No podía creer que lo estaba haciendo. Estaba en mi casa, sola, esperando a Lucas. Me había puesto ese vestido cortito que siempre sentí que me quedaba bien, sin nada abajo. Ni bombacha, ni corpiño. Nada. Solo tela sobre mi piel caliente. Caminaba de un lado al otro nerviosa y excitada. Cada paso me recordaba que estaba húmeda, mojada desde que le mandé el mensaje: "Hoy quiero que me destruyas, como la otra vez. Tengo la casa sola. Vení."
Cuando escuché el timbre, el corazón me dio un vuelco. Lo dejé entrar, apenas un roce con la puerta, y ya tenía esa sonrisa canchera que me desarma. Me miró de arriba abajo, bajando la vista lento, saboreándome con los ojos. Me agarró de la cintura y murmuró: "Así me gusta que me esperes, putita..." Yo me mordí el labio, bajé la cabeza y asentí, sumisa. Lo guié directo a mi pieza, ya estaba todo como lo quería: luces bajas, mi cama destendida, el aire acondicionado suave.
Me empujó contra la pared y me besó con fuerza. No hizo falta hablar. Sabíamos a lo que veníamos. Yo solo quería entregarme. En un segundo, me arrodillé. Él ya estaba duro, me lo saqué y se lo empecé a chupar despacito, como le gusta, con lengua y saliva, sin sacarle los ojos. Se lo tragué entero mientras él me sujetaba del pelo y me decía al oído lo buena que estaba, lo puta que me volvía. No duró mucho... acabó en mi boca y yo me lo tomé todo, como buena perra. Me hizo sonreír de costado, sabía que esto recién empezaba.
Me tiró en la cama y se agachó entre mis piernas, sin sacarme el vestido, solo lo levantó. Me abrió la concha con los dedos y me empezó a chupar como si fuera lo único que quería en la vida. Yo gemía y me retorcía, no podía más, le agarré la cabeza y lo apreté contra mí hasta acabarle la cara. Me reí entre jadeos, temblando. Apenas me recuperé, me puse arriba suyo. Froté mi concha mojada contra él, y nos acomodamos en 69. Me concentré en chuparle despacito mientras él seguía devorándome abajo. Me hizo acabar otra vez.
Después, me monté sobre él. Me sentía tan caliente, tan viva. Me movía como una loca, él me agarraba fuerte las caderas y me decía: “Estás hecha una trola, Andrea. Mirá cómo te moves… Te encanta, ¿no?” Y sí, me encantaba. Bajé, lo dejé encima mío, me cogió con fuerza, rápido, mientras yo le pedía más, que no pare. Me ponía en todas las poses, me abría toda, me entregaba. Hasta que me puso en 4, levantó el vestido y me empezó a sacar fotos con mi celular. Le pedí que lo haga. Quería verme así, desnuda, mojada, abierta, suya. Sentí un placer nuevo, mezclado con el morbo de saber que quedaba registrada así, como una perra en celo.
Y cuando pensé que ya estaba, me bajé de la cama y me tiré sola al piso, en 4, como una perra obediente. Él entendió todo. Se arrodilló atrás mío y me la metió de una, sin forro. Yo le había dicho que tomaba pastillas. Estaba mojada, entregada, le pedí que no pare, que acabe adentro mío. Y así fue. Sentí todo caliente, su peso encima, su respiración entrecortada.
Después nos quedamos un rato tirados. Yo, con el corazón latiendo fuerte, él acariciándome la espalda. Se vistió, me dio un beso en la frente y se fue. Cuando cerré la puerta, fui directo al celular. Empecé a ver las fotos, los videos. Me vi a mí misma… y me sorprendí. Estaba toda abierta, entregada, como nunca. Y me calenté otra vez.
Las fotos aquí:











Me encanta como me veo así... Y a ustedes? 🤭. Que me harían? Dejen puntitos para más fotitos, me animé a subirlas ja, y comentennnn
Cuando escuché el timbre, el corazón me dio un vuelco. Lo dejé entrar, apenas un roce con la puerta, y ya tenía esa sonrisa canchera que me desarma. Me miró de arriba abajo, bajando la vista lento, saboreándome con los ojos. Me agarró de la cintura y murmuró: "Así me gusta que me esperes, putita..." Yo me mordí el labio, bajé la cabeza y asentí, sumisa. Lo guié directo a mi pieza, ya estaba todo como lo quería: luces bajas, mi cama destendida, el aire acondicionado suave.
Me empujó contra la pared y me besó con fuerza. No hizo falta hablar. Sabíamos a lo que veníamos. Yo solo quería entregarme. En un segundo, me arrodillé. Él ya estaba duro, me lo saqué y se lo empecé a chupar despacito, como le gusta, con lengua y saliva, sin sacarle los ojos. Se lo tragué entero mientras él me sujetaba del pelo y me decía al oído lo buena que estaba, lo puta que me volvía. No duró mucho... acabó en mi boca y yo me lo tomé todo, como buena perra. Me hizo sonreír de costado, sabía que esto recién empezaba.
Me tiró en la cama y se agachó entre mis piernas, sin sacarme el vestido, solo lo levantó. Me abrió la concha con los dedos y me empezó a chupar como si fuera lo único que quería en la vida. Yo gemía y me retorcía, no podía más, le agarré la cabeza y lo apreté contra mí hasta acabarle la cara. Me reí entre jadeos, temblando. Apenas me recuperé, me puse arriba suyo. Froté mi concha mojada contra él, y nos acomodamos en 69. Me concentré en chuparle despacito mientras él seguía devorándome abajo. Me hizo acabar otra vez.
Después, me monté sobre él. Me sentía tan caliente, tan viva. Me movía como una loca, él me agarraba fuerte las caderas y me decía: “Estás hecha una trola, Andrea. Mirá cómo te moves… Te encanta, ¿no?” Y sí, me encantaba. Bajé, lo dejé encima mío, me cogió con fuerza, rápido, mientras yo le pedía más, que no pare. Me ponía en todas las poses, me abría toda, me entregaba. Hasta que me puso en 4, levantó el vestido y me empezó a sacar fotos con mi celular. Le pedí que lo haga. Quería verme así, desnuda, mojada, abierta, suya. Sentí un placer nuevo, mezclado con el morbo de saber que quedaba registrada así, como una perra en celo.
Y cuando pensé que ya estaba, me bajé de la cama y me tiré sola al piso, en 4, como una perra obediente. Él entendió todo. Se arrodilló atrás mío y me la metió de una, sin forro. Yo le había dicho que tomaba pastillas. Estaba mojada, entregada, le pedí que no pare, que acabe adentro mío. Y así fue. Sentí todo caliente, su peso encima, su respiración entrecortada.
Después nos quedamos un rato tirados. Yo, con el corazón latiendo fuerte, él acariciándome la espalda. Se vistió, me dio un beso en la frente y se fue. Cuando cerré la puerta, fui directo al celular. Empecé a ver las fotos, los videos. Me vi a mí misma… y me sorprendí. Estaba toda abierta, entregada, como nunca. Y me calenté otra vez.
Las fotos aquí:











Me encanta como me veo así... Y a ustedes? 🤭. Que me harían? Dejen puntitos para más fotitos, me animé a subirlas ja, y comentennnn
9 comentarios - Parte 9: fotos cogiendo con Lucas
Me encanta 😻