La primera parte de las locuras de Milena: http://www.poringa.net/posts/relatos/5852240/Las-locuras-de-Milena---Los-comienzos.html
Había llegado el día. Milena se había propuesto que su viaje de egresados iba a ser a pleno y lo iba a disfrutar a fondo. No solo por conocer y compartir con sus compañeros de ese entonces, sino porque se había propuesto volver con uno distinto todas las noches de los boliches…

Sus compañeras ya sabían que ninguna de ellas iba a ser la “más puta” del viaje porque Milena les ganaba, y por afano. De hecho, iba preparada: cuando regresaba del colegio, ella iba al baño, o si estaba sola lo hacía en su pieza, y se desvestía y se metía un consolador en el culo, o un plug de necesitar salir para algo. Y se movía con eso metido en el ojete. Para que lo hacía? Para tener el culo predispuesto para un hipotético anal…

(Recuerden que Milena físicamente era muy parecida a la Corleto.)
Cuestión que ya en la primera noche concretó con Ignacio, un pibe del otro curso con el que viajaba. Pegaron onda en el viaje y ya en el boliche se besaron, se tantearon, mano va, mano viene, la cosa terminó con la primera cogida del viaje. Le gustó tanto que al otro día, repitió. Pero como iban de joda, como todos en ese viaje, para la tercera noche, que Ignacio no salió, ella se acercó a uno de sus compañeros de curso, Diego. Había un exceso de confianza con Diego que hizo que se calentaran ambos y terminaran concretando de buena manera con Milena en esa noche.
100% de efectividad tenía: tres noches, tres polvos. Como solo iban a estar una semana, todas sus compañeras y ella estaban a pleno. Pero claro, casi todos los que concretaron, lo hicieron con la misma pareja, hasta ahora iba ganando Milena.
Y en la cuarta noche, de vuelta la misma historia: pegó onda con Mariano, otro chico del otro curso. Y se repitió de la misma manera: la noche terminó en cogida. Quedaba una sola y ella quería despedirse a lo grande, pero no sabía cómo… Y en Grisú, medio en pedo, se dio cuenta que se le había juntado el ganado: Ignacio, Diego y Mariano estaban los tres juntos, hablando, cuando la vieron. Y se le acercaron.
-Escuchame una cosa, estuviste con los tres?! –Ignacio.-
-Eh…
-Decinos la verdad. Cogiste con nosotros tres? –Diego.-
-…
Mariano amaga a decirle algo, pero se tienta… Los otros tres, también se tientan, porque no pueden aguantarse. Milena se sorprende, ya que no entendía nada.
-Somos amigos nosotros! –Mariano.- Es más, Nacho es mi hermano.
-Y yo juego al fútbol con ellos –Diego.-
-…
-Obvio que sabíamos que estuviste con nosotros, te estábamos jodiendo nomás.
-Hijos de puta…
-Jajajaja.
Pero al saber que entre ellos se conocían, a Milena se le ocurrió una idea.
-Che… Ya que ustedes se conocen, y yo los conozco… Y si hacemos algo los cuatro?
-Los cuatro al mismo tiempo? –Diego.-
-Obvio… -Milena ya les comienza a acariciar los bultos y a sarandearle el culo a Mariano.-
-Yo me prendo. –Nacho, que la besa.-
-Yo también. –Mariano, al palo.-
-De una. –Diego.-
-Vamos.
Los cuatro se toman una combi que siempre esperan a los que se van antes de que los echen a patadas en el culo del lugar y se vuelven al hotel. Entraron normal, pero después, agazapados, se metieron en la habitación de Mariano e Ignacio… Una vez que entraron, todos la besaron y la manosearon, y Milena ya hervía…
Pero ella primero calentó el ambiente con un baile erótico.

Luego de eso, Mariano le dice que se arrodille.
-Bueno…

Inmediatamente después, Milena estaba rodeada de las tres pijas. Las comenzó a chupar, casi desesperada. Ni una actriz porno lo hacía mejor. Ignacio no aguantó las ganas y comenzó a cogerla, mientras chupaba las otras dos.

Así, un rato, pero en ronda. Uno atrás del otro. Y le acaban todos en las tetas. Se toman un breve respiro para cargar energías, porque Milena pide al que esté más fresco, que le haga el culo…

Diego le empieza a hacer el orto. Pero Mile no grita, sino que gime. Y mete garganta profunda con la de Ignacio. Unos cinco minutos así. Se fueron turnando y a Mile le metieron unos quince/veinte minutos de anal. De vuelta, todos le acabaron adentro, pero Mile, siempre, pero siempre, coge con forro. (Salvo al que está peteando)
Milena estaba extasiada, y sus amigos también, sorprendidos por lo putona que era… Pero faltaba un algo más. Unos veinte minutos de charla y bromas después. Ignacio comienza a pajearla… Él se pone abajo, y Mile arriba. Nacho creía que le iba a dar el culo, pero se la metió en la concha… Mariano y Diego se pusieron delante de su boca para que la chupe, pero Mile tenía otra idea… “Alguno que me la ponga por el culo”, dijo. “Quien querés?”. “Cualquiera…” Por eso es que Mariano se puso encima de Milena y se la metió en el ojete, que ya para ese entonces, a pesar de la semana previa de calentamiento, ya estaba casi detonado…

Milena nunca había sentido tanto placer como en ese momento. Se iban turnando, para que a todos les chupe la pija, le hagan el culo y la concha en ese momento.
Boca abajo…

Boca arriba…

De parados…

De todas formas posibles, hasta que no aguantaron y le pidieron que se arrodille…
Los tres le acabaron en la cara.

Milena estaba pasada de placer. La última noche en Bariloche había sido una locura.
Y eso era, quizá, el inicio de un vicio que no podría controlar.
Les gustó? Comenten que les pareció!
Había llegado el día. Milena se había propuesto que su viaje de egresados iba a ser a pleno y lo iba a disfrutar a fondo. No solo por conocer y compartir con sus compañeros de ese entonces, sino porque se había propuesto volver con uno distinto todas las noches de los boliches…

Sus compañeras ya sabían que ninguna de ellas iba a ser la “más puta” del viaje porque Milena les ganaba, y por afano. De hecho, iba preparada: cuando regresaba del colegio, ella iba al baño, o si estaba sola lo hacía en su pieza, y se desvestía y se metía un consolador en el culo, o un plug de necesitar salir para algo. Y se movía con eso metido en el ojete. Para que lo hacía? Para tener el culo predispuesto para un hipotético anal…

(Recuerden que Milena físicamente era muy parecida a la Corleto.)
Cuestión que ya en la primera noche concretó con Ignacio, un pibe del otro curso con el que viajaba. Pegaron onda en el viaje y ya en el boliche se besaron, se tantearon, mano va, mano viene, la cosa terminó con la primera cogida del viaje. Le gustó tanto que al otro día, repitió. Pero como iban de joda, como todos en ese viaje, para la tercera noche, que Ignacio no salió, ella se acercó a uno de sus compañeros de curso, Diego. Había un exceso de confianza con Diego que hizo que se calentaran ambos y terminaran concretando de buena manera con Milena en esa noche.
100% de efectividad tenía: tres noches, tres polvos. Como solo iban a estar una semana, todas sus compañeras y ella estaban a pleno. Pero claro, casi todos los que concretaron, lo hicieron con la misma pareja, hasta ahora iba ganando Milena.
Y en la cuarta noche, de vuelta la misma historia: pegó onda con Mariano, otro chico del otro curso. Y se repitió de la misma manera: la noche terminó en cogida. Quedaba una sola y ella quería despedirse a lo grande, pero no sabía cómo… Y en Grisú, medio en pedo, se dio cuenta que se le había juntado el ganado: Ignacio, Diego y Mariano estaban los tres juntos, hablando, cuando la vieron. Y se le acercaron.
-Escuchame una cosa, estuviste con los tres?! –Ignacio.-
-Eh…
-Decinos la verdad. Cogiste con nosotros tres? –Diego.-
-…
Mariano amaga a decirle algo, pero se tienta… Los otros tres, también se tientan, porque no pueden aguantarse. Milena se sorprende, ya que no entendía nada.
-Somos amigos nosotros! –Mariano.- Es más, Nacho es mi hermano.
-Y yo juego al fútbol con ellos –Diego.-
-…
-Obvio que sabíamos que estuviste con nosotros, te estábamos jodiendo nomás.
-Hijos de puta…
-Jajajaja.
Pero al saber que entre ellos se conocían, a Milena se le ocurrió una idea.
-Che… Ya que ustedes se conocen, y yo los conozco… Y si hacemos algo los cuatro?
-Los cuatro al mismo tiempo? –Diego.-
-Obvio… -Milena ya les comienza a acariciar los bultos y a sarandearle el culo a Mariano.-
-Yo me prendo. –Nacho, que la besa.-
-Yo también. –Mariano, al palo.-
-De una. –Diego.-
-Vamos.
Los cuatro se toman una combi que siempre esperan a los que se van antes de que los echen a patadas en el culo del lugar y se vuelven al hotel. Entraron normal, pero después, agazapados, se metieron en la habitación de Mariano e Ignacio… Una vez que entraron, todos la besaron y la manosearon, y Milena ya hervía…
Pero ella primero calentó el ambiente con un baile erótico.

Luego de eso, Mariano le dice que se arrodille.
-Bueno…

Inmediatamente después, Milena estaba rodeada de las tres pijas. Las comenzó a chupar, casi desesperada. Ni una actriz porno lo hacía mejor. Ignacio no aguantó las ganas y comenzó a cogerla, mientras chupaba las otras dos.

Así, un rato, pero en ronda. Uno atrás del otro. Y le acaban todos en las tetas. Se toman un breve respiro para cargar energías, porque Milena pide al que esté más fresco, que le haga el culo…

Diego le empieza a hacer el orto. Pero Mile no grita, sino que gime. Y mete garganta profunda con la de Ignacio. Unos cinco minutos así. Se fueron turnando y a Mile le metieron unos quince/veinte minutos de anal. De vuelta, todos le acabaron adentro, pero Mile, siempre, pero siempre, coge con forro. (Salvo al que está peteando)
Milena estaba extasiada, y sus amigos también, sorprendidos por lo putona que era… Pero faltaba un algo más. Unos veinte minutos de charla y bromas después. Ignacio comienza a pajearla… Él se pone abajo, y Mile arriba. Nacho creía que le iba a dar el culo, pero se la metió en la concha… Mariano y Diego se pusieron delante de su boca para que la chupe, pero Mile tenía otra idea… “Alguno que me la ponga por el culo”, dijo. “Quien querés?”. “Cualquiera…” Por eso es que Mariano se puso encima de Milena y se la metió en el ojete, que ya para ese entonces, a pesar de la semana previa de calentamiento, ya estaba casi detonado…

Milena nunca había sentido tanto placer como en ese momento. Se iban turnando, para que a todos les chupe la pija, le hagan el culo y la concha en ese momento.
Boca abajo…

Boca arriba…

De parados…

De todas formas posibles, hasta que no aguantaron y le pidieron que se arrodille…
Los tres le acabaron en la cara.

Milena estaba pasada de placer. La última noche en Bariloche había sido una locura.
Y eso era, quizá, el inicio de un vicio que no podría controlar.
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