Hacia rato que el amigo de mi tío me venía buscando, pasa que es de esos hombres de antes que hasta no estar totalmente seguro no se lanza y luego ya si, con todas y sin ningun tipo de tapujos.
La cuestión es que yo venía sintiendo y viendo que me miraba de mas, lo mas osado que había hecho un día era entrar al baño de la casa de mi tío cuando yo estaba dándome una ducha haciéndose el distraído. No tenía mucho sentido nada de lo que hacía cuando yo estaba cerca y eso me daba la pauta, parecía ser que no quería faltarle al respecto a mi tío que es su amigo hace ya muchos años.
Siempre que había juntadas de póker yo era el que hacia la comida y servía las bebidas mientras ellos jugaban, mi tío me dejaba a mi cocinando y el se iba a comprar todo lo que faltaba para los muchachos y esa noche, sea lo que sea. Ese día llego el amigo de mi tío, le vamos a decir Néstor, un cubano hermoso de 60 años y de un físico digno de ser envidiado (para la edad).
Nos quedamos solos, mi tío le sirvió un whisky antes de irse y lo dejo viendo un partido de la NBA, mientras yo en la cocina cortaba las verduras para preparar comida mexicana.
La verdad que a mi mucho no me llamaba la atención, era un tipo lindo, pero no me gustan los hombres tan tímidos porque no me gusta tener que encarar yo.
"...Y vos, ¿qué contas? ¿Todo en orden? ¿Con van las cosas con tu hombre? (en referencia a mi tío)" me pregunto "No te aburrís?"
"No me da tiempo de aburrirme" le conteste, ya que el sabia el estilo de vida que llevaba yo, con el y en general, el había encontrado ropa interior mía en esa casa miles de veces y me había visto incluso salir del cuarto de mi tío.
Dejo el vaso en la mesa del living y vino hasta donde estaba yo, se puso detras de mí y me toco la boca intentando ir debajo del pantalón, me beso el cuello y me dijo "Me vas a dejar probar?" y aunque me sorprendió su espontaneidad no me resistí, la verdad que senti que era el momento de aflojar esa tensión sexual entre los dos.
Yo estaba de calza y una remerita suelta, no modifique mi posición mientras el seguía besando mi cuello y bajaba mi pantalón, solté el cuchillo cuando comenzó a lamerme el culo, incluso gemí, estuvimos un rato y me gire, quite su pantalón y comencé a chupar su verga como si fuera la de mi propio chico, sus huevos eran enormes y aunque intente no pude meterlos enteros en mi boca como a mí me gusta.
El sabía que tenía poco tiempo, me agarro del cuello, me puso contra la pared, me paro la cola de un chirlo y me cogió, fuerte, verdaderamente fuerte, contra la pared y luego un ratito mas en el sillón, se sentó en una silla de la cocina y lo cabalgue, pensé que iba a acabar cuando me dijo que se la chupe de nuevo e hice caso, claro...el truco perfecto para acabarme en la boca y hacérmela tomar a toda, lo hice claro, mas que mal confiaba en por qué lo conocía de hace mucho tiempo y aparte, no quería ensuciar nada.
Para cuando mi tío volvió yo ya estaba terminando de cocinar y su amigo se estaba bañando porque se había manchado con la bebida.
Una anécdota. Y si, cogimos de nuevo un par de veces, fue la última noche en que lo vi tímido.
FIN
La cuestión es que yo venía sintiendo y viendo que me miraba de mas, lo mas osado que había hecho un día era entrar al baño de la casa de mi tío cuando yo estaba dándome una ducha haciéndose el distraído. No tenía mucho sentido nada de lo que hacía cuando yo estaba cerca y eso me daba la pauta, parecía ser que no quería faltarle al respecto a mi tío que es su amigo hace ya muchos años.
Siempre que había juntadas de póker yo era el que hacia la comida y servía las bebidas mientras ellos jugaban, mi tío me dejaba a mi cocinando y el se iba a comprar todo lo que faltaba para los muchachos y esa noche, sea lo que sea. Ese día llego el amigo de mi tío, le vamos a decir Néstor, un cubano hermoso de 60 años y de un físico digno de ser envidiado (para la edad).
Nos quedamos solos, mi tío le sirvió un whisky antes de irse y lo dejo viendo un partido de la NBA, mientras yo en la cocina cortaba las verduras para preparar comida mexicana.
La verdad que a mi mucho no me llamaba la atención, era un tipo lindo, pero no me gustan los hombres tan tímidos porque no me gusta tener que encarar yo.
"...Y vos, ¿qué contas? ¿Todo en orden? ¿Con van las cosas con tu hombre? (en referencia a mi tío)" me pregunto "No te aburrís?"
"No me da tiempo de aburrirme" le conteste, ya que el sabia el estilo de vida que llevaba yo, con el y en general, el había encontrado ropa interior mía en esa casa miles de veces y me había visto incluso salir del cuarto de mi tío.
Dejo el vaso en la mesa del living y vino hasta donde estaba yo, se puso detras de mí y me toco la boca intentando ir debajo del pantalón, me beso el cuello y me dijo "Me vas a dejar probar?" y aunque me sorprendió su espontaneidad no me resistí, la verdad que senti que era el momento de aflojar esa tensión sexual entre los dos.
Yo estaba de calza y una remerita suelta, no modifique mi posición mientras el seguía besando mi cuello y bajaba mi pantalón, solté el cuchillo cuando comenzó a lamerme el culo, incluso gemí, estuvimos un rato y me gire, quite su pantalón y comencé a chupar su verga como si fuera la de mi propio chico, sus huevos eran enormes y aunque intente no pude meterlos enteros en mi boca como a mí me gusta.
El sabía que tenía poco tiempo, me agarro del cuello, me puso contra la pared, me paro la cola de un chirlo y me cogió, fuerte, verdaderamente fuerte, contra la pared y luego un ratito mas en el sillón, se sentó en una silla de la cocina y lo cabalgue, pensé que iba a acabar cuando me dijo que se la chupe de nuevo e hice caso, claro...el truco perfecto para acabarme en la boca y hacérmela tomar a toda, lo hice claro, mas que mal confiaba en por qué lo conocía de hace mucho tiempo y aparte, no quería ensuciar nada.
Para cuando mi tío volvió yo ya estaba terminando de cocinar y su amigo se estaba bañando porque se había manchado con la bebida.
Una anécdota. Y si, cogimos de nuevo un par de veces, fue la última noche en que lo vi tímido.
FIN
1 comentarios - Por fin cogimos, al principio no me gustaba...