impresionante lo pajera que estaba. Parecía tener mucho para acabar todavía, quería quedar completamente exhausta, quien sabe pero yo la estaba pasando espectacular.

Cogerla apretando esas tetas, la pija ardiendo entre la calentura y tanto coger. Ella gimiendo, gritando de a ratos... la botellita de agua para mantenernos con ganas de seguir, el sudor de ambos. El olor a sexo y leche en el aire, la humedad en los cuerpos... los jadeos ya de cansancio más que de placer. Nos estábamos cogiendo fuerte desde la noche anterior. Nos habíamos dejado en la mañana del sábado, descansamos en el día y pensando en el próximo encuentro, ambos hicimos todo para volvernos a ver esa misma noche. Así de pajeros nos teníamos el uno al otro, así de calientes. Repetimos todo, todo el repertorio y era tanto lo que pude estirar que se nos hicieron como las 4:30 de la madrugada y ella casi a modo de súplica me dijo "Acabame papi... no doy más..."
La cogi fuerte así boca arriba como la tenía, apurando mi leche hasta el punto límite. Lau gemía intenso, pero era más lo que jadeaba, cansada. Cuando estuve bien cerca salí y me fui rápido al lado de su boquita, apenas abrió la boca y con sus labios carnosos me envolvía la cabeza de la verga mientras me pajeaba. Abrió la boca lo suficiente como para que algo vaya dentro, pero se dejo algo sobre la carita, principalmente la parte del bigote, la boca y los cachetes mientras se tragaba lo que había entrado en su boca.

Se arrimó luego el resto de semen con el dedo hasta la boca para saborearlo y tragarlo también, y luego de unos instantes recuperando el aire me dice "Sinceramente... hace rato que no cogía con alguien con tantas ganas...". ¿Era cierto? Ni puta idea. ¿Lo pasé bien? Espectacular. ¿Adónde iba esto? Tampoco lo sé.
Lo que si sé y puedo confirmar, es que esta mina de incogible, no tiene nada...
------------FIN------------
Te agradezco por los puntos, favoritos o comentarios!
Después de la sesión de fotitos que me habían dejado la verga como un garrote y cargada para disparar de nuevo en mi compañera de laburo. Lo único que debía pasar era que transcurra la noche con sus amigas, se vayan todas y Lau decida mandarme mensaje para que vaya. Todo esto claro, si no surgía ningún imprevisto... podía ser que me quede al palo solamente viendo las fotos y termine la noche en paja. Pero bueno, la promesa estaba. Tipo 23 horas me llega mensaje de Laura, bastante concreto: "Las quiero a mis amigas, pero quiero que se vayan... tengo muchas ganas de sentir tu pija en el orto"
Así, sin más preámbulo. Ella no lo necesitaba, yo tampoco... sólo éramos dos adultos usándonos para sacarnos las ganas y lo teníamos bien claro. Si llegábamos a algo mas, veremos, y sino llegamos tampoco sería un problema. Antes de 23.30 me cae otro mensaje diciendo "Estate listo, porque ya empecé a bostezar y a decirles que la mudanza me dejó liquidada". Yo estaba más que listo: bañado, hidratado y con el rifle cargado.
A modo personal y ya con lo que han visto de mi compa, las ganas de reventarle el orto a vergazos que tenía era impresionante. En mi imaginación eran ganas de cagarla a chirlos, dejarle las nalgas coloradas y hacerla gritar de los pijazos que le iba a dar. Tenerla pidiendo más pija por el culo, gimiendo de placer y un poco de dolor, pero pidiendo que no se la saque nunca... eso me imaginaba y me tenía al palo desde hacía fácil tres horas.
23.48: "Venite papi", el mensaje que esperaba. No fui en auto, lo dejé en casa... caminé las seis cuadras como si fueran tres. Apenas entré, me esperaba con una remera y una tanguita negra transparente. La remera, al toque se salió para pegarle una tremenda chupada de tetas... no sé si nos dijimos "hola", pero bueno nos habíamos saludado por mensaje.

Nos fuimos a la cama y empezamos con los besos. Parecía desesperada, me daba besos en la boca, el cuello... agitada y apretando los dientes me decía "ay papi quiero que me llenes de leche..." y "me tenes re caliente...", entre otras cosas. Me manoseaba la poronga, me desabrochó el pantalón y así como la sacó del boxer se la mandó a la boca de lleno. La chupada de pija que me pegó, fue incluso superior a la de la noche anterior.

Después de casi volcar dos veces por la forma en la que me chupaba la verga, la acosté abierta de piernas en la cama para comerle la concha. Le corrí la tanguita y empecé, estaba toda mojada ya, dilatada y con mucha sensibilidad. Mi lengua tocaba y ella lanzaba un "ahhh" profundo, con ganas... varios movimientos más y orgasmo, se sentía el sabor a su flujo saliendo caliente, suave... relativamente espeso. No daba más de caliente la putita y me pedía por favor que se la metiera.

Así a pelo como estaba, al igual que la noche anterior, le clavé la poronga en la concha hasta el fondo para hacerla gemir de placer y calentura. La tenía de la cintura y me movía primero suave, y ella me pedía que le diera fuerte... me empecé a mover más y más duro, y Laura gritaba "Ahhhh ahhhasiiii... si papi asiiii" era contínuamente lo que se escuchaba de su boca. Frases motivantes como "que rico me coges papito..." o "hace rato no me hacían calentar así" sumaban mucho a que tuviera más ganas de darle bomba. Pasado un buen rato y habiendo cambiado de pose varias veces, la frase "cogeme el orto papi" tomó la posta en la noche.

Así de misionero, después de haberle laburado el culito a pura lengua y dedo, Laura abrió bien las piernas y me dejó que le pegue una linda culeada. Gemía mucho, se quejaba pero le gustaba. Mientras la cogía nos besábamos mucho, le chupaba las tetas y le manoseaba la concha. De hecho ella sola se acariciaba el clítoris también, teniendo varios orgasmos algunos con cremita saliendo de la concha, otros simplemente con los espasmos propios de la situación. "Cogeme en cuatro" fue el pedido de la incogible, que cada vez me confirmaba que tenía mas polvos que todos los de la oficina juntos, incluyéndome.
Se puso en cuatro, con el culo ya dilatado de la acción anterior y meterle la verga fue muy fácil. Así como le apoyé la cabeza de la verga y empecé a empujar, ella lanzó un "ahhhh...." largo, desvaneciéndose y al mismo tempo en el que metía mi verga hasta el fondo. Fui aumentando el ritmo de a poco, acompañado de sus pedidos: "asiii dame papi... rompeme bien la colita..." era la frase de la noche. Empecé a darle mas fuerte, haciendo sonar mi pelvis contra sus nalgas y al tiempo que ella gritaba cada vez más.

"¿Te gusta como te cojo el orto putita?" atiné a preguntarle como si no supiera lo que iba a decirme, pero para reafirmar mi pregunta me dijo "Siii papi me encanta, rompemela toda dale..." fue su respuesta redoblando la apuesta. Así en cuatro como estaba, le di fuerte y duro como pedía. Lau tuvo al menos dos orgasmos más mientras le daba en cuatro, y en eso mis huevos dijeron "es ahora"... ni le avisé, la agarré más fuerte de la cintura y empecé a moverme más y más fuerte. Ella lo supo enseguida y me decía "Siii papi llename el orto de leche, dale... dame todo adentro!" era el pedido, casi ruego y justo cuando estaba por largar el primer chorro ella empezó a gritar repetidamente "Ahhhh" como si estuviera teniendo otro orgasmo, o quizá por sentir como brotaba el semen de mi verga directamente a su recto.
Me desplomé encima suyo y ella sobre la cama aun con mi verga dentro suyo, dura todavía. Se la saqué y no asomaba nada de leche, ni tampoco hizo fuerza por sacarla. Estaba toda mojada eso sí podía verse a simple vista y sentirse en el aire, nuevamente el olor a sexo invadía su cuarto por segunda noche consecutiva.

Eran poco mas de la 1 de la madrugada cuando ya Laura estaba con el orto lleno de leche y la líbido en el punto máximo. Yo estaba igual, a pesar de los dos polvos de la noche anterior estaba como si tuviera un atraso de leche importante. Ella acostada, aun agitada me decía "Ay corazón... que caliente me tenes... decime que tenes para otro round por favor..." y la verdad es que tuviera o no tuviera, algo iba a inventar para seguir cogiéndome a semejante hembra. Habremos pasado media hora de recupero, mientras compartíamos alguna cerveza que había quedado de la juntada con sus amigas, cuando me pregunta si me daba miedo no poder disimular lo que estaba pasando entre nosotros en el trabajo. Le dije que lo que menos pensaba era eso, pero que llegado el momento vería que hacer.
Claro, ella se refería a Marcelo. Pero acababa de dejarle el orto lleno de leche, en lo que menos pensaba era en ese idiota. Lo que si pensaba era en que estaba con ganas de que me haga poner la pija dura de nuevo para seguir entrándole. Le pedí que me diera unos besos ahí abajo y enseguida supo que hacer para que se me ponga la pija nuevamente como una roca. Me montó la pija con la concha y el orto, haciendo rebotar esas increíbles tetas cerca de mi cara para que pueda chuparlas. Cuando tenía mi verga en la concha, se dedeaba sola el culito... cuando tenía mi verga en el culo, se dedeaba la concha... era impresionante lo pajera que estaba. Parecía tener mucho para acabar todavía, quería quedar completamente exhausta, quien sabe pero yo la estaba pasando espectacular.

Cogerla apretando esas tetas, la pija ardiendo entre la calentura y tanto coger. Ella gimiendo, gritando de a ratos... la botellita de agua para mantenernos con ganas de seguir, el sudor de ambos. El olor a sexo y leche en el aire, la humedad en los cuerpos... los jadeos ya de cansancio más que de placer. Nos estábamos cogiendo fuerte desde la noche anterior. Nos habíamos dejado en la mañana del sábado, descansamos en el día y pensando en el próximo encuentro, ambos hicimos todo para volvernos a ver esa misma noche. Así de pajeros nos teníamos el uno al otro, así de calientes. Repetimos todo, todo el repertorio y era tanto lo que pude estirar que se nos hicieron como las 4:30 de la madrugada y ella casi a modo de súplica me dijo "Acabame papi... no doy más..."
La cogi fuerte así boca arriba como la tenía, apurando mi leche hasta el punto límite. Lau gemía intenso, pero era más lo que jadeaba, cansada. Cuando estuve bien cerca salí y me fui rápido al lado de su boquita, apenas abrió la boca y con sus labios carnosos me envolvía la cabeza de la verga mientras me pajeaba. Abrió la boca lo suficiente como para que algo vaya dentro, pero se dejo algo sobre la carita, principalmente la parte del bigote, la boca y los cachetes mientras se tragaba lo que había entrado en su boca.

Se arrimó luego el resto de semen con el dedo hasta la boca para saborearlo y tragarlo también, y luego de unos instantes recuperando el aire me dice "Sinceramente... hace rato que no cogía con alguien con tantas ganas...". ¿Era cierto? Ni puta idea. ¿Lo pasé bien? Espectacular. ¿Adónde iba esto? Tampoco lo sé.
Lo que si sé y puedo confirmar, es que esta mina de incogible, no tiene nada...
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Te agradezco por los puntos, favoritos o comentarios!
17 comentarios - La incogible del laburo (parte 7)
Ojalá tenga más partes o publiques otros relatos igual de buenos
Excelente viejo!! Espero mas
van puntos