Desde que comenzó a mirar los progresos del gimnasio, mi chica se viste cada vez más y más puta. Yo me suelo hacer el boludo, lo que ha llevado a que le guste atraer miradas lascivas. Además, cada vez que llega del gimnasio me pide coger y yo lo hago fumando, maquinalmente para no acabar tan rápido. Ella tiene un culo muy grande y sòlido, es morena y tiene la marca de la tanga ancha, por lo que siempre le quedan bien los hilitos que lleva para entrenar.
Por ahora nadie se la coge en el gimnasio, porque a concha siempre està estrecha. Ella dice que soy yo el que tiene la pija grande, pero me la veo muy chica ante majestuoso culo entangado. Ah, porque ella tiene el fetiche de coger con el culo entangado, precisamente con los bikinis. Es por eso que esta historia trata sobre su obsesión con los bikinis diminutos, micro bikinis me dijo que se llamaban.
Lo cierto es que nos fuimos de viaje a un lugar en el Caribe. El alojamiento eran dos o tres cabañas separadas por matorrales, todas ellas con acceso a la playa. Íbamos a pasar una semana, por lo que mi jermu estaba muy entusiasmada. Ella tiene 28 y practica patinaje desde chica, por lo que tiene muy buenas gambas. Además, su culo destaca mucho porque no tiene pizca de celulitis y al ser oscura de piel, es un paraíso admirarlo. Muy buen papo y el ogt ni hablar, tiene el asterisco inmenso, pide pija en todo momento, yo se lo hice saber y por eso la mina se obsesionó con el sexo con el paso del tiempo. Tanto asì que dice practicar dos gimnasias; con máquinas y con la verga. Asì se refiere; "la verga", lo que me excita màs todavìa.
Una vez en la cabaña me comenta que comprò una docena de bikinis, uno para cada dìa. Asì que comenzarìamos con algo, "tranqui", pero yo tenìa que elegir. La mina se mete en el baño y me coloca un bikini verde de triangulo e hilo ancho y otro parecido pero de color negro. Le dije que se pusiera el verde.
-No es asì como se prueban, boludo. Buscà el lubricante-. De inmediato se lo alcancè y ella se colocò el bikini negro, se puso en cuatro con el inmenso culo hacia mi cara y ordenó:
-Metè solo la cabeza de la pija y aceitalo bien bien, que quede brillante, porque quiero ir a tomar sol de una vez, no pienso perder el dìa. No muevas la pija, solo aceitalo mientras tanto porque me quiero relajar-.
Se lo aceito: queda brillante y negro ese culote. Cuando me veo la pija està blanca de tanto flujo que habìa derramado la mina, que se hacìa la canchera diciendome que echara màs. Me olvidè de lubricante y perdì la calma. Comencè a bombear.
-Seguì papi seguì- me decìa, y yo bombeando como un toro. Perdì la nociòn y seguìa abriendo esa concha que estaba tan mojada que dejè de sentir la pija de tan caliente que estaba.
Ella no dejaba de chuparme los dedò. Escupì la mano y le metì un dedo en el orto.
-Papi, que no me duela-, pero ya su culo estaba muy usado por mì. Ya simplemente le gustaba. Tanto asì que a veces me decìa que no sabìa si era el sexo anal o el gimnasio lo que le hacìa crecer tanto el culo.
Le clave la pija lentamente en el orto. Ella me silbaba pidiendome que fuese despacito:
-Papi despacito, asì asì, uy uy no tan duro papi que es grande. Yaaa hijo de puta, suavecito que la vas a meter entera. Papi acabà ràpido por favor acabà ràpido papi que es muy grande, pero metela toda. Eso eso-.
Yo estaba a punto de acabar, trataba de no mirarle semejante orto pero es inmenso, me fascina. Yo iba poco a poco abriendome paso en tan apretado ano, pero ella seguìa diciendome asì y me quedè mirando el bronceado que tenìa del año pasado. Que buena negra me dije y ella pidiendome que acabara y yo aguantandome porque querìa reventarle el orto, que comenzara las vacaciones con el culo roto. Pero comencè a bombear leche y sentì la pija màs y màs caliente y ella gemìa como una puta hasta que me dijo.
-Uh papi, se nos olvidò probar el verde-
Y yo que saco la verga y el culo le empieza a chorrear todo el semen. En fin, ya nos tocarà probar el verde y a ustedes leer què tal le queda.
Por ahora nadie se la coge en el gimnasio, porque a concha siempre està estrecha. Ella dice que soy yo el que tiene la pija grande, pero me la veo muy chica ante majestuoso culo entangado. Ah, porque ella tiene el fetiche de coger con el culo entangado, precisamente con los bikinis. Es por eso que esta historia trata sobre su obsesión con los bikinis diminutos, micro bikinis me dijo que se llamaban.
Lo cierto es que nos fuimos de viaje a un lugar en el Caribe. El alojamiento eran dos o tres cabañas separadas por matorrales, todas ellas con acceso a la playa. Íbamos a pasar una semana, por lo que mi jermu estaba muy entusiasmada. Ella tiene 28 y practica patinaje desde chica, por lo que tiene muy buenas gambas. Además, su culo destaca mucho porque no tiene pizca de celulitis y al ser oscura de piel, es un paraíso admirarlo. Muy buen papo y el ogt ni hablar, tiene el asterisco inmenso, pide pija en todo momento, yo se lo hice saber y por eso la mina se obsesionó con el sexo con el paso del tiempo. Tanto asì que dice practicar dos gimnasias; con máquinas y con la verga. Asì se refiere; "la verga", lo que me excita màs todavìa.
Una vez en la cabaña me comenta que comprò una docena de bikinis, uno para cada dìa. Asì que comenzarìamos con algo, "tranqui", pero yo tenìa que elegir. La mina se mete en el baño y me coloca un bikini verde de triangulo e hilo ancho y otro parecido pero de color negro. Le dije que se pusiera el verde.
-No es asì como se prueban, boludo. Buscà el lubricante-. De inmediato se lo alcancè y ella se colocò el bikini negro, se puso en cuatro con el inmenso culo hacia mi cara y ordenó:
-Metè solo la cabeza de la pija y aceitalo bien bien, que quede brillante, porque quiero ir a tomar sol de una vez, no pienso perder el dìa. No muevas la pija, solo aceitalo mientras tanto porque me quiero relajar-.
Se lo aceito: queda brillante y negro ese culote. Cuando me veo la pija està blanca de tanto flujo que habìa derramado la mina, que se hacìa la canchera diciendome que echara màs. Me olvidè de lubricante y perdì la calma. Comencè a bombear.
-Seguì papi seguì- me decìa, y yo bombeando como un toro. Perdì la nociòn y seguìa abriendo esa concha que estaba tan mojada que dejè de sentir la pija de tan caliente que estaba.
Ella no dejaba de chuparme los dedò. Escupì la mano y le metì un dedo en el orto.
-Papi, que no me duela-, pero ya su culo estaba muy usado por mì. Ya simplemente le gustaba. Tanto asì que a veces me decìa que no sabìa si era el sexo anal o el gimnasio lo que le hacìa crecer tanto el culo.
Le clave la pija lentamente en el orto. Ella me silbaba pidiendome que fuese despacito:
-Papi despacito, asì asì, uy uy no tan duro papi que es grande. Yaaa hijo de puta, suavecito que la vas a meter entera. Papi acabà ràpido por favor acabà ràpido papi que es muy grande, pero metela toda. Eso eso-.
Yo estaba a punto de acabar, trataba de no mirarle semejante orto pero es inmenso, me fascina. Yo iba poco a poco abriendome paso en tan apretado ano, pero ella seguìa diciendome asì y me quedè mirando el bronceado que tenìa del año pasado. Que buena negra me dije y ella pidiendome que acabara y yo aguantandome porque querìa reventarle el orto, que comenzara las vacaciones con el culo roto. Pero comencè a bombear leche y sentì la pija màs y màs caliente y ella gemìa como una puta hasta que me dijo.
-Uh papi, se nos olvidò probar el verde-
Y yo que saco la verga y el culo le empieza a chorrear todo el semen. En fin, ya nos tocarà probar el verde y a ustedes leer què tal le queda.

2 comentarios - La nueva bikini de mi jermu