-Vos sos mí putita?-...me susurraba el viejo degenerado mientras me hundía la lengua lujurioso en la oreja, y frotaba la cabeza de la verga bien caliente sobre el agujerito de mi culo virgo, que no se animaba a penetrar para no hacerme daño, sabiendo que ésa tranca era gruesa, cabezuda y enorme.

A mi no me traumaba, al contrario, me sentía amado y deseado por ése hombre que todas las tardes me metía en su cama desnudo y me dejaba usar su cuerpo mientras abusaba de mi con mi permiso.

Era terrible placer sentir esa verga descomunal durísima, frotándose sobre mi entrepierna.

Era hermoso sentir el éxtasis y la lujuria rabiosa de ese tipo tratando de cogerme sin hacerme daño.

Amaba sentir ese sexo enorme creciendo mientras me tocaba y me besaba bien degenerado

A mi no me traumaba, al contrario, me sentía amado y deseado por ése hombre que todas las tardes me metía en su cama desnudo y me dejaba usar su cuerpo mientras abusaba de mi con mi permiso.

Era terrible placer sentir esa verga descomunal durísima, frotándose sobre mi entrepierna.

Era hermoso sentir el éxtasis y la lujuria rabiosa de ese tipo tratando de cogerme sin hacerme daño.

Amaba sentir ese sexo enorme creciendo mientras me tocaba y me besaba bien degenerado

4 comentarios - Mi primer iniciador, Verga tremenda